→ #5; Confianza rota.

Me siento feliz porque ya casi somos 10K, y eso me llena de orgullo. Gracias a ustedes la historia prosperó y no quedó solo en el recuerdo. Gracias por sus votos, comentarios y seguidas lecturas que hacen día a día... sin ustedes esto no sería posible :3 <3333

Sin más... disfruten del capítulo ><...


...


***Narra Bella***


Sigo creyendo que aún siente cosas por Elena sabiendo que sus recuerdos junto a mí se han borrado. Pero no pierdo las esperanzas de que eso pase a segundo plano.

Ayer estuvimos tan cerca, sentir el tacto de su piel, su olor... me fue reconfortante, aunque solo fueron por unos pocos minutos. Ahora él está junto a Elena, platicando quién sabe qué cosa.

Todo en esta casa es un desastre.

Caroline decidió darse un tiempo con Jacke... Alice prefiere viajar por el mundo, por lo que no sacó más que un pasaje, el de ida.

El menor Mikaelson y Ellie siguen discutiendo cada vez que se llegan a cruzar en la mansión. Si no es él quien empieza la discusión, es Ellie.

Creo que cualquier día mi cabeza estallará.

Bonnie y Jack, prefirieron alejarse del pueblo para "buscar" alguna cura para Damon y que vuelva a ser el mismo de siempre, sin mencionar que fueron tras otros cazadores que nos pueden ayudar el saber por qué la Rosa solo borró sus recuerdos conmigo.

Y por supuesto Stefan, que está siendo un completo caso perdido. Aun si no estuviera tan débil tratando de cambiar a Damon en un vampiro, lo mataría. Aun si su enojo por Damon "coqueteándole a su novia" pudiera ser mitigado, nunca se hubiera puesto de acuerdo, simplemente, por su creencia que los recuerdos de su hermano mayor volverán.

Los seres humanos nunca sabían acerca de cosas éstas, ni sobre la jerarquía vampírica, porque los temas no les conciernen---hasta que de repente, lo hacen porque acaban de ser transformados en vampiros ellos mismos---.

La jerarquía de los vampiros es estricta, del inútil e innoble hasta la aristocracia con colmillos.

Los Originales caben en esa categoría, pero también otros especialmente ilustres o poderosos.

Lo que Damon quería era ser convertido por Klaus, como una vez Katherine lo hizo, y estaba decidido a que el original lo hiciera, nadie más que él.

Pero también, otras cosas atormentaban a Damon, lo conozco como la palma de mi mano. Y eso en parte me preocupa, no quiero que se sienta mal por nada.

Si tan solo esa Rosa negra resultara ser una cura irreversible para la maldición, --vampirismo— Damon no me lo perdonaría. No perdonaría ser débil y un simple mundano. Si Klaus resultaba ser inalcanzable... o irremediable. No sería la "cura" para Damon, y él solo seguiría viviendo sus últimos días como humano.

De repente se irrumpieron mis pensamientos. Elena se veía con frío, y Stef no estaba para ella, --se encontraba en algún lugar de Mystic Falls junto a Caroline, Ellie y Klaus--. Y era extraño, ya que la noche era cálida, pero se estremecía violentamente. Necesitaba su chaqueta o... bueno, no debería tener frío, es un vampiro al igual que nosotros.

Me encontraba lo bastante lejos de ellos que no notaron mi presencia. Damon lentamente se acercaba a ella. Se quitó su chaqueta para dársela a Elena, quién se la aceptó con una amplia y tímida sonrisa.

¿Damon? Te olvidaste por completo de mí. Me tenías en tus brazos, pero te olvidaste completamente de mi existencia... Si pudiera hacer algo más para hacerte recordar lo haría, pensé con amargura. Estás marcado a fuego en mi alma.

La estúpida escena me dio ganas de vomitar y sentir que mi cabeza explotaría. Estaba furiosa, pero era diferente a mis enojos por el mundo. Era el tipo de ira que hace que mi garganta se estreche y mi pecho se sienta demasiado apretado.

Me puse de pie y me acerqué al bar, y tomé una botella de vino para servirme en un hondo vaso, pero no sin antes escuchar su conversación con mi oído agudo.

- Damon, ya puedes dejar de mentir. – Hablaba Elena. –

- ¿A qué te refieres con eso? No estoy mintiendo. – Dijo seguro. –

Oí unos pasos, era ella que se había cambiado de posición en la habitación.

- Hey, te conozco... más de lo que piensas. A mí no me puedes engañar. – Suspiró. – Sé que sigues siendo el irresistible vampiro y codiciado Damon Salvatore que conocí en principio. -

Toda la casa se había dedicado a que Damon estuviera cómodo, mientras él robaba lo que por derecho le correspondía a Stefan: Elena. Además de que había mentido acerca de ya no ser un vampiro. Y Elena ni siquiera le combatía.

¿En qué momento ocurrió esto?

Me encontraba en completo shock.

Nos mintió. Le mintió a su hermano, a su familia, su sangre... ¿Cómo fue capaz de algo así? ¿También es mentira que se olvidó de mí o tan solo es uno de sus sucios trucos para no estar conmigo?

Fue inevitable que mis ojos se cristalizaran. Miré hacia su dirección y su mirada azul se cruzó con la mía... Quedó con la boca abierta, con las palabras en su boca, pues no las dejé salir... Lo único que hice, fue dejar caer la botella y retrocedí corriendo a algún lugar por el bosque.

Si fuese necesario me perdería en él para no ver más a Damon.

Las lágrimas seguían cayendo por mis mejillas sin querer detenerse. Pero eran lágrimas de impotencia. Sabía que hoy no me encontraba en mi mejor momento.

Me he desvelado durante las últimas tres noches cuidando los sueños de Damon fuera de su habitación, –demasiados conflictos y emociones– demasiado terror de verdad ahora mismo.

Aun así, me siento aterrorizada al descubrir que algo importante estaba saliendo a la luz, y que no fui capaz de darme cuenta.

Lo conozco...demasiado bien para mí, y no pude darme cuenta de su mentira. Pero aun así, eso no significaba que no lo ame.

Nací para amar a Damon, y esto me lo confirmaba. ¡lo sabía!

Cada vez que está con Elena algo en mí se quiebra, puede que sienta celos aún por ella, pero él no ayuda mucho. Y ahora sale con esta falsedad... ¿Cómo podre confiar nuevamente en él cuando recuerde todo? Si es que ya no lo hace...

Y ahora por culpa de él... me encuentro no sé dónde. Bien, me acabo de perder en el maldito bosque a mitad de la noche.

- Bella... - Escuché decir a su voz ronca y suplicante. – N-no... no es lo que estás pensando. – Afirmó titubeante. –

Sé que está detrás de mí, pero no pienso girar. No pienso darle la cara cuando él me mintió. No puedo confiar en él.

La confianza está rota.

- Por favor, ¿Podrías mirarme siquiera cuando te hablo? – Preguntó él. Pero negué con la cabeza. – Mira... solo dije que no era un vampiro porque... no sé, es extraño volver de la muerte sabiendo que pierdes tus recuerdos. No quería lastimarte, y... -

- Pero lo hiciste. – Le interrumpí. – Lo hiciste no solo conmigo, Damon. – Giré y lo miré fijamente a los ojos. – Le mentiste a tu hermano, a tus amigos... a todos. – Sonreí irónicamente y limpié las pocas lágrimas que aún quedaban sobre mis mejillas. – ¿Sabes una cosa? Pensé que te conocía y que podía recuperarte, pero hoy me di cuenta que no será así. Lo admito, Elena tiene la ventaja... pero es la novia de tu hermano. ¿Te ha pasado por la cabeza pensar en cómo se sentirá él cuando sepa que le quieres quitar a su chica? ¿Has pensado en el daño que nos causas a todos con tus mentiras inconsecuentes? – Suspiré. –

- ...No... -

- Claro que no. – Crucé mis brazos. – Bonnie viajó por ti, para saber por qué no eras un vampiro. Stef junto a Caroline se han desvivido por salvarte el pellejo de aquellos que quieren dañarte, Damon. ¡No lo entiendes! Todos hemos dado lo mejor de nosotros para tenerte a salvo... Maldición... - Esto último lo susurré. – Te creí diferente, y volviste siendo el mismo insolente y torpe Damon que nunca conocí. Vives a la sombra de Elena, y no eres capaz de "intentar salvar lo nuestro". Y es porque no confías en mí... y yo... tampoco confío más en ti, Damon. – Le dije todo lo que tenía guardado, me aguanté lo más que pude, pero esto me superó. – Te encargaste de romper la confianza me quedaba hacia ti. ¿Sabes cuántas veces renuncié a mi familia para estar contigo? ¿Cuántas veces desprecié a Klaus y Edward para seguir con nuestra relación? No, no lo sabes... o no quieres acordarte de ello. Porque en el fondo sigues enamorado de Elena, y tenías miedo de decírmelo a la cara. No tuviste la valentía ni los pantalones bien puesto para decirme todo esto, Damon. El miedo te cegó y no te dejó "volverme a conocer", no quisiste y esa fue tu decisión. Pero ya no más. Ya no seré la misma estúpida e inocente Bella. No seré más yo. –

Volví a voltear para darle la espalda. Cerré mis ojos, pero para cuando los logré abrir, todo en mí cambió.

Yo no quería, pero dentro de mí se apagó todo. Todo lo que alguna vez consideré "humanamente" ya no estaba, ahora todo se ve rojo... rojo como la escuálida y fría sangre.

Mi humanidad se fue, se fue con todo lo que sentía por él en ese momento...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top