008
G U E R R A
D E
G R I T O S
—¡Bill!—detuvo la caminata del tartamudo el gritó de Beverly—. Bill, no puedes entrar, es una locura.
—Les dije que no tenían que venir conmigo.
—¡Joder Bill! ¡Cómo mierda te voy a dejar solo con eso!—el tartamudo agradeció con la mirada a su mejor amiga, pero al ver a sus demás amigos solo pudo distinguir el feroz miedo que los atacaba.
—Pero qué pasará cuando otro Georgie desaparezca... u otra Betty y otro Edd Corcoran o... uno de nosotros. ¿Van a fingir que no pasa nada como todos los demás en Derry? Porque yo no... Cuando vuelvo yo solo veo que Georgie no está ahí, su ropa, sus juguetes, sus animales de peluche, pero... él no está. Así que entrar a esta casa... para mí es más fácil que ir a la mía.
Alessia sonrió.
—Wow.
—¿Qué?
—Bill no tartamudeo.
—No es la primera vez—vervalizó la castaña.
Casi todos empezaron a seguir los pasos de Bill, hasta que el grito de Stan los hizo detenerse.
—¡Esperen! No creen que debería de vigilar alguien... solamente en caso de que algo malo pase—miró a todos.
—¿Qui-Quien quiere quedarse afuera?—todos levantaron la mano, excepto las dos mujeres y el tartamudo.
—Rayos...
—¿Estas bien, Alessia?—preguntó la pelirroja al ver a su amiga ida.
—Bueno... yo... Hay una guerra dentro de mi cabeza—haciendo referencia a la voces que gritaban en su mente.
Dirigió su vista hacia otro lado, encontrándose a Stanley llorando y siendo consolado por Mike.
Avanzó un paso hacia el chico Uris, pero se detuvo al escuchar el nombre de su amigo entre el griterío de voces.
¡Eddie! ¡Eddie! ¡Eso! ¡AHH! ¡Kaspbrak!
Entró a la casa sin que ninguno de los cuatro de afuera se diera cuenta.
Ben y Beverly se encontraban hablando como para prestarle atención y Mike se encontraba ocupado tratando de tranquilizar a Stan.
Al entrar se escucho un golpe en lo que venía ser una de las tantas habitaciones de aquella horripilante casa.
Soltó un gritó al ver a Eddie tirado en medio de la habitación.
Le dios suaves palmaditas para que el chico despertara, sin embargo no lo hacía y eso empezaba a desesperar a Alessia.
—¡Oh por dios!—exclamó al ver como se encontraba el brazo de su amigo.
Tengo que sacarte de aquí inmediatamente.
—Okey okey... Alessia piensa rápido para sacar a Eddie de aquí sin lastimar más su brazo—se habló a sí misma.
Trató de cargar a su amigo. Pero a pesar de que era chiquito, era mucho peso para Alessia.
Soltó un suspiro de resignación y se tiró al suelo junto a él.
Podía ir a pedir ayuda a Stan y los chicos, pero tenía miedo de dejar solo a Eddie por unos momentos y que eso se aprovechara de aquello para hacerle daño a su amigo.
¡Richie! ! Richard Tozier! Tienes que salvarlo, ¡AHORA!
—No no no—se sentó rápidamente. Miró a su costado, observando a Eddie quién estaba todavía desmayado—. No puedo dejarlo, pero Richie...
Tal vez había pasado minutos desde el aviso de aquellas voces sobre Richie. O tal vez solo había pasado unos simples segundos.
Miró la habitación donde se encontraba, todo se veía sumamente asqueroso. Las sillas rotas y el refrigerador le hizo suponer que se encontraba en la cocina.
Qué ironía. Estamos en su cocina y nosotros podemos ser el almuerzo.
Eddie despertó dando una bocanada de aire y miró a todos lados desorientado.
—¡Hey! Eddie, tranquilo—trató de calmar a su amigo.
El chico trató de regular su respiración, pero al ver su brazo roto se le hizo una tarea imposible.
—Eddie tenemos que salir de aquí—trató de parar a su amigo, pero el sonido de la refrigeradora la hizo detenerse—. Oh mierda. Edds, retrocede—se puso delante del adolescente—. Maldito payaso—dijo desesperada mientras buscaba algo con que defenderse.
—Hora de flotar—habló el ente mientras avanzaba de una manera lenta y divertida pero sin duda escalofriante.
—¡No te acerques!—exclamó Alessia mientras empujaba a Eddie hacia atrás.
El payaso soltó un gruñido y lanzó a Alessia hacia un lado, dejando al chico desprotegido.
La castaña se paró como pudo, dio un paso hacia su amigo, pero eso acercó el brazo de Eddie a su boca, sus ojos amarillos transmitían un claro mensaje «Acércate y le arrancaré el brazo de un mordisco», así que lentamente dio un paso hacia atrás.
—Es tan delicioso—tocó el rostro del chico—, ¿O no, Ale?—preguntó con inocencia fingida para después mostrar una sonrisa enferma.
Los ojos amarillos del ente se volvieron blancos al mismo tiempo que las voces se activaban en la cabeza de la castaña.
Vamos a matarlo.
Agarra algo y metecelo por el cráneo.
Y como si fuera una orden su cuerpo se movió de forma automática. Agarró un palo de madera que se suponía que era la pata de la mesa destruida.
Se acercó rápido al payaso y de un solo golpe volteó su espantosa cara, obligandolo a retroceder.
Sin previo aviso una de las tantas puertas se abrió de golpe dejando ver a Bill y a Richie.
—¿Esto no es real para ti, Billy?—habló el payaso—¿No soy real para ti?—su voz salió aguda—. Fue bastante real para Georgie—y se lanzó sobre ellos.
Alessia volvió a respirar cuando vio que el payaso no llegó a sus amigos, sino que Beverly se atrevió a traspasar una lanza en la cabeza del estúpido payaso que los atacaba.
—¡Tranquilícense par de idiotas y saquen a Eddie de aquí!—gritó la castaña.
El payaso volteó y con una voz gruesa habló—Fue la mejor delicia que saboree—señaló con sus garras el brazo vendado de Alessia.
—¡Ben! ¡Muevete ahora!—ordenó la castaña, pero fue demasiado tarde, el estómago de Ben ya se encontraba sangrando—¡Hay que salir de aquí! ¡Bill! Necesito que me ayudes a levantar a Ben—llamó a su mejor amigo—¿Bill?¿¡Bill!? ¡¡Estúpido con complejo de héroe, dónde rayos estás!!
Los adolescentes veían como el auto de la señora Kaspbrak se alejaba cada vez más. Llevándose consigo a su amigo malherido.
—Ya vi el pozo. Sa-sa-sabemos donde está y la próxima iremos preparados.
—¡No!—se negó Stan—. No habrá otra vez Bill, ¡Estas loco!
—¿Por qué?—defendió la pelirroja a Bill—. Sabemos que nadie más va a hacer nada.
—¿Viste a Eddie, Beverly?—habló la castaña con enojo—. Ninguna de ustedes va a volver ahí, NINGUNO—ordenó.
—No podemos fingir que se va a ir—también empezó a enojarse la pelirroja—. Ben, tú lo dijiste, eso vuelve cada 27 años.
—¡Bien! Tendré 40 y muy lejos de aquí. Creí que tú también querías irte de este lugar.
—Si, pero quiero hacer algo importante, no huir.
—Beverly—la llamó Alessia—, las personas que se creen valientes siempre terminan siendo damiselas en apuros—y recibió como respuesta un dedo medio.
—Hay que enfrentar los hechos, el mundo real. Murió Georgie.
—Richie.
—No hagas que nos maten también—intentó irse el bocazas, pero Bill lo detuvo.
—Georgie no está muerto.
—No pudiste salvarlo, pero te puedes salvar tú.
—No, di-di-disculpate, estás asustado, al igual que todos pero disculpate—lo empujó, lo que llevo a más empujones hasta que Bill respondió con un puñetazo.
—¡Bill!—exclamó Beverly.
Alessia no se quedó de brazos cruzados y se acercó a su amigo. Nadie vio venir los siguientes movimientos de la castaña, es más, nunca había llegado a levantarle la mano a Bill.
El tartamudo llevó su mano a su cachete que se encontraba rojiza, su rostro mostraba sorpresa mientras examinaba a Alessia con la mirada.
El lugar se había quedado en silencio, pero no por mucho tiempo.
—Vas a sacarte esa idea de la cabeza, Denbrough. No volverás ahí, me entendiste—bravó con furia la castaña.
—Vamos Alessia, tu no tienes nada que perder—aquello le había dolido—. No sé cuál es tu problema de volver ahí.
—William, ser una perdedora no significa que no tenga nada que perder.
Retrocedió hasta estar al lado de Stan Richi y Ben.
—¿¡En-Entonces simplemente esperaras a que te mate!?
—Es lo que eso quiere, quiere separarnos.
—Seguiré disfrutando de mis locuras hasta que una de ellas me mate—se dirigió a Bill, ignorando a su amiga.
—Pues yo también planeo seguir con vida—apoyó Richie.
Alessia dio una última mirada a Bill, antes de agarrar la mano de Stan he irse junto a Richie.
Definitivamente, los perdedores se habían separado.
Eso logró su cometido, separó al grupo.
Al parecer Alessia y Bill no hablarán por un buen tiempo.
¿Les ha gustado el capítulo?
Me gustaría que comenten en los capítulos ❤
•••
El capítulo está dedicado a angeles_woods
Bueno... hasta aquí mi reporte.
¡CUIDENSE!
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