●Capitulo tres; Diferente●
Fanfic Vegeta X Chichi
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Capítulo tres; Diferente.
Sus manos estaban temblorosas, la angustia de no saber sobre su hijo y esposo la estaba consumiendo con el pasar de las horas. Ella no se había separado un solo minuto de aquel laboratorio donde estaba trabajando el padre de Bulma para tratar de hacer un comunicación con la peliazul e intentar hacer funcionar la nave.
La espera fué tan duramente lenta, se sentía culpable de haber dejado ir a su pequeño, él tenía que estar jugando y estudiando cómo cualquier niño de su edad, no peleando contra personas salvajes, arriesgando su corta vida. Tenía que ser paciente, ella confiaba en que Gohan era fuerte, pero ya lo quería con ella. Su sentido materno le estaba clavando una espina, algo no muy bueno estaba sucediendo en ese planeta.
—¿¡Todavía no está lista!?—Insistió hacia el padre de Bulma quién respingó ante el grito y dejó caer un desarmador. El señor Brief negó hacia ella.
Y los días posteriores no fueron de gran avance.
Hasta que una noticia logró hacerla sonreír.
—¡Suban a la nave!—Ordenó el señor Brief. Habían recibido un llamado de Bulma ¡Ellos estaban en la Tierra! No supo en que momento habían salido de Namekusei, no supo que sucedió con los sujetos malos. Ella solo se enfocó en que sus chicos estaban de vuelta. Era lo único que le bastaba para tener su corazón feliz.
El señor Brief condujo una enorme nave hacia la dirección de que se le había mencionado, el modelo de aquel transporte era viejo y bastante pesado, por ello la nave tomaba un poco más de esfuerzo en mantener el vuelo.
—¡Haga volar más rápido la nave!—Exigió demandante la matriarca Son, el señor Brief simplemente trataba de ser educado y decirle que pronto ella vería a su hijo.
El ansioso momento llegó, como era de esperarse la joven madre fué la primera en bajar de la nave, su vista se saturó de sujetos con el mismo aspecto que Piccolo, una mueca desagradable no se dejó esperar. Sus ojos parecían que en cualquier momento se cansarían que moverse, Bulma fue la primera conocida, así que camino a paso rápido hacia ella para que le informara dónde estaba su hijo y esposo, sin embargo se quedó en silencio.
Movía su cabeza de un lado al otro ¿Dónde estaban? Buscó y finalmente logró ver aquella cabellera negra en forma de hongo escondido detrás de un árbol. Ella sonrió feliz, rápidamente se acercó a su adorado hijo .
—¡Gohan! ¿Que haces aquí mi amor? Te estuve buscando—Lagrimas salieron de los ojos de la joven madre al ver a su hijo sano y salvo después de tantas noticias malas. Gohan dejó que su madre le brindara calidez con sus brazos, él estaba feliz de verla nuevamente, sin embargo se sentía sumamente nervioso y sabía la razón.
Las cosas comenzaron a ponerse en su lugar, Bulma "informó" a Chichi todo lo que había pasado en Namekusei (claro, omitiendo muchísimos detalles para tratar de no terminar golpeada por la pelinegra).
Un suspiro pesado y triste no se dejó aguardar. Su Goku nuevamente había perdido la vida por salvar a los demás. De nuevo estaría lejos de ella.
—No te pongas triste Chichi—Intentó animar Bulma de manera despreocupada—En unos días podremos utilizar las esferas del dragón y pediremos que revivan a Goku y Krillin, todo volverá a la normalidad—Mostró una ligera sonrisa hacia su hijo y asintió, guardando sus sentimientos para ella misma.
Chichi sintió náuseas al estar dentro de aquella nave rodeada de tipos verdes. Ya era bastante malo tener la presencia de Piccolo a su lado.
La fémina ladeó su rostro al notar a un tipo de cabellos azabaches en forma de flama y semblante enojado. Entre tantos tipos verdes se preguntó qué hacía él ahí.
—¿Y ese sujeto quién es?—Cuestionó a su hijo, el infante dirigió su vista hacia la dirección que mencionó su madre. Gohan alzó sus cejas con una ligera sonrisa.
—¿Hug? Oh, él es el señor Vegeta—Aquel nombre retumbó en su cerebro, su ceño se frunció rápidamente mientras empuñaba sus manos. Claro que sabía quién era él, su Goku no paraba que decir que tenía que entrenar para superar la fuerza de Vegeta.
—¿¡Y que hace él aquí!? Por su culpa todo esto está pasando—Acusó escandalosamente, logrando sacar un gruñido de desprecio. Bulma rápidamente se acercó y le tapó la boca con su mano.
—Tranquilízate Chichi, o lo harás enojar—Las venas resaltando en la frente del saiyajin solamente estaban alertando a la mujer de pelo azul. No estaba Goku para defenderlos, así que había que tomar precauciones.
—Pero él nos ayudó a luchar contra los hombres de Freezer mamá—Informó el pequeño Gohan tratando de tranquilizar el temperamento de su madre, Chichi lo miró de manera incrédula. Tomó su hijo y lo colocó a su lado protectoramente.
—No me importa, no quiero que te acercas a ese tipo...
El acusado no iba a tolerar una sola palabra más.
—Mujer insolente, para todos ustedes soy el Príncipe de los saiyajins, grábenselos bien en sus diminutos cerebros—Corrigió con arrogancia, Chichi soltó un bufido y simplemente trató de ignorarlo. Se enfocó en su hijo, era lo único que importaba.
Vegeta empuñó sus manos al notar que ella no le tenía miedo a pesar de saber su historial. ¿Quién diablos se creía esa mujer?
Tan pronto como bajaron de aquella lenta nave, Chichi le pidió a Bulma que le prestara un auto para por fin regresar a casa con su adorado hijo, estaba cansada y solo quería regresar a casa con su hijo, no sin antes recalcar que regresarían en 130 días para pedir el deseo al dragón. Ansiaba que pasaran los días sumamente rápidos, extrañaba a su esposo Goku. Nuevamente tendría que esperar por él. Y dolía como la primera vez.
Al menos podría disfrutar de un veinticuatro de diciembre al lado de su hijo, tenía todas las esperanzas de que esta vez estarían los tres juntos de nuevo disfrutando de un delicioso chocolate caliente mientras Goku contaba una de las tantas aventuras que tenía cuando era un niño. Claramente eso no iba suceder. No otra vez.
Esa noche quería que fuera al menos agradable al lado de su hijo. Ella lo estaba esperando para cenar, se le hizo extraño que demorara tanto y fue a verlo a su habitación, Gohan cayó rendido a la cama una vez que se duchó. Chichi lo dejó domir y regresó sola a la cocina.
Toda la comida que había hecho de imprevisto tuvo que ser guardada para el día siguiente. El regalo que había envuelto para Gohan tendría que esperar. Ese pino tendrá que aguardar para ser decorado. Una vez más la tradición no se llevó a cabo.
Los días posteriores no fueron lo que esperaba, su hijo trataba de evitar el tema de Namekusei cuando salía a colación, las noches de Gohan se habían convertido en pesadillas constantes ¿Que había pasado en aquel planeta?
Los días pasaban lentamente.
Esas palabras de "Estoy de vuelta, Chi" le hacían falta día con día.
•••
Se sintió nerviosa desde que despertó aquella mañana, hoy era el día, volvería a tener a su Goku frente a ella.
—¡Vamos Gohan, se nos hace tarde!—Las clases particulares habían tomado mas tiempo de lo normal, Gohan estaba en un nuevo bloque y tenía que memorizar varias cosas, era difícil concentrarse, él estaba igual de emocionado que su madre.
Ella estaba tan emocionada! No le importó que la gente los viera de manera extraña por viajar en la nube voladora. Ella quería llegar cuando antes.
Llegaron finalmente a la Corporación Capsule, el Piccolo pequeñito -Como lo llamaba Chichi- finalmente estaba convocando al dragón, sus labios se abrieron y su piel se erizó al ver al imponente dragón ante ella.
—Bien Dende, nuestro deseo es que las almas de Goku y Krillin sean trasladados a la tierra—Pidió Bulma amablemente. El pequeño chico tradujo rápidamente. Los ojos del gran Dragón brillaron por un instante mientras se escuchaba un escalofriante gruñido de su parte.
—He trasladado el alma de la persona llamada Krillin, pero no puedo hacer lo mismo con la del otro sujeto llamado Goku—La sangre de Chichi se sintió fría por un instante ante aquella información, su pecho se agitó preocupadamente.
—¿¡Que!? ¿Pero por qué no puede hacerlo?—Chichi mordió sus labios para tratar de sonar firme ante el dragón, sus ojos estaban comenzando a traicionar su duro semblante.
—Por que Goku está con vida, por eso no puedo trasladar su alma—Los ojos de la mujer Son finalmente se llenaron de lágrimas, pero esta vez de felicidad. ¡Su Goku no estaba muerto! ¡Él está vivo!
Entonces...¿Por que no ha regresado a casa?
La celebración de que Son Goku estaba con vida no se hizo esperar. Chichi estaba tratando de responderse por que él no ha vuelto. ¿Y si su Goku había quedado lastimado? ¿Se habrá perdido en el espacio?
—Quizá su nave está descompuesta y por ello no ha podido regresar—Su hijo Gohan trató de aliviar el ambiente ante la incógnita que los presentes tenían.
Como ahora sabían que Goku está vivo, procedieron a pedir el segundo deseo que era revivir a Krillin. Ella ladeó una pequeña sonrisa, el mejor amigo de su esposo había vuelto.
Y el tercer deseo llegó.
Pedir que Goku regrese a la tierra.
Los ojos del dragón volvieron a resplandecer.
—Mi Goku...—Susurro Chichi de manera ilusionada, estaba lista para lanzarse sobre él y abrazarlo una vez que apareciera frente a ella.
Pero simplemente nada sucedió.
—Él se opuso—La sonrisa de los presentes se esfumó en un instante—Él dijo que regresaría por su cuenta—Informó el gran dragón. El aliento de Chichi se escapó de sus pulmones, esto tenía que ser una broma.
—Pero...¿Por qué?—Gohan entristeció ante la noticia, no entendía la razón del por qué su padre no quería volver.
—¡Ah, ya se por que Goku no quiere volver! ¡Le tiene miedo a su esposa, la criatura mas fuerte del universo le tiene miedo a su esposa y quizá no la quiere tanto como para volver! —La nombrada frunció sus cejas y quiso lanzarse en ese mismo momento sobre el antiguo maestro de su esposo. Estaba siendo estúpidamente irrespetuoso.
— ¿Mi papá no quiere volver?—Chichi sintió un nudo en su estómago ante la cuestión de su hijo, tomó el hombro de su hijo con cariño. Estaba igual de aturdida con aquella confesión, no sabía que decirle a su Gohan.
—Dijo que regresaría por su cuenta, él hallará la forma de regresar—Las palabras que Piccolo le brindó a su hijo la sorprendieron gratamente. Ella sonrío ligeramente.
•••
La batalla en aquel planeta de Piccolo no pudo evitarse, Gohan había regresado sano y salvo, pero su Goku no. Se supone que él iba a regresar por su cuenta, creyó que serían solo unas semanas. Había pasado más de un año y él seguía fuera.
Durante todo ese tiempo miraba por la ventana de su habitación esperando que su esposo entrara para decirle su tan esperado "Ya estoy en casa, Chi" pero estaba comenzando a resignarse.
—¡Ah, ya se por que Goku no quiere volver! ¡Le tiene miedo a su esposa, la criatura mas fuerte del universo le tiene miedo a su esposa y quizá no la quiere tanto como para volver!—Mencionó Roshi en aquella invocación hacia Porunga para pedir el regreso de Goku, y que éste se había negado finalmente porque él prefería regresar por su cuenta.
¿Era por ella?
El nudo en su pecho seguía presente y aunmentaba día a día.
•••
El señor Ox llegó a la casa Son cuando recibió la llamada de su hija Chichi para decirle que el pequeño Gohan había desaparecido a media jornada de estudio.
—Calmate cariño—El señor Ox trató de tranquilizar a su adorada hija, no le agradaba verla de esa manera. Y ella ha estado así durante los últimos dos años.—Quizá mi querido nieto solo quiere tomarse un descanso y fué a dar una vuelta por el bosque.—Quizo justificar.
—Mi Gohan se ha vuelto un rebelde desde que se junta con los amigos de Goku—Gimió con ligera molestia. ¿Toda la educación que ella le inculcó a su hijo se había corrompido?—Si el hubiese querido dar una vuelta por el bosque me lo habría dicho, sabe que me preocupo por él cuando no se donde está.—Chichi empuñó sus manos sobre la mesa. Y caminó en la cocina como si estuviese en una jaula con limitado espacio.—Se fué hace más de tres horas y aún no regresa.—Su pecho estaba inquieto. Su padre realmente no sabía que más decir. Fuera lo que fuera, Chichi no se tranquilizaría. Fué entonces que notó un par de artefactos que él no había visto. Con ello la podrá distraer.
—Hija, ¿Que es todo eso?—Señaló una cama extraña que contenía botones y cosas tecnológicas estaban a la vista. El semblante preocupado de Chichi cambió ligeramente.
—Compré todo ésto en cuanto lo anunciaron por el televisor. Es lo mas nuevo en tecnología que hay para estudiar—Informó mostrando una ligera sonrisa mientras colocaba sus manos hecha puño sobre su cintura.—Gohan podrá estudiar perfectamente de día y de noche mientras descansa—El gran hombre realmente estaba impactado con la estricta educación que le estaba brindado su hija a su nieto. Solamente quería lo mejor para su futuro.
••
El Sol brillaba de una manera cálida. Chichi simplemente esperaba el regreso de su pequeño hijo, ese niño le debería una explicación de su escape. Su padre se había ido hace unos minutos, dejándola sola. Ya no quería estresarse, sabía que su hijo tenía que regresar así que optó a realizar la actividad que más le agradaba y relajaba; cocinar.
Las espinacas sazonadas con aceite de ajonjolí eran tan sencillamente deliciosas. Una sopa de calabaza dulce se estaba cocinando, pasta napolitana también fue cocinada, y varios platillos más estaban.
—¡Estoy en casa mamá!—Y su hijo llegó, justo a tiempo. Frunció ligeramente sus cejas.
—¿Se puede saber donde estabas Gohan? ¡Te fuiste a la mitad de tu hora de estudio!—Regañó mirándolo con detenimiento colocando su mano sobre su cadera, lo miró de arriba abajo, su hijo traía el mismo traje que cuando regresó de Namekusei. El pequeño Son adoptó la típica pose de su padre de colocar su mano tras la cabeza.
—Perdóname mamá, fué algo importante que tenía que hacer—Se acercó a su madre y la tomó de la mano, jálandola hacia afuera de la casa—Ven conmigo te mostrare algo.
—Nada tiene que ser más importante que el estudio—Ella se dejó llevar por su hijo, solo esperaba que no le mostrara otra vez a ese enorme dragón que su hijo tomó como mascota. Llegó al patio de afuera y no divisó nada, alzó sus cejas confundidas.—¿Que es lo que me quieres mostrar?—Bajó la mirada para ver a su hijo a los ojos, él simplemente se quedó callado.
Entonces una mano se posó sobre su hombro. Esa sombra que se reflejó en el pasto le dió la noticia. Dió un giro de ciento ochenta grados.
—Ya estoy en casa, Chi—¡Él estaba aquí! ¡Había vuelto después de tanto tiempo! El aire se le escapó de sus pulmones, creyó que se desmayaría pero fué fuerte y sin esperar un segundo más se lanzó sobre él.
Por supuesto que Goku rodeó sus brazos sobre el cuerpo de Chichi.
—¡Regresaste!—Los sollozos de Chichi no pudieron ser retenidos—No sabes cuanto te extrañé—Susurró hacia él, Goku sintió su corazón hincharse de alegría al tenerla nuevamente cerca. Había sido un año muy duro para ambos, finalmente la familia estaba reunida de nuevo.
—Dije que volvería—La enorme sonrisa parecía no quererse borrar de su rostro, tocó las mejillas de su esposa y sintió unas enormes ganas de besarla. Gohan estaba frente a ellos y sabía como se sentiría chichi al respecto si hacía eso, conocía la regla. optó por guardar ese beso para más tarde.
Aunque esta vez fue su esposa quien rompió con su palabra.
Sus labios pegados a los suyos se sintió como si hubiese probado unas de las comidas más deliciosas del planeta.
Fue imposible no responderle con un poco más de entusiasmo.
Al separarse no pudo evitar sonrojarse, esos sueños que había tenido estando fuera regresaron a su memoria ante el rostro que ella mostraba.
—Creo que siempre llegas en los momentos exactos Goku, acabo de terminar de hornear una tarta de manzana—La fémina trato de distraer el ambiente, no quería que su hijo Gohan hiciera preguntas incómodas. Ella había captado esa mirada especial de su marido. Estaba ansiosa por que llegara la noche.
La sonrisa no dejaba de adornar el bello rostro de Chichi, la vista que tenía frente a ella realmente le estaba calentando el corazón, ellos estaban aquí, estaban con ella una vez más. Nada los separaría ahora.
La hora de comida había finalizado, Gohan había recogido los platos y fue entonces que recordó que Piccolo estaban fuera de la casa.
—Papá...—Le hizo una señal a su padre, éste dejó de sonreír y se preparó mentalmente para lo que diría para convencer a su esposa de lo que tenía planeado. Goku sabía que no le agradecería la idea, aún así no estaría dispuesto a recibir un No por respuesta.
—Por cierto Chi...—El saiyajin mayor habló suavemente, la fémina volteó a verlo de manera cálida y amorosa, Kami, se veía hermosa, tenía tantas ganas de volver a besarla y... No, no. Se estaba distrayendo.—Hay algo importante que tienes que saber—Goku soltó un ligero suspiro—Gohan y yo estaremos entrenando por los próximos tres años—Oh Kami, ella estaba frunciendo su ceño—Verás, en tres años aparecerán unos androides muy fuertes que querrán conquistar la Tierra y nosotros tenemos que evitar que eso pase, por eso necesitamos prepararnos lo más pronto posible.
Bien, lo había dicho.
Chichi estaba procesando la información que él había dicho, ¡Él apenas había regresado del espacio y tenía planeado volver a pelea!
—¡No puedo creer lo que estás diciendo! Goku acabas de volver y ni siquiera llevamos una hora juntos como familia y sales con esto.—Él tenía que estar bromeando—¡Y ni de broma volveré a permitir que mi Gohan se meta en este tipo de cosas! Él tiene que estudiar y seguir preparándose para ser un gran investigador—Se levantó de la silla y se alejó ligeramente.
—Tienes que entender que si no hacemos esto no habrá futuro para nosotros—Movió sus manos hacia ella para tratar de tranquilizar su semblante. Gohan se acercó a ellos y se colocó al lado de su padre.—Además Gohan también quiere pelear. Con su ayuda todo podrá ser más fácil.—Una ligera sonrisa apareció en el rostro de Goku—Prometo que cuando todo esto acabe no volveré a molestar a Gohan y se dedicará por completo a los estudios.—Chichi apretó los dientes.
—¿Y tu?—Ella cuestionó elevando ligeramente la voz—Hasta cuando pensaras cumplir con conseguir un trabajo—Los labios de ella comenzaron a temblar—No te has tomado la molestia de pasar tiempo conmigo, ni siquiera te interesan los estudios de nuestro hijo, ni siquiera has traído dinero a esta casa desde que nos casamos ¿Realmente te importa esta familia?—La mujer tapó su rostro y trató de no soltar lágrimas, su voz la había traicionado, comenzó a sollozar ligeramente.
Se formó un nudo en la garganta del saiyajin mayor. Se acercó a ella delicadamente.
—Cariño, por favor no llores.—Pasó su mano por el mentón de ella y lo elevó ligeramente, Chichi no lo miró—Tu y Gohan son lo más valioso que tengo y por eso necesito entrenar, tengo que protegerte de esos sujetos que quieren acabar con la Tierra.—Limpió las pequeñas lágrimas que habían bajado por la mejilla de la pelinegra. Ella guardo silencio por unos minutos, Goku siempre se saldría con la suya.
—Está bien—Se alejó de su esposo ligeramente—Pero solo entrenarás tu, Gohan no tiene por qué tomar responsabilidades de adultos cómo éstas.—Frunció su ceño de manera seria mientras se cruzaba de brazos.
—Él está con nosotros quieras o no Chi—Sentenció el saiyajin de manera firme, ella enarcó las cejas ante ella mención plural.
—¿Nosotros? Quien más está entrenando contigo—Cuestionó.
—Piccolo se quedará a vivir con nosotros estos tres años—Habló de manera despreocupante, Gohan sonrió ante la noticia de tener a namekiano cerca de él. Chichi lo miró de manera incrédula.
—Ahora si te volviste loco, como crees que voy a permitir que el tipo que me alejó de mi Gohan durante casi un año lo deje vivir con nosotros como si nada hubiese pasado. Eso si que no lo permitiré—Gruñó hacia su esposo. Goku soltó una risa ante la "exageración" de Chichi.
—Oh vamos Chi, no seas tan bromista—Alzó su mano y dió una palmadita hacia ella.
Realmente había olvidado lo fuerte que se había vuelto, ella voló hacia la pared atravesándola y golpeándose contra un enorme árbol. Vaya estupidez que acabó de cometer.
—¡Chichi!—Gritó de manera alarmante y corrió rápidamente hacia donde estaba ella. La tomó en sus brazos y la recogió cuidadosamente, un gemido salió de lo labios de la fémina.—Rápido Gohan, trae el botiquín—Con ella en brazos se dirigió a la sala y la colocó sobre el sofá más grande, Chichi abrió sus ojos y él pudo notar que lo miraba de manera decepcionante. Sintió como si le hubiesen dando una puñalada.—Por favor perdóname Cariño, no fué mi intención lastimarte.
—Puedes hacer lo que quieras Goku, siempre lo haces—Ella finalizó con su voz ligeramente quebradiza—Si esta era tu manera de imponerte te felicito, lo acabas de lograr—Ella trata de alejarse pero su dolor se lo impide, Goku no respondió absolutamente nada ya que Gohan había regresado con el botiquín rápidamente. Se dedicó a limpiar su rostro que estaba cubierto por tierra mientras su hijo checara su adolorido brazo, notando que se había fracturado.
Ella no lo iba a perdonar fácilmente.
Chichi finalmente estaba cubierta por vendas en su cabeza y brazo, los raspones habían sido desinfectados y le habían colocados unos parches. Tan pronto como ellos terminaron se levantó del sillón y se dirigió a su habitación.
••
La noche había caído rápidamente, el sonido de los grillos estaban presentes esa noche. Las cosas se sentían algo tensas, este no era el recibimiento que esperaba Goku, mucho menos Chichi. El Saiyajin llegó a la habitación para encontrarse con su esposa, se despojó de todas sus prendas exceptuando la interior, caminó silenciosamente hacia la cama improvisada en el suelo se sentó en ella, pasaba su mano en la nuca observando cada uno de los movimientos de su compañera. Realmente se sentía avergonzado consigo mismo por haberla herido ¡No fué su intención!
—Chi...—El saiyajin giró su rostro hacia donde estaba su esposa, había sido enviado a domir al suelo debido al accidente, él tendía a moverse bruscamente sobre las noches y no quería lastimar aún más a la pelinegra. No obtuvo respuesta pero decidió hablar—Nuevamente te pido una disculpa, me volví tan fuerte y entrené para controlar mi fuerza, pero creo que no lo he perfeccionado. Sabes que nunca te haría daño intencionalmente, es solo...
—Yo solo quería que todo volviera a como era antes—Goku se quedó callado ante la interrupción de Chichi, elevó su torso hasta verle el rostro, ella miraba el frío techo con cierta amargura.—Quería ver a mi Gohan seguir estudiando, yendo a un colegio por fin. Verte a ti trabajar y no seguir dependiendo de papá—Admitió con cierta vergüenza—y juntos continuar nuestro deseo que expandir la familia. Pero todo eso quedará para después, nuevamente somos nosotros quienes tendrán que sacrificar sus planes por la humanidad.—Después de todo un día lleno de tensión finalmente pudo confesar lo que estaba dentro de su cabeza. Goku frunció levemente sus cejas.
—Sabes que tengo que hacerlo, no quería creerlo pero es mi sangre de saiyajin que me pide luchar—Informó, quizá tratando de dar una justificación a lo que habían decidido hacer; no buscar donde se encontraban los Androides para destruirlos desde un inicio. Él quería pelear, quería demostrar que era más fuerte.—Y cuando todo esto acabe...
—Cuando todo esto acabe volveremos a tener una conversación seria, no seguiré gastando mis palabras cuando se que harás lo que te venga en gana...
—No te estoy ignorando—Se defendió.
—No dire nada más, buenas noches. Son Goku—Ella alzó la cobija hasta tapar su cabeza, el nombre hizo una mueca de disgusto. Sería muy complicado hacer que Chichi entendiera sus razones.
•••
Han pasado semanas desde el regreso de Goku, las cosas seguían igual o peor desde entonces, el saiyajin restrasó el entrenamiento puesto que tenía la obligación de cuidar de su esposa mientras se recuperaba, para mala suerte las semillas del ermitaño no estaban disponibles.
Él se sentía ligeramente frustrado.
Chichi en cambio estaba algo contenta, estaba teniendo a sus chicos con ella al menos un poco más, aunque ella se sentía ligeramente distanciada de su esposo.
Ella había perdonado silenciosamente que Goku la hubiese golpeado por accidente, ella quería tener un poco de tiempo con su esposo. Pero algo parecía diferente.
Los días anteriores el parecía distanciado.
Esos cuestionamientos volvieron a clavarse en sus pensamientos cuando Goku se alejaba.
¿Él ya no la quería?
Goku había estado teniendo pesadillas un par de veces en las noches, quería calmarlo pero él siempre ponía distancia, su teoría le decía que su pelea en Namekusei y estando solo en el espacio lo había afectado, pero no decía absolutamente nada al respecto. Goku siempre evadía el tema diciendo que no tenía importancia.
Pero ella entendió lo contrario. Insistió varias veces pero él se volvió necio al respecto. Hasta que finalmente Chichi no pudo soportar más.
—¡Solamente quiero que me digas qué pasó! No eres el mismo desde que regresaste, me evitas todo el tiempo y no quieres que me acerque a ti—Estaban solos, así que finalmente podían tener esta platica sin interrupciones. Chichi quería saber la verdad.—Muchas veces te he escuchado tener pesadillas y aún así me dices que no pasa nada cuando es todo lo contrario.
—Y no esta pasando nada, son cosas tuyas—El frunció su ceño, no quería revelar esos estupidos sueños que lo atormentaban.
—O ¿Acaso soy yo? ¿Ya no me quieres como esposa y por eso me estás evitando?—Goku la miró con incredulidad, negó ante su cuestionamiento.—¿Ya te aburriste de mi? ¡Entonces dime que te está pasando! ¡Solamente estás alimentando las palabras que dijo Roshi!
—De qué estás hablando Chi—Ella estaba haciendo preguntas tontas, como podía creer que no la quería.
—El maestro Roshi dijo que no querías volver porque me tenías miedo y no estabas tan enamorado de mi como para querer regresar—Las lágrimas no pudieron evitar formarse en sus ojos, Goku sintió su pecho estrujarse ante los pensamientos que ella estaba teniendo. Se dió cuenta de que estaba cometiendo un error al distanciarse. Pero solo quería protegerla de él mismo.
—Crei que estaba listo para volver a casa, pero al ver como te hice daño me di cuenta que no fué así. Esas pesadillas que tengo temo que se vuelvan realidad, no quiero que mi lado Saiyajin brote y te haga daño, no soportaría que me vieras con miedo. Me he visto matarte—Confesó, sus manos estaban temblando, los recuerdos de esas pesadillas volvieron a él y sintió terror de lo que sería capaz de hacer si no controlaba su lado obscuro, ese lado que se había desatado cuando había peleado con Freezer.
Chichi movió su mano sana hacia él y le acarició la mejilla.
—Confió en ti Goku, se que nunca será tu intención hacerme daño, porque sigues siendo ese chico de corazón puro del que me enamoraré—Ella alzó ligeramente sus talones para besarlo, él se alejó.—Déjame ayudarte, eres mi esposo y nunca te dejaré solo con estos tormentos—Goku la miró y no pudo evitar sentirse orgulloso de la mujer que tenía frente a él. Solo necesitaba las palabras de su esposa para confiar en si mismo.
Se lanzó hacia ella y rodeó su pequeño cuerpo con sus brazos. Esa mujer era su mundo.
—Perdóname Cariño, no quería que me dejaras por ser quien soy—El confesó con temor, Chichi embozó una ligera sonrisa.
—Creí que ya no me querías como esposa—Volvió a mencionar. Él no había dicho nada de ella.
—Jamás me arrepentiría de que seas mi esposa, como no amarte si tienes una alma increíble.—Y el malentendido pudo solucionarse. Las cosas volverían a ser como antes.
Solamente esperaban que el futuro les sonriera de igual manera.
Y precisamente ella derramaría más lágrimas por Goku, todo por ser él.
Continuará...
Se que llevo muchísimo sin estar por acá, pero volví con un nuevo capítulo jeje.
La escena "cómica" del comentario de Roshi realmente me hizo enojar ¡Fué comentario de muy mal gusto! Chichi estaba realmente ilusionada de volver a tener a su esposo con ella, y sabemos del gran amor que ella le tiene a Goku. Lo que hizo Roshi fue como un insulto y manera de decir "Goku no quiere regresar porque ya no soporta estar contigo", ella debió haberse sentido mal ante ello y por eso quise plasmarlo aquí.
Sigue habiendo Gochi, y seguirá habiendo por los próximos dos capítulos más quizá :)
Tienen que ser pacientes para el Vegechi.
Eso es todo, gracias. Nos leemos pronto! (No tan pronto)
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