•31•
El reloj parecía correr cada vez más rápido, y con eso Taehyung se desesperaba más y más. Tenía muchas cosas en que pensar, varios asuntos por resolver y todo eso por el bien de Ari.
Su hermano le había informado que tenía a un primer hombre acusado por abusar sexualmente de Ari, le había enviado una foto para que ella lo confirmara, y aunque no había asentido textualmente, su reacción había sido respuesta suficiente.
También sabía que el equipo de investigación de su hermano, iban detrás de otro responsable Paul Fox , un traficante de drogas, quién Ari conocía y había identificado como uno de los responsables.
Pronto Seúl comenzaría a necesitar del agente, su reputación iba en picada, había faltado a varias operaciones importantes en las que se requería de su presencia, su imagen se había vuelto más descuidado.
No quería que Ari supiera todo lo que sucedía, suficientes problemas la abrumaban, no sería otro problema en su vida, su intención era ayudarla no angustiarla.
Cerró su computador frotándose el rostro y alzó la cabeza cuando sintió la presencia de alguien más en el comedor.
Su hermano estaba tomando asiento frente a él, con una taza de café entre sus manos y una expresión de seriedad en su rostro.
-¿No piensas decirle que pronto perderás tu trabajo? -preguntó directamente.
-¿Y preocuparla sin necesidad?
-Se sentirá culpable -aseguro dando un sorbo a su café-. Y se enterara tarde o temprano.
-Se los diré cuando todo esto acabe.
Su hermano sonrió, pasando su dedo por el borde húmedo de su taza.
-Estas tan estúpidamente enamorado -bromeo-. Y te ves ridículamente débil.
-Que seas un amargado sin sentimientos, no significa que yo deba serlo.
-No soy amargado, soy realista. El amor te hace débil, te vuelve loco e incluso puede matarte.
-Tienes razón, hasta el más fuerte se vuelve débil frente al amor -concordó poniéndose de pie para irse-. Deberías tener cuidado, no vaya a ser que te veas ridículamente débil y acabes tan estúpidamente enamorado.
-¿Yo? Por favor, esas cosas no suceden en mi vida.
Taehyung se encogió de hombros, y abandono el comedor. Llegó al segundo piso, donde su hermosa Ari dormía cómodamente en la cama, envuelta en las sábanas usando una de sus camisas, lo cual ya se le había hecho costumbre.
Se desnudo quedando tan solo en bóxer, y tomó su tiempo para lavarse los dientes en el baño, mientras pensaba con frustración en todas las cosas que tenía que resolver.
Acostarse en el agradable calor de su cama, sintiendo como la delgada figura de Ari se acomodaba contra su pecho.
Podía acostumbrarse a eso con facilidad, y nada en el mundo reemplazaría esa sensación de satisfacción que sentía al tenerla en sus brazos.
Con pereza, Ari se movió contra su pecho buscando mayor contacto, y finalmente terminó por abrir los ojos, conectando con los suyos en medio de la oscuridad de la habitación.
-¿Qué hora es?
-Apenas son las tres de la mañana, puedes volver a dormir -ella se frotó los ojos, acomodándose boca arriba sobre la cama.
-Tengo hambre, iré a prepararme algo.
-Te acompaño -respondió, sentándose el también para hacerle compañía.
-No hace falta que vengas conmigo, duerme un rato, lo necesitas -dio un rápido beso en sus labios y abandonó el calor de la cama corriendo hacia la puerta con sus piernas desnudas, y saliendo al pasillo para bajar a la cocina.
Paso junto al comedor, sumergida en sus propios pensamientos, sin darse cuenta que en la mesa se encontraba sentado Jin, con una taza de café y en completo silencio.
Ari dio un salto, girándose inmediatamente cuando sintió que carraspeaba detrás de ella.
-Jin -susurro paralizada en su lugar, percatándose de que llevaba tan solo una camisa.
Él la inspeccionó de pies a cabeza, manteniendo la distancia, consiente de que se trataba de la mujer de su hermano, lo que significaba que era intocable.
-Un poco tarde para estar despierta ¿no crees?
-Yo... quería algo de comer - explicó con las mejillas completamente rojas.
Esa reacción era muy normal para él, todas las mujeres se ponían nerviosa en su presencia, por su intimidante postura y esa expresión de puro control.
Lentamente se puso de pie tomando su taza de café ya vacía, y se acercó a ella para entrar a la cocina.
-Encantado podría prepararle una de mis especialidades.
-Supongo que no sería correcto negarme -murmuró, entrando detrás de él y tomando asiento en un taburete junto a la isla.
Él abrió la nevera, y sacó varias cosas apoyándolas sobre la mesa sin prestar demasiada atención.
-¿Eres policía? -se atrevió a preguntar llenando el silencio que se extendía sobre los dos.
-Lo soy.
En ese extenso silencio, Ari comparo a Taehyung con su hermano. Salvo a la altura y los ojos café, no se parecían en nada. Taehyung acostumbra a sonreír, Jin es más rígido, sus movimientos hacia que se viera intimidante. Demasiado para ella.
No sabía que cocinaba, pero el olor que llenaba la cocina le hacía la boca agua, espero en silencio hasta que un plato fue colocado frente a ella, con cubiertos y un vaso de jugo.
Jin espero, hasta que ella dio un primer mordisco a la carne para preguntar por el sabor, su halagadora respuesta lo hizo arquear sus labios en una pequeña sonrisa.
-Mi hermano ha cambiado -comentó tomándola completamente desprevenida.
-¿Qué?
-Tu llegada cambio a mí hermano, considero que le has hecho un bien -Ari tragó lo que tenía en su boca.
-Taehyung esta perdidamente enamorado de usted, hasta debo decir que te trata mucho mejor que a Seol.
-¿Seol? -repitió.
-Su esposa, una arpía llena de veneno que solo quería su dinero, pero él se enamoró de ella, y cuando el amor desapareció tenía a una pequeña de por medio.
Debía procesar con extrema delicadeza lo que Jin decía, porque sin duda alguna era muy serio para ella.
-¿Taehyung no amaba a su esposa?
-En el fondo lo hacía, y su muerte le dolió demasiado...pero le afectó más la perdida de su hija.
Asintió ralentizando sus movimientos mientras comía, y pensando.
-¿Cómo fue el accidente?
-No me corresponde a mi contarte eso.
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Espero que estén bien y si no lo están espero que mejoren 💜💜💜
¿Cómo han estado, que han echo en la semana?
Los quiero muchísimo y estén atentos 🧡🧡🧡🧡
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