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Dentro de la mente de Adrien:

— ¡Viene Nathanaël! — Alegría estaba sacudiendo a todos de alegría (? –¡Sabía que no era mala idea rogarle a papá ir a una escuela!

— ¡Para de gritar!— Estalló furia, el único Adrien rojo tomó el mando. – Veamos si esto es de su talla.

Afuera de la mente de Adrien:

Ho-Hola Nath... Bonita mañana ¿No? – Saludó el rubio nervioso a lo que el pelirrojo solo miró confundido y asintió.

Claro... Emm... ¿Adrien verdad? – Apuntó con su lápiz al ojiverde quien comenzó a asentir rápidamente como si de un niño feliz se tratase.

Dentro de la mente de Adrien:

– ¡Sabe nuestro nombre! – Gritó el  Adrien alegré,  comenzó a correr por todo el lugar e incluso abrazó a Adrien triste para moverlo lado a lado. – ¿¡No es eso genial!? ¡Sabe quiénes somos!

– Es normal, después de todo Adrien está plasmado en cada revista y cartel de moda... – Contestó el Adrien azul desanimado y Alegría solo bajo los hombros.

Tu si que eres triste.

– ¡No toques los controles! – Gritó furia sacando literal humo de sus oídos mientras peleaba con desagrado.

– ¡Yo puedo encargarme de esto! – Continuó desagrado empujando a furia mientras miedo solo lloraba viéndolos pelear.

– ¡Ya basta! ¡No puedo dejarlos un rato por qué ya comienzan a enloquecer! ¡Estamos frente a él amor de Adrien! – Regaño Alegría – Tenemos que lucir bi... – Vió la pantalla y se quedó en blanco al ver el desastre causado por sus compañeros.

Fuera de la mente de Adrien:

El rubio había comenzado a tartamudear, hacer gestos extraños e intentar sonreír frente a Nathanaël quien sólo lo veía sorprendido y nervioso por las acciones extrañas de su compañero.

Eso hasta que Adrien le tiró una bebida que le había quitado a un tipo que pasó encima.

– ¡L-Lo siento! – Reaccionó Adrien avergonzado. – ¡No sé qué me pasó, deberás lo siento!

– Uh... Creo que debo de irme... – Contestó sin intentar ser grosero el pelirrojo.

E-Espera... – Comenzó a quitarse su chaqueta blanca para extendersela a su compañero aún más rojo. – Puedes usar la mía... Si gustas.

Nathanaël lo miro sorprendido para después sonreírle al rubio.

Eres muy torpe pero a la vez muy lindo ¿Cómo es eso posible? – comenzó a reír mientras se quitaba su chaqueta y se ponía la del rubio la cual le quedó algo grande. – ¿Y bien?

Adrien solo pudo atinar a sonreír bobamente, ese de seguro sería un buen recuerdo.

Nathanaël al ver que Adrien se había quedado estático sonrió y tocó su nariz haciéndolo reaccionar.

Gracias, te la devuelvo mañana. – Golpeó el hombro del rubio amistosamente y se fue.

Adrien solo pudo hacer una pose de victoria pues claramente Nathanaël le hablaría mañana.

Mientras dentro de la mente del rubio todos se encontraban con una sonrisa suspirando.

...........

EAEAEAEAEA

El AdriNath no ha muerto.

No en mi guardia.

Sólo serán pequeños cortos jsjsjsjs.

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