Todos los dias la pequeña de ojos grandes se sentaba en el patio a jugar con sus amigas a las muñecas mientras que el pequeño pecoso no dejaba de seguir a cierto cenizo de un lado a otro.

De vez en cuando miraba de reojo a Asui, no podía dejar de embobarse con su belleza. Un día sin darse cuenta escucho una conversación de las niñas con las que estaba.

— ¡Wakala! Los niños dan asco.— Hablo una chica mitad caballo.

— ¡Si! Son sucios y grotescos. — Exclamo una de cabellos verdes.

— No cuidan el ambiente.— Comenzó una tímidamente.

Asui solo las observaba discutir en silencio, Deku miraba escondido esperando no ser visto.

— Yo creo que son agradables kero algunos.— Finlamente habló la pequeña rana.

— ¡Lo dices por ese tal Midoriya! Se la pasa mirándote en los recesos.— Hablo la mitad caballo.

Eso hizo que un rubor inesperado comenzará a brotar en las mejillas de Deku.

— El es muy tierno, no creo que sea sucio y grosero. — Exclamo la pequeña.

Las demás hicieron un sonido de desagrado.

— Te gusta un niño.— Dijo otra peloverde.

Asui negó varias veces. — Solo creo que es tierno. — Aclaró.

Eso rompió el pequeño corazón del joven de cabellos verdes, decidió ya no escuchar la conversación y marcharse caminaba pesadamente hacia otra parte con un rostro de desánimo.

La pequeña Asui ya había notado que Izuku la observaba desde hace tiempo, ella también ya había notado su presencia varias veces, en el salon, en el recreo, deportes, a la hora de la salida. Era un pequeño muy agradable.

Un día como cualquier otro Asui llevaba con una de sus amigas el bote de agua sucio que habían usado para hacer el Aseo al regresar se toparon con un Niño pelinegro con cuernos que se le acercó a la de ojos grandes.

— ¡ASUI! A IZUKU LE GUSTAS. — Levantó la voz el intrometido niño.

Asui y su amiga quedaron perpleja, en pequeño rubor se hizo notorio en las mejillas de la menor.

—¡No digas tonterías largo de aquí! — Grito su amiga mientras el niño se marchaba riéndose corriendo.

Asui se quedó ahí, en silencio intentando esconder el pequeño sonrojo que había provocado lo que el chico le dijo.

Después de eso, no volvió a ver a Izuku igual, solían sentarse juntos en química pero ninguno de los dos se hablaba por la pena, a la hora del Recreo tampoco se veian muy a menudo y cada que Asui notaba la precendia de Izuku este solo se desvanecía, vaya que estaba avergonzado.