Septiembre 1 semana - Lunes

¿Qué diablos había pasado? 

Ambos eran enemigos desde la primaria, se peleaban en deportes y en las notas, siempre queriendo ser mejor que otro, no podía creer que de la nada le había besado. No, no lo había besado, Ink lo había hecho.

Se golpeó la frente con el casillero, repitiendo la acción cuantas veces fuera necesario para quitar de su mente aquel momento, pero aún así podía recordar demasiado bien sus labios sobre los suyos, sintiendo mariposas en su estómago y sudando a mares.

Su mente había borrado lo que había sucedido minutos antes del beso, y ni siquiera había tomado para olvidarse de algo tan importante.

"Hey, tarado".

El moreno miró por el rabillo quien le llamaba, a su lado estaba su compañero Nightmare, apoyado en los casilleros con un brazo a la par que ladeaba la cabeza, su cabello por la gravedad descubría ambos ojos que podían enamorar a cualquier jovencita buscando amor; el aspecto sombrío y reservado de aquel tío era la chispa de ser el centro de atención, cosa que no disfrutaba.

Error se imaginaba que esos jóvenes enamorados eran masoquistas, Nightmare siempre había rechazado esa cortesía superficial de forma arisca, por eso entre los dos se llevaban tan bien, ambos odiaban su alrededor.

"¿Qué quieres?"

"Tienes las orejas rojas"

El menor se cubrió con las manos la zona mencionada, otro rasgo del adverso era su increíble forma de analizar, se sabía todas, era imposible jugar con él.

"Mentira cochina".

"Dices cosas vergonzosas cuando estás nervioso. "Volvió a decir, con sus manos en sus bolsillos se inclinó hacia adelante, esbozando una sonrisa intimidante "Déjame adivinar, te besaron."

"¿¡Eh!? ¿¡Qué coño dices!?"

"Tenías las pupilas dilatadas cuando te golpeabas con el casillero" Volvió a su expresión seria, pero no restaba la diversión que le provocaba molestar a su único amigo "Y puedo seguir".

"¡Ahh! ¡Calla! ¡Eres un acosador!" Y salió corriendo, otra vez.