»»Inicio de lo Prohibido««
Dejando los papeles con la información de todos los prisioneros sobre la mesa. Miro a Ibiki quien la miraba con una ceja alzada, Anko soltó un bufido
-Ya es mi hora libre -Señalo el reloj con recelo-. tengo un asunto que atender a las afueras de la aldea, asi que vuelvo mañana.
-Me extraña que últimamente estes saliendo cada semana -Entrecerró sus ojos el hombre, Anko tuvo que poner su expresión indiferente.
Ibiki era bueno en leer a las personas y jugar con sus mentes, pero todos esos años que lo conocía ha logrado perfeccionar una mascara para ocultar el mínimo sentimiento.
-No es algo que te interese -Dispuso con frialdad, ambos compartieron una mirada brevemente y sin querer perder tiempo se dio la vuelta para seguir su camino.
Después de pasar por su casa para darse una ducha, camino a la entrada de Konoha donde Izumo y Kotetsu se hallaban aburridos en sus puestos, se le acerco a ellos para burlarse de su desgracia.
-Otro dia sin nada que hacer ¿eh chicos? -Ellos elevaron la vista y la saludaron sin animo alguno.
-¿De nuevo hacia afuera de la aldea, Anko? ¿Algun novio? - Dió una sonrisa pícaramente Izumo.
-Que tontería -Chasqueo su lengua continuando su camino- nos vemos.
-Hasta mañana Anko -Se despidieron ambos.
Cierto que ya hace un par de meses que se encontraba saliendo de la aldea, pero con el permiso de la Hokage, le había mentido diciéndole que necesitaba un descanso cada semana hacia afuera de la aldea.
Con la excusa de asi conseguían alguna información relevante sobre algun enemigo, claro la Gondaime Hokage primero se lo habia rechazado, pero al invitarla por unos tragos le dejo todo facil
Se adentro entre los arboles siguiendo un camino que ya se lo sabia de memoria
Solía reprocharse, sabía que esto no estaba bien. Todo lo que hacía estaba prohibido, pero eso lo hacía más tentador y no podía evitarlo
Llego a su destino, una cueva que resultaba ser el escondite perfecto para ellos. el lugar donde lo vio por primera vez
El Inicio de lo prohibido
-Era hora que llegaras mujer -Sintió un escalofrío al sentir una figura atras de ella, y se estremeció cuando sintió su aliento en su cuello el cual mordía levemente.
-Nada de mordeduras cabrón. -Él solto una carcajada pero aun asi no se alejo, al contrario se pego más a ella sujetando su cintura, Anko pudo sentir el bulto en su trasero, trago seco intentando no perder la cordura.
-Ves como me pones con tan solo verte -Susurro en su oído, y no mentiría, le gustó escuchar eso.
Esa era su razón por la cual salia de la aldea cada vez que podia, para encontrarse con él. Asi habia sido desde que lo conoció en esa misma cueva, el inicio de todo.
Varios de sus hombres habían muerto a manos de ninjas de Kiri, ella y los que restaban se dividieron. La misión había fracasado
Escapo de ellos sintiendo un enorme dolor en su hombro, la habían herido con una katana pero ignorando el dolor, corrió entre los arboles.
Estaba cerca de la aldea pero no correría el riesgo de llevarlos hasta alli. Se adentro en una cueva en donde se dejo caer contra una pared, se había quedando sin chakra y tocaba pasar esa noche a oscuras.
Miro su hombro notando una enorme mancha de sangre en su abrigo, se la quito junto con su camisa de rejilla. no tenia ninguna venda por lo cual rompió su abrigo y se amarro la herida. Con lo que le restaba se cubrió para tapar su senos, no utilizaría la otra prenda, le lastimaría mas.
Y sin poder evitarlo, cerro sus ojos quedándose dormida.
Se despertó al sentir un aliento en su cuello y un cuerpo casi sobre ella. En un rápido movimiento intento darle una patada pero rápidamente esta figura se aparta. Bruscamente se incorpora sintiendo un mareo pero eso no impidió que buscara su kunai pero este no se encontraba.
-¿Buscas esto? -Alzo la vista y se encontró con un hombre de ojos violetas. Le pareció realmente atractivo, pero aparte de eso, noto como sostenía su kunai
¿Como se lo había quitado y por que no lo había sentido? ¡Era una Jounin!
Ese hombre se le quedo viendo pero no la miraba a los ojos, si no sus pechos.
Entonces noto que se encontraba apenas vista, pero no se inmuto
-No sabia que las putas se hallaban en una cueva.
-¿Que mierda es lo que quieres? -Pregunto con brusquedad y el hombre torció una sonrisa.
-Hey Mujer -Hidan la saco de sus pensamientos, ella parpadeo varias veces volviendo a la realidad. Él ahora se encontraba frente a ella cruzados de brazos, noto que no poseía su capa de Akatsuki.
La peligrosa organización que estaban investigando Pensó agriamente, todo estaba mal.
El hombre se encontraba solamente en sus pantalones vaqueros con su pecho descubierto.
Al saber que tenia su atención puesta en él, ladeo una sonrisa—; Aunque me gustaría quitarte la ropa y follarte, lo adecuado seria comer algo -Señalo con su cabeza en donde había una manta con algunos Onigiris y ensalada de huevo, y en un plato aparte algunos Dangos.
Anko arqueo una ceja, eso si era nuevo, él nunca se hacia algo parecido.
-¿Que tramas? -Lo miro con firmeza, este guardo silencio.
-Maldición. Vamos a comer, que mate por esto para sorprenderte -Se rasco la nuca soltando un bufido. ¿Era su imaginación o se estaba avergonzando?
-Vaya, ¿mataste por mi? -Torcio una sonrisa incorporándose y se sentaba a un lado de la manta, los ojos violetas se fijaron en ella.
-Por ti hasta masacro una villa entera -La seriedad que lo dijo le sorprendió ¿Que le sucedía? Hidan siempre era arrogante y sadico, pero en ese momento se comportaba diferente.
-¿Bien que sucede? -Pregunto un poco mas seria mientras tomaba un dango. Algo pasaba
-En dos días tengo una misión.
-(Vaya) -Entrecerró sus ojos la Mitarashi con desconfianza. Ellos nunca hablaban sobre sus misiones o algo referente a su aldea, o en caso de Hidan, de su organización.
Ellos podrían utilizarlo en contra del otro si era necesario.
-Y esa seria unas de las ultimas. Ya poco estamos completando nuestro objetivo -Anko se modio la lengua para no preguntaba sobre ello- y se me ha ocurrido una puta idea. -Anko lo miro sin entender mientras le daba un mordisco a su dango-. escapa de tu jodida aldea y únete a mi para seguir con los sacrificio para Jashin-sama.
Anko se atraganto ¡¿Que demonios?
Tosio con brusquedad hasta que recupero el aire, Hidan la miraba serio, y supo que no estaba bromeando.
-¿Estas diciendo una jodida broma verdad maldito? -Carraspeo sintiendo su garganta arder- no puedo abandonar mi aldea.
-Yo estoy dispuesto matar por ti
-A ti no se te remueve la consciencia en matar -Rodó los ojos, Hidan se acerco peligrosamente hacia ella, ignorando la comida que se encontraba en medio.
-Has sido mía estos últimos meses, y no dejaras de serlo, asi que estarás conmigo quieras o no.
-Tu no me das ordene hijo de puta -Entrecerró los ojos, ¿Que era lo que pasaba? ¿Por qué ese comportamiento de repente?
Una de las manos de Hidan la tomo por el cuello, casi solto un gemido ante el dolor, Hidan la reclinó en el suelo quedando encima de ella.
-¿Acaso quieres que te folle hasta que digas que eres mia? -Susurro cerca de sus labios. Anko soltó un gemido cuando Hidan se apretó contra ella sintiendo lo duro que se encontraba- odio cuando te pones esta maldita rejillas. ¿Acaso no tienes ropa?
-Si no te gusta.... ¿Que... haces que no me lo quitas cabrón? -Hablo casi en un jadeo, la mano que Hidan sostenía su cuello bajo posándose en uno de sus pechos el cual separaba el tacto por las rejillas de su camisa.
-No es mala idea... -Anko le encantó la voz ronca del peliplateado
Olvidándose de la comida, de las prohibiciones, de todo. Se sumergieron en el placer que tentaba peligro, les excitaban sus encuentros a escondidas, eso era algo que no dejarían a pensar de las reglas Shinobi.
En esa tarde no solo tuvieron sexo, fue mas que eso. Pero no se atrevían darle una etiqueta especifica
ææ
Corriendo entre las personas ignorando las quejas y los reclamos que recibía, toco con brusquedad la puerta de su amiga quién tardo en responder lo cual le preocupo, cuando estaba dispuesta derribar la puerta ella abrió, se encontraba con los ojos hinchado y el cabello hecho un asco, enseguida la abrazo y sintió como Kurenai se rompia con ella.
Ella no solia ser tan cariñosa o darle afecto a los demás, pero Kurenai era su mejor amiga, la que siempre estuvo para ella, y en ese momento le tocaba apoyarla.
-Lo mataron Anko... Asuma.. -La voz de Kurenai se rompió, Separándose de ella decidió entrar a su hogar guiándola hacia el sofa de la sala y se sento junto con ella. Observo como se acariciaba el vientre mientras lágrimas corria por sus mejillas-... Asuma nos ha dejado Anko...
En esa misma tarde se había enterado que Sarutobi Asuma fue asesinado por uno de los Akatsuki, sintió un nudo en la garganta cuando se entero que fueron un duo de inmortales, había sido él, lo sabia.
-Lo siento Kurenai -Sabia que no tenia la culpa, pero aun asi lo sentía, sentía culpa de estar con el asesino de su amigo, el asesino del padre de una criatura que no conocerá.
Kurenai le limpio algunas lágrimas que no sabia que tenia. Anko se quedo toda la tarde y noche con ella no la dejaría sola después de lo sucedido, ella necesitaba de su apoyo.
Hasta qué en la madrugada sintió la necesidad de salir, de ir a ese lugar, sabia que ese maldito la esperaba.
Asi que dándole un ultimo vistazo a Kurenai que se hallaba dormida en su cama. Salio por la ventana y se hecho a correr hacia las afuera de la aldea, tenia que verlo, ese maldito cabrón se la vería con ella.
Lo encontró sentado en unas de las rocas, con la mirada perdida en la pared, se acerco rápidamente hacia él, y sin darle tiempo que reaccionara, lo abofeteo haciendo que girara su rostro, pero aun así no dijo nada. Nuevamente le dio otra bofetada seguidamente después golpeo su pecho con furia.
-¡Eres un hijo de puta, cabrón, desgraciado! -Escupió cada palabra con odio, Hidan sostuvo con firmeza las muñecas de la mujer quien lo miraba con odio, él la observo con indiferencia.
-No debió haberse metido en nuestro camino - Sentenció con una voz gruesa aun sin soltar las muñecas de la pelimorada. Esta tuvo que elevar la mirada, a pensar que Hidan se encontraba sentado, este aun era mas alto que ella.
-Has dejado a una criatura sin padre... -Su voz sono rota.
-No seria el primer niño sin crecer con alguno de sus padres -Ella lo sabia pero aun asi sintió el mismo dolor que tuvo Kurenai, esa criatura no tendría una figura paterna. Anko sabia que el mundo ninja era un infierno, donde morían personas inocente que se sacrificaban por su aldea, y dejando su familia.
Anko cerro los ojos y sintio las lágrimas correr por sus mejilla
¿Cuando se había vuelto tan sentimental? Ella nunca lloraba por mas dolorosa sea una perdida. Ella era fria y con intenciones sádicas, nunca flaqueaba.
Hidan le beso la frente mientras que la abrazaba.
-Te odio cabron -Susurro Anko, Hidan lo abrazo con mas fuerza.
ææ
Habia pasado unos dias de la muerte de Asuma, a pesar de ello, todos habían vuelto con su rutina diaria pero aun asi la tristeza se notaba en el ambiente, Anko se encontraba nerviosa mientras giraba un Kunai, Genma quien se hallaba a su lado le miro de reojo.
-Vas a secarle un ojo a alguien si sigues asi.
-No puedo evitarlo -Gruño, encontraba ansiosa, el trio Ino-Shika-Cho habían ido a vengar la muerte de su maestro. Kakashi fue con ellos, lo que le causaba ansiedad a la Mitarashi, temia por ese hombre de ojos violetas que le quitaba el sueño esos últimos días, no podía negarlo, ese hombre le causaba un gran sentimiento.
-¡Lo han logrado! ¡Han vengado a Sarutobi Asuma! -Escucho que exclamaba un ninja que no pudo reconocer. Todo le comenzó a dar vuelta, hasta que sintió los brazos de Genma en sus hombros
-¿Estas bien Anko? -El castaño pareció preocupado, Anko parpadeo variasveces hasta que vio con claridad.
-Si...solo... solo necesito ir a mi casa. -Murmuro mientras pasaba a su lado y se dirigió a donde quedaba su hogar.
Últimamente se mareaba y sentía arcadas cada vez que probaba algún Dango. Y su periodo no había llegado en esas fechas, ella no era tonta sospechaba lo que tenia, pero se negaba aceptarlo mucho menos cuando se entero de la derrota de ese hombre.
En ese mismo dia se encontraba acompañando a Kurenai en su casa, le contaba lo que había sucedido en la mision de los antiguos estudiantes de Asuma, no había entendido lo que le sucedió al otro inmortal, pero si lo que le sucedió a Hidan, al parecer fue sepultado en el bosque de los Nara.
Se preocupo, sabia que él era inmortal pero ¿podría morir sin tener nada que comer o beber?
Kurenainoto su preocupación, y sonrío con calma.
-¿Que te sucede Anko? Últimamente te he notado muy extraña.
-¿Yo? -Se señalo y rio- para nada, estoy normal.
-Estas actuando como una tonta. Esa no eres tu -Odiaba que la conociera tan bien.
-Kurenai...yo... -Quiso contarle la verdad, de todo lo que vivió con el asesino del padre de su futuro bebe, pero no pudo, era una cobarde. Lo único que podría decirle era;
-Estoy embarazada Kurenai. -Confeso y la sorpresa grabada en el rostro de la mujer no se hizo esperar.
-¿Embarazada? ¿Estas hablando enserio Anko? -Anko asistio con una mueca- ¿Y quienes el padre? -Bueno no se lo había pensado. ¿Que le diría?- ¿Es Kakashi?
Anko parpadeo antes de comenzar a reir ¿Kakashi? Ese era gay, aunque nadie lo supiera.
-No -Nego- es de... alguien que conocí en unas de mis misiones. -Se encogió de hombros, Kurenai la observo con desapruebo.
-¿No pudiste cuidarte?
-¡Medidas desesperada Kurenai! -Bufo desviando la mirada, odiaba mentirle a su amiga.
-¿Le diras al padre? -Si pudiera...
-No.
ææ
Los meses habían pasado y el embarazo de Anko se había hecho notable, todos habían lucido sorprendidos al enterarse que la mujer que odiaba lo cursi, que destetaba las parejas felices. Se encontrara en ese momento embarazada pero al igual que Kurenai, no sabían de quien era el padre
Anko se encontraba sentada en unos de los bancos que se hallaba en el parque de Konoha , miraba su enorme panza, sintió asco consigo misma ¿Por que no pudo ser precavida? No la malentiendan, ella le tomo cariño a la criatura que se hallaba dentro de ella, pero aun asi, se sentía completamente gorda, y con el dango que se encontraba comiendo no ayudaba de todo.
-¡Maldito cabrón! -Lanzo el dango hacia el suelo y las lágrimas se acumularonen sus ojos, genial ahora una una maldita sensible.
-Parece que no te va muy bien -Apareció Kakashi al lado de ella, Anko se limpio las lágrimas con brusquedad.
-¡Odio estar embarazada! ¡Estoy gorda y fea! ¡Espero que ese cabrón se encuentre muriéndose! -Exclamo con odio, Kakashi arqueo una ceja pero no pregunto nada al respecto.
Anko tomo una bocanada e aire intentando calmarse, hasta que finalmente se tranquilizo.
-¿Como se encuentra Naruto? -Pregunto por lo bajo. Se había enterado que el Sannin de los sapos había muerto a manos del lider de Akatsuki, sabia que el rubio era demasiado cercano al hombre.
-Apenas se encuentra procesando la situación -Suspiro rascándose la nuca, Anko asistió.
Ambos se quedaron en silencio, viendo como un par de niños corrían apresurados con una gran sonrisa.
-Nunca planee tener un hijo -Hablo con nostalgia, inconscientemente se acariciaba el vientre- pero al imaginarme tener una criatura en mis brazos.... me causa miedo Kakashi. Nunca he tratado con niños, siempre me la he pasado investigando y torturando a los prisioneros.... amo mi trabajo, y debo de dejarlo por... por este bebe.
Kakashi la miro de reojo, y volvió a suspirar. No era bueno aconsejando
-A veces hay que hacer grandes sacrificios Anko... —Anko asistió sin poder decir mas nada—. Y ése bebé necesitará a su madre
Sabia por todo habia que hacer sacrificio, pero se negaba no hacer nada cuando tuviera a su bebe.
ææ
-¡Maldita sea el dia que se me ocurrió follar con ese individuo!
-¡Anko solo empuja!
-¡¿Y que crees que estoy haciendo?! -Soltó un grito de dolor cuando sintió una enorme pulsada en su vientre.
Shizune se encontraba frente a ella lista para recibir el bebe, a su lado se hallaba Kurenai sosteniendo su mano, ella ya habia dado luz, había sido hace pocas semanas atrás teniendo una mocosa. Kakashi tambien se encontraba en la habitación, pero el muy cobarde se encontraba pálido en una esquina de la habitación
¿En que momento se le ocurrió ordenarle que entrara?
Cerro los ojos con fuerza mientras empujaba una ultima vez, sintió como quedaba sin aire pero antes de decir algo, escucho un llanto en la habitación
Muchas madres decían que el primer llanto de su bebe era el sonido mas hermoso que escucharían en su vida, pero que mentira de mierda. Anko deseaba que ese bebe que habia estado dentro de ella hace un par de segundo se mantuviera en silencio.
Era irritante
-¡Pero si es hermoso! -Escucho como Kurenai exclamaba. Anko abrió los ojos y pudo ver como Shizune cargaba una pequeña criatura, la mujer se acerco a ella entrengandole el bebe que se encontraba lleno de sangre, pero no le importo. El bebe dejo de llorar cuando tuvo en su brazo y Anko sintió como su corazón se oprimía
Era un pequeño varóncito de cabellos platinados, y aunque no sabia que color eran sus ojos... sabia que era iguales a lo de él.
-¿Segura que el bebé no es de Kakashi? -Se acerco Kurenai observando a la criatura con adoración.
-Kakashi es demasiado feo para que sea el padre, mira este niño, es demasiado hermoso -Beso la frente del mocoso, su mocoso.
-Me sentiría ofendido pero... realmente es tierno -Se encogió de hombros Kakashi asomándose al ver al bebé
En ese momento los ojos de su hijo abrieron mostrando lo que ya sabia, esos ojos violetas que tanto le encantaba.
-Anko... -Escucho la voz de Kakashi pero decidió ignorarlo.
Se había dado cuenta
-¿Que nombre le pondrás, Anko? -Interrumpió Shizune con una sonrisa.
Anko se quedo en silencio mirando al pequeño, el cual había sido concebido en un amor toxico, entre lo prohibido y tentación. Algo que no se arrepentirá jamas, esos momentos serian lo que mas atesoraría y lo recordaría en ese niño, el inicio de lo prohibido.
-Hajime.
Sinceramenteme encanto este One-shot.
¿Que les parecio?
Primerotenia planeado hacer en donde se conocieran Hidan y Anko, pero ayercuando intente dormir, me vino estas escenas.
Esperoque les haya gustado
Ygracias a quienes apoyan a esta pareja jsdjs
Hajime:Inicio
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