Capítulo 37
AURORA
Si te dijera que en esta vida tienes una sola oportunidad para tener lo que deseas ¿la tomarias?
Las semanas transcurrieron sin noticias de mi ancestra o de Cronos. Los hermanos estaban nerviosos e inquietos. Apolo directamente no me hablaba, si tenia que decir algo, lo hablaba con Hades y el me lo transmitía. Habia pensado hablarlo mil veces, enfrentarlo, preguntarle porqué no me aceptaba, porque tanto enojo hacia mi, si aparte este destino no habia sido mi elegido desde un principio, sino que lo habia aceptado porque no queria que esa bruja destruyera a todos los que amaba.
Mi entrenamiento habia empezado al dia siguiente, Morfeo me enseñaba el arte de la ilusión y como darme cuenta cuando estaba siendo manipulada en mis sueños o en el astral, como el llamaba a donde iba a hablar con mi otra ancestra. También me enseñó protecciones y como defenderme alli donde solo me tenia a mi misma.
Apolo decidió mantenerse al margen, era como si no soportara mi presencia y solo desaparecía y volvia al anochecer.
Hades se encargo de mi entrenamiento fisico y mágico. Pero insistía que debia hablar con mi abuela, arreglar las cosas y pedirle que ella me adoctrinara en la magia, ya que ella era mas poderosa de lo que mostraba y sus conocimientos era de suma importancia para ganar esta batalla.
Aunque entre nos, sabía que iba a ser una tarea casi imposible porque ella estaba empecinada en invisibilizarme y mandarme con mis padres a mi ciudad de origen. Tarde o temprano iba a tener que enfrentarla, estaba enojada, me molestaba que me hayan ocultado mi pasado, mi destino, mi ser. Nunca me senti tan yo como en este momento, es como si antes hubiese estado en un sueño, dormida, caminando sin rumbo, sin saber a donde iba y que queria. Estudie psicología para entenderme y entender al mundo, ya que me sentia vacia como si me faltara algo importante, como si me hubiesen quitado una parte de mi y mi alma lo sabia, pero no podia explicarmelo porque hablabamos idiomas distintos.
-¿En que piensas dulce?
La mano de Hades acarició mi mejilla, sacándome de trance. Lo mire detenidamente brazos musculosos, mirada intensa y profunda. Su rostro parecia tallado por el mismo david y su piel de porcelona.
Demasiado sexy para mi bien, con el cerca no podia concentrarme, era como si quitara mi respiración y mi corazón enloqueciera al verlo.
No podia contenerlo más, éste fuego que sentia por el no hacia mas que intensificarse con el tiempo y mis manos quemaban por tocarlo.
Me pegué a su cuerpo y pude ver como sus ojos se oscurecieron. -¿pretendes matarme dulce?
Hasta su voz se habia enronquecido, el también estaba afectado, no estaba loca, entre nosotros habia una conexión antigua, profunda y poderosa.
Pase mi mano por su camisa hasta llegar al inicio de los botones y acariciar su cuello. El se quedó mudo, expectante mis próximos movimientos, como si tuvisese miedo a moverse y que eso rompiera el momento.
Pero yo ya no tenia dudas, ni miedos. Estar al borde de la muerta a todo momento habia sacado a mi yo más primitiva, a la que tomaba lo que deseaba.
-Si tuvieras una oportunidad de tomar lo que deseas, solo una ¿la tomarias?
-Dulce... es complicado.
-Me cansé de lo complicado Hades- levante la cabeza, el era mas alto que yo pero eso no me impidió rozqr sus labios. Hades suspiró y senti una de sus manos en mi cabeza, acariciándola para luego decirme- vas a ser mi perdición Aurora- y luego paso lo que deseaba sus labios chocaron con los mios en un beso mortal, estabamos sedientos del otro. Sus brazos me tomaron de la cintura y me levantaron para enroscar mis piernas en su cintura.
No puedo explicar lo que sentí en ese momento, estando entre sus brazos, porque no me alcanzarian las palabras pero si puedo decir que no queria separarme, ni que esto terminara y algo me decia que nuestra historia era de esas imposibles.
-Aurora...no podemos seguir-dijo entre besos
-¿Por que no? ¿que es lo que te detiene?¿acaso no lo deseas tanto como yo? No puedo más Hades, si sigo asi voy a enloquecer.
-Créeme que conozco la sensación de la hablas, pero yo estoy maldito y no quiero hacerte daño y si sigo voy a lastimarte.
-Aunque estuvieses maldito como dices y esta historia terminara mal, no quiero arrepentirme de no haber seguido mis instintos y mis sentimientos. Si muero en esa batalla, quiero sea con mi alma y corazon tranquilos y no me queden arrepentimientos. Y yo te deseo y nada ni la amenaza de Cronos o de esa maldita bruja me hara dar pasos para atras.
-¡Maldicion! Apolo va a matarme.
Su boca volvió a poseer la mía con determinación y no nos volvimos a despegar. La ropa volo por los aires, nos tocamos como si estuviesemos descubriendo un nuevo continente. Sus manos acariciaron mis pechos y ellos respondieron ante su toque, anhelando más. Su boca ansiosa paseeo por ellos mimandolos y bajando por mi ombligo hasta llegar a mis bragas. Las arrancó de un tirón y lo último que vi antes de que bajara, fue su mirada intensa. Me retorci entre gemidos mientras el me llevaba al inframundo una y otra vez.
Levanto su cabeza y lamiendose sus labios subió de nuevo besando mi nariz luego busco un preservativo y poniéndoselo ante mi atento mirada, me giro sobre su cuerpo dejandome a ahorcadas. Me sente encima de él suspirando de placer, podia sentir como mi cuerpo temblaba y mi zona baja palpitaba ante la intrusión. Hacia mucho que no estaba con un hombre y Hades no era un hombre normal, ya saben a que me refiero.
Sus manos fueron a mi cintura y nuestros movimientos se sincronizaron. Clave mis uñas en su pecho y llevando la cabeza hacia atrás pude sentir el orgasmo llegar y partirme en dos como un rayo.
Luego el me giró entre sus brazos, aprisionandome y dando estocadas mas certeras, si esto era el inframundo no queria irme nunca. Otro orgasmo me atravesó por el cuerpo haciendome ver destellos a mi alrededor mientras escuchaba un gruñido de su parte y su cuerpo caia sobre mio con cuidado de no aplastarme.
-Wow
-¿Estas bien?- Me miro preocupado.
-Te aviso que no saldras de esta habitación en todo el día señor del inframundo.
El se río y beso mis labios- van a matarnos ¿lo sabes?
Me encogí de hombros- por lo menos estaremos juntos.
El rio y me envolvió en un abrazo, cuando nuestros cuerpos se tocaron y el fuego volvió a encenderse.
Hades era mi perdición pero no me arrepentia de nada, esto solo era el comienzo y no iba a dejar que nada ni nadie se interpusiera en nuestro camino.
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