Las palabras salieron de la boca de Valentine "Reddite animas nostras." pero era Magnus quien las decía. Intentó retrasar y ralentizar el hechizo pero no pudo por mucho, al parecer el idiota de Jace estaba prisionero o algo asi y habia apuro.

"In earum corpora." dijo con seguridad Valentine desde los labios del cuerpo de Magnus. Ambos tomaron el trago y esperaron. 

Una explosión y una gran confusión hizo que todo temblara en su ser, cuando Magnus se terminó de orientar en tiempo y espacio ya estaba en su cuerpo, la zanahoria se llevaba a Valentine de un empujón hacia un portal y Alec se acercaba corriendo a él.

Sabría que vendría. Sabia que estaria ahi para él.

- Alexander... - Susurro.

Todo era tan confuso, todo estaba mal. Le dolía el corazón como si se sintiera traicionado pero no entendía si eran sentimientos de él o de Valentine ¿Por quién se sentía traicionado? ¿Era por Alec?

Su cazador lo ayudó a levantarse "Voy a limpiar esto" le dijo, aun no lo podía mirar a la cara y en cierta forma lo entendía... 

El brujo camino hasta la habitación se quedó un largo rato mirándose a los ojos, sus ojos reales de gato. Movió sus manos y ágilmente se acomodo el cabello y el maquillaje. Tenía que hablar con su Alexander.

Paso por al lado de Alec mirando sin entender porque juntaba los vidrios del piso si con un movimiento él los podía juntar. No ahora eso sí, se sentía agotadisimo. 

El dolor en su pecho.

El dolor era tristeza.

La tristeza que las torturas le habían ocasionado se hicieron presentes ahora que estaba en su casa y de vuelta en su cuerpa pudo tomar conciencia.

- Esa runa de la agonía... 

- Lo siento tanto Magnus. Decime que puedo hacer...

El brujo no contestó, todo el dolor y el miedo aparecieron y se hicieron presentes en su mente y corazón. El cuerpo le dolía completo. La confusión le llenaba cada espacio en blanco posible ¿Cómo era posible que las torturas que se hicieron en otro cuerpo se sientan en otro?

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