𝙸𝙸↬la cнιca oвѕeѕιonada con el prιncιpιтo.
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ᵉᵖⁱˢᵒᵈⁱᵒ#2
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《Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo.
Nunca se les ocurre preguntar: ¿qué tono tiene su voz? ¿qué juegos prefiere? ¿le gusta coleccionar maroposas?
Pero en cambio preguntan: ¿qué edad tiene? ¿cuántos hermanos? ¿cuánto pesa? ¿cuánto gana su padre?
Solamente con esos detalles creen conocerle. Pero nosotros que comprendemos la vida, nos burlamos tranquilamente de los números》.
¿Qué acaba de pasar? Inicialmente estaba la gratitud del Director Martin por algo que no concluyo de concebir con respecto a la castaña, y ulteriormente, la inaudita reacción de la chica al notar que su libro despertaba mi atención ¿Por qué esa chica es tan rara? Nunca había visto nadie como ella. Realmente su fachada predomina con respecto a otras chicas. Pero la verdad es que su modelo de actuar no concuerda al de nadie. Sus reacciones son insólitas, nunca he visto a nadie actuar a su manera ni parecido, por eso para mí es muuuy rara ¿Podría ser que la conozco hace muy poco tiempo? Sí, tal vez me estoy aventurando a criticar un libro por su portada, aunque mi sentido de brujo no opina lo contrario de mis conjeturas. De igual forma me queda mucho tiempo para descubrirlo.
Genial, ahora esa tal Kylie despierta mi curiosidad ¡Qué extraño!
Fuera del salón reiteradamente avizoré mi "infierno helado" como lo catalogó Beomgyu ¿Acaso solo las habitaciones o salones gozan de calefacción? ¡Dios, me voy a morir de hipotermia un día de estos! Me sumí tanto en abrazarme a mí mismo e injuriar en tono bajo mientras cavilaba en retroceder para evadir al frío, terminé privándome de advertir a las dos personitas las cuales esperaban por mí en el pasillo.
- ¿Hyung, ese frio que sientes es normal? -inquirió cerca de mi oído.
- ¡Ay, mamacita! -chillé trasladando mi palma contra el órgano palpitante. Mi reacción toda despavorida le despojó fuertes carcajadas al par de personitas las cuales atentaron contra mi vida- ¡Beomgyu, casi me matas de un infarto!
- Lo siento, Hyung -continuó riendo como foca ahogada-, nunca creí que te asustarías tanto. Solo te hablé mientras estabas distraído.
Casi me saca el corazón por la boca y piensa que "sili mi hiblí miintris istibi distriídi".
- Beom -susurró la chica pinchando las costillas de mi compañero-, ya casi es horario de almuerzo.
Cierto. Olvidé la presencia de la pelirroja con el susto ¿Será su novia? Justificaría porque siempre estén juntos, ¿no?
- ¡Tienes toda la razón, Sofí! -Le contestó el azabache, luego volteó e precisó sus ojos castaños en mí- ¿Hyung, te gustaría almorzar con nosotros?
- Tampoco es como si contara con más compañía para rechazarlos.
- ¡Wiii, tengo un nuevo mejor amigo!
Tras manifestar su emocionado gritico, agarró a la pelirroja de una mano y a mí por la otra, arrojándose a correr mientras remolcaba de nosotros por los empalidecidos pasillos ¿Qué le pasaba a este chico? No solo quería matarme de un infarto sino que pretendía hacerme besar el piso. Estoy empezando a especular que su amistad podría resultar un peligro público para cualquier ser vivo.
Circulamos prontísimo por los pasillos. El presuroso ritmo que conducíamos apenas me permitía grabar la trayectoria en mi mente. La próxima vez que acuda acá voy a solicitar orientaciones.
Llegamos al comedor. Este lugar, concordando con la estética del psiquiátrico, seguía manteniéndose de puro blanco. La iluminación era un poco más tenue, de igual manera se podía observar claramente todo. Había muchísimas mesas, una docena para ser más específicos; cada una contaba con cuatro sillas y un jarrón con rosas artificiales, ¿adivinen de qué color? Ajá, blancas. Y lo mejor de todo, ¡había calefacción! Usualmente me empezaba a encantar por este último detalle.
La compañera de mi amigo osó escoger la mesa para nosotros. La última y adyacente a una ventana de cristal que exteriorizaba el tullido bosque. Lo que hizo a continuidad me dejó con la boca abierta pues tomó asiento, despojó sus guantes de tela rosas y se colocó unos de látex con el mismo color. De uno de sus bolsillos sacó un pomito con constitución graciosa y esparció el contenido transparente sobre la mesa por todo el espacio cercano a ella.
Ok, eso sí fue raro.
- No te asustes por este comportamiento de Sofía. Está aquí por eso -interrumpió Gyu mis pensamientos, seguramente mi cara lo decía todo.
- ¿Es misofobia, no? -Sugerí ladeándome a mi amigo-. Lo he visto en películas.
- Sí, es un TOC por las bacterias.
- No lo sabía, lo siento. Me disculpo si mi reacción fue exagerada con respecto a tu novia.
- ¡¿Novia?! -escandalizó tornándose rojizo cual tomate maduro-. No, nonono. Sofía es mi mejor amiga. Hemos sido amigos desde la infancia. S-sí, eso. Emh, solo... amigos.
Solté una risita divertida. Lo tenía pillado. Aquí estaba ocurriendo el clásico cliché de friends to lovers. Beom se le nota que no sabe disimular para nada, en realidad, ¿cómo podía ser tan obvio? Estaba rojo, nervioso y jugueteando con sus dedos ¡Qué tierno! Seguramente la de cabello cobrizo es su único y primer amor.
Ahora la cuestión es, ¿cómo es que ella no lo ha descubierto?
- Claro, claro. Te tomaré la palabra -insinué codeando sus costillas-. Por cierto, no te voy a cobrar por concejos, bro.
- ¡¿Eres bueno en el departamento del amor?! -vocalizó con emoción en la voz y sus ojitos castaños se esperanzaron.
Pésimo. He tenido una sola novia y me engañó a la semana con un tipo de la universidad ¿Lo peor? Nunca llegué a sentir algún sentimiento amoroso con ella ni nadie. Tal parece que me bautizaron con sal en vez de agua bendita porque descubrir alguien más salado que yo tienen que pedirlo de fábrica.
Es eso o soy asexual.
- Lo que importa es que soy bueno dando concejos -proclamé y busqué rápido otro tema para no quedar en ridículo-. ¿Vamos por las bandejas o nos quedamos a ver a "tu amiga" desde lejos como unos acosadores?
- Vamos por las bandejas. -Ja. Él también quería cambiar el tema.
¿Cómo puede ser tan obvio, Dios mío?
Una señora con cara de malhumorada, ojos claros sin expresión y faz paliducha e rugosa; se encontraba detrás de un mostrador vestida con ropas albinas y delantal gris. Todo muy acorde a la temática del manicomio, perfecto. Parecía sacada de una peli de terror.
- No mires mucho a la señora Norris o te aparecerá en las pesadillas -murmuró confidencial mi amigo tomando lugar enfrente para recibir las bandejas con comida- ¡Hola, señora Norris! ¿¡Qué hermoso día nos acompaña a qué sí!?
La señora Norris formó una mueca de mal genio, le entregó gruñendo dos bandejas -una para Sofía y otra para él-, y luego me proveyó una con evidente desdén. Esa señora es muy amigable. Y sí, es ironía.
- Es muy agradable Norris, ¿cierto? -bromeó mi compañero mientras nos disponíamos a tomar asiento en la mesa.
- Mucho.
De vuelta en la mesa, Sofía nos recibió cordialmente. La entiendo, es tímida y me acaba de conocer. No tiene suficiente confianza aún. Ella en partes me recordaba a mí. Y yo soy el típico introvertido que espera a un amigo extrovertido para que lo adopten. Beomgyu me había acabado de adoptar en el día de hoy.
- Siento no presentarlos antes -mencionó Gyu, atrayendo nuestra atención mientras comíamos la "buena" comida del psiquiátrico- Sofí él es Yeonjun, mi nuevo compañero de habitación y apellido. Yeonjun, ella es mi mejor amiga Sofía Reiss.
- Un gusto -verbalicé con una sonrisa amistosa.
- Igualmente.
Fue su respuesta asintiendo lentamente con la cabeza, revolviendo su cabellera roja cobriza en matiz oscura, extraordinaria y prodigiosa por ser natural; con tenues ondas caía libre rebasando los hombros; brillante, flameante cual chispa de fuego cuando la tanteaban estelas solares gracias la ventanilla. La amada de mi amigo es bajita, me atrevo a deducir que apenas aventaja unos centímetros a Kylie. Porta un lunar debajo del ojo izquierdo, ojos marrones como las montañas de hojas en otoño y un surco de pequitas en el puente de la nariz viajando hasta las mejillas. La tez la tiene tan emblanquecida que rozaba la palidez, con complexión delgada y movimientos delicados como una niña jugando a las princesas. Además, la lanuda bufanda de la misma coloración que los guantes, le daban el toque fino de la feminidad.
Hay que admitir que es muy atractiva igual que un personaje literario femenino, no para mí, para Gyu. Desde el instante que supe el interés de mi amigo hacia la pelirroja, ella pasó a ser un hombre en mi mente. Porque: chica más amigo es igual a hombre. Lo siento, es mi ideología y no la cambio.
Además, mi curiosidad está dirigida hacia una sola chica y el porqué es taaan rara.
- ¿Puedo hacerles una pregunta? -inquirí levantando un tema de conversación. No esperé una respuesta cuando lancé la pregunta- ¿Por qué se asombraron tanto cuando me senté junto a Kylie?
Los chicos se miraron el uno al otro suspicazmente. Eso estimuló más mi indiscreción ¿Por qué reaccionaban así con respecto a la chica extraña? ¿Será porque saben la razón de su rareza?
- Todos creímos que te sentarías junto a Jay, el otro chico del salón -Sofía se dirigió a mí por primera vez.
- Él no me quería cerca, me lo decía con su mirada.
- Jay es así debido a su TOC con el orden -declaró nuevamente la chica, alzando los hombros y echando un vistazo a Beom-. Cualquier cosa que altere su orden lo puede exaltar. No te lo tomes a mal, es un buen chico.
- Sí, claro, "buen chico" -bufa Gyu, captado por mi radar como celos-. Realmente solo nos asustamos de verte junto a Kylie.
- ¿Asustarse? ¿Por qué? Chen me agradeció incluso por sentarme junto a ella.
Actualmente entiendo menos las cosas con respecto a la castaña.
- Es lo mínimo con Kylie loca de remate -satiriza Gyu.
- ¡Beomgyu! -Exclamó la chica proporcionándole un golpe en el hombro-. Es muy delicado para decirlo así en voz alta.
- ¿Cómo que loca de remate? -inquirí perplejo.
- Kylie es esquizofrénica, Hyung -continuó ignorando los regaños de la chica- Hay distintos tipos pero todos sabemos que los internados con esa condición son peligrosos ¡A Sofí casi la asfixia uno del segundo nivel mientras intentaba escapar! ¡Son peligrosos! ¿Te acuerdas cuándo te hablé de una intrusa entre nosotros la cual permanece libre por ser hija de Chen? Pues esa chica es Kylie.
Concebí en ese intervalo de tiempo el "estereotipo" del que hablaba Chen conmigo hace poco. Intuía el miedo de estos chicos por una mala experiencia con pacientes del segundo nivel, pero el psiquiatra portaba un juicio razonable, conocimiento, sapiencia, prudencia, sensatez. Kylie no me va a hacer daño, no nos hará daño; tal como él lo planteó. Tampoco reputo que ellos se refieran a ella por crueldad o vileza, solo tienen miedo. No tienen el conocimiento requerido y les espanta aventurarse a hallarlo.
Por eso el Martin yacía tan contento de verme junto a su hija. Debo ser la única persona en osar aproximarse a Kylie; él único que eludió, sin siquiera saberlo, todo una montaña de prejuicios.
Comprendo ya porque es rara, su manera de actuar o responder, y siento clemencia por ella ¿Cuánto tiempo llevará sola, sin amigos, sin alguien con quien hablar? Ahora comienzo a sentir empatía con ella porque sé que llegado un momento donde todo el mundo empieza a puntear algo en ti, la persistencia de ello hace que lo comiences a creer también, y termina siendo un círculo vicioso. Creen y crees. Casi por obligación de nuestra naturaleza empiezas a convertirte en eso.
- Hablando de la reina de Roma. -Cabeceó Beomgyu en dirección a la puerta.
Kylie estaba ingresando con una tierna sonrisa mientras daba brinquitos similar a una pequeña, fue a por su bandeja y tomó asiento apartada de todos, lejos, muy lejos del mundo que la abandonaba por una etiqueta sobre ella ¿Cómo podía verse tan positiva en una situación como la suya? ¿Tal vez aprendió a vivir con ello?
Verla nuevamente me hizo sentir un poco en deuda. La traté muy mal la primera vez que nos vimos y la ignoré en el salón cuando fui yo quien decidió sentarme junto a ella, ni me disculpé. No lo sabía en ese entonces, ella solo necesitaba ser tratada con más tacto. La esquizofrenia no es contagiosa ni deja ser una humana por ella. Sí, hay casos peligrosos como el que se toparon mis amigos. Pero no por algunos hay que tacharlos a todos. Corazón. Empatía. Juicio. Eso necesitamos los humanos que verdaderamente sabemos triunfar en la vida.
- Voy a verla.
Mi frase alteró a Gyu tanto que se atragantó con la comida y la chica me miro alarmada, como si me hubiese vuelto loco. Temen, es natural, pero si yo no lo hago, ellos comenzaran a perderlo igual.
- ¡¿Enloqueciste, Hyung?! -Murmuró mi amigo con exasperación- ¡Ya es peligroso que te sientes junto a ella en el salón!
No le respondí, en su lugar, depilé una hoja de mi libreta de anotaciones y con el bolígrafo comencé a trazar una flor. La rosa tal cual me la pidió. Estaba apresurado para no perder a la chica antes que terminara su tiempo de almuerzo, que el dibujo resultó chapucero, tosco, sin encanto. Todo un asco en comparación con los otros que ella denegó. Si me rechaza este lo voy a entender, mi único cometido es hablarle.
- Deséenme suerte -fueron mis palabras dejando atónitos a mis compañeros- ¡Kylie!
Ya estaba en la salida del comedor para cuando la alcancé. Sus pequeños ojitos de chocolate marrón se desplegaron superlativamente, sorprendidos, dulces; aunque pude notar como vislumbraron destellos de curiosidad en ellos. Ese par de ojos me seguían atrayéndome cual imán positivo a uno negativo. La veía y lo primero que buscaban mis ojos eran los suyos. Quizás solo sea simpatía, ¿no?
- Hola otra vez, Kylie.
Entre sus manitas seguía aquel libro que parecía atesorar como una joya de diamantes, lo ciñó más a sí por cuenta del fisgoneo de mis ojos, y levanté la mirada buscando otro punto de referencia, cayendo sin paracaídas en aquellos ojitos marrones.
- ¿Yeonjun?
- Yo, emh... -¿Ahora que se supone que le diga? ¡Piensa Yeonjun! ¡Basta de quedar como un idiota!- Quería decir que lo siento y darte esto.
Le extendí el trozo de papel mal doblado esperando que rechazase aquella rosa con ojos y boca mal hecha. Daba vergüenza mi dibujo. Quizás debí dárselo mañana en el salón y haberlo preparado un poco más con más tiempo. Sí, eso fue lo que tenía que haber hecho.
- Sé que quedó horrible pero-
- ¡Así es como yo lo quería! -Interrumpió mi penosa charla, lanzándose a mis brazos con un fuerte abrazo-. ¡Gracias, gracias!
No sabía si debía devolvérselo, me había tomado de sorpresa y quedé estático hasta que se alejó un poquito dando brinquitos justo como llegó.
Vale, eso fue raro. Ella era rara... pero ya la comprendía un poco más.
- Yeonjun -me llamó inmediatamente de regresarme de la luna y encontrarme exactamente como me había dejado.
- ¿Uhm?
- ¿Sabes lo que es un rito?
El par de ojitos achocolatados irradiaban cautivos de expectativas, interesados en mi respuesta, emocionados como cualquier niño cuando empieza a hacer un nuevo amigo. Sus labios dibujaban una sonrisa, y sus movimientos aunque infantiles mientras ladeaba la cabeza como cachorro, la hacían ver muy tierna.
No engañaré, por un momento no deduje su pregunta. Pero luego de ver el libro nuevamente entre sus manos lo comprendí todo ¿Acaso tejía cada situación en su vida poco a poco, en búsqueda de aventura y emoción, inspirándose en El Principito? Tal vez le gusta demasiado y por eso lo lleva a todas partes con ella.
Al menos ya sé qué responderle.
- Es algo que se tiene demasiado olvidado -comencé a citar las palabras del zorro en el libro. La vi entusiasmarse e iluminar su mirada. Terminó conmoviéndome y advertía que tenía que continuar-. Es lo que hace que un día no se parezca a otro día y que una hora sea diferente a otra.
- ¡Seguro! -expresó feliz, haciéndome un tipo dichoso en la tierra por el simple hecho de saber que logré hacerla feliz- ¿Te gustaría hacer un rito?
- Uh-hum -tarareé sonriendo contagiado de su emoción.
- ¡Genial! ¡Nos vemos mañana!
Retornó un abrazo que no me dio tiempo a devolver y volvió a marcharse, saltando y abrazando el libro, y un papelito mal doblado.
Ahora no estaba confundido, más bien, contento. Estoy seguro que esta decisión de lograr una amistad con Kylie será suficiente para que el resto de chicos no le tema, y de esa manera, tendrá amigos. Voy a acabar con ese estereotipo.
Lo inimaginable para mí fue que sin percatarme he dado consentimiento para ser... domesticado.
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Holi, espero que disfrutaran el segundo cap de este libro.
Tengan una bonita noche, tarde, día o madrugada ^^.
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