•36•

Cuando abro los ojos, estoy en la cama de alguna especie de habitación.

—Pensé que tardarías más en despertar —muevo mis ojos por la habitación, aún un poco aturdida, hasta que encuentro a Mike en un sofá.

—Quiero regresar a Corea, por favor —mi voz sale ronca y me duele cuando trago saliva, por culpa del agarre que usó para ahorcarme.

—No vas a regresar a Corea, Ari —él se levanta y se acerca a la cama. Yo intento no achicarme, ni mostrar temor, porque eso es lo que él quiere, y yo… ya no soy esa chica temblorosa, nuca más seré esa persona.

Él se ríe, se sienta en el borde de la cama y lleva su mano a mí nuca, agarrando mi cabello corto.

—Es una pena que hayas cortado tu cabello, me gustaba como lo tenías antes —sisea— pero como te dije, estaremos aquí el tiempo suficiente para que vuelva a crecer.

—¿Qué es lo que quieres Mike? —él me observa sin decir nada— ya no soy esa mujer, no voy a someterme a ti, ni voy a ceder, no ahora que sé que hay personas que realmente me aman.

—Yo te amo, Ari.

—Tú no me amas —sigo— a ti lo que te gusta es controlarme, someterme y dañarme. Eso no es amor.

—Es mi forma de decirte que te amo.

—Tu forma es una mierda.

—Te has vuelto una mujer desafiante ¿No es así? —él sonríe— será interesante conocer esta nueva personalidad tuya.

Mantengo mis ojos en los suyos, y él simplemente me observa con diversión.

—Sí, definitivamente será entretenido.

—¿Qué va a pasar ahora? —mascullo— ¿Vas a encerrarme aquí como si fuera tu prisionera?

—¡Qué dramática te has vuelto, cariño! —él se ríe— puedes caminar libremente por todo el terreno —dice— no creo que puedas ir mucho más allá —él ladea la cabeza— no sabes nadar, le temes al mar…me parece que es una buena barrera para evitar que hagas estupideces.

—Te sorprendería lo que soy capaz de hacer con tal de irme.

—Lo imagino —él suelta mi cabello y yo suelto el aire que no sabía que retenía— confiaste en ese tal…oh, espera —él se burla— ¿Taehyung verdad? Tu querido Taehyung.

—No seas estúpido.

—Cuéntame amor , ¿Pasó algo entre ustedes? —él desliza su dedo índice sobre mi muslo— dejaste que se metiera ente tus piernas ¿No es así?

—No seas estúpido —mi pulso se acelera con temor mientras él me toca.

—Es extraño, porque escuche por ahí que Taehyung está enamorado de ti.

—Eso es mentira.

—Por tu bien, no me mientas —masculla— ¿Por qué no me cuentas qué has estado haciendo durante este tiempo, he? —él sonríe como si estuviera realmente interesado.

—¿Acaso te importa?

—Tenía planeado viajar contigo por el mundo, pero… no podemos movernos mucho si vas a intentar huir a cada paso que demos —dice, sonando apenado ¿Él en serio piensa que me tragare sus mentiras? —ahora por esto, por tu culpa nos tendremos que quedar aquí.

Doy gracias por haber hablado tanto con la psicóloga y que ella pudiera explicarme como funcionan las mentes como Mike, la de los psicópatas. Él siempre buscará que la culpa sea mía, que si me golpea, sea porque algo hice y que cada consecuencia negativa, es mi responsabilidad.

Agradezco saber que nada de esto es mi culpa, que toda esta mierda la está causando él y que está bien que yo quiera huir, que anhele mi libertad y que lo enfermo sería quedarme al lado de un hombre manipulador y violento como Mike.

—¿A dónde hubiéramos ido? —escupo— son pocos los países que están de acuerdo con el maltrato a las mujeres —siseo— he salido, Mike, sé cómo es el mundo real, sé que esto está mal y que todas tus manipulaciones son una porquería.

—Mira tú, que lista —Mike se ríe— es bueno ver que no eres solo una bola llena de miedo y temblores —dice, empuja mi cuerpo sobre la cama, su rostro perdiendo cualquier rastro de diversión y sus manos apresando las mías—. Pero no te pases de lista, porque mi paciencia está cercana a ser nula ¿Soy claro? —el aliento caliente golpea contra mi mejilla e intento cerrar los ojos, queriendo borrar cualquier sensación de mi cuerpo— bésame, Ari.

—No voy a hacerlo.

Mike no dice nada, empuja su rostro contra el mío, aplastando mis labios y una de sus manos mantiene presionado un punto de mi mandíbula, impidiéndome cerrar la boca. No puedo morderlo y eso además le permite meter su lengua entre mis labios. Muevo mis piernas, intento patearlo sin resultado y siento las lágrimas arder en el fondo de mis ojos mientras él sigue besándome a la fuerza.

No, no quiero esto.

No lo estoy consintiendo.

No importa si él fue mi esposo, está abusando de mí.

Él muerde mi labio inferior, haciendo que
suelte un grito de dolor y luego se aleja.

—Te extrañe, Ari —pasa una mano de forma delicada por mí mejilla y luego se aleja— tendremos que trabajar en esto de nuevo, no me gusta que te alejes cada vez que te toco.

¿Acaso está loco? ¿Él en serio piensa que forzándome va a conseguir cualquier tipo de aprobación por mí parte?

Mike me deja sola unos minutos después y yo respiro agitada mientras froto mi rostro con la manga de mi camiseta, intentando borrar el rastro de sus besos.

Incluso me encierro en el baño, me lavo los dientes y miro mi reflejo. Ver mi cabello corto me da una puntada en el pecho y mis pensamientos se disparan a Taehyung ¿Estará bien? ¿Alguien lo habrá encontrado antes de que…?

Ni siquiera soy capaz de pensar en la idea.

Salgo del baño dando un portazo y atravieso la habitación, el pasillo y salgo de esa casa. Mike está hablando con uno de los guardias y ambos me observan pero no dicen nada mientras doy zancadas lejos de ellos, de esa maldita casa y de esta realidad que odio. Camino ,me pierdo y para cuando quiero darme cuenta, estoy sentada en el borde de un risco. Dejo mis piernas colgando, mirando la enorme distancia entre las rocas gastadas por el mar y la altura donde estoy. Al menos cincuenta metros.

Una muerte segura.

Tomo una respiración profunda, mientras dejo que la rabia y el enojo se transformen en lágrimas que salen de mis ojos de forma descontrolada. Lloro por un buen rato, mientras el sol se oculta frente a mí y odio con todo mi ser que la vista sea tan preciosa.

—señorita — ni siquiera me volteo.
Es uno de los guardias.

—¿Mike ya envío a uno de sus perros carceleros? —escupo las palabras con asco mientras me levanto, alejándome del precipicio.

—No soy su enemigo —el hombre joven me mira con los ojos entrecerrados — ya está oscureciendo.

—cualquier persona que esté de su lado y lo ayude con toda esta locura es mi enemigo —lo observo y él parece contener una sonrisa.

—es extraño ver esta personalidad, siendo que siempre lució como una niña temerosa —dice— tenemos que regresar a la casa, el señor la espera para cenar.

—puede seguir esperando, no iré.

—no tense más las cosas —el hombre suspira— él realmente la extraño —lo miro, sin decir nada—¿No vendrá?

—no.

—sabe que esto le traerá consecuencias… —asume.

—¿Qué puede ser peor que tener que soportar toda esta mierda?

El guardia no dice nada, me mira por unos segundos más y luego, se aleja ¿Eso es todo?

Comienzo a caminar en dirección opuesta, hacia las rocas. Tomo una respiración profunda, comenzando a sentir el mismo vacío que me invadió hasta que supe que esta no era mi vida.

¿Cómo voy a salir de esto?

Me siento en una de las rocas, con la brisa golpeando mi rostro. La oscuridad cada vez es más potente y sé que si no regreso ahora, tendré que esperar hasta que salga el sol, porque la isla se zambulle en la negrura absoluta por las noches.

Bueno, eso no suena tan mal si me mantiene lejos de Mike.

Me abrazo las piernas y me dispongo a amigarme con la naturaleza. El ruido de las olas chocando con las rocas muchos metros más abajo me reconforta un poco. El cielo está cerrado y es una noche sin estrellas.
Y Taehyung…

Dios, Taehyung ¿Qué habrá pasado con él?

Vuelvo a mirar el cielo azul oscuro y un trueno rompe el silencio. Sin embargo, no tiemblo.
No importa si llueve, si la isla se inunda… le he perdido el miedo a las tormentas.

Ahora hay otras cosas que me aterran.

Perdón por no haber actualizado en muchísimo tiempo, espero que todos se encuentren bien. Estén al pendiente se vendrán nuevos proyectos y actualizaciones constantes.

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