Libertad.
Que mueran, que mueran
Los omegas en Corea,
Los cazadores matan y los alfas se levantan.
Que sí, que no
Que caiga el traidor, porque lo atraparemos sin temor.
Que sigan muriendo,
Los omegas corriendo
Así florezca la pradera
Al sol de Corea
¡Que si, que no!
Que caiga el traidor porque a él lo mato yo.
—Cánticos infantiles.
Era impresionante con la facilidad que volvieron a conectar, como si aquellos cinco años no hubiesen pasado, transformándose de nuevo en los pequeños niños que jugaban de un lado para otro sin malas intenciones ni un mundo que los corrompiera.
TaeHyung y JungKook.
No el omega y el alfa.
—¿Ya te había dicho lo hermoso que eres? —pregunto JungKook mientras ponía su cabeza contra el cuello de TaeHyung.
—Creo que lo has mencionado algunas veces —Lo pensó el rubio con una sonrisa boba mientras le exponía su cuello al alfa —Pero no me molesta volver a escucharlo, en realidad —confesó soltando una risa cargada de travesura.
JungKook sonrió con diversión.
—Te lo repetiré cuantas veces quieras, mi amor —aseguro.
El omega se sonrojo, golpeando con la punta de su dedo la cabeza del pelinegro.
—No me digas esas cosas tan tiernas —se quejo escondiendo su rostro en el pecho del alfa, esperando que este no viese lo avergonzado que estaba.
JungKook rió pero al notar el cómo de a poco el sol comenzaba a salir entre las montañas su sonrisa se empezó a esfumar.
—Cariño —susurro removiendo al omega —mira.
TaeHyung levantó la vista y JungKook se quedó fascinado al ver el amanecer pintando el rostro de su amado.
—Esto es hermoso, JungKookie —aseguro mirando las nubes y el sol, apoyando su cabecita contra el pecho del alfa.
—Sí, es muy hermoso —susurro el pelinegro acariciando el estómago del rubio por sobre la ropa, sin despegar sus ojos del rostro del omega —Pero ya debemos irnos, bebé —recordó —No queremos que ellos se enteren.
Sin poder evitarlo TaeHyung hizo un puchero, levantándose regañadientes.
—¿Vendrás en la noche? —pregunto dejando un pequeño beso en el lunar bajo el labio del pelinegro.
JungKook sonrió y tomando de la cintura al omega le beso los labios con lentitud, disfrutando cada toque y cada ruidito que el de la sonrisa rectangular hacía.
—Sabes que vendré —contesto —vendré igual como lo he estado haciendo estas dos semanas.
TaeHyung rió sabiendo que eso era verdad, ya habían pasado dos semanas en las cuales los dos enamorados se juntaban en la noche a amarse y mimarse para luego, al momento en que el sol despertaba en el horizonte, huir de vuelta a sus hogares.
—Debemos encontrar una forma de dormir mientras estamos aquí —aseguró el rubio pasando distraídamente su dedo por los belfos del contrario, abrazando la cintura al alfa con la otra —Jina ya piensa que estoy enfermo por dormir toda la tarde.
JungKook chasqueo la lengua.
—Ni lo pienses, no desperdiciare mi tiempo contigo en algo tan banal como dormir —se quejo besando la frente del omega —Prefiero estar con sueño todo el día que hacer eso.
Clank.
La pareja se sobresaltó ante el ruido de las ramas sonando y JungKook sin pensarlo apego a TaeHyung contra su cuerpo de manera protectora, buscando al causante del sonido.
Pero por más que mirara no vio nada sospechoso.
—Pudo haber sido un animal —susurro TaeHyung tratando de calmar al alfa —Hay muchas aves y conejos por estos lugares.
JungKook asintió, soltando al omega un poco regañadientes.
—De igual forma te dejaré hasta el final del bosque para ver que llegues seguro a donde la abuela Jina —aseguro haciendo que TaeHyung rodara los ojos con diversión.
—Me tenía que enamorar del alfa más gruñón y exagerado del país —dijo con dramatismo pero luego se carcajeo —Espera, también eres el único alfa que no quiere matarme... eso no me deja con muchas posibilidades.
JungKook gruño.
—¿Me estás diciendo que si hubiese otro alfa que no quisiera matarte te irías con él? —pregunto.
—Tonto alfa —lo insultó TaeHyung robándose un pequeño beso de los labios del contrario el cual no fue correspondido —Claro que no haría tal cosa, estoy enamorado de ti.
La facilidad con la que dijo aquellas palabras hizo calentar el corazón del pelinegro quien orgulloso de aquella respuesta cargó por los muslos a TaeHyung, incrustando su rostro contra el cuello del omega mientras le sacaba una que otra risa a este.
—Y yo estoy enamorado de ti, Kim TaeHyung —aseguro —Aunque seas el adolescente más manipulador y mimado del mundo.
—¿Qué puedo decir? Soy irresistible —bromeo el rubio encogiéndose de hombros, envolviendo sus piernas contra las caderas del contrario.
Juntaron sus narices y se acariciaron con inocencia, balanceándose constantemente mientras jugaban a que mientras uno se acercaba en busca de los labios del contrario el otro se alejaba con picardía, impidiendo el acto.
—Uhm —se quejo JungKook luego de un tiempo, ya algo frustrado de no obtener los besos de su amado.
—Pareces un bebé —se burló TaeHyung —Y se supone que yo era el mimado aquí.
Aun cuando dijo esas palabras se acercó al rostro del menor, juntando sus labios en un beso algo más pasional, en donde sus lenguas danzaban una en contra la otra creando pequeños chasquidos, iniciando una batalla que terminó teniendo al pelinegro como vencedor.
Esos besos que hacían sentir a TaeHyung como si estuviese entre el cielo y el infierno, como si JungKook nunca se hubiese ido.
—Alfa... —susurro TaeHyung entre besos, acariciando con sus delgados dedos el cuello del pelinegro.
—Mi omega —respondió JungKook tocando los muslos del rubio por sobre sus pantalones, sin poder evitar apretar un poco estos, tratando de contener sus manos de ir hacía el redondo trasero del mayor y amasarlo a su gusto.
Clank.
Esta vez fue TaeHyung que se separó, dejando caer sus piernas al suelo y poniendo sus manos en el pecho del alfa, deteniéndolo de seguir.
—Debes irte —recordó con la respiración algo acelerada —YoonGi o NamJoon podrían darse cuenta que te fuiste.
JungKook asintió con la cabeza.
—Tienes razón —susurró pero sonó más como un quejido y besando la frente del rubio por última vez hablo: —nos vemos en la noche, bebé.
Sin esperar otra respuesta el mayor se alejó, caminando hacia su hogar para interpretar su papel de omega despechado.
JungKook sonrió mientras observaba a TaeHyung irse y al notar el cómo el omega entró con agilidad a su habitación se permitió relajarse, caminando directo a su hogar.
Pero no noto el como a la distancia dos mellizos betas lo observaban, hirviendo de rabia ante la insistencia del alfa en buscar al pequeño TaeHyung.
—¿Qué haremos? —Pregunto Hoseok —¿Hablamos con Tae?
Jimin negó.
—Tú mismo lo escuchaste, TaeHyung está enamorado y no le importa el peligro que está corriendo —alegó —Llamaría al manicomio de inmediato pero eso pondría en riesgo a Tae y no queremos eso.
—¿Entonces? —Pregunto Hoseok —¿no haremos nada?
Jimin negó con la cabeza.
—Yo nunca dije eso —gruño —tan solo debemos ser más astutos, dañaremos a ese alfa pero no debemos afectar a TaeHyung en el proceso.
Los hermanos asintieron, dispuestos a acabar con aquel falso romance.
Porque el tiempo era el enemigo de todos y para este amor el tiempo se había acabado.
Nota:
¿Como les esta pareciendo la novela? ¿tienen alguna duda o una teoría de que ocurrirá? Ya termine el fic pero me encantaría escuchar sus respuestas.
pd: la canción original del cántico infantil que puse es "que llueva" solo le cambie la letra.
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