010. Acercamiento mochi
Deku y Mei habían cruzado la meta, la segunda en primer lugar.
Rompiendo la historia en el Festival Deportivo de U.A., ambos miembros del equipo de apoco alzaron la vista al cielo.
Mei abrazó aquella gloria, orgullosa de sí misma. Por primera vez escuchó a sus compañeros de departamento, gritando despavoridos por el dúo fantástico que alzaría la imagen de su departamento por los cielos.
Aquella soledad que Mei abrazaba feliz se vio completamente opacada por el apoyo y ovaciones del público. Ese calor que sintió en su pecho bien podía compararlo a la vez que fabricó su primer equipo de soporte que no explotó.
Por su parte, Izuku no alzaba la vista como buen perdedor, disfrutando su más que justo segundo lugar. Lo hacía por qué tener su brazo roto. ¡¡Dolía!!
Aunque también se lamentaba. «¡Estuve tan cerca! ¡¡Tan cerca!!» ignorando completamente que no solo barrió con Bakugo, si no también que movió las lámparas de la atención a él en más de una ocasión.
Por supuesto que los demás llegaron tras de él. Todoroki como el opaco 3er lugar. Bakugo como el 10mo. Los primeros 42 puestos se llenaron con rapidez con gente del A y del B, como también el único puesto de las clases generales.
Mei usó su vista de águila para enfocarse en cada uno de los hombres de traje que la apuntaban, hablando con sus asistentes para que claramente anoten su nombre. ¡El dinero caería del cielo luego de esto!
¿Que haría con tanto respaldo? ¡Quería profundizar más en el plasma! Aunque estaba desarrollando unos propulsores de brazos que irían genial para cualquier héroe. A todo esto, ¡Tenía muchas ganas de terminar esa armadura que estaba probando con Izuku!
Izuku...
Mei, sumergida en sí misma, apenas cayó en la situación actual.
No en que a ojos de algunos pueda ser más que una mala amiga. Poco estaba consciente de ello.
No. ¡Izuku se había roto el brazo!
Sin embargo, el chico ya estaba rodeado por aquellos conocidos. Iida, Uraraka, y algún que otro de la clase A. Iida agitaba su brazo con exageración, exaltado de que Midoriya sea capaz de romperse el brazo de tal manera. Uraraka estaba cansada al borde del mareo, tratando de hacer algo por quien consideraba un amigo...
Mei se les quedó mirando unos segundos, sonriente. "Que bien. Este acompañado" pensó rápidamente, tratando de no pensar en ello. ¡Tenía que saludar al público! Tal vez saludar directamente a algún tipo de traje con el cual saldría más beneficiada, y...
Antes de darse cuenta, su rostro se envolvió en preocupación.
Aquellos dulces recuerdos que tuvo cuando dudó en ceder el primer lugar hicieron efecto. Mei estaba sufriendo en carne propia el poder del flashback.
―Hay que ir a la enfermería ―dijo rápidamente al entrar en radio. Muchos se voltearon a verla, listos para decirles lo muy felices o envidiosos que estaban por ella. Sin embargo, Mei tenía un rostro centrado, tan centrado como cuando trabajaba en sus bebes.
―¿Eh? ―respondió Izuku, algo perdido―. Pero dentro de poco iniciara el segundo-
―Por eso mismo. Ven. Tengo un plan ―insistió la pelirrosa, tomandole de la mano para proceder a arrastrarlo como ya era costumbre para ellos.
Iida y Momo se apresuraron a seguirles. Aunque no tenían nada que ver con ellos, sentían que serían de ayuda.
Por otro lado...
―Sé que es de mala educación hablar a sus espaldas, más en la situación en la que esta Midoriya, pero... ―y con ese "pero" Mina comenzó a hacer su trabajo. ¡¡Shippear!!
Uraraka asintió varias veces, convenciéndose cada vez mas de que esos dos se llevaban muy bien. «Si ella se preocupa tanto por él, me preguntó por qué no le cedió el primer lugar... Hubiera sido lo mismo para ella, pero él hubiera salido más beneficiado por las pasantías...»
Antes de darse cuenta se vio arrastrada por sus propios pasos. ¡¿Por qué no preguntárselo?! ¡Eran prácticamente amigas!
Si tan solo supiera que era demasiado difícil ganarse la confianza de Mei...
[...]
―Besoooooooooooo.
El viejo atajo. El brazo de Deku se acomodó con suma rapidez tal como sucedió en el examen de admisión. Observó con sorpresa esto, aun maravillado. ―¡Genial!
Recovery Girl solo sonrió. No estaba acostumbrada a tratar al peliverde autodestructivo, por lo que pensó que esto solo sería un incidente aislado. ―Ten más cuidado la próxima.
Iida y Momo rápidamente se acercaron al peliverde. La chica no le conocía de nada, pero... ―Déjame ver si tengo algo por aquí para aliviar el cansancio de la curación ―mencionó mientras revisaba su confiable libro que la acompañaba en su traje de heroína―. Café... Algún energizados... ¿Monster?
Por su parte, Iida aún estaba preocupado por el peliverde. ―Lo hiciste tal como sucedió en el examen de admisión. Eres genial, Midoriya. Me hubiera encantado que estuvieras con nosotros.
Por alguna razón el peliverde sintió esto fuera de lugar. ―¿No te pareció mal que me rompiera el brazo?
―Por supuesto ―aclaró, haciendo que el peliverde sonría con cierta gracia―. Pero era obvio que esa barrera de robots inferno fue diseñada como un cuello de botella insuperable. Gracias a Todoroki y a ti, la competencia fue mucho más justa para todos, incluso para las clases generales.
Los ojos de Izuku brillaron con admiración. ―¡Aun compitiendo pensabas en los demás! Digno de un estudiante del curso de héroes.
Si... Los tenía bastante idealizados.
Y aquella admiración creció más cuando vio un Quirk tan exótico como el de Momo entrar en acción. ―Con esto debería alcanzar hasta que terminen los eventos.
Por su parte...
Hatsume esperaba afuera. Estaba sentada, relajada como pocas veces podía estar.
Su rostro reflejaba aquella dualidad de sentimientos. Desperdició la oportunidad por la que peleo. Podría haber conseguido el patrocinio de una compañía de primer nivel si hacia brillar a sus bebes aun no utilizados. En especial su comodín...
Pero a su vez, ayudó a quien ahora veía como un amigo. Eso llenaba a uno por dentro.
―...
Lo malo del silencio era que uno estaba solo con sus pensamientos. Mei no era fanática de eso.
Era una chica espontanea. Nunca se vio orillada a enfocarle tanta atención a un pensamiento. Tal vez por ello era que sus inventos explotaban en su mayoría.
Tal vez por ello nunca hizo muchos amigos.
Pero Izuku fue especial. Izuku realmente se esforzó para encajar en su manera cuanto menos peculiar de trabajar y pensar.
Izuku fue una grata compañía durante este tiempo, y ahora que lo pensaba, él le dio el gusto a ella de sentirse llena por hacer equipo, confiada al poder relegar responsabilidades, pendiente al necesitar de la opinión del peliverde.
Acompañada al tener siempre una segunda opinión, otro ruido en el taller, una persona con la que conversar.
Y ahora que lo pensaba, hasta cuidada. Era la primera vez que alguien se preocupaba por que ella no comiera en los horarios correctos.
Y a su vez, no la regañara por dormir tarde por estar entusiasmada con un proyecto.
Si, aquí había muchos sentimientos reprimidos. A veces los genios no eran solo relegados por maestros y compañeros, si no también malentendidos por sus familias.
Mei se dio cuenta de algo... Algo que despertaba un sentimiento algo nuevo. Tuvo la oportunidad de devolverle algo de lo que Izuku le dio a ella, y no lo hizo.
Eso fue egoísta. Descuidado. Ese sentimiento era arrepentimiento.
―Hola~
Ese era un tono que Uraraka hizo por primera vez en su vida. Francamente no sabía cómo saludar a la perdida en sus pensamientos Hatsume Mei.
―Quería felicitarte por el primer lugar. No puedo imaginar lo que te esforzaste para hacer todo ese equipo de apoyo ―alagó la castaña, sonriente―. Eres genial.
Mei la observó. Ahora que no estaba trabajando en nada, y más aún ahora que estaba pensando en algo importante, su rostro no reflejó esa sonrisa ni ese entusiasmo. Estaba tan seria como cualquier persona que no esperaba hablar con nadie.
Si. Mei pasó de rara a tener cara de antisocial.
Al observar esto Uraraka mantuvo su sonrisa. Podía entenderla. ―Recovery Girl es muy buena curando a los demás. Midoriya saldrá con el brazo como nuevo ―aseguró.
―Uh... ¿Gracias?
―Si... ―Uraraka miró a un lado. Esperaba otra cosa―. ¿Puedo hacerte una pregunta? ¿Cómo se hicieron amigos Midoriya y tú? No creo que el resultado de la competencia de hoy sea por casualidad. Ustedes se complementan muy bien.
―¿Nos complementamos? ―se preguntó Mei mientras se llevaba la mano en la barbilla―. Tienes un punto. Hicimos muy lindos bebes juntos.
Uraraka explotó en rojo. ―¿Eh?
―¿Y cómo lo conocí? ―Mei sí que supo responder a eso―. Lo encontré entrenando en una situación comprometedora. Nos hicimos amigos porque yo sabía que él era el hijo prohibido de All Might.
―¡¿Eh?!
Mientras Mei seguía sumergida en sus pensamientos, recordando ello, Uraraka se tomó la cabeza figurativamente. ¡¿Pero qué estaba pasando aquí?!
Uraraka intentó recuperar el aliento. «Okey. Okey. Ya escuchaste lo de los bebes antes. Seguro es su forma especial de hablar. Además, ya ves que se llevan muy bien. Seguro por su fuerza ella le puso ese apodo. Seguro. Seguro.»
―Además, pasamos mucho tiempo juntos ―pensó Mei en voz alta―. Comimos juntos, trabajamos juntos, nos desvelamos juntos, y solo hablamos entre nosotros. Supongo que es normal que hayamos terminado en los primeros lugares.
―S-Si, ¡Sí! Ustedes son realmente increíbles. Los envidio.
Mei asintió con confianza. ¡Acababa de caer en cuenta que era amiga de Izuku! ¡Eso era lindo!
Si, ella procesaba todo lo que no fueran inventos algo lento. ¡Pero eso no cuestiona los resultados! Desde ahora en adelante seguro seria más rápida en lo social.
Y así era, porque si era amiga de Izuku... Eso significaba que el tema del primer puesto volvía.
Aunque entre nosotros, tampoco era para tanto.
―¿Puedo sentarme?
Mei se hizo a un lado, dejando espacio a la chica mochi. Esta se sentó con suma confianza, observando a Mei amistosamente. Quería darle a entender por todas partes a la chica peligrosa que ella quería ser su amiga.
―¿Puedo preguntarte sobre tus botas? Me encantaría tener algo parecido para mi traje.
Finalmente dando en el clavo en la conversación por parte de la castaña, Mei respondió positivamente. ―¡Por supuesto! ―aseguró ella sonriente. De esta manera ya calentaría para vender sus bebes.
[...]
Hablando de calentar...
Tras juegos intermedios en los cuales los protagonistas no participaron por entablar amistad, recuperar energías y beber zumo de manzana, ¡El segundo evento comenzaba con 0 minutos de retraso!
Los juegos de caballería eran un clásico para los adolescentes con tendencias autodestructivas y los profesores de educación física negligentes. Todos los alumnos gritaron con emoción ante el anuncio que ese gran juego seria quien decidirá quién pasará a la tercera ronda.
Quirks: permitidos. Equipos de soporte: permitidos con un permiso anticipado. Rivalidades y rencores más que cuestionables: ¡¡Permitido!!
Bakugo estaba que rechinaba los dientes. Primero esa perra de apoyo, luego el mal nacido de Deku, ¡¡Y ahora el Todotraumas!! ¡¡Nadie le respetaba!!
¡Les daría una lección a los 3 en esta oportunidad! Y no podía permitirse ningún tipo de mierda. ¡Ninguna!
Y tenía una estrategia perfecta para sacar a esos 3 del tablero de juego en un solo movimiento... ¡¡Velocidad!!
Por su parte, el equipo maravilla se había unido. Izuku se acercó con sorpresa al observar el equipo casi hecho. ¡Pese a que Mei había sido nombrada oficialmente como la maldita 1.000.000 de puntos, rápidamente se codeó con...!
El peliverde sí que estaba impactado. ¡Solo se había ido al baño! ―¡¿C-¡¿Chicos?!
Iida sonrió al verle acercarse. Uraraka saludaba como niña de primaria a la distancia. ―¡Midoriya! ¡Hola!
Mei le observó con ojos confiados. ―Aquí están las piernas del caballo.
Esa sí que no era una buena forma de saludar. ―¿Eh?
Ya reunidos en un solo punto, Mei le hizo una seña para que se acerque. Cual equipo de futbol hicieron una ronda, tomándose de los hombros.
Izuku seguía perdido. ¿Desde cuándo era tan cercano con Iida y Uraraka?
No sabía que en parte era gracias a eso que Iida estaba en el grupo. ¡Gracias a que no se habían hecho un grupo inseparable como en cierto canon, él no tenía esos sentimientos de distinguirse y hacerse un antagonista menor! ¡Eso era bueno!
Iida no veía problema en hacer equipo con el chico maravilla y la peligrosa rara. Veía esto como una oportunidad no solo de pasar a la tercera ronda, si no de reforzar la amistad.
Mei estaba a la cabeza del equipo. ―Ahora que están todos conmigo, quiero decirles que estropee mis botas planeadoras.
Izuku la observó con incredulidad. ―¿Qué?
―Cuando intenté recargar su batería tras la sobrecarga, explotaron.
―Oh.
Iida se vio serio. ―La primera estrategia que pensé era usar tu equipo de apoyo junto al Quirk de Uraraka para darnos una ventaja aérea.
―Lo sé. Por eso quiero escuchar opciones.
Al escuchar eso de Mei, todos se sorprendieron. Iida y Uraraka no tenían razón para hacerlo, pero Izuku sí que la tenía. ¡¿Mei?! ¡¿Pidiendo opciones?!
Uraraka asintió. ―Podríamos apoyarnos con tu equipo de soporte estando su a las piernas delanteras. Midoriya podría seguirte el ritmo con su Quirk.
Mei negó. ―Somos 4. El de anteojos sería un estorbo.
―¡Oye!
―Además, mis pistones hidráulicos ni mi gancho podrían con el peso.
Iida se aclaró la voz, dejando de lado su indignación por el comentario. ―De ser el caso, Midoriya y yo podríamos mantener una buena velocidad si somos las piernas.
Uraraka asintió varias veces. ―Pero Mei sería un estorbo.
Deku se vio desorientado. «¿La llamó por su nombre y la insultó de paso?»
Sin embargo, ¡Mei estaba en confianza! ¡¿Que había pasado en el tiempo que se separaron?! ¡No fueron horas!
La peligrosa asintió. ―Podría ir a la cabeza.
Izuku finalmente se conectó a la conversación. ―Y la chica amable podría seguirnos el paso gracias a su Quirk.
Todos le observaron, e Izuku captó el mensaje a la primera. "¿Cómo sabes que Quirk tiene Uraraka?"
El peliverde, sintiéndose un acosador, rápidamente se aclaró. ―Y-Yo vi sus Quirks cuando luchaban contra los villanos en U.S.J. ―comentó con rapidez y tartamudeo, rojo de vergüenza.
Uraraka asintió. ―Es lo mejor que tenemos.
Mei la observó. ―¿Cuánto tiempo puedes mantener tu Quirk, Uraraka?
―No mucho. Cuanto más peso, menos tiempo.
Todos asintieron tras esto, entendiendo. No contarían con el Quirk de Uraraka para ser aún más veloces. Sin embargo, ella podría salvarles el pellejo en caso de emergencia.
Mei sonrió con entusiasmo. ¡Este era un equipo perfecto! ¡Sus dos amigos y el chico de lentes! ―¡Eso es todo!
Rápidamente se separaron de ese círculo innecesario. Estaban emocionados y confiados, pero especialmente, uno estaba confundido.
No solo por todo lo que pasó, sino que, conociendo a su amiga, faltaba algo en su plan.
Yendo Mei a la cabeza, ella no podría mostrar la eficiencia de los bebes por los que tanto trabajo.
De nada serbia la primera victoria si fracasaba en las otras 2 etapas. Izuku se preguntaba, ¿Por qué Mei elegido ir a la cabeza sabiendo que no podría brillar allí?
Peor aún...
―Oh, Midoriya ―Mei se le acercó. Con su mirada y sonrisa seguras, le guiñó un ojo a la vez que levantaba su pulgar―. Tu serás las patas delanteras. Espero no forzar mucho tu brazo roto.
Izuku solo asintió con rostro confundido.
Sabía que lo que estaba pensando era una locura.
Él estaba feliz con su segundo lugar, algo frustrado, pero sabía que muchos héroes veían sus esfuerzos. Por ello no pensó mucho en aquella situación que habitaba más en la imaginación de Mei más que en la suya.
Pero no podía evitar preguntarse... ¿Mei estaba intentando hacer que él brille?
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