26. Divisiones



La princesa Tao estaba decidida de que ser súbditos de Kouka era mucho mejor que enfrentarse a una guerra con ellos, ya que su imperio estaba en una mala condición en sus soldados, por lo que pelear en este momento era un suicidio tanto para ellos mismos como sus súbditos que estaban más desprotegidos que ella.

Yoon: igualmente, ¿Por qué nos cuentan estas cosas? Nosotros no somos cercanos con el rey Soo-Woon, ni nada por el estilo.

Tao: ... ¿en serio?- su tono se notaba decepcionada y triste, la idea que estaba orquestando no estaba dando los frutos que ella quiere- pero, ustedes lo deben conocer, después de todo pelearon junto a él unos días atrás.

Hak: eso fue pura coincidencia- su tono frío, al igual que su mirada detuvo a la joven princesa- además, lo que piensa el rey, lo desconocemos.

Amaya no les quería decir nada delante de los desconocidos, las cosas no pintaban del todo bien y eso era notorio por su rostro serio, por lo que su grupo se quedo en un silencio incomodo siendo interrumpido por Argila que menciono la hora que era y el que los gatos que Tao tenían hambre.

Todos fueron a comer junto con los habitantes de la casa, Yona sentía dolor de estomago desde la mañana por lo que no podía probar bocado alguno de los alimentos que estaban delante suyo, mirando como los demás comían a gusto. Amaya, junto a ella, se inclino un poco a donde estaba Tao, junto a ella y le susurro unas palabras que ella no escucho.

La colorada, pensando que era el cansancio que impedía que comiera algo, trató de ir a la recamara que les dieron esa noche. Y fue cuando sintió algo que no estaba preparada para que sucediera en ese momento, enseguida se sentó con velocidad para que no fuera notorio. Hak, junto a ella, vio lo que sucedía, cuando le preguntó que pasaba recibió un golpe por parte de la princesa dejándolo frio la momento.

Yona: ... no te acerques tanto- enseguida se alejo disculpándose- no lo malpienses, no es nada malo.

Enseguida todos sus cercanos se acercaron a ella para saber que le pasaba, la veían pálida y con signos de que le dolía algo, aunque, sus acercamientos se vieron interrumpidos cuando la princesa Tao envolvió a Yona entre unas mantas que había cerca.

Tao: Yona-san esta cansada, la llevaré a su habitación para que se relaje- sin esperar respuesta se llevo a la colorada de la presencia de los demás.

Amaya: ... será mejor que sigamos comiendo- la chica se llevo un poco de la carne que había en el lugar a su boca y siguió comiendo llamando la atención de los demás junto a miradas de indecisión- tranquilos, la señorita esta bien.

Sin más los demás presentes siguieron comiendo a su antojo. Unas horas más tarde, ya con la luna en lo más alto del cielo estrellado, todos salieron del comedor con rumbo a sus habitaciones designadas, hasta que una visión corta sobrevino a Amaya, en esta se podía ver lo que le sucedería a Yona dentro de unos minutos, cuando la chica salió de la visión todos se la quedaron viendo preocupados.

Amaya: van a atacar a Yona, esta cerca de su habitación- sin más decir eso Hak y Jae-Ha salieron corriendo para salvarla, mientras que los demás fueron detrás de ellos.

Amaya era llevada en la espalda de Shin-Ha, ya que no tenía la suficiente fuerza como para caminar, no estaba inconsciente, y eso era un gran avance para ella. Al llegar donde estaban todos Yona les dijo que los dos que estaban inconscientes, estaban buscando a la princesa Tao.

Shin-Ha: ... hay más personas acercándose-comento mirando a un punto algo alejado, Amaya asintió en su espalda, podía escuchar muchos pasos acercándose a gran velocidad.

Yona: ¿Dónde esta la princesa Tao? ¡ella esta en peligro!

Amaya: por allí- señalaba a un lugar para después señalar otro- se están acercando más personas enemigas hacia nosotros- sentencio la chica, Valdo se acercaba con la espada en su mano.

Todos fueron a donde estaba el dormitorio de la princesa Tao mientras que los dragones se quedaron eliminando a los enemigos. El tiempo pasaba, las peleas rodeaban a todos, y fue cuando sucedió algo que altero a barias personas, fuego subía desde una de las alas de la finca en la que estaban.

Amaya: ¡Zeno!- no necesito ninguna otra indicación, el chico salió corriendo llamando la atención de Yoon, quien estaba a lado de los dos inmortales.

Los minutos pasaban, las personas que estaban en ese ala empezaron a salir, todos tosían y estaban llorando, los demás dragones estaban alterados mientras estaban a la espera de que el dragón amarillo saliera de entre las llamas.

Argila: ...lo lamento- su voz llamo la atención de los presentes- no conseguí salvarlo, aun esta entre las llamas.

Kija: estamos lejos del castillo... su regeneración no funcionara.

Tao: ...- no entendía lo que sucedía, para ella, el dragón de pelo blanco estaba delirando a causa de la perdida de una persona cercana.

Amaya: ... ... si ustedes piensan que eso alcanza para matarnos a ambos- se fue acercando a donde estaba viniendo un cuerpo de entre las llamas- no confían lo suficiente en los poderes de nuestros dragones.

Zeno: ... si fuera tan fácil... no tendría que esforzarme tanto para hacerlo- con esas palabras salió de entre las llamas siendo ayudado por Amaya quien tenía las manos quemadas y parte de sus pies, pero, en peor estado seguía estando Zeno.

El chico mostraba quemaduras graves y sangre saliendo de diferentes partes de su cuerpo, Amaya lo dejo con delicadeza en el suelo colocándole una manta en lo que le quedaba de cuerpo abrazándolo con tanta delicadeza que parecía que no le tocaba. Yona, se acerco a la dupla preocupada en el estado del chico y de Amaya, quien, no se quejaba pese a los evidentes muecas que hacía.

Enseguida en cuerpo de Zeno se recompuso dejándolo débil en el proceso mientras que las manos de Amaya quedaron con un suave color rosa al igual que sus pies, claro signo de que su piel cambio, dejando una ligera marca de lo que fue su piel anterior con la nueva que acababa de crecer.

Tao: ¿ustedes que...?- no termino la pregunta, había escuchado de todo de los dragones de Kouka, pero, ver el poder de dos de ellos, la estaba alterando en demasía.

Amaya: ... tiempos difíciles se acercan- la chica se puso sería y rígida, llamando la atención de sus acompañantes y de los habitantes de Xing- una batalla y traiciones están a la vuelta de la esquina- después de esas palabras se quedó callada.

El grupo de Yona se fueron a una cueva en lo que terminaban de arreglar la villa en la que vivía la princesa Tao, la tensión estaba entre los presentes, la princesa decidió enfrentarse ella misma a su hermana, no quería que nada malo les pasaba a esos chicos, por lo que su camino seguiría su curso.

O, por lo menos, ese era el plan.

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