Park Jimin

Dedicado a mi hermana decimechochiii

Jimin es de los vampiros que juegan con su comida, las seduce. Las ilusiona, las cogen y luego las mata.

Así mismo se consideraba Park Jimin, el conde de Montessori

Había capturado a una joven plebeya, está era la hija del presidente del pueblo, en honor a qué el vampiro ya no aterrorizara el pueblo su padre le dió a cambio su única hija.

Se encontraba la joven en una celda fría y sola, tenía tres días que había llegado a ese gran castillo.

Solo tomaba las gotas que caían por las ventanas que daban al exterior.

Entonces esa misma noche se hizo presente el conde.

Con su elegante vestuario, una botas negras de cuero, su capa roja que cubría su espalda, su cabello medio largo negro como la noche, labios pomposos y suaves, mirada profunda y rojiza.

Llegó a la celda de la víctima y le pidió a uno de sus lacayos que la sacarán.

—¡Saquenla! — ordenó firme.

— Si, señor— dijo un hombre bajito y feo.

Al sacarla el conde la tomo de los brazos y la atrajo hacia su cuerpo, holfateando su cabello y cuello.

—Delicioso— susurró en su oído.—Llevenla, alistenla y tráiganmela a la sala — explico y lanzo a la joven hacia el hombre bajito.

—Si, señor — respondió sumiso el hombre.

La chica miraba al conde con desdén, se creía mucho para maltratar a los demás, solo por sus poderes o estatus, maldijo en día en su propio padre la vendió a él.

Si ese era su destino, prefería estar muerta lo antes posible.

El hombre la tomo de las manos y la guío hasta el baño .

Ahí le indico que se diera una ducha, que más tarde llegarían sirvientas para atenderla, dejándola sola.

—Bueno por lo menos tendré buena vida, ya que mi padre a duras penas me daba un pan, mísero tacaño— refunfuño molesta y comenzó asearse.

Luego de unas horas estaba lista, termino de bañarse y de que las sirvientas la cambiarán.

—Valla hasta que apareces, ya me estaba hartando de esperar —dijo impaciente el vampiro y se acercó hasta la joven, tomo su barbilla y miro su cara, la toco con delicadeza, y acercó su cara cerca del cuello de la chica — Hmm ...— suspiro aliviado y seductor — Hueles delicioso — paso su lengua cerca del cuello y lambio la zona.

—¡Oye!— dijo molesta la chica y lo empujó — lo miraba intrigada y confusa pero igualmente con miedo de lo que le haría el vampiro

El vampiro sonrío sinicamente y se alejó

—Adelante, sígueme, supongo que tienes hambre — dijo serio.

La chica indecisa lo siguió detrás, mientras admiraba todo en su entorno.

—Si, lose , es muy grande, pocos lo han dicho, mis padres me lo heredaron — dijo el vampiro.

La chica se impresionó al escucharlo

—Oh si, no te dije querida puedo leer los pensamientos, así que más vale que te los guardes — comento divertido y llegó hasta el comedor principal.

Una vez ahí, cada uno tomo asiento, la chica en el extremo del fondo y el en el otro.

Bandejas de comida estaban en la mesa.

La joven miraba todo.

—Adelante, come , no me gusta que mis víctimas estén delgadas y sin energía, perdón corrijo a mis invitados — río burlón y alzo una copa en su honor.—No, no está envenenado, es fresco, lo comería yo, pero no es mi fuerte, te acompaño con mi "vino favorito"

La joven no le quedó de otra que obedecer, a quien engañaba tenía bastante hambre, ni siquiera en su casa tenía esos banquetes.

Pues su padre todo el dinero del pueblo se lo gastaba en mujeres, cerveza y apuestas, a duras penas le daba algo a ella.

Así que comió todo lo que pudo.

El conde la admiraba desde su asiento, veía como se deboraba cada bocado, se veía realmente divertido, pero lo causaba curiosidad, como una familia como la de ella, tenía esos niveles de educación.

Se suponía que era de nivel medio una plebeya, ya ni un campesino era así.

No le dió importancia y hablo.

—¿Y dime, cuál es tu nombre?, tengo el derecho de saber el nombre de mi víctima, que diga invitada — dijo burlón.

La chica lo miro una vez que terminó de comer

—Irina— respondió — Se que soy tu víctima, básicamente tu comida, como el sacrificio que hizo mi padre a cambio que no molestes el pueblo, pero si me vas a matar, quiero que hagas algo, quiero que igual mates a mi padre, es el peor ser humano que conozco, y creeme que no conozco más monstruos, sin ofender — dijo nerviosa

El vampiro la escuchaba atentamente

—Adelante, no me molesta que me digas monstruo, otros lo han dicho, así que me da igual, sigue — indico

—Bueno, quiero que mates a mi padre, si yo muero es por su culpa, nunca ha visto por el bien del pueblo ni de ellos ni de mi, todo el dinero se gasta en mujeres, cerveza, apuestas, abuso de mi madre y la mato hasta los golpes, conmigo lo intento pero no me deje y me comenzo a tratar como sirvienta, se que te da igual mi historia, de todas maneras te alimentas de mí, pero después que lo hagas necesito la cabeza de mi padre, para que vean el hombre que era — dijo irritada y molesta

—Interesante— murmuró el vampiro.

Tomo su último copa y se fue acercando hasta la joven. Se coloco detrás de ella y hablo cerca de su oído.

—Tengo un mejor trato, te daré algo que nunca le he dado a alguien, solo si prometes ser solo mía, ser sumisa y gentil para mí, a cambio tu misma podrás matar a tu padre — dijo el vampiro seductor.

La chica medito unos segundos, pero al final acepto, no tenía nada que perder.

—Acepto— afirmó

—Perfecto— sonrío burlón —Pero antes, juguemos — dudujo.

Y de un movimiento le quitó la silla a la joven la aventó contra la pared.

—¡Oye, que te pasa, estás loco!— dijo la joven intrigada y asustada.

—Dije que tú serías mía, ser gentil y sumisa, más nunca dije que yo lo fuera contigo, como dijiste eres mi presa, mi sacrificio, mi víctima, eres todo, y haré lo que quiera contigo — dijo firme mientras caminaba lentamente hacia la chica.

Está retrocedía impactada.

—Me gusta estos juegos — dijo cínico y sonrío

Entonces con sus frías manos jalo a la joven de sus piernas, quedando boca abajo.

—Tan deliciosa— soboreo le palido, paso su lengua por sus filosos colmillos largos.

Se acercó lentamente hacia la chica, primero beso y chupo su cuello.

Con una de sus piernas la ponía en la zona de la chica, mientras con sus manos destrozaba la ropa de la joven, quedando su cuerpo desnudo.

La chica se removía y jadeaba, pues sentía las frías manos del vampiro recorrer por todo su cuerpo, se estremecia en cada movimiento que hacía el palido.

El vampiro tenía años que no estaba con alguien, y ver a la joven tan expuesta y entregada a el, había despertado un monstruo que había ocultado, era experto en darle placer a otras y otros.

Pues en sus largos años de vida, vio la interacción y convivo de los humanos igualmente veía porno,aunque eso no le provocaba nada, simplemente lo veía por aburrimiento, hasta que vio a la joven chica.

Y desde ahí decidió que sería suya, como esa noche.

Estaba sobreestimulando a la joven, lambia y chupa su cuerpo por doquier, su miembro por primera se erecto leve pero estaba un poco duro o eso sentía el, realmente no sabía lo que le pasa a su cuerpo.

Masajeaba a los pechos de la chica y los mordía sin chupar su sangre.

La chica gemia y jadeaba, no sabía su nombre, así que simplemente le decía conde, entre cada gemido.

—Soy Park Jimin, dime Jimin — frunció el ceño, y movía rápido su miembro y manos alrededor del cuerpo de la chica.

—Ji... Jimin — jadeo la joven.

Entonces sus ojos del vampiro cambiaron por unos lilas al escuchar su nombre de los labios de la chica.

Sin pensarlo la penetró sin avisar y con sus movimientos continuos se acercó hasta el cuello de la joven y la mordió.

—¡Ahhh!— grito la chica de exitacion y dolor.

Después de eso el conde reacciono y se separó de la joven.

Al verla semi pálida, llena de moretones y marcas por doquier, ordenó a sus sirvientes llevársela.

—¿Que hacemos con ella?— pregunto uno de ellos.

—Llevenla a mi habitación principal, más tarde iré, no la mate del todo, solo está inconsciente, limpienla, y vistenla — ordenó.

—Si, si señor —dijeron

Los sirvientes cubrieron a la joven y se la llevaron.

Tres días después...

La joven despertó se notaba aparentemente normal, aunque ahora su temperatura era menos cálida.

Se levantó de la cama y se acercó a un espejo, veía su cabello más brillante y largo, su piel semi pálida.

Labios rojizos, caderas produnziadas, su mirada profunda y rojiza.

¿Que había pasado?

Pensó intrigada,¿no murió?

—Valla hasta que despierta, mi reina — dijo el vampiro acercándose hacia ella, tomandola por la cintura.

La chica volteo a verlo y sin querer sonrío

El vampiro la tomo entre sus manos y acercó su cara, perfero su labio inferior con sus colmillos y le dió aprobar su sangre a la chica.

Entrgandose así, a un pacto, en el que jamás se separarían a menos que uno se muera.

Termino su beso y sonrío gustoso el vampiro.

—te dije que serías mía, ahora está sellado nuestro pacto — se limpio sus labios.

Le había dado cierta sangre suya a la joven y compartían igual dónde aunque menos que el, pero igual era fuerte y más linda.

Le pedía que se alimentará, primero le daría sangre humana que encontraba, después le daba sangre animal.

La chica se alimentaba muy bien y podía sobrevivir con ambas.

Después de que el conde le explicó toda su transformación y lo que pasó en su ausencia, también había cumplido su palabra.

—Ten— le entrego un caja de madera.

La chica al abrirla sus ojos se sorprendieron, era la cabeza de su padre, no hizo ningún gesto simplemente la cerro y sonrío.

—Gracias jimin por cumplir tu promesa — dijo sonriente y lo abrazo.

—Siempre haré lo que pidas mi reina — dijo tranquilo y la abrazo

—Perfecto, hay que seguir en dónde nos quedamos antes de desmayarme — dijo coqueta

—Hmmm— Murmuró — Me encanta — dijo sonriente el vampiro y la tomo entre sus brazos.

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