Kim Seokjin
Seokjin es un vampiro que pasa desapercibido entre los mortales. Se alimenta de comida humana y de sangre. Nadie sospecharía que es un vampiro.
Le gusta siempre ir a un restaurante lujoso, desde hace meses ve en secreto a la chef principal, está es muy atractiva, sobre todo su sangre, es tan dulce que con solo olerla a distancia, sus colmillos babean.
Un secreto que tiene es que
Le gusta la mezcla de la sangre con un vino muy delicioso sabor.
Así que por fin probaría ese manjar que tanto anhelo desde que vio a su presa.
Eran las once pm, era el último cliente que quedaba en el restaurante.
Solo quedaban el y la chef Nana
Ella al verlo sentado ahí tomando una copa de vino, decidió acompañarlo
— ¿Aún no se va?— se acerca preguntando mientras toma asiento frente a el.
— No, prefiero disfrutar la compañía — dice coqueto mientras alza su copa .
—Entiendo— sonríe nerviosa — Bueno igual yo necesito un descanso, lo acompaño — dice tranquila y se sirve otra copa de vino.
Ambos disfrutaban la compañía uno del otro, charlando de la vida entre otras cosas.
Después de unas horas, la joven sin darse cuenta, se sentía mareada y adormilada.
—Ven, te llevaré a descansar — dijo el formido hombre y la cargo entre sus brazos para colocarla en el sofá del restaurante.
—Qie..hemso eres — balbuceaba mareada y agitada la chica por el efecto del alcohol.
—Lose, siempre me dicen lo mismo — dijo burlón y sonrío mostrando sus dientes blanco y colmillos inferiores.
La chica aturdida y confundida lo miro extraño.
—¿Que es eso? — dijo curiosa tocando los colmillos del vampiro.
—Seran los instrumentos para saborearte querida— sonrío sinicamente, mientras pasaba sus frías manos por el descubierto cuello de la joven.
Se acercó lentamente, primero lo chupo, lambio y beso el cuello de la chica, para que al final clavara sus colmillos.
Succionando la sangre mezclada de vino.
Al terminar su aperitivo el vampiro se alejó del cuerpo inerte de la joven, limpiandose la boca con una servilleta.
—Ya lo he dicho, me encanta la sangre mezclada con vino— río burlón y salió volando del restaurante.
Al final coloco un letrero de "cerrado" y apago las luces.
Dedicado a
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