Cap 37. Novia.
Siento mucho el retraso, pero es que me he ido de festival, concretamente al Coca-Cola Music Experience. No sé si sabréis cuál es, los de España sí lo sabréis. Bueno, pues acabado de salir y como os debo el capítulo, pues aquí lo tenéis. Disfrutadlo.
Os quiero 3000❤️
Entro en el coche y después entra él para sentarse a mi lado. Le susurra algo al conductor y este se pone en marcha.
-Bonita gorra y gafas- bromeo.
-Te prometo que en cuanto entremos al sitio me las quito- dice apenado.
-No pasa nada, sé que lo haces por mí así que gracias- digo y me acerco para darle un beso en la mejilla por lo que al instante me sonrojo. Aparto mi vista a la ventanilla para que no se dé cuenta.
Después de 5 minutos ya estamos en el lugar, el cine. Observo a la gente entrar y salir de este cuando de repente la puerta se abre. Tom me ofrece su mano para salir así que desabrocho el cinturón, le agradezco al conductor y acepto la mano de Tom para salir.
Entramos al cine y nos quedamos donde las carteleras. Tom mira de un lado a otro, se le nota nervioso.
-¿Estás bien?- le pregunto preocupada.
-No quiero que me descubran- dice mirándome, supongo ya que no puedo ver sus ojos por las gafas de sol.
-Eso no pasará- le digo para tranquilizarlo y parece que funciona, ya que deja de mirar de un lado para otro.- ¿Así que cine en la primera cita?
-Sí, sé que es muy cliché, pero así puedo saber tus gustos cinematográficos- dice con una sonrisa.- Solo sé que te gustan las de acción y odias las de miedo, pero el cine es mucho más que esas dos categorías.
-Me encantan las de romance, pero esas me las reservo para ver sola, ya que si lloro no me gusta hacerlo delante de gente. Para eso prefiero comedia- digo con una sonrisa orgullosa, por lo que él se ríe.
-Te ves adorable con esa sonrisa- me dice y bajo la cabeza sonrojada.- ¿Comedia entonces?
-Sí- digo dirigiendo mi mirada a la cartelera.- ¿Qué tal está?- digo señalando una película de Adam Sadler.
-¿Adam Saldler? Genial, me gusta. Esa será- dice agarrándome de la mano y arrastrándome hacia el mostrador de las entradas.
Mi vista está fija en nuestras manos unidas. Sé que no es la primera vez que nos cogemos de la mano, pero esta vez se siente distinto, ya que estamos en una cita.
Puedo notar un pequeño cosquilleo en mi mano, pero es agradable por lo que decido entrelazar nuestros dedos. Al hacer eso Tom dirige su vista a nuestras manos y después a mí, con una sonrisa.
-Aquí tiene- dice el hombre de unos 25 años, haciendo que Tom y yo rompamos el contacto visual.
-Gracias- le dice Tom.
Agarrados de las manos caminamos por el cine hasta llegar a la zona de palomitas, chucherías...
-¿Quieres palomitas?- me pregunta.
-Sí, obvio. Una película no es una película sin palomitas- él ríe ante mi comentario. Yo tengo una sonrisa en mi rostro.
Nos ponemos a la fila de las palomitas. Por suerte no hay mucha gente por lo que no hay que esperar mucho hasta que es nuestro turno.
-Hola, ¿qué desean tomar?- dice la chica de detrás del mostrador.
-Una mediana de palomitas saladas y una Coca-Cola- le dice a la chica.- ¿Tú que quieres?- me pregunta a mí.
-Puedo pedir yo, Tom- le digo con una sonrisa.- Yo quiero una mediana de dulces y una Coca-Cola Zero- le digo a la chica, está asiente y se va a preparar las cosas.
-Le quitas lo romántico- dice con voz de niño pequeño enfadado por lo que me río.
-No te enfades niño Holland- digo riendo.
-¡Ey! Solo los del cast de Marvel me llaman así- dice fingiendo que está indignado pero con una sonrisa.
-Corrijo: No te enfades Spidey- digo con una leve risa.- ¿Mejor?
-Sip- dice con voz de niño pequeño. Los dos reímos.
-Aquí tienen- dice la chica.
-Gracias- dice Tom sacando el dinero para pagarle.
-No, Tom. Pago yo, tú ya has comprado las entradas- le digo buscando el dinero en mi chaqueta.
-Oh, no, pago yo. Yo te he pedido la cita, yo pago- dice dándole el dinero a la chica. Ella le devuelve el cambio.
-Disfruten de la película- nos dice.
-Gracias- le agradecemos.
Caminamos hasta la entrada de las salas, cada uno con sus palomitas y su bebida.
-Lo próximo lo pago yo- le digo.
-Eso no va a pasar- suelto un bufido mientras ruedos los ojos.- Va no te enfades, que aunque te ves muy mona así, es una cita y tienes que estar feliz.
No puedo evitar sonrojarme por su comentario por lo que aparto la mirada de él. Parece que se ha dado cuenta de que me he sonrojado porque suelta una pequeña risa.
-Vamos, ya podemos pasar- digo cambiando de tema.
Caminamos hacia un chico al cual le damos las entradas, las revisa y nos las devuelve.
-Disfruten de la película- nos dice.
-Gracias- decimos los dos mientras comenzamos a caminar hacia nuestra sala.
Al entrar buscamos nuestros asientos. Fila 10 asientos 8 y 10. Los encontramos, yo me siento en el 8 y Tom en el 10, al lado de la pared. Dejo la Coca-Cola en el agujero del reposabrazos, cruzo las piernas y dejo las palomitas en medio de estas.
(Como no sé si se ha entendido, está sentada así en la butaca y con las palomitas en medio)
Sí, sé que no es muy normal sentarse así en el cine e incluso es de mala educación, pero es una manía que tengo. No suelo venir mucho al cine, pero la mayoría de las veces que vengo me pongo así.
-¿Estás cómoda sentada así?- dice Tom.
-Sí- digo y las luces se apagan para que los anuncios empiecen.- ¿No que te ibas a quitar la gorra y las gafas?- le susurro.
-Oh, sí- susurra quitándose las cosas.- Se me había olvidado, gracias- dice mirándome.
Por primera vez en toda la tarde le veo los ojos. Tiene un pequeño brillo debido a la luz de la pantalla y eso hace que se vean más bonitos de lo que ya son.
4:36 pm
La película empieza por lo que nuestras miradas se dirigen a la pantalla. Vamos a ver The Do-Over, de Adam Sadler.
6:22 pm
La película acaba por lo que las luces se vuelven a encender y Tom se vuelve a poner su "disfraz". Esperamos a que la sala se vacíe para salir nosotros.
Al salir el sol me ciega por lo que cierro los ojos de golpe. Los abro poco a poco mientras parpadeo varias veces.
Caminamos hasta llegar a la entrada del cine. Tanto Tom como yo sacamos el móvil, yo en busca de ver la hora y creo que él lo mismo.
-Gracias por esta tarde, ha sido increíble- le digo sonriendo.
-¿Crees que ha acabado?- pregunta divertido y yo asiento con la cabeza.- Pues no, esto solo acaba de empezar.
-¿Tom que tie...?- pero me interrumpe cuando me coge de la mano y me arrastra para que comience a caminar.
-Vamos a tomar un café- dice sin soltarme de la mano.- Y no acepto un no por respuesta.
Caminamos unos minutos en silencio hasta que llegamos a una pequeña cafetería dónde entramos y nos sentamos en unos sillones al fondo, dónde tenemos más privacidad.
-Hola, ¿qué desean tomar?- nos pregunta una chica de unos 17 años, que no os voy a mentir, es muy guapa.
-Yo quiero un café con leche- dice Tom y me mira para que yo diga lo mío.
-Yo un Capuchino- le digo.
-Ahora mismo se lo traigo- dice mirando a Tom con una sonrisa.
-Gracias- le dice este último. Veo como la chica se aleja.- Háblame de ti- este comentario hace que aparte la mirada de ella y la centre en Tom.
-¿Qué te hable de mí?- le pregunto con una ceja alza, él asiente con la cabeza.- ¿Qué quieres saber?
-Mmm- dice haciendo una mueca pensativa.- Uh, ya sé. ¿Cuál es tu película favorita?
-¿De qué genero?
-En general.
-Mmm- digo pensando.- Buena pregunta. No puedo elegir solo una. Tengo una para cada género.
-Bueno, pues dime cada una- dice sonriendo.
-Bien pues...- digo poniéndome a pensar.- Voy a empezar por el género que más odio hasta el que más me gusta- no dice nada solo asiente.- Además llevo mucho sin ver películas, solo veo una cada mucho tiempo, así que prepárate para escuchar nombres de películas viejas- le advierto.- De terror he visto muy pocas, pero de esas la que más me ha gustado ha sido Insidious, no me la acabé de ver, pero lo que vi me gustó. Después romance, sonará muy cliché, pero es El diario de Noah. De drama mi favorita... buena esa ha cambiado hace poco... es... bueno es...
-Va, dila. Ni que fueras a decir Lo imposible- dice soltando una leve risa.
-Es que...- digo mirándole y él me dice, con la mirada, que continúe.- Iba a decir esa.
-¿En serio?- dice abriendo un poco más los ojos, yo solo asiento.- Me siento orgulloso- al decir eso no puedo evitar reír.- Bueno, continua.
-De comedia mi favorita es Niños Grandes.
-¿Adam Sadler?
-Aha, pero no me interrumpas- digo y él se ríe.- Por último de acción/ciencia-ficción es Los Vengadores, la primera.
-Tienes buen gusto.
-¿Lo dudabas?- bromeó por lo que los dos reímos.- Es tu turno. ¿Cuáles son tus favoritas?
-Pues...- empieza, pero es interrumpido por la chica de antes.
-Aquí tienen- dice dejando las tazas delante nuestro. También le da una servilleta, con algo escrito, a Tom.- Llámame- le susurra. La ira corre por mis venas en este momento, haciendo que mire a la chica con una mirada que podría matarla.
-Lo siento, pero ya está pillado- le digo con una falsa sonrisa.
-¿A sí? ¿Por quién?- pregunta con una sonrisa cínica.
-Por mí, soy su novia- suelto sin pensar ganándome una mala mirada de la chica y una cara de sorpresa por parte de Tom. Sin decir nada más, la chica se aleja.
-¿Mi novia?- pregunta Tom captando mi atención.
-Yo... em... perdón- digo bajando la mirada, avergonzada.- Es que no soportaba como estaba ligando contigo.
-¿Celosa?- pregunta con una sonrisa pícara.
-Claro que no- miento, obvio que estoy celosa, ya no puedo negarlo después de lo que le he hecho cuando la chica ha coqueteado con Tom. Él me mira con cara divertida.- ¡Ay, ya! Contesta lo de las películas- digo haciendo que se ría.
8:31 pm
Solo nos tomamos esa taza de café, el resto del rato solo estábamos ahí, hablando. La chica no se volvió a acercar a nosotros.
Cuando vamos a pagar intento pagar yo, pero Tom no me deja. Salimos de la cafetería y Tom llama a un taxi. Le susurra, otra vez, algo al conductor.
Después de 10 minutos llegamos a un restaurante bastante elegante. Tom, después de pagar, da la vuelta al coche para abrir mi puerta.
-Tom este restaurante es muy elegante. No voy bien vestida para estar aquí- digo cuando el taxi ya se ha ido.
-No digas tonterías, estás preciosa e ideal para estar aquí- dice agarrándole la mano y entrando al restaurante.
Se acerca a un señor de la entrada para decirle algo que no consigo escuchar. Después se gira a verme y me hace señas con la mano para que me acerque, a lo que le hago caso.
Me agarra de la mano y me lleva por todo el restaurante, siguiendo al señor. Al final llegamos a una zona vacía donde hay una mesa para dos.
-Gracias- le agradece Tom al señor.
Tom tira la silla para atrás para que yo me pueda sentar y después la arrastra para adelante. Después se sienta en su sitio, enfrente mío.
-Gracias- le digo antes de que se siente. Él me sonríe como respuesta.
Comemos hablando de todo y nada, conociéndonos más. Tom pide la cuenta y volvemos con la discusión. Pero como siempre gana él, por lo que paga.
9:52 pm
Salimos del restaurante y Tom llama a otro taxi. Me abre la puerta para que entre y después entra él. Vuelve a susurrarle algo al conductor.
-¿Vamos a casa ya?- pregunto confusa.
-Nop, todavía nos queda una última parada- dice sonriendo.
-Tom, te estás pasando, todo esto te tiene que estar costando muchísimo- le digo sería.
-Merece la pena- me dice sin borrar la sonrisa.
Después de 10 minutos llegamos al que, según Tom, es el último destino de la velada. Como siempre Tom me abre la puerta y me da la mano para ayudarme.
Al bajar fijo mi mirada en el edificio que tengo delante. El planetario. Me giro a mirar a Tom con una amplia sonrisa en mi rostro. Corro a abrazarlo.
-¿Cómo sabías que me encantan las estrellas y todo lo relacionado con ellas?- digo separándome.
-Soy observador- dice encogiéndose de hombros.- Siempre que sales al balcón te quedas embobada mirándolas.
-Gracias- digo volviéndolo a abrazar.
-Bueno, entremos- dice agarrando mi mano y entrando al edificio.
Tom habla con un chico de unos 27 años y este nos guía hasta una sala vacía. En esta hay un pequeño escenario donde suelen explicar las cosas en directo. Y después hay butacas reclinadas para que puedas ver el techo donde está proyectado el cielo.
Nos sentamos en unas de las butacas de en medios y al instante una voz en off empieza a explicar el Big Bang. No puedo evitar mirar y escuchar todo con fascinación.
Cuando la explicación acaba, todavía no encienden las luces y están proyectando las constelaciones. Tom se levanta de su asiento, el de al lado mío, y me tiende la mano para que me levante.
Dudosa la acepto y me arrastra hasta el pequeño escenario. Me pone frente a él lo que hace que me ponga nerviosa.
-___, yo... he planeado esta cita con un propósito. Eres una chica increíble, fuerte, simpática, valiente, amable y muchas cosas más- dice y respira hondo.- Es por eso que me gustas- abro mis ojos como platos, sorprendida.- Y aunque te juré que no lo haría, no puedo cumplirlo- dice agarrando mis manos con las suyas.- Debajo de estas preciosas constelaciones, te pregunto a ti, otra cosa preciosa, sí...- hace una pausa para volver a respirar hondo.- ¿Te gustaría ser mi novia?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top