Soo-Won se fue de la tribu del agua y volvió al castillo de Kouka en la tribu del cielo. El grupo de Yona se quedo en la espera de la recuperación de Hak, el cual no dejo de sangrar por un buen rato. Hiyou ya fue entregado a los policías de la aldea en la que estaban y ellos mismo lo llevarían a la capital donde sería juzgado. Lili no dejaba de darles comida y todas las comodidades que les podía dar en su estadía en el pueblo hasta que se fueran a seguir con su misión.

Lili: espero que con esto les sea suficiente por bastante tiempo- le dijo a Yona y Yoon entregándoles una bolsa de tela llena de comida y condimentos.

Yoon: serán muy útiles- sus ojos se notaban alegres por las cosas que le estaba entregando. Yona asintió a su vez al ver cosas que ya había probado y que hace mucho no lo hacía.

Yona: nos vamos mañana- dijo la colorada, Lili se sorprendió ante sus palabras- ahora que hemos detenido a Hiyou tenemos que seguir con nuestro recorrido- la pelinegra asintió deseándole buena suerte a Yona- bueno, entonces Lili, cuídate.

La chica de pelo rojo no se despegaba mucho de Hak, le ayudaba en las cosas que podía hacer, se agarraban de las manos cuando creían que nadie los veían y se abrazaban de vez en cuando. Por el lado de Amaya recibió muchas felicitaciones por parte de sus hermanos dragones cuando supieron que ella pudo defender a la señorita; el mismo Hak le agradeció por eso, aunque ella no quiso recibir su agradecimiento porque el salió lastimado en su descuido.

Amaya: Amaya tiene que seguir fortaleciéndose, no quiere seguir siendo una carga- sentencio la chica con la venda en los ojos.

Yona: ayudémonos mutuamente Amaya- la de cabellos rojos tomo de sus manos las de la chica sentada junto a ella asiendo que sus ojos brillaran y la sonrisa de Amaya creciera.

Shin-Ha: ... yo te ayudaré- sentencio con voz baja a la chica asiendo que al comienzo hiciera una mueca sorprendida para después sonreír cálidamente con las mejillas sonrojadas levemente. Asintió para que supiera el de pelo azul de que estaba de acuerdo.

Yoon: Amaya- la mencionada volteo la cabeza a donde provenía la voz del chico- ¿alguna vez las visiones han fallado?- los otros seis presentes miraron al chico fijamente incomodándole- no es que quiera decir que falles alguna vez, pero, ¿es posible?

Amaya: poder fallar en algo, si se puede- asintió suavemente con su cabeza, todos voltearon a mirarla para prestar atención- he fallado en algunas cosas, pero, en general, más del noventaicinco porciento de mis predicciones se hacen realidad.

Jae-Ha: y cuales pueden ser los desaciertos que pueden pasar- pregunto serio para tener un margen de error en cada momento.

Amaya: ... una vez no hacerte cuando empezaban las lluvias. Estas iniciaron una semana antes de lo que les había dicho a los aldeanos... ya sabrán lo que sucedió después de eso.

El silencio se hizo entre los presentes, en si los márgenes de error no eran muchos, pero, podrían afectar en cierta manera a todos o a alguien. Dejaron el tema por el momento, lo único bueno y destacable es que ninguno salió gravemente herido y que a Amaya la ayudarían a entrenar.

A la mañana siguiente Lili, Tetora y Ayura (las dos aparecieron junto al ejercito que el padre de Lili envió cuando se dio cuenta que el emblema había desaparecido junto con su hija) aparecieron en el campamento prepararon una cena enorme para todos los presentes con parte de las cosas que Lili le había dado el día anterior.

La cena siguió su curso en lo que Tetora se fue con Hak a hablar cosas en las que solo ellos tenían que escuchar. En el medio de la cena un aguacero callo haciendo que todos se fueran a refugiar, Lili, Yona y Amaya, quien estaba ya en esa tienda porque fue a buscar algo, mientras que los demás estaban refugiados en la tienda más grande en la espera de que la lluvia bajara o se terminara.

Yona: si que llueve en la tierra del agua- comento la chica mirando desde la puerta la lluvia.

Lili: y eso que no estamos en temporadas de lluvias, es mucho peor- aclaro la chica-¿siempre es así? Si llueve tener infiltraciones en el techo, dormir en terreno duro y todo eso.

Amaya: Amaya se ha llegado a acostumbrar- comento la chica recostada en una de las camas- además, hay peores lugares para dormir- no dijo nada más, pero Yona entendió a lo que se refería, más Lili no. Igualmente no dijo nada para no incomodar, al ver que es algo delicado.

Se hizo un silencio entre lo incomodo y lo cómodo.

Lili: quiero seguir ayudando con todo lo que paso con el nadai y a todos sus afectados, ese es mi objetivo- sentencio cuando el silencio se había prolongado por unos minutos- necesitaría de la ayuda de mi padre, pero, él se aleja de las cosas complicadas, ni si quiera me escucha.

Yona: ... algunas veces los padres no saben tratar con sus hijas- ese comentario hizo que Lili se quedara pensando y confirmando una de las dudas que más la atormentaron desde que conoció a Yona.

Lili: Yona, ¿no serás acaso...? ¿la princesa Yona?

La colorada no contesto con palabras, pero, su expresión era muy notoria cual era la respuesta. Lili no pudo esconder sus lagrimas mientras descendían al saber lo que tuvo que pasar esa chica que tanto admiraba.

Yona: ¿Por qué lloras, Lili?

Lili: ... desde ahora quiero ser un pilar para ustedes, si necesitan llorar, si les molesta algo- sus lagrimas seguían recorriendo sus mejillas cayendo al suelo- ¡iré a ustedes! ... las protegeré a costa de mi vida. Así que, por favor, ¡recuérdenme! Aunque sea un poco.

Amaya: Amaya nunca se olvidaríamos a una camarada al igual que la señorita Yona, señorita Lili- sonrió cálidamente, como una madre lo hace a su hija. Yona asintió, haciendo que la chica de ojos azules llorara más fuerte abrazándolas a ambas con fuerza mojando sus hombros.

Yona: después de todos somos amigas.

Lili: ¡Que molestas que son!- se quejo en voz baja asiendo reír a Amaya y confundir a Yona ante sus palabras.

Terminada la tormenta Lili se retiro a seguir con su camino de ayudar a los habitantes de su tribu mientras que las dos chicas se iban con su grupo a seguir el suyo de ayudar a los habitante de todo el reino.