🍀Orange Rose
"Yo me enfermé del Hanahaki."
Esas palabras de Alexis Ness se repitieron en mi cabeza durante un buen rato, debo admitir que quede entre sorprendido como intrigado.
—Oh... Lamento si te moleste con mi pregunta. — me disculpé apenado como un poco incómodo.
Siempre me he mantenido alejado de todo tipo de cosas que no sean mis estudios y sobre todo, el fútbol. La enfermedad del Hanahaki es algo que, aunque desde niño he sabido de ello debido al peligro que representa en la humanidad—sobre todo porque muchos historiadores han dicho que posiblemente el origen de esta mortal enfermedad venga del propio Japón o algún otro país de Asia ya que los registros más antiguos indican y señalan que aquí se dieron los primeros casos supuestamente y el nombre que le dieron proviene de mi país—, siempre lo he mantenido como algo muy secundario en mi vida, algo de lo que no prefiero pensar mucho en ello.
En las noticias que ven mis padres se mencionan muchos casos en otras partes de Japón, es algo que siempre he preferido alejarme. Sé lo básico de la enfermedad, en estos diecisiete años de vida, me he mantenido realmente alejado a todo lo romántico debido a una mala experiencia en el pasado, que a pesar de que no me ocurrió a mi, si a alguien muy cercano y preciado.
Existe claramente un porqué, y no solo es el fútbol como siempre he querido convencerme, no es la única excusa. Es algo que prefiero mantener en privado, y aunque no tenga una 'amistad' con Alexis Ness y a esté tampoco parezco agradarle, eso no quiere decir que no sienta empatía por su caso.
Tampoco quiero darle lástima ya que puedo molestarlo y resultar grosero, solo me disculpé por mi imprudencia e insistencia.
Kaiser me miró con cierta curiosidad, ya que hubo un largo silencio extraño en el ambiente, y está vez, no traigo en mi rostro algún gesto irritante o molesto como otras veces cuando estoy con ellos.
—¿Ustedes los japoneses son tan educados y lindos?— cuestiona sorprendido, aunque creo que con cierta burla al final. No respondí a su pregunta, a pesar de que me desencaje al momento en que dijo "lindo".—Nunca pensé verte pedir disculpas.— admite sin dejar de observarme con cierta inquietud.
Suspiré exhausto, no tengo que darle explicaciones a él pero, Ness me sigue observando y en sus ojos puedo distinguir seriedad y atención, ya no burla o superioridad como otras veces. Quizás realmente quiere escuchar lo que tengo que decir.
Sé por demás que hablar del Hanahaki y sobre todo si tú lo tuviste, es algo muy doloroso y triste, que quizás no te agrade y hasta te cueste hablarlo con alguien más, especialmente con aquellos que no son cercanos a ti. Pero aún así, Kaiser se lo pidió como si nada y el contrario accedió tan fácilmente. ¿Por qué?¿Acaso confío en mí para decirlo?
No tiene sentido. Aunque es obvio que yo no pienso decirle a nadie más sobre la cicatriz de Ness y mucho menos lo que esté me dijo, ¿Por qué confiar en mí?
—Yo no mezclo la cancha con lo de afuera. Nuestra rivalidad está en el fútbol, fuera de esté, no tengo porque ser alguien desagradable. — dije con seriedad y madurez, escuché un bufido del rubio a mi lado. Quizás mi respuesta le sonó aburrida o formal, no sé.
—Entonces, si salimos de está cárcel azul, ¿Podríamos llevarnos bien?
¿Llevarme bien con Michael Kaiser fuera de aquí? Sinceramente es algo que nunca me planteé y tampoco estoy seguro de la respuesta. El chico me molesta tanto que, no sé si sea posible. Ni siquiera Barou ha sido tan... Encimoso cómo lo es el alemán.
—No sé... Contigo es diferente.— le respondo pensativo.— Me molestas incluso cuando no estamos entrenando o en un partido.
—Kaiser, yo me adelantaré.— interrumpió Ness para despedirse calmado y sonriente, probablemente se aburrió de seguir escuchándonos cuando el tema cambiamos.
Yo lo hice más para no incomodarlo, aunque por dentro me moría por preguntarle más acerca de su cirugía, cuánto le costó, que consecuencias trajo, si no tiene otro malestar físico o emocional, y quizás un poco codicioso me atrevo a decir, que flor creció dentro de él.
Es bien sabido que algunos artistas ya sea de la edad contemporánea y moderna, han definido el Hanahaki cómo “Ese mal de amores sangriento pero bello”. Recuerdo que hay un montón de poesía, canciones y pinturas famosas en el mundo sobre el tema.
Le preguntaría también—si es que me interesará un poco más—, quién fue aquella persona que lo rechazo, pero eso es ir demasiado lejos. E incluso aunque si existiera la remota posibilidad de que me lo dijera, dudo muchísimo conocer a la persona.
Ya que estoy seguro de que es alguien de su país. No conozco a ninguna figura femenina aunque sea famosa, de ese país europeo. Excepto por la canciller alemana Angela Merkel, su autoridad y popularidad es demasiado a nivel mundial.
Imaginar a Ness siendo rechazado, me resulta inquietante.
—Okey~ — se despidió Kaiser, yo igual lo hice aunque quizás Ness no me prestó tanta atención.
Había creído que el rubio también se marcharía, pero en cambio sigue aquí queriendo sacarme plática, sin apartarse de mí.
—Por cierto, Yoichi.— cuando dice mi primer nombre aún no me acostumbro. Lo hace con tanta cercanía y familiaridad, que me asusta un poco. ¿Será una estrategia para desconcentrarme de mis jugadas?—¿No quieres saber más de lo que le pasó a Ness con su enfermedad?— cuestionó haciéndose el interesante como para hablar bajo.
Miré a los alrededores y no hay nadie por aquí, con Ness marchando se de la zona solo quedamos yo y Kaiser. Aunque me pregunto cómo es que no sale la voz de Ego llamándonos la atención para marcharnos, o como es que Noel Noa tampoco nos llamo la atención para irnos de aquí.
Yo sé que ahora no nos están grabando, solo lo hacen durante el partido y un poco cuando convivimos en otras zonas de este enorme lugar, pero en estos momentos, ni siquiera las cámaras nos están observando, no están transmitiendo.
Respecto a la pregunta de Kaiser, lo miro inseguro y desconfiado.
—Si él no me lo cuenta, prefiero no saberlo.
Aunque me carcome la curiosidad, tampoco quiero saberlo de otra persona que no sea del mismo Alexis.
Kaiser vuelve a bufar, pero está vez sonríe al final para después, revolver mis cabellos con fuerza. Como un gesto típico amistoso.
Quizás le sorprende mucho que realmente le haya dicho eso, no se lo esperó.
Aparta su mirada, observando el inmenso césped verde cortado, quizás un poco perdido. Estuve a punto de ponerme de pie y marcharme, necesito ducharme de una vez, pero Kaiser vuelve hablar captando mi atención.
—Yo le advertí a mi amigo que no se enamorará de esta persona, que no se ilusionara porque podría salir con el corazón roto y que mejor se olvidara de ella.— comenzó a contarme a lo que quedé asombrado.
¿Debería seguir escuchando?¿Realmente Kaiser es tan mal amigo para decírmelo? Para revelar el nombre de la persona. Aunque bueno, igual dudo conocer a la chica aunque me dijera su nombre y dirección.
— O que al menos, no se confesará a está y su enamoramiento quedará en silencio hasta que con el tiempo, fuera disminuyendo.— suspiro con cierta pena.— No me hizo caso y... Se enfermó.— su sonrisa desvaneció.
Mire atentamente a Michael, analice la profundidad de sus palabras. Me sentí en el fondo contento de que no haya revelado el nombre de la persona a quien se le confesó Ness en el pasado, eso quiere decir que mantiene el secreto y no es tan mala persona, al menos con sus colegas, como creí. Por otro lado y recordando sus palabras, me quedé pensando.
Se escucha sincero, y triste. Quizás incluso enojado, enojado porque su amigo Ness no le haya caso y se enamoró de dicha persona y por lo tanto, se enfermó. Kaiser sabía que, cuando el contrario se confesará y fuese rechazado, vendría lo peor. Realmente se preocupó por el castaño.
—Nunca pensé escucharte preocupar por alguien más que no fuese por ti, Kaiser...— admití.
Sentí alrededor de mis ojos picar y humedecerse extrañamente. Oh, ¿Realmente estoy...?
—¿Estás llorando?— me interrumpe mis pensamientos, escuchando se bastante conmocionado.
—Solo me agarro el sentimiento.— confesé ruborizado de mis mejillas por la vergüenza de ser descubierto, o quizás de llorar enfrente de alguien más y siendo este Kaiser.
Limpié rápidamente mis lágrimas, realmente el momento melancólico y lo honesto que se escuchó Kaiser, conocer este lado de él, me dejó bastante asombrado, nostálgico y empático.
Me acordé de esa persona del pasado, que fue muy cercana a mí y le dió el Hanahaki. Pero a diferencia de Ness, está persona no se pudo salvar.
Pienso lo afortunado que es el rubio de que su amigo aún siga con él, de que no lo perdió y sigue a su lado como compañeros de cancha.
Kaiser guardó silencio durante un rato, pero apenas dejé de llorar y tranquilizarme, aunque él parecía todavía asombrado de haberme visto llorar, sentí como me rodeo con sus brazos en una especie de "abrazo" raro.
¿Quería reconfortar me o solo burlarse de mí aprovechando que ando nostálgico?
—Eres muy adorable.
—¡Deja de andar tocando, Kaiser!— lo alejé con todas mis fuerzas, su abrazo me empezó a hostigar un poco. Además, aún no me fío de él.
—Esta bien, será mejor que nos vayamos o nos dejarán encerrados aquí. — sugiere, está vez solo asentí.
Ambos nos marchamos, y apenas salimos de la zona de juego, cada uno nos dirigimos en nuestro propio camino. Las duchas que ambos usamos, no son las mismas.
🫀🫀🫀
Al siguiente día al terminar el partido contra el equipo de Inglaterra que presume de velocidad y que lo más importante es la rendición física; Manshine City, donde están Chigiri, Reo y Nagi para destacar, realmente me sentí muy agotado y no sólo físicamente.
Mi conciencia espacial en este partido llegó a otro nivel, a la misma "dimensión" que Michael Kaiser, la use por mucho tiempo del que no pude manejar ni controlar debido a que no estoy acostumbrado, así que realmente caí agotado, exhausto y casi destruido, a pesar de que me sentí contento de al menos haberle "ganado" a Kaiser dejando que no se saliera con la suya y, a pesar de que hubiese preferido marcar mi propio gol cosa que realmente sigo ansiando, al menos me sirvió para mejorar, evolucionar mis habilidades en el fútbol y crear un tipo de extraña alianza con Yukimiya cómo también mejorar mis pases y jugadas con Kurona.
Apenas termine de hablar con el mismo Yukimiya y chocamos nuestras palmas en un amistoso y sonoro saludo, ya es que comencé a sentir un latente dolor en mi cabeza, sin embargo logré soportar unos dos minutos más, sobre todo cuando Ness para mí sorpresa, quedó estupefacto con mi jugada y que vencí a Kaiser, hasta el punto de venir a insultarme como un desquiciado.
Me sentí tan sorprendido como incrédulo por las cosas que dice, el cómo se expresa de mí me dejó algo atónito, sobretodo considerando la plática de ayer que tuvimos.
No digo que con lo que se habló ayer ya nos hiciéramos amigos pero, al menos creía que su actitud hacia mí apenas terminase los partidos, sería diferente.
Él siempre se mostró tranquilo, sonriente y hasta despreocupado, quizás una que otra vez emocionado y contento con las jugadas que comparte con Kaiser, pero jamás lo vi enojado, realmente molesto y mirándome con desagrado. ¿Por qué actúa como un loco? Yo realmente creí que, de ese dúo, el único loco sería el mismo Michael Kaiser.
Entre insultos y ladridos quejándose de parte del castaño, Kaiser lo calla tomándolo de la cabeza con cierta fuerza que me asusta en el fondo, eso debe doler. Incluso escuche los quejidos lastimeros de Ness por el agarre realmente fuerte del rubio que mantiene sobre su cabeza, veo la gran palma del alemán rodeando le y como sus venas se marcan en su mano.
Un aura desconcertante y posiblemente molesta que desprende el rubio, disculpándose por la actitud grosera de su amigo y también pidiéndome que, la próxima vez que compita contra él sea sin la ayuda de Noel Noa, y que ganemos con nuestros propios goles.
"¿Qué dices?"
Ha sido lo último que escuché de él antes de caerme desmayado, sin pensar nada más que el agotamiento extremo que posee todo mi cuerpo y mente.
No se siquiera si caigo en el césped, no sé si alguien me tomó y me ayudó.
No se que sucede, todo se oscureció y caí en un profundo sueño que nubla mis demás sentidos por un largo tiempo.
Caí rendido, sin siquiera darle una respuesta al alemán sobre su reto.
🫀🫀🫀
Cuando despierto, recuperando la conciencia, me encuentro en cama descansando, y para mí sorpresa, el mismo Noel Noa a un lado mío esperando.
Esté me dijo para calmar mis dudas, que había sucedido exactamente en después de nuestra victoria, la fenomenal jugada que tuve incluso aunque repentinamente al final le dí un glorioso pase a Yukimiya, cuántas horas estuve dormido y sobre cuál es mi objetivo para el próximo partido, además de revelarme el nuevo ranking donde quedé tan asombrado como emocionado, ya que después de todo quede en el top 5. También me menciona para estupefacto mío, que le recuerdo a un antiguo rival suyo.
El mismo Ego.
Estando tan encimado por sus palabras, con mis músculos relajándose todavía que, si no fuese porque Noel Noa lo ha mencionado, no me daría cuenta de cierto detalle.
Encima mío, de la sábana que me cubría, estaba una rosa. Debido al movimiento la moví sin darme cuenta hacia un costado de la cama, casi cae al suelo.
Quedé mudo al observarla luego de que el contrario me la señalará con su expresión seria de siempre, y aunque tarde unos segundos en procesar todo, yo ya sabía quién me la había dejado.
Aún así, creo que el mayor pensó al verme desconcertado, que quizás yo no estaba enterado de quien me la dejó, sobre todo porque llevaba mucho rato dormido.
—Te la dejó Michael Kaiser.
Asentí en silencio, igual ya lo sospechaba. La rosa tiene el tallo largo y es de un color naranja bastante intenso, fuerte.
Noa quizás al verme tan callado como pensativo, continúa hablando.
—El naranja en las rosas, o al menos en Alemania, significan fascinación y entusiasmo. — me comenta observando mis gestos, quizás de más. Cómo si quisiera analizar mis gestos y reacciones.
—¿En serio?— pregunté incrédulo cómo asombrado, ¿Él sabe de estás cosas?
—Bueno, eso me dijo Kaiser antes de irse. — responde encogido de hombros. Suspiré, pensando que a lo mejor el rubio mintió.— Pero sinceramente, debe ser verdad.
—¿Qué?
—Kaiser sabe mucho sobre el tema, aparte del fútbol, está obsesionado con el tema de las flores, sus favoritas sonas rosas. — me explica brevemente.— Y por como me estuvo hablando de ti, dudo que esté mintiendo.
Quedé pasmado con estas últimas palabras. Más intrigado con el significado de todas las flores que me ha estado dando, e igual sorprendiendo por como Noel Noa habla del tema. Pensé que no le importaría tocarme este tipo de cosas, son solo rosas que Kaiser me da.
Si no fuera por el ambiente, ya que somos dos chicos, diría y es algo que pienso muy en el fondo, que Kaiser parece que se me está ¿Confesando?¿Cortejando?
Tal vez sean exageraciones mías. Suena absurdo y tonto entre más lo pienso. No puedo gustarle a él, Kaiser solo juega y se burla de mí. No me imagino al ególatra y narcisista Michael Kaiser gustando de mí.
"Fascinación y entusiasmo"
¿Es lo que siente él hacia mí, de verdad?
✒Fin del Cuarto Acto.𝄢
🫀🫀🫀
Palabras: 2,650
Escritor: JaquiiAleWorld
Fecha de publicación: Martes 14 febrero del 2023
Nota del escritor:
Feliz día mis amores
Esta vez no pondré significado ya que el mismo Noel Noa lo dijo XD
Me cancelaron la mayoría de mis clases así que regrese temprano a casa para poder publicar XD
No se cuándo actualice. Me tomaré un tiempo~ hasta la próxima!
PD: Ojos con las gardenias.
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