→ #30; Última batalla.
Cada vez queda menos para el final de esta linda historia.
Intenté escribir algo largo y suspensivo, espero que les guste como a mí.
PD: Perdón por la demora. :c
& ¡Disfruten!
...
En ese instante, todos nos pusimos en modo de defensa. Ahora no estamos solos como para iniciar una pelea, sino, que hay gente inocente en el medio. Gente que realmente nos importa y no pueden salir dañados.
¿Qué haremos?
Los Vulturi se dirigen detrás de Emma, dedicándome una sonrisa ganadora. Aro, por su parte, con solo indicar una vez con su dedo, hace que Emma se lance sobre uno de nuestros invitados y clave sus colmillos en su yugular.
Mis ojos se abren completamente, no puedo permitir esto, no arruinarán mi noche.
En ese momento, todas las personas de la fiesta los miraban atónito, sin saber si se trataba de un truco o algo parecido, no hallaban otra explicación lógica.
Me lancé furiosa sobre Emma, evitando una tragedia. La lancé contra la pared, pero se levantó rápidamente.
- ¿Es lo mejor que tienes, Bella? – Preguntó enfureciéndome más. Es evidente que intenta sacarme de mis casillas.
Me quedé mirándole profundamente, pero entonces hablé.
- ¡Deben sacar a todos de aquí! – Ordené sin dejar de mirar fijamente a mi doppelgänger. – Esta no es su pelea, Damon, por favor. –
Me mira por un instante, y se pone a mi lado, formando su mano en un puño.
- No te dejaré sola. – Insistió. –
- Yo usaré la compulsión para hacerlos olvidar este incidente. – Se manifestó Caroline. –
Voltee a ella, y le agradecí moviendo solo los labios, sin ningún sonido.
Se puso en acción de inmediato junto a Jacob, mientras que Damon y yo, estábamos ahí, contra todos ellos.
Aro no dejaba de mirarme por un solo momento, ¿Aún me necesita? O ¿solo me quiere ver muerta?, son grandes incógnitas que no se las preguntaré directamente, por supuesto.
Se supone que ellos no son los villanos, de la forma que les parece a todos. Son el fundamento de nuestra paz y la civilización, pero no lo parece.
Bonnie, aún en estado de shock, intentó recomponerse, al parecer había tenido un pequeño enfrentamiento contra Jane, sí, esa perr...
De Jack, aún no sabemos nada, la morena no nos dijo nada sobre él, por lo menos, sabemos que debe estar bien.
Y... ¿Stefan? Lo busqué con la mirada, tratando de encontrar apoyo, pero solo éramos nosotros tres contra el mundo, literalmente.
Aro volvió a quedar en silencio, pero esta vez observó a Jane, quién comenzó a usar su poder telepático, haciéndonos caer al suelo con ambas manos sobre nuestras cienes por la horrible ilusión de dolor que nos provoca.
Volteó nuevamente, -con dificultad- pero esta vez hacia Alec, gemelo de Jane.
En cierto modo, es el antídoto a Jane. Ella te hace sentir el peor dolor imaginable. Alec, por otro lado, no te hace sentir nada, absolutamente nada. A veces, cuando los Vulturi se sienten bondadosos, hacen que Alec anestesie a alguien antes de ejecutarlo, su poder es mayor que el de su hermana.
Tiene un don de gran alcance, que adormece los sentidos de sus víctimas, -vista, gusto, oído, tacto y olfato-.
Con él, será casi imposible derrotarlos siendo nosotros tres.
Por un momento, fue inevitable no pensar en que no saldríamos de esta. Ya estábamos aquí, y no teníamos nada más que esperar, este sería su final o el nuestro.
Era el momento de luchar, por mi libertad, por la libertad de todos.
Mis venas comenzaban a hacer su aparición, y di un pequeño chillido antes de tomar fuerza y lanzarme nuevamente contra Emma.
Bonnie contuvo como pudo el poder de Jane y Alec, sola no puede y Damon la ayudaba con su fuerza, y yo... no he practicado mi habilidad de la protección con el campo de fuerza mental.
Aro disfrutaba del espectáculo que le dábamos, pero ahora... es cuando necesitamos los refuerzos.
Mi doble se abalanzó sobre mí, dejándome en el suelo mientras golpeaba mi cara con todas sus fuerzas. Intentó arrancar mi corazón, pero la detuve, no sé cómo, pero lo hice.
Grité por el dolor que eso causaba, pero Damon corrió en mi auxilio, y la lanzó nuevamente contra la pared, haciéndola sangrar.
Cuando ya nos vimos sobrepasados por la fuerza de Alec, y comenzaba atormentarnos junto a su hermana gemela, de la nada, Klaus lo toma por el cuello, asfixiándolo.
- ¿Necesitaban ayuda? – Nos sonríe torcidamente, y con su típica voz irónica, sin soltar a Alec. –
El pelinegro, toma de su cuello, ya le es imposible respirar. Me pongo de pies para poder esperar el siguiente golpe. Es obvio que no se detendrán ante esto.
Klaus por fin, corta el sufrimiento de Alec, le rompe el cuello, desconcentrando a Jane.
Ahora es ella quien nos fulmina con la mirada, pero Stefan aprovecha y muerde su yugular, haciéndola gemir de dolor.
No termina hasta quedar saciado y debilitarla más.
- Toda tuya. – Me dice Stefan, y le sonrío con malicia. –
Me acerco a la bruja rubia, y la miro fijo, la tomo por el cuello y hablo.
- Esto, me dolerá más a ti que a mí. Perra. – La degollé con un solo movimiento. Bien merecido se lo tenía. –
Al instante que dos de sus integrantes han muerto, Aro decide hablar por fin.
- Basta de juegos. – Dice desafiante. – Esto llegará a su fin. –
Saca una estaca, o eso creo yo que es.
La alza para asustarnos, Marco se acerca hacia Damon, y lo acorralan entre los dos.
Miro a Klaus para que lo saquemos de esa situación, no me perdonaría si algo le pasara.
- ¡No se acerquen a él! – Exclamé. –
- Oh, vamos, Bella. – Dijo en tono sarcástico Aro. – No me digas que este simple vampiro ha logrado conquistar tu corazón. ¿Y tú amado Edward?–
Escuchar su fastidiosa voz, hace que más me enoje.
- Pero no te preocupes, les tenemos una sorpresa. – Fruncí el ceño sin entender a lo que se refería el líder. –
Dejaron a Damon, y éste se arregló su chaqueta de cuero negro, pero estos dos, voltearon hacia nosotros, tapando con sus grandes capas a Damon.
De repente, oímos un pequeño gemido de dolor, ¿qué está pasando?
Aro y Marcos sonríen victoriosos, y caminan ambos hacia direcciones contrarias.
Y ahí quedamos con la escena.
Damon era apuñalado en el corazón por... Edward.
Le clavó una bendita estaca en su corazón, en el corazón de mi amado.
Sin comprender aun lo que estaba ocurriendo, corrí a velocidad vampírica para apartar a Edward de Damon.
Stefan al igual que yo, en estado de shock, corrió para acorralar a Edward. Las venas del hermano menor Salvatore comenzaban a notarse con franqueza. No lo dejaría escapar, este sería el fin de Edward Cullen.
- Damon... - Sollocé mientras acariciaba el rostro de Damon. –
Cerré los ojos y levanté su cabeza con mis brazos.
Lo acurruqué hacia mí, y comencé a llorar como una completa idiota.
¿Cuándo permití que esto pasara?
Esto no debía terminar así. Damon no es culpable de nada.
Lo único que he hecho es darles más problemas de los que ya tenían, ¿y qué logré con eso?
Que Damon... muera.
Mis lágrimas salían sin control alguno. En un momento grité al cielo por la impotencia que me causaba.
Respiré profundo y dejé suavemente a Damon en el suelo.
Bajé la mirada y me puse de pie nuevamente.
- Aro. – Susurré. –
Mis venas nuevamente comenzaban a notarse. Voltee para quedar frente a frente al líder del siglo.
Aro hizo una señal, y los pocos que quedaban vivos huyeron.
¡Maldición!
Volví a ponerme de rodillas para observar el rostro de Damon, su hermoso rostro.
Lloré desconsoladamente al lado de su cuerpo inerte, juntando toda la rabia que tenía acumulada.
¿Qué haré sin él? ...
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