XXXIII
-¡Mgh!- Sunoo exclamaba sintiendo el miembro contrario en su garganta, hace más de 3 horas que estaban en el hotel y en ese momento Sunoo estaba en medio de su trabajo.
-Sigue así...- acariciaba su cabello mientras su novio movía su cabeza de adelante a atrás.
Sunoo seguía con esa lencería, bueno, solo con el collarín y la cinta en su pierna.
-Ve más a fondo- tomó a su novio de su pelo haciendo que llegue más dentro de su garganta.
La mandíbula del pelirosa dolía, su garganta también, no podía hacer que llegue al fondo del todo, pero al parecer Ni-ki haría que si.
Tan profundo.
-Aguanta un poco más- veía lágrimas bajar por sus mejillas, pero si le disgustaría, se hubiera apartado y dicho la palabra de seguridad, no lo obligaría a nada.
-¡Ugh!
Embistió su pequeña boca llegando hasta el final, entrando por completo en esta, llegando hasta lo más profundo de su garganta.
Sunoo lloraba, pero no de disgusto, sino por lo que sentía en su garganta, esa fricción tan deliciosa que no le dejaba respirar.
-Solo un poco más...- su garganta era tan profunda y estrecha a la vez, que sentía que pronto se correría.
Sunoo solo estaba ahí, arrodillado con las mejillas rojas y sus ojos llorando por las sensaciones.
-Un poco más...- y con dos embestidas se corrió dentro de su garganta viendo que al salir de esa boquita, Sunoo trató de tragarlo todo, pero no pudo evitar que algunas gotas de semen bajen por sus labios.
-F-fue muy bueno- sonrió con la respiración agitada por no haber podido respirar bien.
-Aún no acabamos- y levantando a Sunoo de un solo tirón, lo sentó en sus piernas, de un movimiento entró en él, hasta lo más profundo.
-¡Ah!
-Salta- ordenó apoyando su espalda y cabeza en el respaldar de la cama.
-S-sí....- colocando sus manos en los hombros de Ni-ki para tomar impulso, empezó moviendo sus caderas en círculos para luego recién saltar.
Esa habitación era un completo lío, gemidos agudos y graves, choques de piel, jadeos, lloriqueos, azotes, podía escucharse de todo.
.
.
-Uhm....- eran las 7 de la mañana, estuvieron 7 horas sin conocer la palabra límite, habían dos botellas vacías de lubricante en el suelo, perdieron la cuenta de cuántas veces lo hicieron esa noche.
Sunoo tenía marcas en el cuello, clavículas, torso, piernas, en todo su cuerpo, hasta habían marcas de mordidas, su trasero rojo por las repetidas y fuertes embestidas que le fueron proporcionadas.
Mientras que Ni-ki tenía marcas en el cuello y rasguños en su espalda y hombros, pero no le disgustaba, eso significaba que a su lindo novio le había gustado lo que hicieron.
-Vamos, te limpiaré- sabía que Sunoo no podría pararse adecuadamente, aún acostado en la cama, sus piernas temblaban.
Sunoo levantó sus brazos ya sabiendo la rutina que Ni-ki tenía para limpiarlo, su novio lo levantó de la cama para dirigirse al baño.
Como fue dicho, el pequeño pelirosa fue limpiado, y duchado, mientras que el pelo de Ni-ki fue delicada y cariñosamente lavado por su dulce novio.
-Te amo- Sunoo se sentía tan feliz de tener a ese chico a su lado, ahora estaban en la cama, listos para descansae un poco.
-Yo te amo más- lo abrazó otrgándole calor y confort.
7/7
Cami~
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top