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La fiesta había terminado y ya todos se habían ido. Alexander se aseguro de eso para estar solo con el brujo, su brujo. Camino hasta Magnus. Sabía que tenían que tener esa incómoda conversación pero aun no estaba listo. El brujo lo espero hasta que estuvo a su lado y sin observar agregó.
- Hablalo solo si lo queres hacer, no te sientas obligado a hacerlo.
- No me siento obligado Magnus...
- Que bien porque... - Lo observó.- Me asuste mucho Alec. No me gusta una mierda.
- Lo se... No se porque lo hice yo...
- Está en tu cabeza.
- Si, lo esta.
- Sé que esta porqueria aumenta tus miedos pero, eso hizo. No los creo, los aumento. - Magnus apoyó su mano sobre la de Alec.- No sé qué miedos sean pero, quiero que sepas que cualquier cosa que pase, podes contar conmigo para lo que sea.
- ¿Crees que los subterráneos sientan resentimiento con vos por estar con un Shadowhunter?
La repentina pregunta desconcertó a Magnus pero a la vez lo guió para saber hacia donde iba la cuestión. Ese era el miedo del joven cazador.
- Seguramente, pero me importa una mierda.
- No digas eso, es tu gente. Te importa.
- ¿A vos te preocupa?
- Creo que sí. - El brujo miró de nuevo hacia la ciudad.
- Entiendo...
- Pero eso no quiere decir que no quiera estar con vos. Me gusta estar con vos, me gusta ser tu novio y... Todas las cosas que hacemos.
Magnus lo observó.
- Todas las cosas que hacemos.. - Magnus levantó una ceja y Alec rodó sus ojos, el brujo adoraba que hiciera eso, adoraba irritarlo y hacerlo sonrojar.- Y las que nos quedan por hacer.. Mi querido Alexander.
- Si bueno pero... - Alec se incomodó y Magnus apretó sus labios para no mostrar su gran sonrisa mental llena de satisfacción.- No es momento ahora...
- Siempre es un buen momento para un revolcón. Además - Magnus levantó sus brazos.- ¿Qué más podemos hacer? Solo esperar a la tediosa reunión de mañana, y esta noche casi te pierdo Alec, lo único que quiero hacer es abrazarte y quitar esa idea... - Magnus sintió un dolor punzante en su pecho.- Quitar ese pensamiento de mi mente.
Alec giro para mirarlo y se acercó para abrazarlo.- Lamento asustarte así.
- Por el demonio Alec... - El brujo le abrazó dejando un beso en su cuello.- Nunca más... - subió con sus labios hasta su oído.- Me vuelvas a hacer algo así... - Alec giro y lo beso.
Seguramente no tendrían tiempo para estar solos por un tiempo.
Esta noche, era la última.
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