Marco tu número, espero
Me duele pensarte
Ya van mil veces
Te escucho 
Y no puedo hablarte

Verla cada día en la academia, en la escuela de exorcistas me mata... ella realmente me gusta mucho, pero ya no puedo hablarle.

"No estoy lista para el amor todavía", "Seremos amigos por y para siempre" Esta más que claro, ella no siente lo mismo que yo, ¿Qué debo hacer? ¿Cómo hago que me mires?

Otra vez cruzamos miradas, ella pasaba con Kamiki, cruzamos miradas un momento, las palabras se van de mi cabeza y sólo escuchó un "lo siento" de su parte y como huye de mi vista. No puedo hacer nada, no puedo moverme, no puedo hablar, estoy paralizado hasta que una palmada en la espalda me saco del bloqueo mental.

-Hey Okumura, vamos a comer con los chicos...- Shima parecía no notar nada al respecto, aunque realmente lo dudaba, después de todo era un espía y nos había engañado durante mucho tiempo.

Fui con ellos físicamente, peo mi mente estaba con ella, es la dueña de cada uno de mis pensamientos, la dueña de mi voz, de mis silencios, de mi corazón... pero como un idiota ya no podía hablarle... verla me duele mucho... "No estoy lista para el amor..." ¿Qué clase de rechazo es ese? Prefería que me lo dijera de frente... ¿Es porque soy el hijo de Satán? No, ella no es así... ella jamás me rechazaría por algo tan superficial como eso... seguro que a ella le gusta mi hermano.

Los chicos notaban mi desanimo desde hacía bastante tiempo... ellos presenciaron ese momento que derrumbo toda la confianza que alguna vez tuve, el momento donde mi corazón se destruyo, donde la ilusión se transformó en esta horrible realidad... horrible no, realidad en fin, viví en un cuento de hadas hasta que el hechizo terminó como en Cenicienta a las 12:00 de la noche.

La peor tortura era en la escuela de exorcistas, ella se sentaba a mi lado, veía cada parte de ella, su rubio cabello, su sonrisa inocente, sus suaves suspiros cada tantas respiraciones, la forma en la que se tomaba en serio cada clase, como se esforzaba por entender cada materia... su forma de escribir, sus ojos cuando leía, su perfume de flores, la delicadeza al pasar las hojas de su cuaderno, absolutamente todo... es la tortura más hermosa de todas...

-Okumura, ¿Puedes leer el Sutra de la pagina 26? –La voz del profesor me sacó de mi trance.

-Ah... eh... ah... -Comencé a tartamudear en cuanto ella me miró... no eran esos ojos que quería que me vieran...

-¿Puedo leer yo? –dijo ella casi como tirándome un salvavidas, otra vez era ella la que hablaba...

Otra noche triste
T

e cuelgo y me pierdo

Otra noche oscura
Me muero del sueño

Me fui rápido, no quería que ella me volviera a ver así, no con esos ojos... no de la misma forma en la que yo la veía. Estaba cruzando la puerta cuando alguien me tomó de la camisa para detenerme, me giré y era ella, otra vez mudo, otra vez me perdí en esos ojos verdes que tenía, otra vez mi corazón queriéndose escapar de mi pecho... ¿Ahora qué?

-Te olvidas tu libro... -dijo ella estirando su mano, sé que no lo hace apropósito. Lo agarré.

-Gra... cias... -murmuré de forma forzosa, casi sin poder pronunciar, un avance, una palabra. Me fui rápido, necesitaba tiempo, tiempo para sanar ese dolor en mi corazón.

Le mentí a Yukio diciéndole que no cocinaría hoy, no tenía ganas de hacerlo, no quería comer, no quería hacer nada, de todos modos él me dijo que no comería en casa, así que fue un problema menos.

Entrenar con Shura era todo un problema, no estaba como para soportar sus burlas, no quería entrenar mis llamas ¿Para qué? Es ese punto donde todo te da igual, donde estás perdido, donde quieres huir pero no sabes de qué, no sabes a donde, hay un enemigo que no puedes ver, que no puedes escuchar, pero lo sientes, te angustia, tienes miedo. Lagrimas... era la única manera de que esa presencia se vaya por un rato...

-¿Rin? –Dijo Shura en un tono preocupado, ella estaba frente a mí, sólo las tres velas nos separaban.

-No es nada...- le respondí mientras secaba mis lagrimas, ella se acercó y se sentó a mí lado.

-¿Es por Moriyama verdad? - ¿Cómo esta mujer podía saber absolutamente todo? Asentí, ¿Qué más daba? No tenía fuerzas para mentir.

-No se lo digas a mi hermano- Sabía que Yukio tenía sus cosas como para sumarle más preocupaciones, aunque desde que estaba saliendo con Shura lo notaba algo más tranquilo, me preguntó el porqué... no, mejor no me pregunto nada, no quiero detalles...

-¿Has hablado con ella?-

-No sé cómo hacerlo...-

-Con palabras estúpido fósforo...-

-¡No puedo maldita sea! ¡Me quedo mudo! ¡No sé como...! –Shura me abrazó con fuerza a la par que rompía en llanto, no soportaba más este dolor, no podía aguantar más, no sabía cómo actuar, no sabía qué hacer, estaba perdido...

Si yo supiera cómo hacer
Para que mires una sola vez
Seria tu chico ideal te amaría hasta el final

Si yo supiera cómo hacer
Para que me mires una sola vez
Seria tu chico ideal me sentiría inmortal

Otra vez solo recostado en el cuarto, mirando el techo blanco del mismo, escuchando el tic tac del reloj, dando vueltas a las palabras de Shura "Ármate de valor y habla, escríbele llámala si no puedes verla a la cara..." quizá por esa razón Yukio estaba con Shura... en el fondo ella sabía cómo aconsejar basado quizá en su experiencia, era una mujer muy misteriosa después de todo.

Me levanté de la cama y fui al escritorio, respiré profundo y me dispuse a escribirle una carta con cómo me sentía, quizá ella pensaba que estaba enojado o algo así, necesitaba expresar todos esos sentimientos de aluna manera. Las bolas de papel comenzaron a caer, nada tenía sentido, mi mente era un completo desorden en ese momento, no podía escribir claramente, otra vez la angustia, otra vez el mar infinito, otra vez el enemigo que no podía ver pero que sentía... el miedo presionando en mi corazón, las ganas de llorar de desesperación...

Miré un momento la cama vacía de mi hermano, miré la mía, mi lado era un desastre realmente, quizá si lo ordenaba un poco las ideas en mi mente también lo haría... ¿Valía la pena intentarlo? Y sí... no perdía más nada...

No sé cuánto tiempo pasó, pero caí rendido al terminar de ordenarlo... realmente era un desastre ¿Cómo podría ordenar mi mente si no puedo con mi cuarto? Sólo puedo hacer una cosa... tiempo de cambiar, tiempo de volver a empezar, tiempo al tiempo...

No olvidaré más ese día, Yukio entró en la mañana y se quedó atónito al ver el cuarto tan limpio y a mí despierto desde tan temprano terminando algunas tareas, supongo que era la primera vez en mucho... la primera vez que eso pasaba, pensé que se iba a burlar de mí, pero no dijo más que "No llegues tarde" mientras tomaba sus cosas y volvía a irse del cuarto.

Supongo que no fue el único que notó aquél cambio en mí, ella se acercó ese día a preguntarme si todo estaba bien.

-Lo siento...- Pude decirle dos palabras, pero no iba a hablarle hasta no tener en claro que decirle, como me sentía... sabía que volvería a arruinarlo si no lo pensaba bien y no podría soportarlo otra vez...

Pasaron los días, tenía esa determinación, las ganas, las palabras exactas en mi mente, hoy sería ese gran día, al fin aclararíamos todo...

Me paré frente a ella, mirada confundida, ojos que no comprendían lo que pasaba... el miedo regreso y con él mi mudez... no puedo creerlo... no puedo creer que sus ojos me asusten... el miedo de escuchar su voz negándome... el miedo de perderla definitivamente... el miedo de que no sea mía...

-Rin... yo...-

-Lo siento, llego tarde...- Excusa barata...

Llegué casi corriendo al cuarto y pegué un portazo, frustración, odio hacia mi cobardía, hacía mi miedo, mi parálisis, hacia mí.

Recién a la noche pude calmarme y pensar las cosas... si el problema era verla... entonces una llamada solucionaría todo...

Llega la noche
Y repito, el llamado en secreto
Hola, quien habla
Tu voz y mi miedo de nuevo

Dulce, nena linda
Te cuelgo y me pierdo
Soy el más idiota
Me quedo en silencio

Otra vez esos malditos sentimientos... el maldito miedo... maldición... maldición... me quede callado al oír su voz... volvió la inseguridad... no lo soporto más, no puedo seguir así, no puedo más con estos sentimientos... siento que si no los digo explotaré... no quiero reprimirlos, necesito dejar de pensar un buen rato... no lo pensaré más

No debo mirar atrás, no debo pensar en lo que pasó... tengo que actuar como siempre lo hice... mañana se lo diré como sea, no me importa más nada... debo soltarlo, dejarlo salir y que pase lo que tenga que pasar...

Estaba nervioso desde la mañana, me pasé la noche en vela, no pude pegar un ojo, mi ansiedad y mi corazón no me ayudaban, no podía relajarme, no podía estar tranquilo... o la perdía para siempre o mi ilusión se volvería mi realidad.

No quiero estar seguro, quiero quedarme en carne viva, quiero sentir las heridas, el incendio... quiero tener este gran amor, quiero estar con ella, quiero amarla, hacerla feliz, bajar a lo más hondo y subir sin cuerdas, jugármela, vivir, no quiero sobrevivir... soñar, una familia, un beso, sentir sus labios, su cuerpo, acariciarla... quiero eso... eso quiero para mi vida.

El timbre de la primera hora sonó, no íbamos a ir a clases, antes de que ella pasara por la puerta la tome del brazo y ella se quedó helada, sólo camino mirándome confusa, ahora la callada era ella.

La mire, nos miramos, no podía hablar, pero esta vez no iba a huir... la tomé por la cintura y besé aquellos labios, ya no me importaba más nada, el tiempo, el mundo todo se detuvo, en ese beso comenzó mi primavera...

-Dime... dime qué debo hacer... para besarte así toda mi vida...-

Shiemi sólo me miró... ahora la callada era ella...

Si yo supiera cómo hacer
para que me mires una sola vez
seria tu chico ideal
te amaría hasta el final

Si yo supiera cómo hacer
para que me mires una sola vez
seria tu chico ideal
me sentiría inmortal

.............

Woula, no nunca me pasaré a este sucio bando del RinShie, soy team YukiShura a muerte, no Shipeo el RinShie, pero es una historia más bien estúpida, digna de una rubia cabeza de coco y un paspado que le sigue los jueguitos estúpidos. El YukiShura es asunto serio uwu

De igual manera haré más temad de esta banda porque hace unos días  (al fin) acabé la serie y... mi cora💔