Miles de cosas ocurrían en el mundo subterráneo en esos momentos pero como Magnus estaba ocupado en mantener a Alec con vida. No había estado prestando atención y... Todo le estalló de repente en el rostro cuando vio las heridas de su hijo adoptivo del alma. Raphael.  

Aldetree el imbécil cabeza del instituto había estado torturando al joven vampiro por información que él no sabía. Camille ¿Donde estaba? ¿Con quienes estaba? Y miles de cosas que nadie podría siquiera pensar, solo Magnus conocía...

Cuando la cura término sobre el viejo vampiro, el mas joven de los nuevos vampiros, Simon, irrumpió en la casa del gran brujo de Brooklyn y a los gritos, atacando a Raphael.

- ¿DONDE ESTA CAMILLE? - Magnus rodó sus ojos de gato, con ellos no pretendía ni gastaba magia para ocultar su marca de brujo ¿Que no podía tener un dia de paz?

- Vos también con esta estupidez! - El brujo de casi 800 años se paró entre ambos, frenando una posible pelea y largo el comentario mas acorde al momento:

Entre tragos y gritos todos llegaron a una solución y a una búsqueda entre todos de la nefasta creadora compulsiva de súbditos. Ni nombrar EX. El brujo se quedó en su casa buscando la manera de solucionar otras cosas que había dejado pendiente. Extrañaba horrores a su Alexander pero no quería llamarlo, ¿Y si estaba enojado? Sabia que habia unos temas turbios con su parabatai ahora y...

- Encontré esta caja! - Dijo Simon de repente parado detrás de él. - ¿Significa algo? 

- Lo significa todo. Es la tierra de la tumba de donde renació, es importante para ellos. Es como... Una manera muy fuerte de convocarlos. 

- Eso quiere decir que... La encontramos. Ya todo se soluciono! 

- Atrás polluelo. De esto me encargo yo... Anda.. Por ahí.. - Lo fue empujando hasta sacarlo de su loft y ahi se quedo con la mano sobre la puerta que acababa de cerrar.

Estaba a punto de entregar a la Clave a... Su ex.

×

Se paró justo en el centro de la habitación mientras realizaba el conjuro para traerla. Una luz enorme iluminó todo el loft del brujo e hizo aparecer a la exuberante joven y bella vampiro. Se miraron por un minuto largo y esta sonrió.

- Elegiste mal.

- Estoy haciendo lo correcto - Está rodó sus ojos ante esas palabras.- Todo lo que estás haciendo esta lastimando a los subterráneos, a mis amigos, mi familia. Ellos son como mis hijos, sabes que no puedo tenerlos... 

- Siempre tan sentimental Magnus. No me refería a esas cosas que andan por ahí. Me referia a vos y al cazador.. De todas formas se como es esto.. En unos años vas a volver a mi, como siempre lo haces.

- No metas a Alexander en esto.

- Siempre vamos a ser vos y yo. Siempre Magnus.

Magnus, el gran brujo, se alejó con dolor de la cárcel momentánea de plata que había creado y levantó la mano sin decir nada. Dejando que su magia hiciera desaparecer todo en un gran portal hacia donde debía estar Camille, con la Clave, lejos de todos los subterraneos, lejos de sus dramas. El dolor le inundó el pecho, pese a que era lo correcto... No era agradable entregar a alguien que se habia amado por tantos años. Su corazón añoro contención... Amor... A el.