Pensamiento
Dejó caerse sobre las múltiples almohadas, alborotando su cabello más de lo que ya estaba por el suave impacto de su cabeza en los cojines.
Cerró los ojos intentando acallar todos sus pensamientos, tanto los buenos como los malos, tanto los que estaban a favor como los que estaban en contra de lo sucedido el día anterior. Por más que Junmyeon ya no se hallaba en el cuarto y probablemente tampoco en el mismo piso, sus mejillas seguían ruborizadas. Las imágenes volaban en su mente, atacándolo con el recuerdo de la noche compartida.
Se incorporó con cuidado, evitando verse desnudo en la cama ajena, envolviendo la parte posterior restante a su cintura.
- Miau.
Yixing se quedó petrificado, como si lo hubiesen encontrado haciendo algo indebido. El susto se desvaneció cuando vio al Chartreux gris moviendo la cola de un lado a otro frente a él.
- Hola, Asfalto – suspiró algo aliviado.
- Miau.
Continuó con la tarea de levantarse, bajando sus pies al suelo y sintiendo el frío de este.
Cuando se dispuso a ponerse totalmente de pie un pequeño dolor se le presentó en la espalda baja, junto a otro más ligero en sus caderas. Se detuvo para asimilar la molestia y comenzó con su andar.
En ese momento no le importaba que estuviese arrastrando la sábana blanca, que parecía de seda, por el suelo. Solo quería ir al baño y limpiar todos los recuerdos de hace unas horas. Intentar purificarse de aquellos deseos que lo llevaron a ese momento.
Entró al baño, buscando alguna toalla en los cajones del ropero de madera con la diestra, pues su otra mano sostenía a un lado de su cadera la sábana que cubría su desnudez.
No tardó en hallar lo que buscaba, tomando uno de los paños más grandes, dejándolo en una de las mesitas cercanas a la ducha en la cual habría de entrar segundos después, deshaciéndose de la única tela que cubría su cuerpo.
Tomó la manija y la giró, permitiendo así que el chorro de agua comenzara a caerle por encima de la cabeza gradualmente hasta tener una fuerza estable. Pasó sus dedos por su cuero cabelludo, tirando su cabello hacia atrás y cerrando los ojos momentáneamente para lograr mojarse el rostro sin molestia alguna.
Logró un estado de paz con su mente, corazón y subconsciente, olvidando momentáneamente lo que había provocado durante la noche. Sin embargo eso no duró mucho, cuando empezó a enjabonar su cuerpo notó las evidencias de lo que había hecho con el coreano. Para comenzar con la descripción había que resaltar el pecho de Yixing con pequeñas marcas rojas cerca de sus clavículas, pero eran muy poco definidas, todo lo contrario a las que tenía en los muslos que tenían un tono más intenso.
Por el hecho de haber estado en una relación de tres años podía diferenciar entre chupetones y mordidas. Su suerte esta vez iba a su favor, pues lo que tenía eran unas mordidas leves que con las horas dejarían de notarse.
Se envolvió en la toalla, saliendo de puntillas y llegando hasta la habitación de su mayor para cambiarse.
Ordenó cuando ya llevaba ropa puesta, quitando las sábanas que habían ensuciado y colocándolas junto con las que se había cubierto. Tendió la cama como pudo, pues en su vida había tenido semejante lecho para dormir, por lo cual su trabajo no logró ser el más pulido. Finalmente abrió las puertas del pequeño balcón incorporado a la recámara, permitiendo que el aire entrara y ventilara la habitación.
Por más que lo evitara pensar, su mente volvía al momento en que había terminado desnudo bajo el castaño, las caricias que había sentido y las sensaciones que le había transmitido el cuerpo ajeno. Todo eso le provocaba un fuerte sonrojo y más culpabilidad acumulándose en su pecho.
Y lo peor de todo es que le había gustado, muchísimo para definirlo correctamente.
Hizo lo más racional que pudo en ese momento; llamó a Minseok.
- ¿Hola?
- ¡Hola! ¡Minseok! ¡Necesito--- Espera, tú no eres Minseok – achicó los ojos a pesar de que la persona al otro lado de la línea no podía oírlo.
- Lo sé, soy Jongdae – sonó una risa- ¿Qué tal salió mi imitación?
- Supongo que bien – se encogió de hombros- ¿Puedes darle el teléfono a Minseok?
- Lo siento, Yixing, Min está dormido – explicó -, pero puedes contarme lo que sucede, ¡estamos en confianza!
Hay que imaginar que tan confundido estaba el chino para hablarle al pretendiente de su mejor amigo sobre los actos subidos de tono ocurridos hace menos de un día.
- ¿¡Te acostaste con Junmyeon!?
- Sí, definitivamente esto no fue buena idea.
***
Ya eran las diez de la noche cuando el pelinegro se hallaba tirado en el sofá donde ya acostumbraba dormir, con Asfalto en su regazo para así acariciarlo cada tres segundos y mirando al techo.
Pensó un poco en el consejo que Minseok le había dado, ya que en verdad no estuvo durmiendo, sino que Jongdae se había encerrado en el baño por alguna extraña razón con el celular de su platónico y cuando el mayor se dio cuenta lo sacó a patadas de allí.
Le dijo que no se torturara, que tal vez las cosas habían sucedido por algo, que debía hablarlo con el mayor y aclarar las cosas, como gente civilizada.
El gato lo sacó de sus pensamientos cuando se bajó repentinamente de sus piernas, llegando al suelo y caminando en dirección a la puerta. Oh, eso solo significaba una cosa.
A los pocos segundos las llaves sonaron y pronto Junmyeon aparecía en el umbral de la entrada del apartamento.
- H-Hola, Junmyeon-sumbae – saludó poniéndose de pie tan pronto como su cuerpo se lo permitió.
- Hola, Yixing – saludó levantando la diestra y haciendo un gesto en son de saludo.
Tomó a su mascota entre sus manos, levantándola y acariciándola un poco.
<< Vamos, debo hablar con él >>, pensó armándose de valor.
- Junmyeon-sumbae – llamó su atención-, ¿P-Por qué llegas tan tarde? – preguntó colocándose frente a él.
- Tenía una junta que se extendió, solo eso – explicó.
Asintió con los dedos helados.
- Ehm, Junmyeon-sumbae – tragó saliva -, o-ordené la habitación – indicó observando como el coreano dejaba a su gato en el suelo, para luego sacudirse las manos -, n-no sabía dó-dónde poner las sábanas, así que solo las dejé a un lado del---
Sus palabras fueron interrumpidas por los labios del castaño, que ahora se hallaban sobre los suyos, besándolo lenta y suavemente. Junmyeon lo tomó por las muñecas, deteniendo el temblor que ahora tenía en sus brazos, el cual resaltaba sobre el que había por todo su cuerpo.
Todo el cuerpo de Yixing vibraba, se sentía ansioso por volver a tener el mismo contacto de la noche anterior aunque el lado racional del chino no lo aceptara.
Cerró los ojos con las piernas temblando, con el corazón palpitando rápidamente en su pecho y sus emociones a punto de estallar. Siguió con el pequeño movimiento, calmándose a sí mismo con las caricias del mayor.
- Ya es tarde.
- ¿A-Ah? – preguntó desorientado por la cercanía.
- Dije que ya es tarde, sordo.
- C-Cierto.
Intentó apartarse, sin embargo el coreano aún sostenía sus muñecas.
- Puedes dormir en mi cama esta noche si así lo deseas – ofreció.
- ¿Q-Qu-Qué? – preguntó ruborizándose totalmente.
Junmyeon soltó una pequeña risa burlona.
- Dije que puedes dormir en mi cama esta noche, estúpido – sonrió de manera irónica -. He visto como amaneces con la espalda adolorida, así que esta noche puedo dormir en el sofá si así lo quieres.
El menor abrió los ojos como platos, despegando también sus labios superficialmente. Se sintió aún más avergonzado por los pensamientos indecorosos que había tenido hace unos segundos.
- ¡A-Ah! D-De acuerdo – asintió forzadamente.
Junmyeon fue a su habitación, dejando al contrario con su propio torbellino de ideas rondando en su cabeza para volver instantes después con su pijama y unas almohadas.
- ¿Estás seguro que quieres dormir ahí? –cuestionó Yixing.
- No, si así dejas de chillar por las mañanas por tu dolor de espalda al menos habré logrado algo – rio.
Definitivamente ahí estaba el mismo Junmyeon de antes.
Los sentimientos del pelinegro se sintieron magullados, ¿de verdad planeaba seguir con sus bromas pesadas luego de lo sucedido? Tal vez no significaba nada y solo estaba haciendo un mundo por un estúpido revolcón.
- Iré a dormir para que no sigas burlándote de mí.
- De acuerdo.
Caminó en dirección a la habitación ajena, girándose para ver de reojo lo que hacía el dueño del apartamento.
- ¿¡ESE ERA UN SOFÁ-CAMA!?
Gritó indignado viendo cómo el castaño había empujado el respaldar del mueble y así logrado conseguir la extensión requerida, convirtiéndolo rápidamente en un lugar donde dormir correctamente.
- Sí, ¿no lo sabías? – sonrió burlonamente.
Apretó la mandíbula, presionando sus dientes, caminando rígida y velozmente hacia el cuarto donde dormiría esa noche, cerrando la puerta con cierta molestia.
Junmyeon soltó una última risotada que pronto se descompuso sin siquiera lograr se terminada.
En realidad él también había pensado mucho. No había tenido tal junta, sino que se la había pasado todo el día encerrado en su maldito oficina, trabajando hasta que ya no tuviese nada más que entregar hasta dentro de tres meses. Cuando ya las diligencias se le acabaron no le quedó de otra que quedarse a solas con sus pensamientos.
Se sintió del asco por haber dejado a Yixing tirado así por la mañana, habría querido preguntarle si se encontraba bien o si quería una pastilla, tal vez quería el desayuno en la cama. Sin embargo Kim Junmyeon no era un hombre que tuviese ese tipo de detalles con algún ser viviente, así que simplemente se encargó de doblar la ropa tirada por el suelo durante la mañana y no preocuparse en despedirse del menor o siquiera ver su rostro antes de marchar al trabajo.
Definitivamente no podría mantener su cabeza fría con unos pequeños rasguños marcados en su espalda desde la noche anterior.
Abandonó los cojines en el mueble, rodeándolo y caminando hacia su habitación. Se detuvo frente a la puerta, con la mano tomando el picaporte sin girarlo aún.
Kim Junmyeon era también un estúpido que no sabía cómo tratar con los sentimientos ajenos.
- Buenas noches, cariño.
Se despidió con un tono de voz sarcástico. Aunque Yixing pensara que seguía burlándose de él y que si hubiese abierto la puerta se encontraría con su mayor riéndose con ese toque irónico que solo él sabía manejar, la realidad era distinta.
Junmyeon no sonreía.
[***]
Sí, lo sé, el capítulo está algo corto, pero luego me lo agradecerán... creo (?)
Quiero crear expectativa para todo lo que sucederá pronto, ¡MUAJAJAJAJAJA!
Espero que les haya gustado, el capítulo va dedicado a @Eve_Panda, siempre le haces bullying a Junmyeon en los comentarios, aquí se ve perfectamente que tiene sentimientos... algo escondidos, pero los tiene ;u;
¡Hora de la sección en que demuestro haber leído sus comentarios! No saben cómo me he reído con los que hay en esta parte del capítulo anterior:
<< - En una piscina – ladeó la cabeza curvando ligeramente los labios.
- ¡Pero, Sehunnie! Yo no recuerdo eso – lo golpeó en el hombro su mujer – Ah, seguro me acordaré luego. >>
¿Por qué nombran a Luhan cuando ni siquiera está en la historia? Jajajajaja... Au... Mis HunHan feels ;u;
¡Yo coincido contigo, @KatMyeon! El SeXing is not my style, pero sin eso no hay celos, como dice @sXjO_94. Ashadiuxsiere, amo sus comentarios ;u;
Ehm... ¿quién está espiando mis archivos? Ok, no :'v Junmyeon caerá pronto...
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA.
No entiendo la insistencia de afirmar que el matrimonio de Sehun y ChoRong es falso, digo, tenía que parecer real, ¡pero ni de eso puedo convencerlas! Ok, no, su matrimonio si es real... creo (?)
-Misaki116 creando misterio desde tiempos inmemorables-.
En fin, espero que les haya gustado este relleno con clase (?) Ok, no.
¡MARATÓN EL FIN DE SEMANA! ¡PAZ! -Tira el micrófono al suelo-.
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