Capítulo 13: El Rey

Alexia

Soy rodeada por una luz, tanto que ya no puedo ver nada y me siento mareada ante tanto resplandor. Cierro los ojos un momento, cuando los abro ya no estoy en el barco. Miro a todas partes encontrándome con que mis pies pisan tierra firme, o mejor dicho, es la isla que vi con anterioridad.

Voy por el camino de tierra, avanzo por chozas viejas y casas precarias. Gente humilde en un pueblo que parece pobre, pero también visualizo la gran cantidad de guardias que hay, y al levantar la vista, al fondo del sendero, un enorme castillo, lleno de lujo. Pareciera que el rey no atiende a su gente, viendo la diferencia que hay entre ambos lugares para vivir. Como asistente social, esto me indigna, aunque no soy nadie para opinar en mi actual posición.

Lo que me pregunto es cómo llegué hasta aquí y cómo es eso de que mi hijo está vivo. Estoy tan aturdida y nerviosa, que no tengo idea de qué hacer.

―¡Pirata! ―grita un guardia y me sobresalto.

Es obvio que habla de mí.

"Sus órdenes son claras, ningún pirata cerca de sus islas", recuerdo las palabras de Derek. Voy a morir, todo por culpa de una insignia pirata. Triste realidad, que no lo es, pues parece fantasía.

―¡Ah! ―chillo cuando los guardias me atrapan.

Soy arrastrada hasta que me adentran en una carreta con las manos atadas y me tiran dentro. Por la ventana veo como esta se dirige hasta el palacio. Quizás me envíen a la orca como en las películas. ¡No quiero morir!

Una vez llegamos, uno de los guardias me lleva hasta dónde creo vislumbrar quien parece que es el Rey. Trago saliva. Este será mi fin.

―Su majestad. ―El hombre se inclina y me empuja al suelo para que me arrodille―. Encontramos a este pirata caminando por los senderos del pueblo.

El hombre de unos cuarenta años, cabello largo y una rubia barba me observa, detenidamente, hasta que de repente se ríe.

―Pero si es solo un niño. ―Salvada por mi rostro al parecer.

―¿Qué desea que hagamos con él? ―pregunta el guardia, ya que su monarca no agrega nada más.

Se toca la barba.

―Mm, déjame ver. ―Se lo piensa de forma detenida, mientras yo recuerdo las palabras de Hunter.

"Los reyes decidieron quedarse con lo que quedó, incluyendo personas".

Primero, prisionera de piratas y ahora de un rey, mátenme.

―Ahora que me acuerdo, mi hijo necesita un nuevo sirviente, el último que tuvo se murió, necesitamos sangre joven... ―continúa hablando―. Alguien que no sea obsoleto, quizás sirva. ―Me señala―. Ponlo a prueba, si no resulta, tíralo al calabozo y después veremos qué hacemos.

Qué forma tan cruel de hablar de las personas.

―¡¿Qué le pasa, hombre sanguinario?! ―me quejo―. ¡Un poco de respeto! ―le grito y el guardia me golpea en la cabeza.

Ay, eso me dolió. Aquella no fue la mejor forma de intentar razonar, menos de librarme de estas personas. Sangre recorre por mi frente y termino por desmayarme. Creo que ya presentía que me quedaría inconsciente otra vez, aunque no de esta manera.

~~~

Oigo un llanto, un bebé llora. ¿Dónde está?

"Si hablas de Thomas, no está muerto, se encuentra a salvo".

¿Dónde? ¿Dónde está a salvo? No se encuentra conmigo. ¿Dónde está? ¿Dónde está mi bebé? ¡Devuélvanmelo!

Corro por aquel lugar oscuro, siguiendo el llanto de mi hijo. No veo nada más que la insignia cayendo, la cual no puedo alcanzar.

―Alex.

Me detengo y me giro, visualizando a Iván.

―Teniente.

Me contempla, de forma detenida, y frunce el ceño.

―Me mentiste, eres una mujer.

Me observo, no estoy disfrazada de pirata, tengo el camisón blanco del hospital y mis cabellos rubios pueden relucir en la oscuridad. Lo miro rápido cuando me percato.

―No quería mentirte, pero tampoco podía decírtelo, es complicado.

―Mi hermano tenía razón, eres una bruja ―exclama, girándose y retirándose, yo lo sigo, pero tampoco lo logro alcanzar a él―. Una mujer, una mentirosa mujer.

―¡Espera, Iván, espera! ―Me caigo al suelo y lo pierdo de vista.

Es una mujer. ―Oigo a lo lejos.

Se escucha tan nítido y diferente. ¿Quién habla?

Me levanto del suelo y camino en la dirección para donde escucho la voz. Ese no es el sonido de una alucinación, eso lo dijo...

~~~

―Es una mujer ―repiten, ahora alejada del sueño en el que estaba.

Abro los ojos. Me encuentro en una habitación, no en un calabozo como pensé que estaría cuando despertase. Veo mi cabello rubio y toco mi cabeza para cerciorarme. La peluca no está. Bajo mi vista, entonces observo mi cuerpo cubierto por unas sábanas.

¡Maldición, estoy desnuda!

Iván

Golpeo a mi hermano con mucha fuerza, estoy más que enfadado, furioso. Ese brujo se llevó a Alex por su culpa, la tripulación enemiga desapareció después de eso y encima Freíd decide no pasar por las islas.

―Si no desembarcas ahí... ―expreso determinado―. ¡Me iré solo!

―Por favor, hermano, deja de dramatizar todo.

―¡No dramatizo nada! ―Corro a los botes y miro a mi amigo―. ¡Vamos, Hunter! ―le aclaro y este asiente.

―¡Vale, está bien! ―se queja mi hermano―. Desembarcaremos ahí. ―Bufa―. Voy a arrepentirme.

Sonrío, he logrado mi cometido. Ahora iré por ti, Alex, ni el Rey va a detenerme. Sea dónde sea que estés, te encontraré.

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