Sentimientos

- Bien, ¿no lo comprendo? Vayamos a beber.

Junmyeon caminó hacia su auto con el enojo burbujeando hasta su garganta.

Abrió la puerta del conductor, quitándoles el seguro a las demás para que segundos después el chino ingresara al vehículo. Ni bien oyó la puerta contigua al contrario encendió el motor para salir de esa calle.

Pisó el acelerador con la molestia amargándole el paladar, acortando el viaje bastante incómodo hasta un bar, el que más frecuentaba el castaño para compartir con Baekhyun y Chanyeol de manera usual.

Se estacionó y salió con velocidad, sabía que el menor lo seguía, así que ni se tomó la molestia de voltear a verlo, solo entró al local.

- Deme variedad, pero deme alcohol – le habló al barman colocando varios billetes grandes en la mesa.

- Como diga usted – le sonrió tomando una botella de licor.

- Que sean dos de cada bebida – añadió cuando sintió la presencia del pelinegro.

- Usted manda – volvió a mostrar el gesto anterior.

Ambos se sentaron en las sillas individuales de la barra, uno junto al otro. Junmyeon miró al contrario de reojo y notó como pasaba el dorso de su mano por sus mejillas, limpiando algo de su llanto, también tenía los ojos brillosos y con un rastro rojizo.

Los primeros vasos empezaron a llegar y con ellos los crudos detalles de una relación pasada.

- Yo no comprendí p-porqué e-empezó a ser t-tan frío – lloriqueó tomando otro trago de ginebra -, y es que yo m-me esforzaba tanto para ser el ideal de YiFan, para q-que funcionara.

Con más enojo el coreano tomó el vaso transparente lleno de licor con rapidez, sintiendo la manera en que su garganta se calentaba. Observó las manos ajenas, que temblaban desde varias bebidas atrás, eso solo lograba disgustarlo más.

- N-Ni siquiera me llamaba para a-avisar que llegaría tarde – limpió su nariz con una servilleta que lucía el nombre del bar -, se acostaba c-con Jessica todas esas veces – dos lágrimas bajaron por sus cachetes, trazando dos caminos bastante pronunciados y temblorosos.

No quería decir nada, no quería opinar, solo debía escuchar atentamente los problemas ajenos, eso es lo que en algún lejano tiempo le había recomendado Baekhyun, que sus comentarios a veces no eran atinados. Sabía que si hablaba iba a escupir pura amargura.

Era historia tras historia, la manera en que la relación de YiFan y Yixing se fue al caño, con detalles incluidos.

Pronto sus sentidos se adormecieron un poco, ese martilleo en su cabeza ya no era tan pronunciado, sin embargo seguía ahí. Maldijo su estúpido cuerpo que no lo dejaba ahogar sus disque sentimientos en el alcohol.

- Siempre era yo qu-quien se disculpaba – soltó una carcajada mientras lloraba - ¿Puedes creerlo? Bueno, es fácil, ¿quién no me manipula? Hasta tú lo haces – suspiró.

Oh, Yixing comenzaba a desviarse del tema.

- Siempre con t-tu estúpido respeto y con tu estúpido Pelusa – tomó dos grandes tragos de vodka -. No es justo.

- ¿Qué no es justo? Te estoy dando alojamiento gratis – espetó enojado.

- ¿Gratis? Por favor, d-díselo a Pelusa – bufó.

El castaño tragó saliva.

- ¿Hemos visto a ChoRong? – preguntó apretando la mandíbula.

- E-Ese n-no es el caso.

- Responde.

- N-No.

- Entonces no sé cómo me estés pagando, porque yo no he recibido dinero – tomó otro trago de su bebida.

- Seguro llevas la cuenta – masculló.

- No la llevo.

Odiaba mostrarse a él con sus estúpidos detalles, con su estúpido sentimiento acumulado que carecía de nombre. En verdad detestaba que el menor sacara eso de él. El dinero que no recibía, el trabajo que le había conseguido, hasta la cena ofrecida y Yixing atado a su pasada relación con un imbécil.

- Igual no m-me refería a eso – terminó su bebida -. S-Sigue siendo injusto.

Soltó una bocanada de aire con fuerza, expulsando un poco de la furia que contenía su sistema.

- ¿Quieres decirme por qué es injusto? – gruñó girándose para verlo.

- ¡Porque no te p-pareces en nada a él!

- ¿De qué me hablas? – frunció el ceño ante el grito del pelinegro.

- T-Tú eres distinto, p-pero tengo miedo – se le aguaron los ojos.

- Habla claro, Yixing.

¿Qué era esa ansiedad que tenía ahora?

- Creo que puedo llegar a amar a ambos de la misma manera.

Oficialmente todos los mecanismos que hacían funcionar el cerebro de Junmyeon habían sido apagados.

En ese momento tal vez lo hubiese podido besar, tal vez pudo haberle dicho que estaba estúpidamente confundido también, pero qué había del otro, porque Yixing había dicho "ambos".
Oh, no, el menor no iba a jugar con él, no lo permitiría.

- ¿Aún sientes algo por YiFan?

Debía aclarar esa maldita duda de su cabeza, debía terminar de entender lo que el chino le había dicho la noche anterior en el bar, lograr descifrar sus palabras aunque estas siempre fueran simples.

Pero Yixing no respondió y Junmyeon no iba a esperarlo.

- El silencio otorga.

Caminó hasta la puerta, abriéndola y observando la recepción vacía.

- Vámonos.

No tenía por qué estar molesto, no debía estarlo, pero le jodía pensar que el menor aún tenía sentimientos fuertes por YiFan, ni siquiera lo conocía bien, aunque sus historias daban mucho en qué pensar. No lo comprendía, ¿qué acaso no lo podía superar?

Y es que Yixing es malo escogiendo las palabras, peor aún con alcohol en su sistema, porque él en este momento de su vida no habría dicho ni por asomo que aún amaba al rubio, fue estúpido eso que había sentido por años. Haberle rogado amor a YiFan había sido ubicado entre las más grandes vergüenzas y errores de su vida, lo cual era mucho hablar cuando solo tenía 27.

Eso de poder llegar a amar a ambos de la misma manera era una declaración directa, estaba siendo sincero, él lo había sido toda su vida incluso cuando sus verdades eran torpes. Sentía que podía llegar a amar a Junmyeon de la misma manera en que una vez amó a YiFan, con esa intensidad en la que hubiese hecho cualquier cosa, ¡por favor! Le hablaba con el supuesto respeto que siempre pedía.

Sin embargo toda esa explicación se va a la basura, porque Yixing de cualquier modo tenía esa noche completamente borrosa.

Las ganas que tenía de llorar eran inmensas, porque no había tenido un viaje en auto con tanta tensión como en ese momento. Los sentimientos le dolían demasiado.

Bajaron en silencio del vehículo, llegando a la recepción y tomando el ascensor hasta el piso respectivo, ingresando al apartamento del mayor en el mismo asqueroso ambiente.

- Voy a trabajar, tengo pendientes acumulados – informó mientras Asfalto corría hacia él.

- De acuerdo – asintió con la cabeza.

Caminó hasta el pasillo, es cuando el pelinegro aprovechó que la resaca adormeciera su miedo.

- Junmyeon-sumbae, quiero hablar sobre lo de antes – habló con rapidez mientras apretaba sus dedos en forma de puño.

Se giró por los talones, mostrando una sonrisa torcida.

- Está bien, Yixing, no te juzgaré por tus enamoramientos – ladeó la cabeza con ligereza -, solo espero que tengas en cuenta las consecuencias.

Desapareció y en cuanto lo hizo el menor corrió al baño para eliminar el dolor en forma de lágrimas saladas.


[***]

Hola~
¡Antes de que me crucifiquen! Todo es por algo, ¡tranquilización, señores! :v

Hora de los anuncios:
Quiero agradecer a Baozi173 por el apoyo inmenso, igual a KatMyeon, estas linduras me apoyan como nunca recibiendo mis spoilers.

También un saludo a unisoo y TallBitch, quienes a pesar de estar en otro fanfic recordaron este, pero eso , la tía Bao merece una disculpa, mis niñas (?)

También tengo una cuenta de Twitter, pueden seguirme, a veces doy spoilers indirectos que te dejan pensando :'v
Estoy como SrtaManati, allí también encontré a bbjunmyeon y junmyeonssuho_, que son hermosas con sus tweets.

Llegando al final, el capítulo va dedicado a akiunicorn, ¡debes actualizar ahora!

Y dejando el spam...
¡Que inicie el maratón de actualizaciones! Va una de siete.
Se lo ganaron

Atte. Misaki116

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