ཋྀ | Capítulo diecisiete.

JongIn se quedó embobado observando el lindo perfil del omega frente a él, mientras ordenaba unos archivos en su casillero. Sumergido en su burbuja de ensoñación, no se percató que su intensa mirada había atraído la atención de BaekHyun; éste último simplemente le devolvió una sonrisa, acelerando los latidos del mayor.

ChanYeol lo veía cómplice, a la vez que contenía una risotada.

ㅡ ¿Podrías ser menos obvio, JongIn? Hasta yo pude sentir la intensidad de esa mirada.

El castaño lo ignoró por completo, pasando olímpicamente de sus burlas para despedirse de BaekHyun con una sonrisa boba en sus labios, suspirando en cuanto desapareció de su rango de visión. ¿Cómo es que una persona podría ser tan perfecta y angelical al mismo tiempo? Sentía que profanaba el tesoro más preciado de Dios con tan sólo verlo.

ㅡ Estoy jodidamente enamorado...

Hacía un tiempo que había aceptado por completo sus sentimientos por Byun BaekHyun, aquel omega que con sólo una mirada lo descolocaba de formas que no creía posible, y que lo transformaba en un niñato virgen de 15 años que experimentaba el amor por primera vez.

La verdad es que, no era su primera vez enamorándose, pues las veces que había creído encontrar el amor de su vida podrían ser parte de una nueva biblia que certificaba su vida de soltero; todas sus experiencias amorosas terminaban en un rotundo fracaso.

¿Acaso él tenía la culpa? Si le preguntábamos a sus ex-parejas, ninguna tenía algo malo que decir con respecto a JongIn, pero... nunca sintieron esa chispa estando a su lado.

Lo describían como un tipo simple, gracioso al fin y al cabo, pero que no contenía un condimento extra para caer enamorados por él. Tal vez tendría que ver su jerarquía de beta, ya que todos compartían el mismo Don; no llamar la atención.

Si eras un alfa u omega, tendrías para contar los celos, marcas, nudos, embarazos, feromonas, entre muchas otras cosas que captarían la atención de cualquiera, sin contar sus personalidades exóticas y sentimientos explosivos que acompañaban a cada uno. Pero todo esto, los betas no lo poseían.

Y Kim JongIn siendo uno, ¿cómo podía sobresalir al compararse con ellos? No tenía nada interesante que compartir, a excepción de la marca de nacimiento que recorría la longitud de su espalda hasta el comienzo de sus glúteos, que aportaba una característica textura marmolada a su piel morena.

Siguió con su trabajo, tratando de dispersar los angelitos con flechas y corazones alrededor de su cabeza, para poner atención a su trabajo. Quedaban sólo un par de horas antes de que su turno acabara, y tal vez con un golpe de suerte, coincidir con el horario de BaekHyun, para poder preguntarle si le gustaría tener una cita con él.

Decidido a conseguir su objetivo, puso todo su empeño y esfuerzo en entregar el último proyecto al que había sido emcargado; una empresa novata presentaba su nuevo plan de negocios y los productos que tenía pensados colocar en la primera tanda, con intención de firmar con ellos.

El tiempo pasó sin él percatarse, con una luz natural que de apoco se iba opacando por las nubes que interrumpían el trayecto de la luz.

Con unos tonos anaranjados y azules mezclándose a través del inmenso manto del cielo, podían distinguirse unas pequeñas estrellas que brillaban intensamente aquel día.

ㅡ Heyy JongJong, ¿me acompañarás a hacer horas extras hoy también? ㅡ Preguntó uno de sus compañeros, Yixing, un beta extranjero con el que compartía muchas cosas en común. Se estiró perezosamente en su silla giratoria, bostezando y dejando a la vista unos ojos rasgados que lucían agotadísimos.

ㅡ Lo siento Lay, pero hoy me iré temprano. Te prometo que el lunes me quedo contigo.

Yixing puso una figida expresión dolida, tomándose del pecho como si hubiera recibio un balazo.

ㅡ Sólo por hoy, ¿está bien? Sabes que no me gusta estar solo. ¡Aquí hay monstruos por la noche! Yo los veo...

JongIn negó con la cabeza mientras reía por lo bajo, tomando sus cosas y listo para marcharse.

ㅡ Sí, sí. Lo que digas chino loco.

ㅡ 愚蠢的韩国人... **

Mientras bajaba tranquilamente del ascensor, silvando una melodía alegre y teniendo una extraña felicidad que contrastaba mucho con la vida de un trabajador promedio, iba cantando sobre lo buena que era la vida hasta que todo se interrumpió abruptamente, cuando un estruendo hizo eco en la puerta principal del edificio.

El sonido de forcejeos y lo que parecía ser quejidos de dolor lo pusieron en alerta.

ㅡ ¡Suéltame, Seungwoo! ¡Me estás lastimando!

Sus alarmas internas se encendieron cuando reconoció al dueño de aquella frágil voz, es Byun BaekHyun, murmuró por lo bajo. JongIn sintió como su sangre comenzaba a hervir, a medida que se acercaba hasta la horrible escena.

Observó petrificado como un hombre de cara poco juvenil y de menor altura que él, arrastraba violentamente a BaekHyun a las afueras del edificio, mientras lo insultaba sin medir palabras.

¿Sabes lo tanto que te he estado buscando, omega inútil? Por fin sales de tu escondite, maldita puta.

Su cuerpo reaccionó instintivamente cuando vio la mano del alfa ser alzada en dirección al rostro de BaekHyun, quien siendo objeto del pánico por la voz alfa que estaba usando aquel hombre, sólo pudo cerrar los ojos, llorando sin control.

ㅡ Ni te atrevas, hijo de puta.

Su puño fue directo hacia su mandíbula, haciendo uso de toda su fuerza para poder mandarlo lejos de BaekHyun, y así poder calmarlo un poco. Su pecho subía y bajaba rápidamente, sentía que de su boca brotaba rabia pura y no creía poder tranquilizarse aunque los santos ángeles bajaran y se lo pidieran.

Se acercó nuevamente, sacando una fuerza que ni él sabía que poseía, para luego encestar continuos golpes a su rostro. Sin piedad, sin arrepentimiento, sólo con un pensamiento en su cabeza; joderlo hasta que muriera.

El alfa hacía el patético intento de frenar aquella golpiza, pero al haberlo tomado con la guardia baja, el primer golpe lo había aturdido lo suficiente como para inhabilitarlo para siquiera devolverle los golpes. Esto sin sumar que la fuerza desenfrenada del beta lo estaba dejando poco a poco al borde del desmayo.

ㅡ ¡P-Para JongIn, vas a matarlo!

Cuando fue consciente de sus acciones al oír un desgarrador grito que brotó de la garganta de BaekHyun, mientras rompía en un llanto incontenible. Pudo observar las gotas de sangre chorrear de sus manos, un cuerpo casi desechado bajo el suyo y un dolor punzante que empezaba a hacer aparición en sus nudillos.

Aún respiraba, pero JongIn quería borrar todo rastro de vida en él.

No comprendía por qué el omega lo había detenido, pero casi al instante, unos brazos lo rodearon por la cintura, sintiendo el calor del omega calmarlo lentamente, sintiendo un tembloroso cuerpo hacer el intento de alejarlo del alfa tirado en el suelo.

ㅡ H-Hay gente viéndonos y-y llamaron a la po-policía. No... no quiero que te arresten, por favor, vámonos.

JongIn dudó, pero un beso en su cachete hizo que toda furia desbordante se extinguiera al instante. El menor tomó su mano con seguridad.

ㅡ P-Por favor, Innie. Estoy bien gracias a ti, así que... larguémonos de aquí.

No pudo llevarle la contraria, no cuando su corazón latía de forma desenfrenada, mientras BaekHyun lo sujetaba firmemente de la mano para llevarlo un lugar desconocido.

** (Traducción: "Estúpidos coreanos".)

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