89.


—He decidido que no eres bueno para mi vida.

—¿Qué?

—Ya no deberíamos vernos, Arge.

—Pero qué... ¿Hice algo?

Y recordó el incidente, incluso antes de UK le respondiera.

—Ofendiste a mi pequeño.

—¡El capitalista ya está grandecito como para que se defienda solo! No tiene nada que ver con lo que vos y yo...

—Si hubiese sido cualquier otro, le hubiese roto la mano como mínimo... Pero eras tú y no pude reaccionar.

—¡Por favor, UK! Ya no es un niño. No necesita que lo defiendas.

—Pero es mi hijo.

—Yo tengo problemas con él... No con vos.

—Es mi lazo emocional que jamás se romperá. USA y todos mis niños son prioridad.

—Pero...

—Son mucho más importantes que incluso Francia... o tú.

—¿No significo nada para vos?

—Significas mucho... —suspiró y bajó la mirada—. Y eso es peligroso... Porque hubo un instante en el que quise priorizarte incluso sobre USA... Por un instante abandoné a mi manada por ti.

—UK...

—Y eso podría traer conflictos... Porque, así como puedo querer proteger, puedo desear destruir.

Argentina la miró sin saber cómo refutar ante algo que todos conocían.

—Has sido encantador, querido. Pero debo alejarme por tu bien y el mío.

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