3.
(Vibración)
(Vibración)
-No, un minuto más. –murmuro con mi rostro aplastando entre almohadas cuando vuelvo a escuchar por tercera vez la votación de mi celular en la minúscula mesita de noche.
Abro mis ojos con una pereza enorme, y me reincorporo en la cama para restregarme la cara con mis manos. Tomó el teléfono y me lo llevo directamente a la oreja luego de contestar.
–¿Si?
-¿Erin? Soy Logan, disculpa que te moleste y llame de la nada a lo muy psicopata pero James me dio tu número después de haberlo visto en tu registro. –comenta el. Ruedo mis ojos imaginándome al pobre James en su mesón desesperado. Una sonrisa se me escapa.
–Logan, si, si... ¿Tienes novedades sobre mi residencia? Me he quedado dormida un tiempo y ya creo que agarré alguna enfermedad incurable por solo el hecho de yacer aquí unos minutos.
Escucho como suelta una carcajada a través de la bocina de mi celular y no aguanto el preguntarle por qué.
–Te he estado llamando por horas, son las 4 de la tarde, Erin. –suelta aún riéndose. De inmediato me alejo el teléfono de mi oreja y veo la hora en la pantalla con el número desconocido. Efectivamente eran las 4:43 de la tarde. Dios mío. –Ahora que te haz demorado, haz hecho que al pobre James le vuelva el corazón al alma.
Suspiro y me recuesto nuevamente en mi "cama" temporal.
–Creo que tendrás que agradecerme esta noche, pues he conseguido que la chica esa, una tal Jessica, se fuera de su habitación. Al parecer no podrá ingresar este semestre, y al llamarla, no dudó en entregarte su cupo. Debes ir directamente allá, pues tu amiga Clary te estará esperando.
"Cleo" -pienso riendo.
Algo dentro de mí se libera, pero me duele un poco saber que que ocuparé el lugar de una chica que no tuvo la misma suerte que yo. Espero sacarle provecho a su lugar.
–Oh, muchas gracias, Logan, no sabes lo mucho que me alegro de que no me quedaré aquí hasta fin de semestre. –le digo mientras sonrío feliz. Y entonces recuerdo lo que dijo. –¿Cómo es eso de que te tengo agradecer a la noche?
–Pues, justamente los chicos de mi residencia, siempre celebramos una pequeña fiesta de bienvenida, y ahora se nos agregaron unos novatos que conocimos en la escuela de verano, así que Erin, estás completamente invitada. -dice Logan con total naturaleza, mientras oyó que tocan la puerta de lo que debe ser su habitación, y noto que comienza a moverse. –Tengo que dejarte, te envió las indicaciones para que llegues por mensaje, ¡Nos vemos!
–Muchas gracias otra vez, Lo... –Pero ya habia cortado.
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James me había entregado finalmente la llave con un pequeño llavero con el número de la habitación a la que pertenecería por el resto del año (ojalá), junto con un mapa porque imagino que no sabría donde quedaría y es verdad. Ahora estoy como loca estúpida buscando dónde está la maldita habitación. Entro en el último edificio que hay dentro de las descripciones de James y busco finalmente el numero.
235.
Me detengo frente a una puerta de color café rojizo, un poco raspada en las esquinas, pero agradable. Pienso en meter la llave y entrar asi tal cual, pero algo dentro de mi hacer renacer mis modales y toco con un pequeño golpecito.
Escucho que algo se cae dentro y en seguida, unos pasitos rápidos correr por dentro, hasta que la puerta se abre. Cleo está frente a mi con una sonrisa de oreja a oreja. Me toma de la mano que tenia la llave solamente y me lanza dentro, ayudándome con mi equipaje y todo.
-Oh, Erin... No sabes cuánto me alegra que estés aquí! -dice y tan pronto termina, se lanza contra mi cuerpo estrechándome en un fuerte (fuertísimo) abrazo de bienvenida.
-Si. -dijo por dos razones entre suspiros. Una porque quiero que me suelte, y dos porque realmente me alegra cumplir algo y que salga bien desde que llegué. Ahora solo queda esperar que el resto fluya por el camino positivo. Ya no sé qué hacer si no resulta.
Cleo me dice que deje mis cosas en la segunda cama que hay, al lado izquierdo de la habitación. La verdad es que es bastante linda, y obviamente en comparación a la que estuve en la mañana, con mayor razón. Estaban las dos camas posesionadas opuestamente a la otra, en el medio había una ventana grande, de la que caía una delgada cortina casi transparente. Frente a cada cama, hay un pequeño escritorio y frente un pequeño armario.
Dejo mi maleta enorme sobre la cama y me lanzo de espaldas a ella mientras Cleo me mira cuestionándose probablemente mi vida entera, pero sin perder su sonrisa.
-¿Sabes? -me dice mientras se dirige hacia su escritorio, en donde descansa su computadora portátil, la cual abre mientras me sigue mirando. -Hoy temprano, luego de encontrarte, vine aquí y en Facebook, hay una especie de grupo de todos los estudiantes de OXFORD, la cosa es que vi, que un grupo de chicos, harían una fiesta.
Wow, eso si que nunca lo vi venir. Cleo literalmente era una Betty Cooper, me la imagino en una cena con sus padres vestida tal cual como ese personaje. Pero creo que habla enserio. Está con una de sus grandes sonrisas, sus brazos a los costados, esperando mi respuesta. Suspiro. ¿Debería ir? ¿Qué pasa si me lo encuentro ahí? ¿Debería saludarlo?
-Dios, si supieras...
-¿Qué? -salta inmediatamente Cleo. Yo solo meneo la cabeza y vuelvo a suspirar mientras me levanto de mi cama para plantearme frente a ella.
-Un día te contaré la verdad de por qué estoy aquí... -le digo mirándola fijamente, mientras en mi mente se concreta la decisión de ir. La verdad, no me retiraré de cosas solo por el miedo de que él esté aquí, quizás ni lo está, dios.... -Iremos.
Cleo suelta una risita y se lanza contra mis brazos fuertemente y yo rio.
Creo que encontré una amiga, por más rara que sea.
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