Diciembre 1 semana - Domingo

Cross se fue alrededor de las once de la noche, habían pasado la tarde jugando videojuegos y compitiendo entre los tres, Error demostró que también tenía algo de habilidad jugando a esas cosas, ganando reiteradamente y hasta ganando la mayoría de las apuestas.

Los tres lo pasaron bien, solo cuando Cross se fue, la pareja se sumergió nuevamente en el silencio incómodo. El moreno no entendía cómo era tan fácil caer de tanta altura anímica, ni el porqué sucedía.

"¿Pensaste en donde voy a dormir?" Preguntó el moreno, Ink asintió esbozando una sonrisilla.

"Sipi, inflé antes de que llegaras el colchón inflable, ¿quieres ir a verlo?"

Error se encogió de hombros y ambos partieron a la habitación del albino, el cuarto estaba sorprendentemente ordenado, parecía que Ink se esforzó en que todo luciera bien. El de ropas cafés se sentó sobre el colchón inflable para posteriormente dejar caer su torso. Error le miró desde arriba, con las manos en el bolsillo.

"Si te quedas ahí pues me quedo tu cama" 

"¡Noo! ¡Mi camita no!"

Ink se arrastró por el colchón para llegar a su cama, pero Error le lanzó su bolso, que no pesaba, para evitar que se moviera. Gracias a eso alcanzó primero la cama ajena, sonriendo con orgullo. Ink rió, mirándole boca abajo.

"Es mi cama"

"Soy un invitado, debo tener los mejores servicios"

"Mmm, ¿quieres chocolate?"

"...¿En todo el día no me ofreciste eso?"

"Es que estaba Cross, él también roba chocolate"

"Tssk, bien, lo aceptaré"

"Haha, por mientras puedes cambiarte, allí está el baño"

Señaló afuera y ambos salieron de la habitación, después cada uno en pijama conversaron un rato hasta que el reloj sonó, eran los doce de la noche. Los dos tomaron la decisión de irse a su propia cama, Error en la inflable. 

Aun así, pese ninguno hablase, ninguno podía dormir. 

Error sentía muchos nervios, quizás el día ya estaba dado por terminado pero él sentía que no, que no era suficiente, su corazón y cuerpo sentían que no había hecho mucho con su pareja, que apenas pudo convivir más allá de jugar videojuegos.

Se pasó las manos por el rostro refregándolo, a ese punto se dormiría frustrado.

"Hey, Error. ¿Estás despierto?"

Su vocecita en un susurro fue muy audible debido a la calma de la habitación oscura, Error se giró quedando boca arriba, mirando el techo.

"Sí, porque me despertaste" Mintió.

"Hoo, lo siento."

Hubo más silencio, Error se extrañó, quería escuchar más de él. Incorporó su torso dándose vuelta, estaba justo a la altura de la cara de Ink, el albino también estaba viéndole, ambos lo hicieron a través de la oscuridad que acostumbraban.

"Oye, Error..."

"¿Ah?"

"¿Todavía sientes lo mismo que hace dos meses?"

Error alzó una ceja, cruzándose de brazos sobre el colchón adverso para apoyar su cabeza ahí.

"¿Qué pregunta es esa?"

Sus voces eran bajas, pese no hubiese necesidad de hacer eso, le agregaba más intimidad.

"Respondeme."

"No estaría haciendo estas cosas si no fuera así" Refunfuñó.

Ink esbozó una sonrisa feliz y tonta, estiró su mano para palmear la cabeza ajena hasta terminar por acariciar sus cabellos negros, Error solo se le quedó mirando, sonrojándose por esos mimos. Se sentía bien, nunca antes pensó que tener los cariños del tontorrón ese iba a ser tan cómodo, tan confortante.

En un arrebato, se levantó de golpe; destapó al menor y se acostó a su lado dejando a Ink desconcertado pero rojísimo, mucho más que Error. Con muchas dudas el moreno le abrazó, intentando no demostrar sus nervios. 

"He ganado." Terminó por decir, a referencia en lograr poner más rojo al otro. 

Ink tenía una cara difícil de explicar, pero Error la catalogaba en no saber cómo procesar, el albino encogió su cuerpo y se acurrucó en el adverso, sonriendo.

"Shh... Se está bien aquí"

Error sonrió, era una sonrisa de un jodido enamorado. No sentía nada más que amor ante ese momento, ambos tranquilos se quedaron dormidos.