31. Comienzo
Los ánimos estaban demasiado tranquilos, estaban esperando alguna noticia de la tribu del cielo para saber si había que atacar o no al imperio de Xing, no había señales ni de los soldados ni de Yona y Argila por ningún lado haciendo que la paz que se sentía no fuera tan satisfactorio como lo que ellos imaginaban.
Amaya miraba para el terreno de Xing tratando de decidir que iba a hacer, las opciones eran muchas y en todas daban paso a una pelea sin cuartel, por lo que la chica de larga melena violeta repensaba todas sus opciones. Mientras que los demás miraban para el otro lado para poder ver si, a la distancia veían a la princesa llegar o a los soldados con ánimos de pelear.
Amaya: ... oh, ya va a empezar- comentó como si nada, llamando la atención de los que estaban junto a ella, varias personas voltearon a ver el terreno de Xing y ver a muchos hombres vestidos de negro y marchando hacía donde estaba la ciudad donde estaba uno de sus pueblos.
Voldo: ... esos sujetos son... la facción anti guerra. Llegaron al fin- comentó con pesar, al ver la confusión en las personas presentes- somos "amigos", aunque, ellos están compuestos por nobles que apoyan a la princesa Tao- sin más fue a donde estaban esos hombres de negro, quienes los veían con recelo a todos los de Kouka.
Hak noto como Amaya se cubría con recelo sus orejas de dragón con su pelo y desviaba la cabeza de donde estaban esos sujetos, llamándole la atención esa reacción de la chica, aunque, antes de que pudiera preguntarle la razón ella misma volteó a donde estaba el chico haciéndole una seña de que guardara silencio.
Amaya: ... esos hombre quieren algo con los dragones de Kouka, pero, no saben que hay un quinto, por lo que es mejor que se mantenga así el mayor tiempo posible- el de pelo negro asintió comprendiendo la razón de la chica, presto más atención de lo que hacían los sujetos para que no hicieran nada que atentara con ninguno de los que estaban de su lado.
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Las horas pasaban, los hombres vestidos de negro se habían retirado para hablar con la primera princesa, Kou Ren , para ver si podía liberar a la princesa Tao y evitar que la lucha se diera inicio. El tiempo iba pasando, la noche había llegado con su manto negro, las estrellas estaban en lo más alto del cielo cuando un galopar se empezaba a escuchar a la distancia, los soldados de Kouka se pusieron alerta por algún posible ataque, aunque el galopeo venía de las tierras de Kouka.
Amaya: la señorita a llegado- su sonrisa hizo que los presentes se relajaran mientras que el caballo, con sus dos jinetes, hacían acto de presencia.
Argila estaba entusiasmado contándoles a todos lo que había hecho Yona frente a Soo-Woon para ser escuchada, mientras que la de pelo rojo tenía una expresión de cansancio total, aunque, se notaba que no quería detenerse, si lo hacía, tal vez no conseguiría que todo esto terminara y recuperar a su familia.
Argila: Yona-nya consiguió que el rey Soo-Woon detuviera la guerra hasta que hablara con la princesa Kou Ren- su rostro mostraba lo feliz que estaba con los resultados que la princesa consiguió.
Uno de los nobles de la facción de antiguerra, el sumo sacerdote Gobi, trataba de conseguir información de la manera de que Yona consiguió que la batalla diera un paro hasta que el rey y la princesa se reunieron.
Amaya: ...señorita Yona- llamó la atención de la chica, quien intentaba ir a donde estaban las dos princesa de Xing para decirles lo que le había dicho Soo-Woon- me quedaré aquí para ayudar – la colorada la quedó mirando un segundo para después asentir.
Yona: si podes evitar alguna desgracia lo agradecería mucho- la de pelo violeta asintió a su vez, fue cuando Argila, Voldo, Hak y Yona se fueron a hablar con la princesa Kou Ren sobre el acuerdo que había llegado.
Amaya: ... ... intentaré que ustedes no salgan heridos- habló en voz baja, nadie le prestaba atención. Volteo a ver al general de la tribu del aire y le sonrío- señorito Tae-Woo, ¿me haría el favor de acompañarme un poco?- ante la expresión de extrañez en su rostro, asintió ofreciendo su brazo a la chica.
Tae-Woo: como diga señorita Amaya- el chico con total amabilidad, acompañó a la chica lejos de los demás miembros de la tribu de Kouka, caminando muy cerca de los límites de ambos territorios.
Amaya: el poder del Muryuu va a ser demostrado dentro de poco, pero, antes de eso, tenemos que ayudar a alguien que puede ser de gran ayuda- ante esas palabras el chico se mostró extrañado de las palabras de la chica, aunque, no dijo nada.
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Los minutos pasaban, todo lo que el Muryuu le había mostrado a la chica se estuvo haciendo realidad. Los nobles de la función anti guerra estaban liquidando a las cinco estrellas de Xing, junto a la princesa Kou Ren mientras que los chicos estaban haciendo lo que podían para evitar tantas muertes como pudieran. Pudo apreciar la reunión entre los cuatro dragones y la princesa Yona y cómo entre todos se iban abriendo paso para detener a los nobles que no hacían nada más que seguir causando muerte y pánico entre los soldados y los civiles.
Amaya: general Tae-Woo- llamó la atención del chico de repente, este volteó a verla- ¿no le molestaría ayudar a alguien de Xing si fuera necesario?- el chico negó enseguida, para después confirmar su respuesta- una de las cinco estrellas, Yotaka, necesitarán nuestra ayuda.
Los dos voltearon sus cabezas a las tierras de Xing, y, justo delante de sus ojos, pudieron ver como uno de los guerreros más fuertes de Xing era atravesado con una espada por la espalda. Fuera de la petición de la dragón, el chico se mostró enojado de que a un hombre se le atacara por la espalda, por lo que, importarle poco su seguridad les detuvo para enfrentarse él mismo a todos esos hombres que rodeaban al herido de larga cabellera clara.
Tae-Wo: buenas noches, soy alguien de la tribu del viento, ¿les molestaría si me uno a esa persona?- pregunto simplemente mientras hacía acto de presencia delante del hombre mientras que todos se mostraban anonadados de la presencia de ese joven ante sus narices.
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