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Capitulo 9:

Tras una noche sin dormir por mantener la mente activa en pensamientos confusos, Tessa se levanto a la mañana siguiente con un terrible dolor de cabeza, y su rostro evidenciaba lo mal que habia pasado la noche.

―Tienes una cara hija ―comentó Danae cuando la vio entrar a la cocina, tomar una taza y servir café ―no dormiste en toda la noche verdad.

―Estaré bien madre.

―¿Te duele la cabeza?

―Un poco.

Danae se acercó, le toco la frente un momento y el dolor fue pasando poco a poco, hasta desaparecer.

―Tengo el poder de sanar ciertas dolencias, no soy lo fuerte que debería pero lo intento.

―Gracias madre, me siento mucho mejor ahora.

―Tess, se que es difícil de digerir, se que todo es confuso ahora pero...

―Descuida madre, lo superare pero... ―dejo la taza humeante que estaba bebiendo sobre la mesa y miro a su madre de frente ―quiero que sepas una cosa.

―Dime.

―No iré, si es que yo soy esa persona que buscan o necesitan para abrir ese portal, lo haré, se los abriré pero definitivamente no iré a ningún sitio fuera de este planeta, no quiero hacerlo, no lo haré.

―Pero hija, no pertenecemos aquí.

―¡Te equivocas madre! ―replico Tess apartándose de ella ―¿no lo ves? Todos ustedes están tan empeñados en pensar y recordar su pasado que olvidan el presente, yo nací aquí, soy de este planeta, es aquí donde quiero estar.

―Pero tenemos un mundo propio, un sitio que es nuestro por completo.

―Aquí también tenemos un mundo para nosotros, porque es necesario gobernarlo, ¿No es suficiente vivir en paz?

Danae no respondió, se apoyo contra la encimera y la miro fijamente.

―Para mi si lo es ―dijo al fin después de unos minutos ―esta bien para mi, esta bien hija, siempre has sido una jovencita razonable, así que... después de que se abra el portal, si no quieres irte, me quedaré contigo.

―Madre, si tú...

―Donde tú estés yo quiero estar.

―¿Aún si todos los demás se van?

―Aún si tan solo quedamos tú y yo.

Tessa pensó en la escena de amor que presencio el día anterior, luego miro a su madre y asintió.

―Esta bien mamá, gracias por comprender.

―Siempre seras lo más importante para mi hija ―le aseguro Danae y ella supo que decía la verdad.

Por primera vez, desde que escuchara a su madre decir que amaba a Jason, comprendía el motivo por el cual lo rechazo y se caso con su padre, entonces una nueva interrogante surgió en su mente.

¿Cuantos de ellos habían tenido que hacer lo mismo?

¿Cuantos de todos esos hijos vivían porque sus padres habían tenido que tomar una dura decisión?

Sonrió, se acerco a abrazar a su madre y suspiro apretándola fuerte.

―Gracias mamá, gracias por todo.

Danae sonrío, y la miro un momento, mientras acomodaba su cabello.

―¿Que harás hoy? Yo debo ir a ver algunas cosas del trabajo, estaré ausente unas horas.

―Pues iremos con Lyon a explorar por el campus, quizás conocer a los otros jóvenes.

―Me parece bien, hazte amigos.

―No prometo nada madre ―respondió sonriendo.

―Al menos intentalo.

―Bueno.

―Ya me voy cariño, se me hace tarde

Se escucho un bocinazo y el timbre a la vez, Danae tomo su bolso y juntas fueron hasta la entrada.

―Jason se ofreció a llevarme, este día también iremos a ver lo del auto, el sabe más y podrá aconsejarme.

―Esta bien ―contesto saludando con la cabeza a Lyon que ya estaba parado en la puerta mirando a su padre que saludaba desde el auto.

―Buenos días señora Watson, mi padre la espera.

―Buenos días Lyon, ya me voy cariño ―beso a su hija fugazmente en la mejilla y camino hacia el auto, se subió y este arranco dejando a los jóvenes solos, mirando a sus padres marchar.

―¿Ya desayunaste? ―le pregunto a Lyon ―porque yo estaba en eso.

―Si ya desayune, ¿Como pasate la noche? ―le pregunto siguiéndola hasta la cocina.

―No dormí nada.

―Tampoco yo, todo esto es tan confuso.

―Lo sé, pero tome una decisión y mi madre lo aceptó.

―¿Que decisión?

―Si soy quien debe abrir el portal, lo haré pero no me iré con todos, me quedare aquí en la tierra.

―¿Y tu madre lo acepto?

―Si.

―Me gusta la idea ―sonrió Lyon ―creo que, haré lo mismo, no siento que deba irme a otro sitio, este es el planeta en el que nací, soy tan humano como todos los demás, sin importar el origen de mis ancestros.

―Veremos como toman nuestra decisión los demás.

―Pues a mi poco me importa ―rio Lyon tomando una manzana del cesto de frutas.

―Tampoco a mi.

―¿Que haremos este día?

―Pensaba ir a conocer a los otros, ya sabes... los del centro comercial.

―Me parece buena idea, vamos juntos.

―Perfecto, deja que cambio este pijama ―rio al notar que continuaba con el cabello revuelto, en pijama y descalza.

Lyon sonrió asintiendo, mientras la veía correr escaleras arriba, esa chica le encantaba por completo.

*

*

―¿Creen que sus padres ya le dijeron? ―pregunto Lenna con el rostro hacia el sol mientras se acomodaba en el césped y mirando a Eydha, mientras esta se acomodaba el cabello.

―Ya lo hicieron ―respondió Ethan sentándose con ellos dejando la pelota de baloncesto junto a el ―ayer hable con Tess.

―¿Y que te pareció? ―pregunto Ariel.

Eydha dirigió la mirada directamente a Ethan mientras este intentaba disimular.

―Me gusta, parece una chica bastante centrada.

Dante comenzó a reír y meneo la cabeza recostándose boca arriba en el césped.

―¿Te gusto una chica centrada? Pensé que te gustaban más como Eydha.

―¡Hey! ¿Eso que significa? ―pregunto la nombrada, mientras Lenna le sonreía a Aleza que se acaba de acercar a ellos, sentándose también.

―Que le gustan más las coquetas, sin cerebro ―respondió Aleza riendo.

―¡Retractate! ―se enfado Eydha poniéndose en pie.

Lenna rodó los ojos, mientras que Ethan se interponía entre las dos chicas que ya se estaban lanzando una contra otra con intención de golpearse.

―Aleza ya deja a Eydha en paz ―pidió Ariel, interviniendo también y tomando a la pelirroja de la cintura.

―¡Tú no te metas! ―se molesto la pelirroja ―todos aquí saben que esta mosquita muerta es la peor de todas.

―Que culpa tengo de que seas tan insignificante que no tengas a nadie destinado para ti.

―No lo necesito, no soy como tú que solo busca un pobre idiota que me mantenga como a un zángano.

Ambas mujeres luchaban por alcanzarse, mientras los hombres intentaban mantenerlas alejadas.

En esos momentos Lyon y Tessa llegaban al parque en el que estaban y se los quedaba mirando fijamente, y luego entre ellos, siguiendo de largo.

Dante miro a sus amigos un instante, luego corrió hacia donde ellos estaban.

―¡Hola!

Lyon y Tess se detuvieron en seco mirándolo.

―Lamento esto ―señalo a todos los que ahora ya se dejaron de pelear y los miraban en silencio ―por lo general somos más... ―se rio negando ―en realidad siempre somos así, ya sabes somos jóvenes.

Tessa miro de reojo a Lyon y este sonrió encogiéndose de hombros.

―Nosotros pensamos en pasar a saludar ―le dijo Tessa ―pero si están ocupados...

―Para nada ―respondió de inmediato Ethan acercándose a ellos ―queremos conocerlos un poco mejor.

―No hables por todos ―murmuró Eydha mirando a Tess con desdén.

―Tu eres Eydha ¿verdad?

La rubia elevo una ceja, miro a Ethan con enfado y luego ignoró a Tess.

―Mi nombre es Ariel y debes ignorar a Eydha, ella piensa que es el centro del mundo.

―Hola, yo soy Lenna, ella es Aleza.

La pelirroja se acerco a saludar con una leve sonrisa, mientras se acomodaba el cabello revuelto.

―Se que parecemos todos unos locos, pero en realidad somos normales.

Tess asintió caminando hacia el sitio en el cuál estaban sentados todos minutos antes.

―Entonces... dice Ethan que sus padres ya le dijeron ―comentó Ariel.

―Si, ya sabemos ―contestó Lyon.

―¿Y que piensan al respecto? ―quiso saber Lenna.

―Pués... no estamos del todo seguros, es todo muy extraño ―le dijo Tess.

―Yo creo que es fabuloso ―rio Dante ― de todos modos aquí es aburrido, conocer un mudo diferente sera genial.

―No lo veo del mismo modo ―negó Tess ―la idea que tienen todos es ir a un planeta que estará al borde de la extinción, en donde tendremos que ponernos a luchar quien sabe con que o quienes, perdiendo todo lo que hasta el momento tenemos aquí, no veo que es lo maravilloso en todo esto.

―¿No sientes curiosidad por lo que podríamos encontrar allá, más allá de las estrellas? ―interrogó Ariel.

―Realmente no.

Aleza sonrió mirando a Tessa de otro modo ahora.

―Ella si comprende, ya se los dije todo esto es una porquería, no entiendo porque están tan emocionados con ir a un sitio que nadie conoce.

―Y las imposiciones ―murmuró Lenna mirando de reojos a Dante ―no es justo que te digan con quien debes casarte cuando ni siquiera tienes la edad para hacerlo.

Todos guardaron silencio un momento pensativos.

―Lenna siempre es la voz de la razón ―sonrió Ethan ― es emocionante si lo piensas desde el punto de vista extraterrestre ―bromeó ―pero desde el punto de vista de todo lo demás, es una mierda.

Eydha asintió enfáticamente.

―No entiendo porque no podemos solucionar el tema de las parejas de otro modo ―se quejó.

―Nos soluciona el tema de estar perdiendo el tiempo conquistando chicas, ya sabes... así es más fácil ―rio incómodo Ariel.

―¡Pues me opongo a eso! ―replicó Eydha mirando a Tess con sumo enfado ―Tú no tendrás a Ethan, no lo permitiré.

Ethan la miro entre sorprendido y algo avergonzado, mientras Aleza elevaba una ceja.

―Te lo puedes quedar ―le respondió Tess ―no me interesa para nada.

Todos giraron la mirada entonces hacia Lyon, este miró a Aleza un tanto incómodo, pasando los dedos por su cabello mientras respondía:

―Tampoco me interesa mucho esto de las relaciones obligadas, lucharé contra eso.

Ahora todas las miradas voltearon hacia la pelirroja, en tanto ella simplemente asentía.

―Ya ven, no soy la única que piensa que podemos pelear contra esa imposición.

―¿Aunque el deseo te domine?

Todos los rostros se levantaron hacia Xavier, quien estaba parado justo allí, mirándolos desde su altura con cierta intensidad en la mirada.

―El humano vive luchando contra sus deseos, podremos hacerlo.

Xavier sonrió mirando a Tess quien ya se levantaba del suelo seguida de Lyon.

―Créeme, no podrás cuando llegue el momento.

―¿Como lo sabes? ―pregunto Aleza poniéndose en pie para enfrentarse a Xavier ―Olvidas que tú ya no tienes más pareja.

―¡Ella vive!

―Con el enemigo.

―Basta Aleza ―pidió Ethan ―déjalo en paz.

―¿Porque? Siempre que uno de los adultos interviene, pretende imponer sus normas, tú escogiste vivir en la soledad, esperando a alguien que no sabes si vive o esta muerta, puedes tener amor verdadero si tan solo olvidaras el pasado.

Xavier y Aleza se quedaron mirando con intensidad por tanto tiempo que todos los demás estaban realmente incómodos por la situación. Entonces Tessa lo comprendió, a la chica pelirroja le gustaba Xavier y este la rechazaba por causa de su novia perdida.

Nadie estaba con quien quería estar, los amores se cruzaban unos entre otros y la orden de su naturaleza extraterrestre luchaba contra la humana. La rebeldía nata en los seres humanos, se oponía a la ordenada y estricta del originario.

―Pelear no es la solución ―intervino Lenna ―solo es necesario ponerse a pensar en el modo de ayudar a todos sin perjudicarnos a nosotros mismos.

Aleza se acerco al oído de Tessa y susurro:

―Ella es pacifista.

Tessa miro a Lenna y le sonrió, si era pacifista entonces se llevarían bien.

Continuara...

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