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Capitulo 6: Un poco de historia Griega.

Parte 2.

Tessa se removió inquieta en la cama, sentía el cuerpo caliente y algo dentro de su cabeza zumbaba como una abeja atrapada y furiosa, se quejo al intentar abrir los ojos, aún más cuando también se quiso incorporar en la cama. Se dejo caer de nuevo, estaba segura de que no había modo en que esas nauseas se alejaran si se movía más.

―Tessa... cariño, bebe esto... ―escucho que decía su madre, entonces las imágenes del monstruo que estaba atacando a su madre vino a su mente haciéndola temblar e incorporar de la cama a pesar de lo mal que se sentía.

―¡Madre! ―exclamo abriendo los ojos.

Se llevo la mano a la cabeza gimió.

―¡Ouch!

―Bebe esto, calmara el dolor ―repitió Danae.

Tessa miro a su madre y luego a su alrededor, como si temiera que algo
salido de la nada fuera a aparecer para atacarlas.

―¿Donde estoy... que sucedió?

―Estas en casa ―respondió Dana de inmediato ―por favor cariño bebe esto para que el dolor se vaya y yo pueda hablar contigo.

Tessa asintió, tomando el tazón con liquido tibio, olía bien y sabia a flores, como si fuera alguna especie de caldo o parecido.

Tal cual como se lo dijo Danae, comenzó a sentirse reconfortada, suspiro con alivio porque la cabeza dejaba de latirle poco a poco, y el ardor del cuerpo cedía.

―Me siento mejor ―admitió Tessa, he increíblemente a pesar de todo lo que sucedió, a pesar de que las imágenes de ese monstruo serpenteante
continuaban frescas en sus recuerdos, no estaba alterada.

―Dime que fue lo que sucedió hace unas horas madre ―dijo mirando la hora en el reloj, más de media noche, era mucho tiempo para dormir después de un desmayo, presentía que había algo más ―porque estuve tanto tiempo inconsciente, que era esa cosa horrible, como es que sabes pelear de esa manera, parecías una especie de amazona... viene por mi ¿Verdad? Esa cosa dijo: eres mía, no se refería a ti, lo sé porque en cuanto me vio solo deseaba acercarse, madre... dime porque razón no estoy alterada después del evento tan traumático que he vivido.

Danae tomo el tazón de su mano, se sentó a su lado, le sonrió suspirando y luego dejo vagar la mirada por unos segundos como si estuviera buscando el modo de decir lo que debía decir.

―Hay algunas cosas sobre nosotras que debes saber ―comenzó a decir volviendo la mirada hacia ella ― esa cosa que viste es una de las hermanas de la gorgona Medusa, sé que tu mente lógica se niega a aceptar que existe pero te pido que en vista a lo sucedido, mantengas la mente abierta y al menos intentes escuchar sin replicar hasta que acabe de decir lo que debo decir, ¿Lo prometes?

―Esta bien, te escucho ―acepto Tessa.

―Hace mucho tiempo atrás una raza de otro mundo... ―comenzó a contar Danae y a medida que iba avanzando, las expresiones de Tessa iban cambiando gradualmente, hasta que solo se quedo mirando fijamente a su madre como si esta se hubiera vuelto loca.

―Ya puedes hablar, dime que piensas ―dijo Danae después de un rato de intentar explicar lo mismo que estaba explicando Jason en la casa vecina.

―¿Todos nosotros somos seres de otro planeta?

―No técnicamente, es que hay algunos que son más antiguos hija, los más poderosos se renuevan.

―¿Se renuevan?

―Si, mueren como lo humanos al cumplir un ciclo de vida pero esa fuerza y poder no se pierde simplemente vuelve al inicio, renace y luego llegado al momento resurge.

―Como un ave fénix...

―Es una buena analogía.

―Entonces, si mueren a su debido tiempo, lo que tu dices es que esos antiguos seres, al renovarse estarían algo así como... ¿reencarnando?

―Si, eso exactamente.

―Entonces no somos hijos de los que amaron a los humanos, no seria posible.

―En realidad si para nosotros porque no es que el ser anterior despierta tal cuál era, sino que solo su poder es el que continua como un ciclo de vida sin fin, el ser que recibe el don debe ser a la fuerza un hijo mestizo.

―¿Porque?

―Porque es un pacto entre los humanos y nosotros, un pacto de paz, el modo perfecto de hacer que confíen en que no usaremos el poder en nuestro beneficio, una demostración de nuestra buena voluntad al habitar su planeta.

―¡Eso es ridículo! ―se acomodó mejor en la cama fijando la mirada en su madre de manera firme ―ya nadie sabe sobre ese pacto, los dioses son mitos, leyendas, nada de eso es real, no existen ni existieron tú misma lo dijiste recién, los extraterrestres son otra cosa.

―¿Estas admitiendo que no crees en los dioses pero si en los alíenigenas?

―Madre la lógica dicta que es absurdo pensar que somos la única especie viva en todo el cosmos, por supuesto que creo en los alíenigenas.

Dana rodó los ojos con cierta impaciencia y luego se puso en pie mirando a su hija desde su altura.

―Escucha, nosotros somos seres de honor, mantendremos nuestra palabra porque recordamos perfectamente haberla dado, no importa que esos a quienes se la dimos ya no vivan, la palabra dada es importante hija mía, además con el primer cambio en la estructura, descubrimos que los conocimientos se conservan mejor y el poder es más fácil de dominar al estar en el cuerpo semi humano de los que han tenido un padre o una madre nacido en este planeta, en resumen, eres humana, naciste aquí y siempre sera de ese modo, pero los dones que te han sido entregados por descendencia son tan antiguos como no tienes idea.

―Ya veo...

―¿Realmente lo comprendes?

―Creo que si, entonces ¿La vasija de quien soy?

―No estoy segura, sucedió algo hace casi 21 años atrás que cambio todo.

―¿Que sucedió?

―Los nacimientos siempre son el mismo día, por lo general al mismo tiempo en todas las mujeres de nuestra raza, es un sistema organizado físicamente y aunque seamos mitad humanas y mitad Sor-Ihim que es como se llama nuestra raza, los nacimientos son como el de los humanos, con un tiempo determinado, pero a diferencia de los seres de este planeta, no necesitamos de 9 meses para gestar a nuestra descendencia, sino solo 6, es importante para nosotros fingir que tenemos más tiempo para poder adaptarnos.

―Entiendo... pero que fue lo que sucedió entonces hace 21 años.

―Ya iba a eso ―sonrió Danae ―eres impaciente, lo que sucedió fue que mientras estábamos todas las mujeres teniendo a nuestros hijos, fuimos atacados por los opositores, algunas de las mujeres que estaban dando a luz fueron asesinadas y muchos hombres murieron defendiendo a su familia.

―Es por eso que no tengo padre y Lyon no tiene madre ―comento Tessa más como reflexión que como pregunta.

―Si.

―Madre, esos muchachos que me cruce en el centro comercial, Lyon dijo que algunos no tienen madre o padre, incluso algunos no tienen ni uno ni lo otro.

―Ellos son parte de nuestra raza también hija.

―¿Es por eso que me sentía atraía hacia ellos? No podía evitar sentir que pertenecía a ese grupo.

―Y es así, todos nacemos con un destino marcado, cada uno de nosotros tiene una pareja destinada al nacer y seguramente entre ellos debe estar quien te pertenece a ti.

―¿Dices que no podre escoger de quien enamorarme?

―Digo que el cuerpo te pedira estar con ese que está destinado para ti, es inevitable, imposible de ignorar, es como amar.

―Eso es absurdo ―se molesto Tessa levantándose y caminando de un lado para el otro ―no me parece justo.

―Es natural en nuestra raza hija.

―¿Es por eso que tú jamas volviste a casarte? ¿Murió mi padre defendiéndonos y después de eso ya nunca volviste a sentir nada por otro hombre?

―No tengo pareja porque no lo deseo hija, cuando tu padre murió me sentí devastada pero por ti logre salir adelante, al instante de nacer, cada uno de nosotros recibe al ancestro que le corresponde, pero en el tumulto de la batalla y siendo que todos los niños fueron puestos en un mismo cuarto para poder mantenerlos con vida, no sabemos que ancestro les toco, solo cuando cumplas los 21 años, lo sabremos.

―¿Y que se supone que haga cuando cumpla los 21 años madre?

―El poder de la luna de plata lograra abrir un portal del tiempo, si logramos pasarlo, lograremos impedir que nuestro mundo sea destruido, podremos regresar a casa.

―Lo irónico de todo esto es que esos ancestros que tú dices viven en nosotros desean regresar a ese planeta ya destruido, pero mi cuerpo pertenece a este planeta madre, ¿No lo has pensado? Ademas... porque no se intento antes, en otra vida, con otra vasija, si dices que se pasa de una generación a la otra, debieron intentarlo antes.

―La luna de plata solo se alinea a la perfección para abrir el portal cada milenio.

Tessa no dijo nada más, simplemente se sentó al borde de la cama y miro al vacío.

―Madre... no se si quiero hacer esto, me gusta este planeta a pesar de que algunos de sus habitantes sean unos idiotas... ―sonrió.

Danae se acerco a su hija, le paso un brazo por el hombro y la abrazo con fuerza.

―Tranquila cariño, no es seguro que tu seas la vasija del portal, quizás sea Lyon o alguno de los otros jóvenes, pero si eres tú... debes comprender que este no es nuestro planeta, no es nuestro hogar.

Tessa podría haber discutido la veracidad de sus palabras, ya que llevaban tanto tiempo viviendo allí que fácilmente se podría decir que si era su hogar pero prefirió guardar silencio.

―Te dejaré descansar, puedes dormir tranquila, nada más sucederá esta noche.

―Tengo aún muchas preguntas madre.

―Lo se cariño, pero debes descansar ahora, mañana continuaremos hablando, despejare todas tus dudas.

―Es bien porque debes decirme como es que sabes pelear como peleas pero no eres capaz de cocinar nada sin quemarlo ―le dijo bostezando.

―Duerme, mañana te contare todo.

―Quiero saberlo todo mamá... ―volvió a bostezar ―me siento tan agotada...

Danae sonrió ampliamente mientras su hija se metía en la cama, la arropo y beso su frente.

―Descuida hija, te juro que estarás bien, cuidaré de ti y no permitiré que nada te suceda.

―No te vayas madre, no quiero quedarme sola esta noche.

Danae se acomodó con ella en la cama, la abrazo y se quedo a su lado el resto de la noche.

Mientras en la casa vecina sucedía algo similar, solo que Lyon no era capaz de conciliar el sueño, todo eso que su padre le acaba de contar parecía un cuento, algo imposible de creer.

*

*

―¿La vieron? ―Me pregunto si sera ella la vasija del portal ―comento Xavier el hermano mayor de Ethan ―en verdad espero que si, porque deseo regresar a casa.

Ethan no dijo nada, solo se mantuvo en silencio mientras, los demás debatían sobre la posibilidad de que Tessa fuera quien pudiera abrir el portal hacia ese mundo desconocido. De todo lo que sabia sobre su raza, su origen y misión en la vida, Ethan consideraba que la imposición de los recuerdos del pasado de alguien más y el hecho de que no podría escoger a quien amar, eran las peores reglas a seguir en todo ese asunto.

De no ser porque hubo esa confusión en el pasado, cada uno sabría perfectamente quien era el descendiente que le tocaba, así como la pareja que tenia destinada y según la descripción de Xavier, el sentir esa conexión era como un nudo atado alrededor de todo el cuerpo, como si nada más que esa pareja existiera, y eso no lo había sentido con Lenna, Aleza, o Eydha, eso dejaba por descarte a Tessa... miro en dirección a Eydha y suspiro profundamente.

Si era Tessa su pareja destinada, ¿Entonces porque se había enamorado de Eydha? No era justo amar a una y saber que por obligación debía estar con otra... definitivamente no era justo, mucho más cuando la veía con Ariel, sabiendo que ella sentía lo mismo que él, pero debía estar con otro.

Continuara...

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