Contenido adulto leve:

El agua de la ducha dejó de caer lentamente, Ari paso sus manos por su cuerpo, retirando el rastro de agua y torneo su cabello con sus manos, secándolo rápidamente.

El baño de la casa de Taehyung era enorme, y así como el tamaño se le hacía demasiado exagerado, también estaba completamente expuesto al exterior, con cristales en lugar de paredes.

No le preocupaba estar bañándose con tanta visibilidad, la playa era privada, y estaba cerrada para que nadie pudiera espiar la propiedad, pero nada impedía que Taehyung la mirara, por eso al voltearse enfrentándose a la mampara y por lo tanto la puerta estaba abierta de par en par.

-¿Qué haces? -preguntó avergonzada cubriendo sus senos al ver a Taehyung de pie en el umbral, admirando su cuerpo con perversión.
-Admirarte.

-Taehyung, estoy desnuda -se encogió de hombros con una sonrisa.

-No hay nada que ya no haya visto -tenía un punto a su favor, lo que la llevo a retirar sus manos de su cuerpo y tomar la toalla que colgaba de la pared-. ¿Te han dicho que tienes un cuerpo hermoso? -ella negó secándose el rostro-. Bueno tienes un cuerpo hermoso.

Comenzó a acercarse lentamente a ella, planeando, pensando, la miles cosas que podría hacerle a ese bello cuerpo, todo el placer que podría darle. Sujetándola por la cintura desnuda, la pego a su cuerpo, sin importarle que su piel estuviera húmeda, y busco sus labios, introduciendo su lengua en su boca mientras sus manos descendían hasta llegar a sus glúteos, apretándolos con sus manos, y pegándose contra su cuerpo con mayor necesidad.

Tomándola por sorpresa la alzo en sus brazos, caminando hasta la mesada que había en el baño y apoyándola sobre ella, disfrutando de su reacción al sentir el frío del mármol contra su piel.

-Mírame, Ari -pidió-. Quiero que me mires, que sepas que soy yo, que no te haré daño, ¿de acuerdo? Confía en mí -ella asintió sin dudar, esperando dudosa.

Entonces, con lentitud, dejando que ella viera cuales eran sus intenciones, se sacó un pañuelo negro del bolsillo trasero de su jean, y lo doblo retrasando el momento, por si ella prefería negarse.

-Cuando uno de nuestros cinco sentidos es bloqueado, los otros se sensibilizan -explicó cubriendo sus ojos con la tela negra, y atándolo en la parte trasera de su cabeza, cuidando de no tirar de algunos mechones de pelo enredado-. Si no puedes ver, no sabes que sucederá a continuación, por eso, tu cuerpo intentará descubrirlo, lo que te volverá más sensible a lo que decida hacer, sentirás más placer.

-¿Qué me harás?

A pesar de no poder verlo, escuchó su risa y se lo imagino sacudiendo la cabeza, negándole la respuesta.

-Si te lo dijera, ya no tendríamos el mismo resultado -pellizco uno de sus pezones sin alertarla, provocando que ella reaccionara con sorpresa, brincando sobre la mesa y riendo al mismo tiempo-. Me ausentare solo unos minutos, pero es muy importante que no te quites la venda, nada sucederá si lo haces, pero realmente me decepcionaría.

Sería incapaz de castigarla si se quitaba la venda mientras él no estaba, podía hacer eso con mujeres que no significaban nada, pero con Ari, sabiendo lo difícil que había sido para ella darle toda esa confianza, sencillamente no podía ni siquiera imaginarlo.

Ella espero en el silencioso baño, sin poder ver nada, balanceo sus piernas que colgaban de la mesada, esperando mientras tarareaba la primera melodía que pasaba por su cabeza.

Comprobó que Taehyung estaba en lo cierto, ahora que no podía ver lo que la rodeaba, sentía como todo parecía sentirse y escucharse con más fuerza, como si inconscientemente intentara encontrar al menos una pista de lo que sucedía.

Supo que él había regresado cuando sintió sus pasos retumbar, acercándose cada vez más y más, había perdido la noción alguna del tiempo, así que supuso que había tardado al menos quince minutos en volver.

Otra vez, escuchó un sonido junto a ella, y supuso que se trataba de vidrio siendo apoyado sobre el mármol, eran vasijas seguramente con algo.

-Tengo cinco cosas junto a mí, Ari -explicó Taehyung mirándola fijamente, a pesar de que ella no lo sabía-. Ninguna provoca dolor, así que no tienes que temer -aseguró, apoyándola a relajarse.

Tomó el primer objeto, sujetándolo entre sus dedos y apoyando las frías y pinchosas puntas metálicas en su delicado cuello.

Su primera reacción fue jadear sorprendida, e intento identificar lo que comenzaba a rosar su piel, provocando que todo su vello se erizara.

-¿Qué sientes? -preguntó, trazando un camino con ese frío y tan misterioso objeto hacia sus senos, dejando que apretara su pezón entre lo que parecían ser unos dientes muy juntos entre si.

-Cosquillas, unas muy placentera -Taehyung sonrió, repitiendo la acción con su otro seno y aguardo.

-¿Y sabes lo qué es? -Ari sacudió la cabeza, disfrutando de esa nueva sensación, y dejándose arrastrar por el placer que le provocaba.-Abre la boca y lo descubrirás.

Algo insegura, obedeció, sintiendo como el metal golpeaba contra sus dientes, y se presionaba en su lengua. Supo inmediatamente de que se trataba, esa forma tan familiar, lo identificaba como un tenedor . Un único y simple tenedor que parecía hacer magia.

-¿Sorprendida? -interrogó dejando el tenedor a un lado y tomando otra cosa de una de una de las vasijas.

-Bastan... ¡Oh dios mío! -la sensación de golpe era indescriptible, sentía la mano de Taehyung entre sus piernas, pero ese no había sido el motivo de su placer, era el frío que se había presionado contra su clítoris, un hielo que había apretado ese punto sensible en ella y se había alejado casi inmediatamente.

Otra vez, sintió el hielo provocándole un enorme placer, esta vez sobre sus senos, mojando su piel y endureciendo sus pezones pero casi inmediatamente ser calentados por la boca de Taehyung, precipitándola al borde de un orgasmo.

-Aún no, nena -le prohibía correrse, la obligaba a contenerse y por algún motivo eso solo aumentaba su placer, sentir como él la estimulaba, presionándola, sin tener otra salida más que retener el placer haciendo que la llama incrementara en su interior.

-Taehyung.

-Shh -silencio frotando su lengua contra esos fríos botones.

Él sabía que ella no lograría aguantarse por mucho más tiempo, así que se apresuró a usar al menos otra de las cosas que había traído.

Y eso fue suficiente para que Ari se corriera con un grito que retumbo en la casa, derribándose contra la pared y respirando aceleradamente.

Taehyung miró las dos pequeñas y diminutas pinzas que presionaban sus enrojecidos pezones, sonrió, complacido con la imagen, y succiono con suavidad sintiendo el metal de las pinzas contra su paladar. Había logrado estimular esa zona lo suficiente como para no lastimarla al pellizcar esas sensibles montañas, y aún así había dolido, pero no el dolor que ella detestaba, ese que la hacía llorar y sufrir, había sido placentero, casi rosando lo masoquista.

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😈😈😈😈 Jjjj ( ya sabrán identificar porque estoy utilizando este emoji)

Les traje capítulo lo más rápido que pude, estoy con miles de proyectos a fulll 💜💜💜 espero que pronto puedan disfrutar de ellos.

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