16
Recorrieron la ciudad en poco tiempo ya que la universidad, si bien era grande a nivel educativo, no lo era a nivel poblacional. La motocicleta de Xavier se encontraba tirada en el suelo y a juzgar por su estado su piloto no debía de estar muy bien, ya que la moto estaba prácticamente destrozada.
Jason y Derek, se miraron entre si, mientras Lyon y Ariel dejaban vagar la mirada por los alrededores con suma atención ajenos a los pensamientos de los adultos.
―¿Lo sientes? ―pregunto Lyon a su amigo escudriñando en las sombras.
―Hay alguien allí, siento que nos vigilan.
Jason y Derek prestaron atención entonces a los dos jóvenes.
―¿Que sienten? ―pregunto Derek.
Ariel miro a su padre, un arco y un carcaj aparecieron de la nada en su espalda, sus ojos parecían los de un felino al mirar entre las penumbras, mientras sacaba una flecha y la colocaba lista para ser disparada.
―¡A la derecha! ―grito Lyon con voz grave.
Jason miro a su hijo fijamente, noto el relampagueo en el fondo de sus pupilas y sintió como fluía de su interior una energía muy similar a la que Tessa habia desprendido cuando protegía a Danae.
―Es imposible, aún faltan dos semanas para que despierten ―murmuró Derek sin quitar los ojos en su objetivo oculto en las sombras.
―Si lo sé, pero esta sucediendo ―le contesto Jason apareciendo las dos espadas en sus manos, mientras continuaba con la mirada fija en su hijo.
―Es mejor que nos preparemos, no solo esta ocurriendo, sino que hay algo oculto que no logro ver.
Jason supo sin necesidad a esperar que pasaran dos semanas al ver como Lyon cambiaba por completo la expresión de su rostro, pues esta se habia tornado pétrea e inflexible, a su lado Ariel tenia en la mano, al igual que su padre un carcaj, pero este era de algún modo diferente al que Derek poseía, una inscripción se notaba claramente. Ambos jóvenes no prestaban la mínima atención a sus padres, simplemente estaba a la expectativa de lo que sea los rodeaba.
―¡Lyon! ―lo llamo su padre pero este no le presto atención ―¡Ares! ― le grito entonces, solo cuando lo llamo de ese modo fue que este giro para mirarlo.
―¡Apolo! ―Derek llamo a su hijo no muy seguro de que fuera lo correcto, pero cuando Ariel giro la mirada hacia él, supo que habia dado con el clavo indicado.
No tuvieron tiempo para nada más porque de repente todo se volvió un caos. Lyon quien al parecer era ahora Ares, salto de golpe con la fuerza y la agilidad de una pantera, con gracia y elegancia, se paro delante de Jason como si fuera a protegerlo y lo mismo hizo Ariel quien al parecer era ahora Apolo. Su hermoso carcaj brillaba en la noche al igual que la espada de doble filo de Ares.
―Sabuesos... ―murmuró Apolo esbozado una leve sonrisa ―esto sera interesante.
―¡Hécate! ―trono Ares con voz grave y casi atronadora.
Como si se tratara de un fantasma, la figura difusa de una mujer se materializo ante los ojos de los cuatro hombres. No se podía distinguir el rostro, solo era una sombra flotando delante de ellos.
―Hermoso Ares, el cuerpo que te toco en esta vida es tan sensual ―se escucho que decía la mujer fantasmagórica ―y tú no estas nada mal mi estimado Apolo pero ya sabes que siento predilección por Ares, él es más oscuro si se lo lleva por buen camino ―rio con tono apagado.
―¡El camino de la oscuridad! ―interrumpió Derek ―eso no va a pasar.
Hécate, era una de las hijas menores del dios Zeus, devenida a menos por sus hermanos, los cuales fueron denominados los doce más importantes del Olimpo y motivo por el cuál la dejaron de lado.
Pagarían su intervención y su atrevimiento. Estaba dispuesta a cobrarse todas las humillaciones y comenzaría con ellos.
―Puedes salvarte Ares si vienes conmigo, sabes que siento debilidad por tu manera sádica de ser, ven conmigo y te haré el dios más importante de todos, incluso más que nuestro padre.
Jason miro a su hijo, su perfil no denotaba cambio alguno, si lo estaba pensando estaba muy oculto en su interior porque no parecía haberse producido a simple vista.
―No ―su tono seco y categórico molesto a la diosa porque se movió inquieta provocando que la bruma que formaba su cuerpo se agitara.
―¡Vas a morir Ares, te lo advierto!
―Eso no pasará.
―Los matare a todos, no me importa si Katrina los refugia en su fortaleza, lograré que mis perros espectrales los venza y cuando estén muertos entonces seré la única que quedará y gobernare a estos humanos que no valen más que para ser esclavos.
―Tú también usas el cuerpo de un humano Hécate, recuerda que todos formamos una unidad con el cuerpo que habitamos.
―¡Fuimos dioses y debemos volver a serlo! ―se agitó cada vez más enfurecida Hécate.
―No lo fuimos ni lo seremos nunca Hécate y lo sabes ―intervino Apolo con toda calma mientras mantenia los ojos fijos en la bruma ―somos seres de otro planeta diferente a este, quienes tuvieron que venir aquí porque no quedo nada del planeta origen justamente por causa de seres como tú que se piensan dioses y por sobre los demás.
―¡Somos superiores!
―¡Zeus como lo llamaron los humanos solo fue el patriarca de nuestra especie, quien nos unió a los humanos para protegerlos y también para preservar nuestra raza de algún modo, no somos dioses, somos parásitos viviendo de otros seres! ―se enfado Ares ―¡Tuve un cuerpo antes de todo esto, yo tenia mi autonomía, era libre pero ahora estoy atado a este cuerpo humano por causa de la terquedad de seres como tú Hécate, que pensaban que podían ser lo que los humanos pensaron que eramos al vernos... dioses... pero no somos dioses, solo somos diferentes!
―Eres un idiota Ares, después de tantos años dormido, pensé que despertarías diferente, pensé que me comprenderías, podemos ser los que gobiernen, ser los poderosos, somos superiores a ellos.
―No.
Hécate maldijo, y se desintegro de manera literal en el viento, despareciendo. Unos ojos rojos y brillantes reemplazaron su presencia, los gruñidos, sombras gigantes en forma animal comenzaron a rodearlos, la tensión se podía sentir flotando en el aire. Derek apenas podían creer que sus hijos hubieran despertado antes de la fecha indicada y eso solo podía significar una cosa: Los eventos se estaban adelantando.
Como esperaban, los perros infernales los atacaron apenas notaron su presencia y eran tal cuál su ama, animales que se desintegraban en la nada y reaparecían en los sitios menos esperados, rodeándolos poco a poco, ocasionándoles cortes con sus garras y dientes, lanzándolos al suelo, una y otra vez, incluso estando con Ares y Apolo, les era imposible combatirlos.
―¡Esto no acabara nunca! ―bufaba ofuscado Derek lanzando flechas que iban a parar en la nada.
―Los espectros son demasiado poderoso ―añadió Jason ―Nos vendría bien el campo de protección que creo Tessa hace un rato ―reconoció ademas pegando la espalda con los otros tres viendo como los perros espectrales los iban rodeando y cerrando el circulo a su alrededor.
Ninguno acoto más, pues todos reconocían que él tenia razón.
Antes de que Derek se pudiera poner a pensar en lo que habia dicho Jason sobre el campo de protección de Tessa, las luces de un vehículo los ilumino dejándolos momentáneamente ciegos, los perros que eran creados de la densa oscuridad se replegaron aullando con dolor, entonces se escucho la voz de Xavier instándolos a correr hacia donde se encontraba con una camioneta 4x4, con luces tan potentes que si no les hablaba ellos no lo hubieran reconocido por si mismos.
―¡Rápido! ―ordenó.
Derek y Jason tomaron a sus hijos del brazo para obligarlos a caminar en dirección a la camioneta, pues ellos se negaban a abandonar el "campo de batalla"
―¡Vamos! ―grito Jason empujando a su hijo ―¡No es seguro aquí!
Lyon tenso la mandíbula, evidentemente enfadado por la repentina intromisión.
―Esto es de cobardes ―sentencio ―¿Como te atreves a pedirme que huya de una batalla?
―¡Olvidalo Ares, esta no es una batalla que puedas ganas, necesitamos buscar a los demás! ―intento razonar con él su padre.
―¡Me niego a abandonar la pelea! ―replico con terquedad.
―¿Dejaras a Tessa sola? ―pregunto cambiando de táctica cuando Lyon o Ares, planto los pies en el suelo, dispuesto a quedarse, mientras los perros buscaban el modo de evadir la claridad de las luces.
―¡De prisa! ―volvió a gritar Xavier mirando sobre su hombro a los lobos que se unían a los perros, comenzando a caminar hacia la parte trasera del vehículo ―¡No hay tiempo!
―¿Tessa? ―pregunto Ares.
―Es la mujer que amas Lyon. ¿No la recuerdas?
Lyon pestañeo repetidas veces, sus ojos cambiaron de manera radical, se tomo el pecho como si le faltara el aire y luego cayo desvanecido en brazos de su padre.
Derek miro a Ariel, este no lucho como Ares por quedarse pero observaba la situación de manera critica, dos segundos después de que cayera su amigo también él lo hizo.
Tomaron a los jóvenes, los metieron en el vehículo y Jason condujo a toda velocidad en dirección a la casa de Katrina, en lugar de Xavier quien estaba mal herido.
Los lobos y perros aullaban descontrolados, corrían a gran velocidad a la par de la camioneta que daba tumbos por los rápidos giros en las esquinas que hacia Jason, o cuando intentaba chocar a sus perseguidores sin lograr realmente mucho para alejarlos.
―¡La casa de Katrina! ―grito Derek.
―¿Como entraremos sin ser atacados? ―pregunto Xavier tenso mirando en todas direcciones ―¡Se acercan!
―¡Maldición! ―replico disgustado Jason, clavando los frenos de golpe ante la casa de Katrina.
La puerta se abrió de pronto, la dueña de casa salio, miro a los hombres dentro de la camioneta, les hizo señas de que se cubrieran y luego estiro las manos a los lados de su cuerpo. Llamaradas de fuego crecieron como en una fogata de sus manos, elevándose hacia el cielo, entrecerró los ojos embozando una sonrisa y dirigió las llamas hacia los animales espectrales que rodeaban el vehículo. Entonces cuando los lobos se replegaron temerosos, Kristen salio detrás de Katrina junto con Danae corriendo en dirección al vehículo, abrieron las puertas apresuradas.
―¿Que les paso?
―Es largo de contar, ayudame con Lyon ―pidió Jason.
―Tu ayudame con Ariel ―pido Derek a Kristen.
―¿Están heridos? ―pregunto esta intentando levantar las manos para sanarlos.
―Solo yo ―tercio Xavier bajando de la camioneta tambaleante ―me atacaron cuando estaba en la motocicleta ―se quejo con gesto de dolor.
―Te curare esa herida ahora para que deje de sangrar ―respondió Kristen estirando la mano hacia su costado derecho para hacerlo.
Xavier cerro los ojos y suspiro con alivio.
―Mucho mejor... gracias.
Xavier comenzó a caminar hacia la casa de Katrina cuando del interior salio Aleza, se acerco a él y le paso el brazo por debajo del suyo.
―Apoyate en mi, te ayudaré.
―Aleza...
―Mantén la boca cerrada Xavier, no es momento para eso ―cortó secamente la chica de cabello rojo.
Mientras Katrina continuaba manteniendo a distancia a los lobos y perros, todos entraron a la casa, por último lo hizo ella cerrando la puerta con fuerza y recostándose contra la misma agotada.
―¡Tú! ―trono Xavier alejando a Aleza para lanzarse sobre Ray pero antes de que lo lograra Mía se interpuso en su camino, lo miro con ojos acerados y lo toco en el brazo, donde una fina linea negra comenzó a deslizarse en dirección a su garganta, en tanto este apretaba los dientes conteniendo el dolor y el grito que deseaba escapar de su garganta.
―¡Mía déjalo! ―gritó Aleza empujándola.
Mía dirigió su atención en la chica pero Lenna la tomo del brazo alejándola de la otra e interponiéndose en su camino. Mientras Ethan se apresuraba a interponerse para proteger a su hermano mayor.
―¡Basta! ―ordeno Ray ―Mía quita el veneno del cuerpo de Xavier, es natural que todos reaccionen así al vernos, ahora es otra cosa la que nos trae aquí y debemos aceptarlo ―dijo esto mirando a Xavier y a los demás con suma atención ―es Hécate, no podremos contra ella si no permanecemos juntos.
―A pesar de que no me gusta, este bastardo tiene razón ―intervino Danae.
Tessa miro a su madre, notó la mirada en sus ojos y la precaución en sus actos, se puso a su lado y miro a Ray con detenimiento.
―Si intentas algo contra nosotros te ira mal ―lo amenazó Eydha cortante.
―No tienes idea de cuanto ―sentencio Derek dejando a su hijo en uno de los sillones.
―¿Que significa eso?
―La amenaza constante esta provocando el despertar de los chicos antes de tiempo ―acoto Jason dejando a Lyon junto a Ariel.
―¿Despertando? ―pregunto Kristen ―¿Ya saben quienes son?
―Ariel es Apolo ―informó Derek mirando a su hijo.
―Y Lyon es Ares.
―La guerra y la luz protectora ―murmuro Ray ―¿Alguien más se manifestó hasta ahora?
Nadie le respondió, Ray sonrió con una media sonrisa y luego se apoyo contra la pared que estaba detrás suyo con Mía parada a su lado como el perro guardián que era.
―No lo ven, si Hécate quiere atacarnos...
―Ella quiere destruirnos ―cortó Jason con tono furioso ―se lo dijo claramente a Ares y a Apolo y estaba muy interesada en llevarse a mi hijo para tenerlo de su lado.
―Muy astuta ―replico Mía con dureza ―el maldito dios de la guerra esta despertando después de tantos siglos, era obvio que se lo querría llevar, yo lo haría.
―Tessa también esta manifestando signos de su cambio ―intervino Danae mirando a su hija ―es probable que ella sea entonces Artemisa, la protectora del portal.
Todos los ojos se posesionaron en la chica que los miro a su vez con expresión lívida negando con la cabeza.
―No, yo no puedo ser ella, se que no lo soy ―murmuró retrocediendo un paso ―No quiero ser ella.
―Pero hay una gran posibilidad de que lo seas hija ―le contestó su madre tomando su mano para infundirle confianza.
―Eso seria lo de menos en este momentos ―considero Ray ―la verdadera pregunta es: ¿Quien despertó a Hécate?
Continuara...
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