Estoy aburrida. Cameron me ha arrastrado otra vez a uno de sus estúpidos juegos de póker.

No me interesa cuando no puedo jugar.

Este lugar parece un club nocturno. Hay juegos de luces, una pista de baile, un bar bien surtido, sin embargo no hay música. Los pocos chicos presentes, que no están jugando, son simples espectadores.

A nadie le parece preocupar que sea la única chica en toda la habitación. Todos están entusiasmados por las cartas.

Me pongo de pie y me dirijo a la barra por un trago.

_Un vodka negro. _le pido al barman. Él me mira escéptico. _Sí pelotudo, hay una chica aquí que puede beber.

_Perdón. _dice él con media sonrisa y se apresura a servir.

De un golpe dejo vacío el shot.

_Otro.

Él me pone mala cara.

_ ¿Ves al idiota de allá, desplumando a tus amigos? _señaló a Cam. _Es mi novio. El dinero no es problema.

_ ¿Tienes genio, eh?

Quiero golpearlo. Maldito machista.

No lo hago porque me metería en problemas innecesariamente. Y además, porque he tenido que admitir que Cam pagará mis tragos.

No es mi culpa, tampoco. Freya, mi hermana mayor, se ha enojado conmigo por traer a mi novio a un viaje de negocios y me ha quitado el efectivo.

Mala.

Me resisto a patalear delante del fortachón este. Me guardo mis lloriqueos y me bebo el nuevo shot que pone delante de mí.

_ ¡Andrea! _grita Cam, en mi dirección. _Mira esto.

Se ve tan malditamente feliz.

No soporto cuando se pone así, me quita el valor de dejarlo de una vez por todas. Soy una maldita sensible, lo sé.

_ ¡Voy! _digo, dándole una sonrisa de dientes apretados.

_Divertido ¿no es así? _me dice el fortachón. Sirve un vaso que yo no he pedido.

Ahora sí, quiero golpearlo.

_Mucho. _contesto, jalando el nuevo vaso. El sabor cálido-maderoso me sorprende. No me di cuenta cuando lo cambió a wiski.

Lo taladro con la mirada.

_ ¿Qué? _pone las manos en alto. _ ¿No has dicho que el dinero no es problema?

_Hmm...

Respiro hondo. Mantén la calma, me digo.

La silla de mi costado se mueve y es ocupada por alguien. Con el rabillo del ojo verifico que se trata de un chico.

_Vino. _pide.

Trato de demorar más mi trago, así no tengo que darme por enterada de la presencia de ese tipo. Él no tiene las mismas intenciones, aparentemente. Se gira hacía mí.

_Hola.

Dejo el vaso en la mesa antes de responder.

_Hola. _devuelvo el saludo, sin ocultar mi fastidio. No estoy aquí para ligar a nadie. _Andrea. _le digo, antes que me pregunte por mi nombre.

_Eunhyuk. _me ofrece su mano. Lo ignoro. Él ríe por mi actitud cortante. _Muy lejos de casa, ¿no?

No buscaba una charla, pero la siguiente opción es regresar a la mesa de Cameron.

Decido tomarle el pelo.

_No. _respondo, encogiéndome de hombros. _Vivo muy cerca.

No puedo evitar reírme por su cara. Luce un poco desconcertado.

_ ¿Por qué estás sola? _su curiosidad me ablanda un poco, también es guapo. Nadie con ese rostro debería ser rechazado. No le haría bien a su autoestima... No seré una mala persona.

_No estoy sola. _confieso, acercándome un poco. _ ¿Ese tipo de allá? _lo señalo y él mira con disimulo a Cameron. _Vengo con él, pero se le olvidó que estoy aquí. Está teniendo una buena racha...

Asiente levemente, mientras una sonrisa va tomando forma en su rostro.

_Las cosas van a ponerse feas. _nos interrumpe el barman. Los dos giramos al mismo tiempo. _Heechul está rondando.

Busco alrededor al tal Heechul, pero la atención del fortachón regresa a las botellas de licor; se ve concentrado mezclando y girando su coctelera. Me quedo sin saber a quién se refería.

_Como sea... _intento seguir la conversación, sin embargo, Eunhyuk se pone de pie en ese instante con el trago que acaban de poner en la barra.

_Tengo que irme.

Lo observo perpleja. ¿Me acaba de rechazar?

No es que le hubiera ofrecido algo, en primer lugar, pero ya había aceptado su compañía.

Me encojo de hombros mentalmente y pido lo mismo que llevó él.

Hago mi camino de regreso a la mesa de Cam, con otra bebida: un arcoíris. El vaso está repleto de licores de diferentes colores. No sabe muy bien, pero se ve lindo.

Giro el sorbete y el torbellino de multicolor me abstrae...

Me doy cuenta de lo que sucede cuando estoy en las piernas de Cam, desternillándome de risa. Mi pelo está cubriendo parte de mi rostro y mi top tiene un rastro del trago.

_Nena... _me dice él. No luce molesto, pero tampoco es que le haga mucha gracia mi interrupción.

Le doy mi mejor cara de "vete al carajo" y me levanto.

Me siento en la silla desocupada a su costado.

He bebido toda la noche y no estoy en condiciones para regresar sola al hotel.

_ ¿Eres el nuevo?

Levanto la vista hacía el recién llegado. Es rubio. Lleva un traje azul claro y lentes oscuros con bordes rojos.

Me le quedo observando un rato, pensando en el porqué de los lentes de sol en la noche. Por alguna razón me recuerda mi trago, lleno de colores.

Ajám...

El carraspeo me devuelve a la realidad. Eunhyuk se encuentra a la izquierda del rubio.

Doy un profundo respiro, mientras niego con la cabeza baja.

Por fortuna no alcancé a revelar los puntos débiles de Cam, ya que es obvio que ese par quiere el dinero.

_No se puede confiar en nadie. _pronuncio entre dientes.

Eunhyuk le susurra algo al rubio y él sonríe de lado. Se ven muy confiados.

Algo en la actitud del rubio me pone nerviosa. No se trata de unos principiantes como los otros.

Me muevo más cerca de Cam para advertirle, pero él me ignora.

_Déjalo, ya. _repito en su oído.

_La chica... _dice el rubio muy calmado, tomando asiento junto a su amigo. Su seriedad me está dando escalofríos. _Debería callarse.

Abro la boca, sorprendida. Creo que mi mandíbula ha tocado el piso.

Me levanto de prisa, tirando el arcoíris en el proceso. Voy sobre la mesa, directo al idiota.

_ ¿Quién lo ordena? _pregunto. Nuestras narices casi se tocan. Él no retrocede ni un milímetro.

Eunhuyk interviene por el bien de todos.

_Heechul... _coloca la mano en su hombro. _Los negocios primero.

Él sonríe de lado, y maldita sea si no es sexy, pero me ha ofendido y no voy a dejarlo pasar. No doy paso atrás. O por lo menos eso es lo que pienso, porque Cameron engancha un brazo en mi cintura y me regresa a mi lugar.

_No seas una histérica.

Estoy hirviendo de rabia. Mi novio jamás me ha tratado de esa forma, en otras circunstancias lo hubiera mandado al infierno, pero me niego a hacer una escena frente a estos dos desconocidos. Me trago mi orgullo y me quedo quieta, fulminando con la mirada al rubio. Todo inició por su culpa.

Heechul no parece contento tampoco, está mirando fijamente al frente, su sonrisa ha desparecido por completo y su mandíbula esta tensa.

Eunhyuk otra vez quiere calmarlo, pero él se sacude la mano de su hombro.

Se ve molesto, y mucho. No comprendo la razón.

_Empezamos. _Cam reparte las cartas y empieza el juego.

Ni siquiera presto atención. Sigo observando a Heechul, él está concentrado. No me gusta no poder mirar directo a sus ojos, tal vez viendo sin obstáculos tendría una pista de qué es lo que está pensando. Por alguna razón, quiero saberlo.

La primera ronda es suya, lo sé porque sonríe ligeramente, y luego, lleva las fichas a su lugar.

Sin ninguna dificultad, las fichas empiezan a acumularse a su lado de la mesa.

Sonrío.

Será una buena lección para Cameron, no debería ser tan confiado. Voy a disfrutar decir "te lo dije".

Sin darme cuenta, me rio en voz alta.

El rostro de Heechul se mueve lacónicamente, en mi dirección. Me está examinando, en completo silencio.

Otra vez, siento deseos de arrancarle los anteojos para descubrir sus planes.

¿Qué? emito moviendo los labios, cuando no despega la mirada de mí.

Me está poniendo los nervios de punta...

Como si hubiera escuchado mis pensamientos y quisiera cumplir mis deseos, se quita los lentes.

Su mirada es aguda, demasiado astuta. Luce como un chico malo, y eso me atrae. Me gusta.

Estoy, prácticamente, sin aliento.

Me cojo de los brazos de la silla, con fuerza.

Una sonrisa perezosa, se dibuja en su rostro. Lo está disfrutando.

Intento calmarme. A Cameron no le ayudara mucho, preocuparse por su novia a punto de babear por su rival.

Por fortuna, mi novio está absorto, se ha perdido completamente de esta especie de guerra de miradas calientes entre Heechul y yo.

Me pongo de pie, dispuesta a ir por otro trago. En ese instante, distingo algo que ya había estado observando desde temprano. Heechul hace un gesto casi imperceptible con la cabeza, y Eunhyuk se levanta al mismo tiempo que yo.

Su extraña y perfecta sincronización no es lo que me asusta sino el arma que acaba mostrarme Eunhyuk. Con una clara muestra de arrepentimiento en la mirada, me indica que me siente.

Mierda.

Estamos secuestrados...

Las fichas de Cam están todas en poder de Heechul, junto a un reloj de oro que le regalé para su cumpleaños; un par de cadenas y mis anillos.

Freya va a matarme, bueno, si no lo hace este par primero.

Un par de borrachos empiezan una pelea, unas mesas más lejos; aprovecho el momento para enviarle un texto a mi hermana. He intentado llamarla, esperando que mi insistencia la ponga en alerta. El texto es mi último intento.

Ella debería ser capaz de rastrear mi ubicación sin dificultad. No sé por qué tarda tanto.

Me siento frustrada, esperando que vengan a rescatarme. Es suficiente.

_Terminamos aquí. _digo a Heechul. Tomo de la mano a Cameron para salir, pero somos detenidos.

_Yo digo cuando se acaba. _la respuesta fría del rubio, hace eco en mi pecho. Esto es divertido para él. ¿Qué busca?

_No estarás esperando que me apueste a mí ¿verdad?

El ríe y se pasa la lengua por el labio inferior.

Vaya, esto es genial.

Eunhyk saca el arma y nos apunta directamente.

_Sentados.

_ ¿Qué pasa si no quiero? _los provoco. Cam no hace ningún sonido a mi lado. Está paralizado por el miedo.

De pronto, el caos se desata a nuestro alrededor. Disparos truenan por todos lados.

Me agazapo debajo de la mesa que Heechul acaba de volcar para usarla como refugio. Eunhyuk guarda todo el botín sin demora.

_ ¿En serio? _ambos sonríen por mi coraje. _Vamos a morir. _gruño, mortificada. No tendrán oportunidad de cambiar las fichas ni gastar el dinero que nos robaron.

Busco alrededor a Cam. Está sentado en un rincón con las manos abrazando sus rodillas, catatónico.

_ ¿Qué le viste? _Heechul, me sorprende con su pregunta. Pienso en una respuesta, pero las balas siguen haciendo hoyos en la pared tras nosotros.

Él me tiende la mano. Quiere que huyamos juntos, sin embargo, por muy cobarde que sea Cam, no puedo abandonarlo a su suerte. Le dedico una mirada piadosa.

Heechul comprende. Por un momento, creo que su sonrisa engreída se debe a que ha decidido dejarme morir junto a mi novio.

_Encargarte de él. _la orden va para Eunhyuk.

Un escalofrío me recorre la espalda. Por suerte Eunhyuk solo golpea en la cabeza a Cam. Lo deja inconsciente y arrastra su cuerpo hacía un lado.

Ahora no hay nada que me impida huir.

Heechul me arrastra de la mano, por debajo de las mesas. A donde sea que me lleve, creo que es mejor que este bar lleno de hombres sangrando.

Nos detenemos en un callejón oscuro, después de correr por un buen rato.

Doy un par de profundas inhalaciones.

_Eso estuvo bien. _me dice.

Y ahí está la sonrisa engreída, otra vez. Mis defensas caen al suelo. No sé si es la adrenalina o el conocimiento de haberme librado de la muerte, pero siento que debo vivir esta experiencia al máximo. Si no lo hago me arrepentiré después.

Atraigo a Heechul del cuello y lo acorralo entre la pared y mi cuerpo.

Lo beso ferozmente.

No me importa que estemos en la calle, ni que este callejón sea frío y oscuro. Solo puedo sentir los labios carnosos del rubio haciendo maravillas con mi boca.

No puedo llamar a esto, beso, es más. Su boca me posee y la mía intenta lo mismo con la de él.

Sus manos sostienen con fuerza mi trasero, antes de meterlas bajo mi minifalda.

El calor de su tacto me enloquece. Toma mi cuello, lamiendo y besando la piel.

No soporto esta situación, siento que voy a explotar. Los dedos de mis manos se encrespan y necesito hacer algo con ellos.

Levanto la tela de su camisa, y deslizo mis manos en el interior. Aruño suavemente su espalda.

Para entonces ya estoy contra la pared, una de mis piernas enroscada en su cintura.

Un gemido se escapa de mi boca y él lo atrapa con la suya.

Mi ropa interior cae al suelo. Con los ojos cerrados espero, mientras escucho el zíper de su pantalón.

En ese instante, otro maldito sonido nos interrumpe. Reconozco el ringtone de mi teléfono.

Heechul gruñe frustrado, sobre mi pecho.

Saco el celular para apagarlo, pero el nombre de mi hermana parpadea en la pantalla. Pulso responder, y luego tiro del cuerpo del rubio más cerca del mío. Que no crea que no puedo manejar esto.

La voz de Freya suena al otro lado de la línea, intento responder, pero Heechul se ha abierto camino a través de mi pecho, pasando la lengua por los bordes de mis senos.

Un par de jadeos es lo que obtiene mi hermana por respuesta.

Aparto el teléfono un poco para volver a saborear los labios de Heechul.

Esta vez escucho, claramente la maldición de mi hermana seguida del pitido que indica la línea muerta.

Abro la mano y el aparato cae al suelo. Me tiene sin cuidado si se hace pedazos.

Finalmente, lo que estaba ansiando tan desesperadamente, se hace realidad.

Lo siento en mí. Su miembro caliente, entra y sale de mi interior.

Aruño con más rudeza su espalda mientras mordisqueo su cuello. Él se aferra con más fuerza de mi cuerpo.

Arremete con fuerza y yo deseo que lo haga más duro. Se lo pido y él obedece.

Aprieto mis paredes internas, succionándolo. Heechul gruñe y se tuerce de placer pero sigue meciéndose dentro de mí.

No sé cuánto durará esta deliciosa tortura pero quiero que sea eterna. No estoy preparada para dejarlo ir.

_ ¿Estás lista? _pregunta, con voz ronca. Sí, estoy más que lista pero no quiero que acabe. Miro directo a sus ojos, y sé que él siente lo mismo que yo. _Estoy empezando contigo. _asegura. Y es todo lo que necesito oír.

Mi cuerpo tiembla, con el remolino de éxtasis tomándome desde adentro hacia afuera. Él está experimentando el clímax también. Su cuerpo permanece rígido un segundo antes de salir de mí.

Se acabó, pero solo es el inicio. Lo prometió.

Heechul recoge la prenda del suelo y la guarda en su bolsillo, luego me tiende la mano y nos saca de ese lugar oscuro.

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