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Capitulo 4: Extraños en la casa.
Prepararse le tomo menos de 20 minutos y fue tanto porque se tuvo que bañar antes, sin embargo a su madre, le tomo más de tres horas. Aún así, cuando por fin apareció, Tess se la quedo mirando impresionada por su belleza. Su largo cabello castaño estaba rizado y recogido a medias, dejando unos mechones que enmarcaban su rostro, su maquillaje era sutil y al mismo tiempo llamativo y ni ella entendía como eso era posible, el vestido que llevaba puesto tenia el estilo griego contemporáneo, en color marfil, con un hombro descubierto y un cinturón dorado que marcaba su cintura.
―¡Estas tan bella!
―Gracias cariño.
―Aunque...
―¿Es mucho, crees que es mucho?
―No para nada, el vestido es elegante, sutil, es sensual pero tus zapatos son muy altos, ¿podrás soportar?
Su madre se rio asintiendo.
―Claro que si, es cosa de niños.
―Yo no podría... ―comento Tessa ―pero tu siempre usas tacones así que... supongo que si puedes. Entonces... ―sonrió suspirando ―¿donde es la fiesta?
―Pues... ―rebusco entre los papeles que estaban todos esparcidos sobre la mesita de entrada junto a la puerta, hasta que encontró una tarjeta ―aquí dice que es en el salón de eventos de la universidad.
―¿Ya pediste el taxi? ―pregunto Tessa.
―¿Taxi?
―Si, mamá la universidad queda de aquí a unas diez cuadras más o menos, es decir en calzado cómodo es nada pero con tacones...
―Para nada, ya te dije que todo estará bien ―sonrió su madre tomando su discreto bolso tipo sobre ―es hora de irnos.
―Creo que debemos comprar un auto ―sugirió Tessa saliendo de la casa.
―Prometo que me ocupare de eso en esta semana.
―Bueno.
Comenzaron a caminar en dirección a la universidad pero cuando apenas llevaban unas dos cuadras Tessa noto que su madre comenzaba a andar más lento y que parecía en verdad muy incomoda y para cuando iniciaron la tercer cuadra Danae directamente se detuvo mirando a su hija con expresión abatida.
―Te duelen los pies ¿verdad? ―pregunto Tessa con una media sonrisa.
―Quizás si es algo difícil caminar tantas cuadras con estos tacones ―susurro Danae suspirando.
―¿Quieres que vaya a casa por algo más cómodo? Tu me esperas aquí y...
―No gracias cariño, pero tu definición de comodidad es muy diferente a la mía y no creo que un calzado deportivo convine con mi vestido, mejor regresemos juntas y después pedimos un taxi.
Tessa asintió, pues le daba igual, la verdad ni ganas tenia de ir a la fiesta por lo tanto si llegaban tarde, menos seria el tiempo que tendría que soportar allí.
Ya de regreso las luces de un auto que iba en dirección contraria a ellas les hizo señas, orillándose a unos metros de donde estaban. Tessa por supuesto reconoció el auto de inmediato.
Eran Lyon y su padre.
―Hola, ¿quieren que las llevemos? ―pregunto Jason.
Ese era su nombre y Tess lo sabía porque los escucho charlar desde el jardín trasero. Y por cierto miraba con admiración a Danae y con curiosidad a Tessa, quien vestía simplemente un pantalón de mezclilla color negro y una camiseta del mismo color con una camisa, el cabello recogido en una coleta en la nuca y un cómodo calzado deportivo negro, estilo botitas.
―Si no es de mucha molestia ―respondió al instante Danae caminando hacia el auto.
―Pero madre...
―Descansare en el auto ―le dijo tomándola del brazo y jalándola ―vamos.
Tessa subió al auto en la parte de atrás donde ya se había acomodado Lyon, quien le sonrió cuando la vio.
―Tu eres de las que no se molestan por su apariencia ―le susurro al oído, provocando en ella un intenso escalofrió.
―Creo en la comodidad.
―Estás bonita ―volvió a susurrar a su oído.
Su madre por supuesto no notaba nada más que al padre de Lyon, con quien iba conversando como si fueran viejos amigos.
Al llegar a la fiesta, lo primero que noto Tessa fue que al parecer Danae y Jason habían decidido que pasarían la noche uno en compañía del otro, porque su madre le dijo que antes de irse le avisara al menos. Pues daba por descontado que Tessa se aburriría tan pronto que desearía irse y ella no tenia intensión de marchar de inmediato.
―¿Siempre es así contigo? ―pregunto Lyon.
―¿Así como? ―interrogo Tessa a la defensiva.
Ya estaba acostumbrada a tener que defender las diferentes posturas de su madre ante ciertas cosas, pues no todos comprendían su modo de ver las libertades individuales.
―Pues mi padre no me deja hacer mi voluntad cuando quiero, tuve que ponerme esta absurda corbata por que me insistió ―miro a su padre de reojo ―¿Puedo usarte de excusa cuando sientas que ya no aguantas y deseas irte?
Tessa lo miro sin comprender elevando una ceja, entonces Lyon se acerco a su oído una vez más diciendo:
―Le diré a mi padre que te acompañare para que no te vayas sola, entonces podre huir también.
Tessa asintió, y se alejo un poco de Lyon, pues su aliento había provocado que la piel se le erizara y el pulso se le disparara.
Después de dos horas Tessa comenzaba a sentir que podría desaparecer y ya había cumplido como se lo había prometido a su madre.
Ya se habían dado los discursos, las presentaciones tediosas y ahora todos estaban comiendo y charlando, incluso Lyon parecía divertirse pues el grupo de chicos que estaban en el centro comercial llegaron poco después que ellos y lo llamaron a su circulo.
Busco con la mirada a su madre pero no la encontraba por ningún sitio, Lyon estaba más allá muy entretenido con la bella rubia y no habia notado que ella se encontraba ansiosa por marchar.
Frunció el ceño buscando con la mirada a su madre, y tampoco estaba por ningún lugar el padre de su vecino. Giro sobre si para ir al otro salón donde estaba el servicio de bufe cuando se choco de frente con uno del grupo del centro comercial.
―Hola ―la saludo fijando la mirada en ella con tanta intensidad que se sintió cohibida ―Tessa ¿verdad?.
―Si y tu eres...
―Xavier Van-Acker, soy el hermano de Ethan.
Tessa continuaba mirándolo con clara expresión de no saber de quien hablaba.
―Creí escucharlo comentar que se conocieron en el centro comercial ―le aclaro las dudas con una sonrisa amplia.
Tessa entonces recordó a los muchachos que estaban en el grupo y por asociación supo que Xavier era el hermano del muchacho rubio que la detuvo cuando caminaba en dirección a la tienda de comestibles. La verdad era que se parecían, ambos altos, rubios y con esas mirada entre azul y verdosa.
―Si, ya recuerdo ―respondió sintiéndose realmente pequeña ante su altura y físico ―mucho gusto.
Xavier la analizaba sin disimulo, luego sonrió.
―¿Quieres bailar?
―La verdad es que no bailo ―negó de inmediato Tessa ―de todos modos gracias, ya me iba.
―¿Tan pronto?
―Si, es que no estoy acostumbrada a las fiestas, un placer conocerte ―le dijo sonriendo mientras se alejaba dejándolo allí parado.
Con o sin encontrar a su madre se iría, no toleraba más que desconocidos se acercaran a hablarle como si nada, no estaba acostumbrada a ser el centro de atención de nadie. Seguramente su madre regresaría con los vecinos así que con total sigilo se escabullo de la fiesta y de las miradas indiscretas hasta el exterior, agradeciendo a sus habilidades para pasar desapercibida.
Camino más tranquila disfrutando del silencio de la noche por la calle que llevaba a su casa, pensando en que le fue fácil a Lyon olvidarse de ella en cuanto llegaron los del grupo de populares, como les decía internamente, y acepto que ellos serian siempre mejor compañía que ella, pues en la siguiente hora, después de llegar a la fiesta se mantuvo callada sin saber que hacer ni que decir, rechazo su invitación a bailar, no tenia deseos de beber nada y menos de comer, así que en cuanto Ariel que así se llamaba uno de ellos lo llamo con una seña, Lyon se disculpo alejándose y prometiendo regresar, pero al cabo de media hora supo que eso no pasaría.
Las calles estaban realmente desiertas a esa hora, como si fuera una ciudad fantasma y aunque ella no era de temer casi nunca, pues su mente lógica alejaba los temores, no podía evitar sentir cierta sensación abrumadora a medida que avanzaba. Los arboles se mecían al compás de un viento suave, agitando sus ramas golpeándolas entre si, provocando un sonido extraño y atemorizante, sacudió la cabeza alejando esos pensamientos y se dijo que no existía evidencia alguna sobre hechos fantasmales o de espectros, simples conjeturas, creencias basadas en comentarios y pruebas falsas de gente que utilizaba la debilidad espiritual de otros para crear ilusiones vanas que la gente no se detenía a analizar.
Apresuro el paso diciéndose que era porque la sensación de soledad la abrumaba, entonces le pareció sentir pasos detrás de ella, giro pero estaba aún sola, el vello de la nuca se le erizo y sintió como si le respiraran, apretó los puños con enojo, se detuvo en seco y cerro los ojos, luego los volvió a abrir, girando...
Pego un fuerte grito cayendo de espaldas y sobre su trasero, en tanto Lyon la miraba sorprendido.
―¿Estas bien?
―¡Me diste un susto de muerte!
―Lo siento, es que vi que te ibas de la fiesta y como prometí que te acompañaría...
―No te vi ―dijo poniéndose en pie con la ayuda de Lyon que le tendió la mano ―pensé que estabas entretenido con los populares y...
―¿Populares? Te refieres al grupo del centro comercial.
Tessa se sacudió la ropa y asintió.
―Así les digo.
Lyon rio y movió la cabeza.
―Son nuevos como nosotros, solo que ellos llegaron hace tres semanas, bueno creo que la única que lleva aquí mas tiempo es Lenna pero no entendí bien esa parte.
―Entiendo, yo conocí al hermano del rubio... ―aclaro comenzando a caminar de nuevo ―creo que se llama Ethan.
―Si, según me dijeron, Ethan esta con su hermano Xavier, Dante y Aleza tienen tutores, los demás tienen padres, lo curioso es que son así como nosotros ... tú no tienes padre, pero si madre, yo madre pero si padre... Todos tienen la misma particularidad ―le sonrió ―note que están solas, me refiero a tú madre y tú, espero no te moleste.
―No, mi padre murió cuando era niña.
―Igual que mi madre, ella falleció cuando era niño, no la recuerdo.
―Lo siento.
―Esta bien, lo que te decía que me pareció curioso es que todos ellos tienen una historia similar, madres fallecidas en el nacimiento, padres desaparecidos, solo Aleza y Dante tienen tutores pues no tienen más familia, y por eso les pusieron esos tutores que eran amigos o socios de sus padres.
Tessa asintió, Lyon tenia razón, era bastante extraño que un grupo completo compartiera esa particularidad.
―Creo que quizás es por eso que me siento tan cómodo con ellos, como si fuera inevitable estar juntos ―admitía Lyon mientras Tessa pensaba que era eso mismo lo que sentía cuando estaba cerca del grupo.
Sin darse cuenta las diez cuadras se hicieron cortas y ya estaban a unos metros de su casa, entonces al levantar la mirada hacia allí, noto que en la planta alta habia una luz encendida, justamente en la que seria su habitación.
―Que extraño... ―comentó.
―¿Que sucede?
―Estoy segura de que apagué la luz de mi habitación antes de salir hace unas horas.
Lyon miro hacia donde ella señalaba y luego miro su casa también.
―También yo y ahora esta encendida.
―¿Crees que entraron ladrones?
Lyon no respondió solo volvió a mirar hacia ambas casas, entonces ambos vieron claramente unas figuras cruzando las ventanas en las dos casas.
―¡Hay gente dentro todavía! ―gimió alterada Tessa.
―Tranquila, ¿tienes tu celular contigo?
―No uso celular ―confeso ―no me gustan.
―Yo deje el mio en la casa.
―¿Que haremos entonces?
―No lo se...
Unas luces a la distancia los iluminaron, el sonido de un motor se escucho y ambos por instinto supieron que se trataba de sus padres, entonces Tessa se dio vuelta encarando al auto que estaba a unos metros de ellos, haciéndoles señas para que se detuvieran. Mientras Lyon continuaba con la vista fija en las dos casas, notando que una figura se dibujaba claramente en la ventana de Tess.
―Ya se dieron cuenta... ―murmuró con cierto enojo ―¡Ya se dieron cuenta! ―repitió ahora con más fuerza, cuando las luces de ambas casas se apagaron de golpe.
―Tessa que sucede ―pregunto su madre saliendo del auto con los zapatos en la mano.
―Hay personas en nuestras casas, lo notamos recién.
Danae se puso seria mirando hacia su casa, luego a Jason que ya estaba junto a ellos.
―Es verdad papá, incluso hay personas en nuestra casa también, acaban de apagar las luces, creo que se dieron cuenta de que los vimos.
―Lyon toma el auto y llevate a Tessa contigo de nuevo a la fiesta y espera allí ―ordenó Jason poniendo las llaves en su mano ―¡Ahora!
―Pero papá, ¿Que vas a hacer? Dejame ayudarte.
―Obedece.
―Mamá vamos, vamos todos... ―pidió Tessa nerviosa.
―Vete con Lyon cariño ―respondió su madre lanzando los zapatos a un lado ―Jason es ella, la huelo hasta aquí.
―¡Maldición! ―replico este sacándose el saco ―esperaba al menos poder acomodarme en la casa, antes de esto.
―No te quejes, tendré que arruinar un vestido muy costoso.
Jason tan solo sonrió comenzando a caminar hacia la casa.
―¡Padre, no!
―Llevate a Tessa, ponla a salvo.
―Es mejor llamar a la policía ―replico Tessa tomando la mano de su madre con evidente temor ―no tienes que hacer esto mamá, vayámonos.
―Estaremos bien, te explicaré todo más tarde.
―¡Se acerca! ―advirtió Jason ―¡Lyon llevate a Tessa!
―¡No lo haré, no te dejare aquí! ¡Podrían tener armas!
―Pues ojala fuera solo eso ―le respondió su padre ―ya es tarde, Dana ocupate de ellos, yo me encargaré de la gorgona.
―¿Gorgona? ―preguntaron al mismo tiempo Tessa y Lyon, en esos momentos, de la casa de Tessa salio un ser arrastrándose por el jardín, era una horrible mujer con forma de serpiente.
―¿Medusa? ―atino a decir incrédulo Lyon.
―No por suerte ―le respondió Jason ―pero si una de sus feas hermanas.
Para ese momento Tessa estaba totalmente paralizada y cuando su madre, arranco parte de su vestido dejándolo en una falda súper corta y luego corrió en dirección a la cosa esa, saltando con tanta agilidad y seguridad para darle una patada en pleno rostro, la chica no lo tolero más y se desmayo.
Continuara...
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