ཋྀ | Capítulo veintidós.
Cuando ChanYeol tocó el timbre, anunciando su llegada, KyungSoo sintió que su alma se iba de su cuerpo.
Sí, estaba aterrado y peor aún, sentía que la presión se le había bajado, pero debía ser valiente y dejar de esconderse. Él estaba seguro de que amaba a ChanYeol, y sabía que lo quería en su futuro, a su lado hasta que su momento de partir llegara.
Vio asombrado la fachada de la casa de sus suegros; bien cuidada y de colores luminosos, con el blanco predominando las paredes del hogar. Tenían pequeños detalles incrustados en el cemento, dándole un toque silvestre. Había enredaderas cayendo por los techos, pero no la hacían ver abandonada, al contrario, daba la sensación de estar entrando a un lugar puro y lleno de vida.
Por lo poco que pudo ver del patio trasero desde las afueras, notó la inmensidad de éste, con un lindo jardín cercado y bellas flores decorándolo.
Realmente estaba enamorado de ese terreno.
Despertó del divague de sus pensamientos al escuchar la puerta ser abierta, y ser recibido por dos señores que en cuanto lo vieron, sonrieron y saltaron a saludarlo.
ㅡ ¡Míralo Seonnie, él es nuestro pequeño KyungSoo! ㅡ Gritó la mujer de cabellos castaños, con unas casi imperceptibles canas asomándose por las raíces de su cabellera ㅡ. Por fin tenemos el gusto de conocerte, cariño.
No tuvo tiempo de reacción cuando ambos padres se abalanzaron sobre él, abrazándolo con gran cariño. Por un momento quedó estático, tragando con fuerza el nudo de su garganta.
Nunca había sentido ese calor de unos padres amorosos.
Sintió sus ojos llenarse de lágrimas nuevamente, en esas semanas había llorado como nunca antes en su vida, pero no le importaba. Ya no lo hacía, no cuando enfrente tenía a la razón de su felicidad. Cedió ante el gran afecto que recibía, y devolvió el abrazo con una sonrisa de par en par, formando su característica forma de corazón.
ChanYeol sonreía, esa imagen era un completo regocijo para curar todos sus pesares y tristezas, hasta podía decir que se sentía liviano, como si flotara entre nubes esponjosas.
ㅡ ¡Happy virus! ¡Volviste! ㅡ Gritó una nueva voz, quien corrió en cuanto vio al más alto, abrazándolo con fuerza al llegar hasta él.
Jeobim, su hermano menor, lo sostuvo entre sus brazos como si estuviera por desaparecer. Realmente era un reencuentro digno de recordar.
ㅡ Perdona hermanito por tardar en volver.
ㅡ Mientras no vuelvas a desaparecer por un año entero, te perdonaré.
Ambos rieron, dando palmadas en cada hombro antes de separarse.
ㅡ Mamá, creo que ya abrazaron suficiente a Soo. ㅡ Conteniendo una risa, observó como KyungSoo era apretujado por sus padres, ya se notaba rojo por la presión.
ㅡ Ups, perdona yerno. Nos pasamos con la emoción. ㅡ Hyeon rió divertida, alejándose junto a su esposo del pobre azabache que intentaba recuperar el aliento ㅡ. Nuestro Channie nos contó tanto sobre ti por llamada, que nos hizo mucha ilusión verte finalmente.
KyungSoo miró un poco sonrojado al más alto, quien rascó su nuca un tanto avergonzado.
ㅡ ¿Les hablaste de mí?
ㅡ ¡Y qué cosas! No paraba de decirnos lo tanto que le volvías loco. ㅡ Habló ahora su padre, riendo con su voz grave. Se acercó hasta el más bajo y susurró en su oído ㅡ. No le digas, pero nos dijo que eras la razón por la que se levantaba temprano a ir a trabajar, para pasar a recogerte en su auto.
Una risotada brotó de sus labios, sin poder contenerse. KyungSoo sintió su marca hormiguear.
ChanYeol bufó.
ㅡ Espero que no le estén metiendo cosas raras en la cabeza.
ㅡ ¡Claro que no hijo! Cómo piensas eso... ㅡ Seongki forzó una risita, mientras se alejaba lentamente ㅡ. Basta de tanta cháchara, ¡entren que hemos preparado puras exquisiteces!
Hyeon fue empujando a ambos invitados al interior de la casa.
ㅡ ¡Entren, entren! De seguro deben tener hambre. ¿Comieron algo?
Se sacaron el calzado antes de entrar, y KyungSoo admiró el interior del hogar con la boca entre-abierta. No parecía tan grande desde afuera, pero por dentro era como una mansión. El aroma del ambiente provenía de una deliciosa comida ya lista, que lo atraía hacia la cocina.
Dejó su chaqueta en el perchero del living, mientras era guiado por Jeobim, que caminaba a su lado y le hablaba de momentos vergonzosos sobre su hermano mayor.
ㅡ No digas nada cuñadito, pero cuando Chan era más pequeño, una vez se cayó del techo de casa por ir a buscar una pelota de papel que quedó ahí atrapada. ㅡ Jeobim bajó la voz, aguantando la risa ㅡ. Desde entonces, le decimos gato volador.
ChanYeol apareció de pronto, detrás de ellos como un boss final.
ㅡ ¿De que hablaban, amor? ㅡ KyungSoo tuvo una mirada cómplice con Jeobim, y ambos salieron corriendo a la cocina. ChanYeol suspiró ㅡ. Nunca se cansa de contar la misma historia...
ㅡ Señor y señora Park, en serio debo decirles que esto es un completo manjar. ㅡ KyungSoo saboreó en su paladar con gran gusto el Kimchi preparado por sus suegro, casi llorando por lo bien que sabía.
ㅡ Cariño, no debes tratarnos tan formalmente. Dinos Hyeon y Seongki con total confianza.
KyungSoo titubeó, mirando a ChanYeol en busca de ayuda.
ㅡ ¿Estaría bien...?
Sintió la mano del más alto entrelazarse con la suya bajo la mesa, a la par que asentía con su cabeza, sonriéndole.
ㅡ Claro que sí, Soo.
Asintió, intentando dejar de lado las formalidades. El resto de la comida pasó sin mayores obstáculos, con algunas preguntas de donde había nacido, su época estudiantil y de su trabajo. Intentó no tocar mucho el tema familiar, y se percató de que ellos también parecieron notar su incomodidad al hablarlo, sin preguntar nada más sobre ello.
También hubieron infiltradas varias anécdotas graciosas de ChanYeol, y a su padre detallando la vez que tuvo que cambiarlo de colegio porque le había tirado por la cabeza un plátano al director, por haber suspendido el taller de música.
Al terminar de comer, KyungSoo ayudó a levantar los platos y vasos, insistiendo cuando Hyeon quiso negarse a aceptar su ayuda. Se quedó junto a ella para lavar los trastes, viendo como su novio se iba junto a su padre y hermano a lo que escucho ser su cuarto.
Sonrió, de seguro debían ponerse al día.
ㅡ KyungSoo, ¿podemos hablar un rato afuera?
Ladeó su cabeza, observando el rostro calmado de la mujer a su lado, y cerró la canilla para que dejara de perder agua.
ㅡ Claro señ... Hyeon.
Le devolvió una leve sonrisa, mientras ella le hacía señas para que le siguese a las afueras de la casa, específicamente al patio. KyungSoo miró el bello atardecer que el cielo les ofrecía, con colores cálidos tiñendo su gran manto. Veía al sol esconderse por el horizonte, y aquellos rayos de luz iluminar el jardín con tonos anaranjados.
Parecía un lugar mágico.
Miro con suma atención la variedad de flores y hierbas en ambos costados de la cerca, viendo al fondo del patio lo que parecía ser una pequeña casita transparente, donde había cultivados frutas y verduras.
ㅡ Hace mucho tiempo que no lo veo tan reluciente. ㅡ La voz de la mujer tuvo un deje de nostalgia, y KyungSoo la miró rápidamente. La encontró acariciando delicadamente unos tulipanes que resaltaban en todo el lugar. En ellos se notaba el amor y cariño con el que había sido sembrado ㅡ. ChanYeol no solía ser así.
El ceño del azabache se frunció, acercándose con sumo interés al oír aquellas palabras.
ㅡ ¿Por qué lo dice, Hyeon?
ㅡ Hubo un tiempo que él estaba sumido en pensamientos negativos y su actuar era muy inestable... hasta llegué a pensar que no era mi hijo. ㅡ Se giró para ver con seriedad a los ojos de KyungSoo ㅡ. Él desde pequeño nunca tuvo problemas para socializar, es más, siempre estaba rodeado de niños y niñas que decían ser sus amigos. Pero mi instinto me decía que se sentía solo, realmente solo. Yo veía que através de sus sonrisas me gritaba lo tan vacío que estaba, y yo estaba desesperada porque no había nada que causara ese brillo en sus ojos. Ya no sabía qué hacer. ㅡ Hyeon rascó sus dedos, nerviosa. Era una gran lucha contener un gran llanto ㅡ. Pero desde aquella vez que tuvo su primer día de secundaria, fue la primera vez que lo vi sonreír sinceramente. Esa vez vino corriendo hacia mí, abriendo de golpe la puerta de casa y gritando de emoción. ㅡ KyungSoo contuvo la respiración, sintiendo a su lobo alborotado ㅡ. Me dijo que había encontrado una verdadera razón, y vi en sus ojos la vida que no tenía hace muchísimos años. Fue el mismo día en que te conoció a ti, KyungSoo.
El azabache abrió su boca sin emitir sonido alguno, sus labios temblando, en un estado de sorpresa e incredulidad completos, sin poder creer lo que oía.
ㅡ ¿Pero... cómo yo...?
ㅡ Desde la primera vez que te vio supo que eras su pareja destinada, hasta yo pude sentirlo, y si te soy sincera, me impactó un poco que fueras un alfa justamente, pero al verlo tan feliz lo acepté con todas mis fuerzas. A lo que quiero llegar con esto, KyungSoo, es poder agradecerte que hayas llegado a la vida de mi hijo. Le devolviste una vida que no era capaz de vivir, y eso te lo agradeceré por siempre.
Hyeon se acercó a abrazarlo, transmitiéndole un calor maternal que KyungSoo nunca fue capaz de sentir ni en sus sueños, mientras aspiraba con fuerza sus cálidas feromonas omega, que lo hacían bajar la guardia. Se pegó a ella y lloró con fuerza en su pecho, soltando en sus brazos todo el dolor que llevaba guardando desde hace años, de un abandono que nunca pudo aceptar y de añorar un amor que se le fue negado sin derecho a elegir.
Por otro lado, ChanYeol veía desde lo lejos esa hermosa escena de su madre abrazando con tanto amor a su pareja, y todo pareció encajar en esos instantes.
Recordar lo tanto que luchó para estar junto a ese rebelde e irritable alfa, le demostraba que había valido la pena tan sólo con ver a su familia unida.
gracias por leer! 💗
capítulo dedicado a SooBChan
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