27.


—¿Y qué tal?

UK dio un sorbo más al mate que le preparó Argentina.

—Está bien.

—¿Solo bien? Pero ¡qué decís! ¡Esto debe ser la gloria! No sólo bien.

—Tal vez debería probarlo de otra forma.

—¿Qué otra?

UK se acercó y unió sus labios con los de Argentina, lamiendo un poquito al final.

Fue obvio que el latino enrojeciera y que el inglés riera bajito.

—¿Qué hacés?

—Tuve la sensación de que el mate sabría mejor desde tus labios... Y era cierto.

Argentina tardó en procesarlo, pero terminó sonriendo.

—¿Querés probar más?

—Me encantaría.

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