60. Final
La batalla con los enemigos del sur de Sei había terminado y los soldados estaban a punto de llegar a la ciudad de Kouka como los grandes vencedores de esta batalla ganada.
Los habitantes de Kouka estaban de fiesta, todos felices de la victoria gracias a su rey y a los dragones junto a la princesa Yona, estos a su vez estaban felices de volver a su casa y, aun mas, de volver a ver a su hermana inmortal la cual desapareció de la noche a la mañana de sus vistas.
Amaya, por otro lado, estaba demasiado concentrada en custodiar a Val hasta que todos volvieran a casa para decidir qué hacer con él y Mei-Nya. La chica no descansaba ni desviaba su cabeza de donde estaba el hombre encadenado en las celdas que se encontraban en el castillo. El único momento en el que se mostraba más relajada era cuando Yoon le llevaba la comida o pasaba algunos momentos en las tardes conversando con ella.
Val a intentado aprovecharse de esos momentos para escapar de su captora e ir nuevamente con Mei-Nya para llevarla junto a su rey. Grande fue su sorpresa el ver a esa "mocosa" detenerlo en cada uno de sus intentos de escapar. La vergüenza iba en aumento hacia su persona, no podìa creer como una "niña" ciega podía hacer frente a uno de los generales más fuertes de la provincia del sur de Sei.
No fue hasta que la de melena violeta acomodo sus cabellos detrás de su oreja que lo descubrió, en sus orejas se podían apreciar escamas como las que se podían ver en la mano de su hermano albino, fue cuando lo comprendió, esa "niña" era una de ellos, por lo que desistió de escapar momentáneamente. Por lo menos hasta que encontrara una mejor alternativa
Porque, si bien la chica recibió ayuda de otras dos mujeres, tranquilamente la de pelo violeta hubiera podido detenerlo sin mayores impedimentos.
No sabe cuánto tiempo realmente es el que lleva allí dentro, sólo puede calcular por las veces que ese chico castaño ha bajado a los calabozos para llevar la comida a la chica que han pasado unos cuatro o cinco días, pero, tampoco sabía si eso era del todo cierto.
Amaya: ... hoy van a llegar los soldados- comentó la chica a donde estaba Val, este simplemente asintió, solo le habia dirigido la palabra el día anterior cuando la chica le dijo que Kouka fue el vencedor.
Fueron las horas más lentas dentro de la vida de Val, sentía que las horas no avanzaban y que su fin estaba a la vuelta de la esquina. Después de un tiempo la chica con la venda en los ojos se acercó a donde estaba el y que su muerte estaba cada vez más cerca.
La chica le dirigió por los pasillos aun esposado hasta quedar en el patio central del castillo, allí es donde los soldados desfilaban y sonreían por haber ganado esa batalla. Desde la retaguardia se podía ver al rey junto a su consejero y, desde atrás de ellos aparecía la princesa Yona junto a los dragones y Hak.
Los seis sonrieron al ver a su amiga y hermana en buen estado, aunque, cambiaron de expresión al ver al hombre junto a él esposado y con golpes y heridas punzantes en todas partes de su piel a simple vista. Yoon fue el primero en saludarles con alegría y reproche por haber tardado tanto en volver, Hak fue el que recibió más retos de parte del joven.
Mientras que los dragones se volcaron a donde estaba su hermana separándola de ese tipo que estaba en el suelo siendo custodiado por otros soldados que se acercaron al ver que era un rehén de guerra de parte de uno de los dragones.
La chica les explico a todos en grandes rasgos lo que paso en esos días, y que el señor ha intentado llevarse a Mei-Nya a la fuerza siendo detenido por ella misma, Tetora-san y Ayura-san. Soo-Woon enseguida les ordenó a varios de sus hombres que llevaran al hombre a sus tierras, no quería derramar más sangre, ya había demasiada sangre derramada, aunque, eso no evitó el que los mismos soldados, mientras lo llevaban a su tierra de "divirtieron" con el.
Mei-Nya, por su parte, desidio quedarse en Kouka lo que le quedara de vida, porque si, la planta que les habían dicho que curaba cualquier cosa, solo atrasaba lo inevitable. No curo a Soo-Woon ni a ella misma, pero, por lo menos sobreviven lo suficiente como para llegar a edad más adulta y madura.
Todo esto era motivo de alegría y felicidad por parte de todos, pero, una cara seria de parte de Amaya rompía todo el ambiente, los que lo notaban estaban más cerca de la chica porque era raro ver esa expresión en ella sin un motivo aparente.
Yona: ¿sucede algo Amaya-san?- está volteo su cabeza a donde estaba la chica, asintió suavemente aun con el ceño fruncido y una mueca en sus labios, los chicos prestaron atención de la conversación entre ellas.
Amaya: ... no puedo ver el futuro- esa declaración congeló a los presentes, más a Zeno quien no sabía el motivo de eso- puedo ver poco más de una semana o dos más adelante- suspiro con cansancio, se notaba que estaba nerviosa- además Muryuu-san ha tratado de comunicarse conmigo y no lo ha hecho porque aún no habían llegado ustedes.
Yona: ¿eso no quiere decir que vas a entrar en trance en poco tiempo?- la chica de la venda en sus ojos asintió dejando a los presentes algo tensos, nunca pasaba nada bueno después de sus trances.
Zeno: ... no falta nada para que eso pase- observó al notar que la chica se ponía mas y mas pálida con el tiempo que transcurre y como sus manos y piernas temblaban levemente.
Zeno tomo a la chica por los hombros haciendo que ambos se apoyaran en el suelo mientras que dejaba que la chica descansará en sus piernas y el apoyaba su espalda en uno de los bancos que habían en el patio central, los demás dragones los rodearon haciendo que el chico del pelo amarillo sintiera que esa escena era muy parecida a algo que pasó hace muchísimos años atrás.
Los demás soldados y personas que estaban allí presentes se amucharon a su alrededor para saber qué pasaba, al ver a la única dragón recostada en el suelo y con un notoria mueca de dolor en su rostro no pudieron evitar llamar a llamar a los médicos, siendo detenidos por Yona, diciéndoles a todos que eso era normal en la chica.
--- ---
Han pasado dos horas, el cielo estaba empezando a oscurecerse, cuando la chica empezó a mover la cabeza alertando a los presentes, aunque, la chica se notaba algo perdida, parecía como si no supiera dónde estaba realmente dónde estaba realmente.
Kija: Amaya-san, ¿se siente bien? ¿le duele algo? ¿necesita algo?- las preguntas no llegaban a terminar cuando ya hacía otra confundiendo más a la inmortal que le tomó unos buenos minutos el tener todas las ideas en orden y recordar cómo era el hablar.
Jae-Ha: Kija estas actuando como una madre estresada- ante el comentario el albino volteo a donde estaba el de pelo verde tratando de golpearlo con su garra, Jae-Ha lo evitó con éxito.
Amaya: estoy bien, no me duele nada y ... tengo un poco de sed- comentó la chica con sinceridad, enseguida le alcanzaron agua la cual bebió con mucho gusto.
Shin-Ha: ... ¿Qué vio?- preguntó el chico con la máscara puesta, los demás prestaron más atención a lo que diría la chica.
Amaya: Muryuu-san me mostró la razón por el que no puedo ver mas el futuro- se sentó separándose de Zeno, aunque tomando su mano con algo de fuerza- nuestro viaje termino, la misión de los dragones ha llegado a su fin.
Los presentes se quedaron de piedra, no terminaban de procesar esas palabras, la aventura que había empezado entre todos estaba llegando a su fin. La separación estaba a la vuelta de la esquina y eso causaba gran tristeza a todos ellos, menos dos de ellos, los cuales sonreían con una felicidad tal que confunden a los que escuchaban lo que decía la chica.
Amaya: Muryuu me dijo que, como Yona consiguió lo que más quería y pudo amigarse nuevamente con el señor Soo-Woon, la misión de nosotros ha llegado a nuestro fin, lentamente los poderes de dragón nos dejaran, convirtiéndonos en personas normales y alargando su vida muchos años.
Los tres dragones se mostraron felices podrían vivir muchos más años de los que ya tienen, aunque el que se notaba más aliviado era Jae-Ha, quien no pudo evitar soltar una sonrisa suave, la cual desapareció cuando volteo a ver a los dos inmortales, los cuales sonreían suavemente en dirección a ellos, como si fueran dos padres admirando a sus hijos.
Jae-Ha: ... ¿Qué pasara con ustedes dos?- la preocupación era palpable, los demás se notaba que tenían un nudo en sus gargantas, no querían hablar porque no encontraban sus voces.
Zeno: si el viaje termina... nosotros llegamos a nuestro final- hablo seguro soltando un suspiro de alivio mientras se relajaba- solo hay que esperar.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top