Déjà vu

Al día siguiente volví al hospital, Xander debía hablar con su padre, yo iba a esperarlo como de costumbre y tal vez pasaría a saludar a los míos.

Iba caminando por el pasillo rumbo a la escalera cuando empiezo a escuchar pasos apresurados detrás de mí, al ser un hospital no me sorprende mucho pero empiezo a caminar más rápido… por lo menos hasta que alguien me tomó por los hombros haciéndome pegar un brinco.

—Boo —escucho antes de dar la vuelta y ver esos tan horribles lentes redondos.

—Irina —murmuro un poco asustado.

Ella está parada frente a mí con su bata de hospital, una playera lila y una falda de cuero con medias de red, su cabello sostenido por un par de broches de gota color verde, sus dulces ojos castaños me miran con una mezcla de alegría y decepción.

—Cuando pasé un momento incómodo contigo me obligarte a hablarte después de una semana —menciona suave y yo asiento —Me pareció que debía devolverte el favor

—No te hubieras molestado —exclamo con un poco de sarcasmo —No era necesario

No era mi intención ser sarcástico, pero es la forma más sencilla de hacer notar a alguien que no estás de acuerdo con lo que dice.

—Tal vez para ti no —acepta ella balanceando sus hombros tiernamente —Pero para mí sí

—¿Ah sí?

—¿No has entendido que me gustas? Karim Oliveira

La forma tan directa en que escupió su confesión me deja en shock, y supongo se nota porque la veo contener una risa.

—¿No estás acostumbrado a lidiar con una chica tan descarada? —pregunta bromista.

—No estoy acostumbrado a lidiar con chicas —admito tratando de volver a la normalidad —Que no sean mis primas claro

—¿Hablas en serio? —cuestiona dejando sus bromas de lado.

—Eres mi primer amiga… y amigo —murmuro intentando dejar claro el punto —Eso si es que alguna vez fuimos amigos

—Claro que lo fuimos —exclama con una sonrisa —Lo somos, aunque no me agrade la idea

—Estás consciente de que también serías mi primera novia, ¿verdad?

"¿Te encanta sabotearte a ti mismo verdad?"

Definitivamente, yo nervioso soy mi peor enemigo, el ratón en mi cerebro decide irse de vacaciones al fin del mundo y mi boca empieza a hablar para que sobre la marcha lo poco que queda de coherencia en mí diga "momento, momento, ¿qué verga estás diciendo?". El comentario que acabo de hacer es el claro ejemplo de eso.

—Puedo correr el riesgo

—Yo no

—¿Qué sientes por mí?

"¡¿Qué?! ¿De verdad la cigarra de ojos brillantes nos está preguntando qué sentimos por ella?"

'¿Te importa explicarme de dónde mierda salió la parte de "cigarra de ojos brillantes"?'

—No… no lo sé —murmuro abrumado por la pregunta mientras intento ignorar la discusión que está ocurriendo en mi cerebro.

Era verdad, era muy malo identificando emociones, Irán me había enseñado a distinguir lenguaje corporal para identificar las emociones de forma externa, pero por desgracia no tenía un espejo siempre a la mano para distinguir mi propio lenguaje corporal… que según me habían dicho, era muy explícito.

Sabía que me alegraba estar con ella, era como entrar a una especie de subespacio o limbo donde todo era euforia y adrenalina, pero en cuanto a lo que sentía POR ella, bueno… no estaba muy seguro, mi corazón indicaba una especie de afecto tal vez fraternal, mi mente decía que molestia, y sí, vaya que ella sabía ser una mujer bastante irritante, pero mi subconsciente decía algo más, aunque no sabía muy bien que.

—Tú me gustas, por eso te besé —sentencia ella, yo asiento —Pensé que yo también te gustaba, pero noté que eras muy tímido, creí que me ignorabas para no admitirlo

Okey, esto lo hace considerablemente más fácil, o debería… no, de hecho lo hace mucho más difícil.

—No sé qué siento por ti, Irina, no sé si siento algo por ti para empezar —afirmo y veo sus dulces ojos marrones entristecerse, supongo que si esto fuera una novela sería el momento en el que se escucha el "crak" del corazón de alguien —Pero sí sé que no me sacaré fácil de la cabeza a la niña que se robó mi primer beso

—¿Era…?

—¿Qué parte de "primera amiga" y "primera novia" es la que no entendiste? —interrumpo con media sonrisa

—No pensé que fuera cierto —escupe incrédula —¿Quién no querría ser amigo del hijo de los doctores Castro y Oliveira?

"Auch"

—Bueno, no es que haya habido falta de solicitudes —admito —Pero no sé hacer amigos

Cruzo mis brazos en mi espalda y bajo la vista hacia mis pies, por lo menos hasta que siento a Irina poner su mano bajo mi barbilla obligándome a verla.

—¿En qué sería lo primero que pensarías si alguien te pregunta por mí? —exclama dejándome un poco confundido.

—En tus horribles lentes —respondo en automático —Contrastan mucho con tus ojos

El comentario final fue más que nada para reducir lo grosero del primero, aún así, no es del todo mentira.

—¿Eso quiere decir que crees que mis ojos son bonitos?

—Son… dulces, sí, me gustan

Ella ríe un poco, yo sonrío enternecido por el sonido, siento como si mi corazón estuviera directo en mis oídos latiendo al dos mil por hora, aunque no sé si es nerviosismo u otra cosa.

—Si me preguntan a mí, sería tu voz —declara con un tono soñador —No muy grave, pero masculina; no muy baja, pero dulce, y bastante seductora si me preguntan

Siento el sonrojo subir por mis mejillas, mientras sonrío y bajo la mirada de nuevo, ella vuelve a levantar mi cabeza para que la mire.

—Será como tú quieras, pero ten clara una cosa

Con su otra mano rodea mi cuello y me atrae hacia ella en un beso, doy un paso corto, separo mis manos y me acerco a tomar su cintura con delicadeza mientras le sigo el beso antes de que me aleje de un suave empujón.

—Tú me gustas mucho

Parpadea rápidamente un par de veces antes de dar un cuarto de vuelta y dar algunos pasos para alejarse haciendo sonar sus zapatos; reacciono unos momentos después, bueno, más bien, actúo unos momentos después, y me acerco a ella para tomarla de la muñeca y obligarla a girarse hacia mí.

—Hay una cosa que sí sé —comento jalandola para tenerla entre mis brazos como la noche en el café.

—¿Si?

Su torso se inclina hacia atrás curvándose justo donde mi brazo rodea su cintura, sus ojos me miran con una mezcla de curiosidad e ilusión, suelto mi mano de su muñeca y la coloco en su mejilla para desplazarla por su oreja hasta su nuca.

—Tus besos son adictivos —sentencio acercándola a mí para volver a besarla.

*Inserte aquí sonido de ambulancia* Uuuuuuuuu... Bueno ya, mucha tontera

¿Qué creen que pase ahora?
¿Estos dos se volverán pareja? ¿Se odiarán?
¿Vendrán los problemas?

Pd: La primera parte de esta historia está por llegar a su fin, al igual que ANORMAL, serán cuatro partes.

Espero les guste.
Atte: Ale Bautista.

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