—¿Quieres... salir conmigo?

—Te llevó días decir eso —Argentina sonrió.

—Lo sé —se sonrojó—. No encontré la ocasión adecuada para decirlo, así que preferí solo hacerlo —lo miró dudoso—. ¿Quieres?

—Claro que sí.

—Una cosa más...

UK se acercó nervioso y depositó un besito sobre esos labios, solo uno.

Pero Argentina lo sostuvo de la nuca y alargó el beso hasta que por fin quedó satisfecho.

El inglés enrojeció más.

—Rayos —lo abrazó.

—¿Qué sucede, Arge?

—Creo que tengo una erección justo ahora.

UK se quedó callado y lo pensó un poco, pero ¡qué rayos!

—Arge...

—Perdonáme.

—Vamos a tu departamento, está más cerca.

—¿Eh?

—Querías tener sexo conmigo, ¿verdad?

—Sí.

—Yo también quiero hacerlo contigo.