Inicia el reencuentro

El ruido se hace evidente mientras más cerca se está de los baldíos, los superhumanos se encuentran ahí discutiendo mientras esperan a que Marcos e Irán lleguen para informarles sobre el primer ataque.

—¿Alguien sabe que pasó? —pregunta Elías alzando la voz por sobre todos.

—¡No Elías! —reclaman Mikel, Zoraya y Xitlali.

—¿Y si nadie sabe entonces qué vergas discuten? —regaña Elías haciendo que todos se queden callados.

En eso se escucha el ruido de un auto estacionando, todos giran la vista y ven el pequeño auto compacto color gris de Marcos e Irán deteniéndose afuera. El primero en salir y acercarse a ellos es el castaño.

—¿Qué les pasó? —cuestiona Elías al verlos.

—¿Están bien? —interroga Uriel.

—Sí, descuiden —asegura Marcos llegando a su lado.

—El ataque no fue contra nosotros —finaliza Irán.

—¿Entonces contra quién? —pregunta Xitlali acercándose.

Marcos e Irán apuntan hacia afuera por dónde poco a poco empieza a acercarse un auto blanco que se detiene lentamente y una silueta saluda desde detrás del parabrisas.

—¿Xander? —cuestiona Xitlali asomándose.

—Ya está bien —tranquiliza Marcos —Insistió en venir solo porque no le perdonarias dejar el auto

—El auto me importa un mentado comino —reclama Xitlali empujando a ambos —¡Xander!

—Hola mamá —saluda el chico saliendo del auto con una sonrisa apenada antes de que la mujer lo abrace fuerte —Tranquila, estoy bien

—¿Qué pasó? ¿Qué te hicieron? —interroga ella revisando a su hijo que solo ríe y retrocede.

—Estoy bien, mis tíos se aseguraron de eso —afirma Xander.

—Es lo menos que podían hacer —regaña Xitlali devolviéndoles a los médicos una mirada de enojo.

—Oye no te molestes conmigo, tenía mucho en qué pensar como para cuidar a mi sobrino —defiende Marcos —De hecho, lo último que pensé fue que dañarían a mi sobrino

—En eso Marcos tiene razón, Xitlali —secunda Uriel —No podíamos saber que primero se meterían con él

—Supongo que es cierto —acepta Xitlali —Pero no vuelvo a dejar a mi hijo a su cargo

—Primera, no estaba a nuestra cargo —refuta Marcos —Segunda, perdí a mi propio hijo creo que no soy alguien en quien confiaría para cuidar a otro

Irán coloca sus manos en el hombro de su esposo para calmarlo y todos los adultos hacen una mueca ante el último comentario, pese a que no lo demuestra mucho, todos saben que está muy afectado por la pérdida de Karim.

—Bueno, ¿y ahora qué procede? —cuestiona Elías —Ya hubo un primer ataque tenemos que hacer algo

—¿Qué quieres que hagamos? No tenemos nada —reclama Marcos —No sabemos nada de esa mujer ni de Irina

—¿No encontraste nada? —inquiere Elías incrédulo mirando a Xander.

—¡Ese lugar es un desastre! No tiene ningún tipo de orden —exclama Xander —Encontré expedientes de cuando ese hospital ni siquiera existía

—Tenemos un problema entonces —murmura Elías —Necesitamos la mayor cantidad de ayuda posible, no podemos solo quedarnos sentados a ver cuál será su próximo movimiento

—Sabes que "la mayor cantidad de ayuda posible" incluye a la persona de la cuál no sabemos nada hace años, ¿verdad? —interviene Omali.

—Sí niño, lo sé —afirma Elías —Marcos...

—No, ¡No! ¡No voy a llamar a Amelia! —sentencia el castaño haciendo que Elías, Omali, Uriel e Irán rueden los ojos.

—¡La necesitamos Marcos! —apremia Elías —¡Sabes perfectamente, al igual que yo, que sin ella no habríamos hecho nada la última vez!

—Sus planes nunca salieron bien pero ella era lo suficientemente lista como para poder guiarnos a todos pese a eso, como para improvisar sobre la marcha y qué nosotros pensáranmos que lo tenía bajo control —secunda Omali —Si hay alguien que puede ayudar la ahora es ella

—Por ésta vez deja de lado tu maldito orgullo y sentimentalismo y haz esa estúpida llamada —reclama Uriel.

—Mi orgullo no tiene nada que ver en esto por esta vez —acusa Marcos —Piénsenlo de ésta forma, estamos viendo por la chica porque no sabemos si es o no su hija, supongamos que la llamo y es su hija; si por ésta vez se digna a responder y volver cuando llegue y pregunte por su hija, ¿qué le vamos a decir? "La perdimos te llamamos para que la rescates", ¡no vamos a haber terminado la frase cuando ella ya nos habrá colgado del cuello a todos!

—Bien, tal vez debo admitir que tienes razón —cede Elías —Pero igual la necesitamos, no podemos quedarnos de brazos cruzados viendo cómo esa mujer nos ataca a todos uno por uno

—Necesitamos averiguar lo suficiente sobre la chica como para saber que nuestras vidas no peligran si llamamos a Amelia —interviene Mikel —Pero para eso necesitamos tiempo, y tiempo es algo que ya no tenemos

—Sí, por cierto, ¿qué le hizo al muñeco de nieve parlante? —pregunta Elías mirando a Xander ganándose una mirada de molestia de parte de éste.

—Me quejo de mis primos, pero parece que olvido quién es su padre —reclama el chico —Me engañó, me hizo encontrar el expediente de mi hermana y dejó una nota

—¿Una nota? —cuestiona Xitlali —¿Qué decía? ¿Aún la tienes?

—La tengo yo —informa Marcos buscando en sus bolsillos antes de dar con el papel y dárselo a Xitlali.

—Aquí estás, y cada vez estoy más cerca —lee Xitlali —¿Eso qué significa exactamente?

—Mi padre antes de que lo encarcelaran dijo que volvería a buscarme y que yo nunca estaría a salvo —explica Xander haciendo una mueca ante la cuál Xitlali lo abraza.

—Tranquilo amor, vas a estar a salvo —afirma —¿Creen que esa mujer...?

—Se haya aliado con el padre de tu hijo, lo dudo mucho —asegura Elías —Pero ha investigado mucho, eso queda claro

—Genial, hay que averiguar ahora cuánto sabe —reclama Marcos —Definitivamente necesitamos ayuda

—¿Podemos ayudar? —intervienen Zoé y Zuri.

—Miren, de poder, pueden —cede Elías —Pero la cuestión aquí es que nadie sabe nada, estamos todos en igualdad de condiciones, a menos que Karim les haya contado algún detalle importante sobre su nueva novia

—Pues Karim no nos dijo nada —acepta Úrsula.

—Pero nosotros somos chismosos por naturaleza —finaliza su hermano.

—Creo que nos olvidamos de considerar eso —apunta Elías —¿Qué saben de ella?

—De ella realmente, no mucho, lo poco que nos ha contado Karim —exclama Úrsula —Veintiún años, departamento de neurología, viene de fuera, todos los fines de semana habla con su madre

—Eso puede entrar como dato importante —observa Marcos —Pero bueno, ¿qué tienen entonces?

—Nos la hemos encontrado en el bar rodeada de amigas —explica Eliah con una sonrisa calculadora —CASI todas sus amigas son también del hospital

—¿Casi? —inquiere Elías —¿Quién no?

—Exacto, una de ellas no, y de hecho, es compañera de la carrera de Úrsula —finaliza Eliah con una sonrisa apuntando a su hermana.

—¡Perfecto niños! —celebra Uriel —Úrsula, ¿qué sabes?

—Ella me ha contado un poco más y me ayudó a colarme en sus redes sociales —informa Úrsula —Del punto que eso es ilegal hablamos luego, su nombre completo es Irina Dorianne Dantès Martínez, nació al otro lado del océano en la frontera entre el estado francés y el alemán, allá estudió su educación básica, una parte en Francia, una en Alemania y una en Italia, después ella y su familia se mudaron al sur aunque después de eso dejó de publicar, lo siguiente que sé es que se graduó en una escuela Sudamericana

—Recuérdame enseñarte a borrar tus huellas electrónicas porque si sigues haciendo eso serás juzgada como delincuente tecnológico —advierte Elías —¡Pero eres una maldita genio! Dame cinco

La niña exhala un grito de emoción antes de darle una palmada a su papá que le alborota el cabello con orgullo.

—Esa es mi hija —exclama Elías dándole un empujón a su hija —Genial, ¿qué podemos hacer con eso?

—Pues no mucho realmente, aunque podemos rastrear los últimos lugares donde se ha encontrado Amelia respecto a esa información —murmura Marcos pensativo —Eso nos ayudaría a determinar si nuestra vida corre riesgo si intentamos llamarla

—Bueno, no sé si corren riesgo o no, pero sí sé que tu esposo no se encuentra bien —interviene Xander apuntando a Irán.

Marcos mira a Xander y luego dirige la vista hacia donde apunta, Irán se ve cansado y su vista está perdida antes de que exhale un suspiro de dolor y se deje caer al suelo de golpe.

—¡Irán! —llama Marcos preocupado arrodillándose a su lado.

—Tranquilo, tranquilo, estoy bien —afirma Irán recomponiéndose y estirando su mano para permitir que el castaño lo ayude a levantarse.

—¿Qué te pasó? —cuestiona Marcos tirando de él.

—No estoy seguro, fue una sensación muy rara —contesta el pelirrojo tomando su cabeza con su otra mano y soltando a Marcos —Fue como si de pronto mi temperatura se elevara y nublara mi cabeza, me sentía muy débil

—Sí, recuerdo el sentimiento —interviene Elías sacándole una pequeña risa a los adultos.

Les había tomado un tiempo comprenderlo, pero la esencia del poder de Irán radicaba en la capacidad para elevar la temperatura corporal hasta el punto que desconectaba la mente del cuerpo, permitiéndole manipularla a su conveniencia.

—Espera, entonces eso significa que... —exclama Uriel pensativo, pero otra voz lo interrumpe.

—Así es

Todos giran la vista hacia la entrada de los baldíos, una mujer de piel blanca, largo y canoso cabello negro ondulado y piel acaramelada con una sonrisa dulce se encuentra ahí parada.

—Amelie —exhala Irán al verla y no duda en correr a abrazarla —Estás aquí

—Vine tan pronto como pude —asegura Amelie.

—Que gusto volver a verte Amelie —saluda Marcos acercándose a ella.

—Siempre es un gusto volver —responde ella —Creo que no nos habíamos visto desde que su hijo tenía como 12 o 13

—¿Qué tal todo? —pregunta Uriel.

—Bien, se acabaron los problemas con mi esposo —afirma ella sonriente —Ya no tengo esposo, pero bueno, supongo que era parte de la solución

—Lo siento —murmura Irán.

—Descuida, todo está bien ahora —asegura Amelie palmeando sus manos.

—¿Vienes sola? —cuestiona Elías.

Amelie sonríe un poco y niega con la cabeza antes de hacerse a un lado dejando ver a una jovencita similar a ella salvo que con el cabello algunos tonos más claros y un par de lentes delgados.

—Es más grande de lo que recuerdo —exclama Elías sorprendido.

—Ya tengo 17 tío —reclama la niña frunciendo el ceño con molestia.

—¿17? ¿En serio?

—Pues sí Elías —interviene Marcos —Estamos hablando que no la vemos hace como doce años y la niña tenía como... cinco

—Sí, tiene sentido —murmura Elías.

—¡Carmi! —gritan los mellizos Castillo con emoción al verla.

—¡Eliah! ¡Úrsula! —grita la chica de vuelta corriendo a abrazar a los mellizos.

—Bueno, ahora, ¿podemos dejar de pretender que esto es una visita dominguera y dedicarnos a lo que nos importa? —interviene Amelie palmeando el aire una vez.

—¿Cómo estás aquí? —cuestiona Mikel.

—Yo la llamé —informa Irán —Dijeron que necesitábamos toda la ayuda posible y ella es lo más parecido que tenemos a Amelia

—Tengo más o menos un contexto general, pero ocupo detalles —ordena Amelie —Y por cierto, lamento lo de su hijo

—Gracias, trabajamos en eso —responde Marcos —Y bueno, básicamente tenemos a una mujer haciéndose pasar por tu hermana que nos dió 48 horas para entregarle a una pasante mía del hospital que podría ser hija de Amelia... y eso fue hace 72 horas

—¿No ha ocurrido nada más?

—Hoy atacaron a Xander con sus problemas familiares del pasado —apunta Irán.

—Hola tía —saluda Xander con una mueca.

—Hola chico —contesta Amelie —De acuerdo, ¿y qué saben de la mujer y la chica?

—De la mujer, nada —admite Irán.

—De la chica, poco —secunda Marcos —La poca información que tenemos sobre ella nos la acaba de dar la hija de Elías

—¿Y esa es?

—Veintiún años, nacida en Europa, graduada en neurocirugía, se llama Irina Dantès —enumera Elías.

—Sí... bueno les tengo una mala noticia —exclama Amelie —Es casi seguro que esa chica sea hija de mi hermana

—¿De verdad? —escupe Marcos.

—Ajá, la última vez que hablé con ella estaba embarazada de su segundo hijo —explica Amelie —Si el niño o niña o lo que sea nació, debe tener como quince o dieciséis años, la mayor fue niña y oscila los veinte, veintiún años, además, ese es el apellido de su esposo, Édgar Dantès

Todos hacen una mueca de preocupación al escuchar eso, Amelie pasea su vista entre todos.

—Pero no hay problema, la chica está bien, ¿verdad? —pregunta con una sonrisa nerviosa —No la han entregado

—La chica fue secuestrada junto con Gyan y mi hijo —expone Marcos haciendo que Amelie abra los ojos con preocupación.


¡Llegó la ayuda! ¿Se esperaban que fuera ella?

¿Qué les pareció el capítulo?
¿Qué opinan de la llegada de Amelie?
¿Creen que llamen a Amelia?
¿Qué creen de la pequeña Carmi?

Pd. Espero te guste tu nuevo personaje
CARMI_MR

Maratón navideño 4/7

Espero les guste
Atte: Ale Bautista

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top