CAPITULO 34
Hades.
Busqué una bandeja, para llevarle el desayuno a Aurora. Todavía se sentía extraño tenerla en casa, alrededor mío, de nosotros.
Toqué su puerta unas cuantas veces, cuando no respondió pase, pensando que debería seguir durmiendo, pero mis miles de años, no me prepararon para lo que encontraría.
Ella estaba inerte, pálida y con los ojos abiertos recostada en la cama. La bandeja se resbaló de mis manos, haciendo un desastre y corrí a su lado.
Su pulso era ínfimo y su corazón latia de forma extraña. Su piel estaba congelada como la nieve y sus ojos, idos, como si estuviera.... mierda.
-¡Morfeo!¡Apolo!¡ vengan mierda!
Apolo entró por la puerta, junto a Morfeo. Cuando vieron lo que me habia asustado se quedaron petrificados. Apolo tomo su pulso, Morfeo en cambio se quedo parado en la puerta estático.
-¿Estás bien?
Morfe asintió.
-Nunca habia visto algo así, parece muerta, pero sigue teniendo pulso, aunque no parezca ¿como sucedió esto?
-No lo sé. Vine a traerle el desyuno y la encontré asi.
-Ella esta en trance. Está de esa forma, por que alguien la sacó de este plano a la fuerza.
Miré a mi hermano menor confundido- nunca había visto a alguien en este estado ¿como es posible?
Apolo tomo unas mantas y se las puso encima-hay que controlar su temperatura corporal. Ella ahora esta vulnerable y debemos estar atentos a cualquier cambio fisico.
-Solo alguien muy poderoso pudo haberle hecho esto.
-Agnes.
-¡Mierda!
-¿Como mierda la sacamos?
-No se puede-dijo resignado Apolo- si tratamos de traerla a la fuerza, puede salir algo mal y ella de verdad puede morir. Si algo le pasa en el otro plano, en este también, es como un espejo, lo que te pase, se vera reflejado del otro lado.
-¿Me estás diciendo que no puedo hacer una mierda para traerla?
-Hay un camino, pero peligroso.
-Morfeo, no... ya sabes lo que pasó la última vez.
-¿Morfeo qué?¿ y que diantres pasó la última vez que no estoy enterado?
-Tu nos habias dejado y Morfeo se le dio por hurgar en sueños ajenos, hasta que quedo atrapado en otro plano. Si no hubiera sido por Aurelius el se quedaba a vivir alli.
-¿Aurelius?¿ el brujo que tiene un flechazo por Morfeo?
-Si, solo porque era él, lo ayudó. Dijo textual que si eramos tu o yo nos dejaba alli dentro.
-Auch.
-Puedo hacerlo.
-Puede hacerlo, ya lo escuchaste.
-No pondré a nadie mas en peligro.
-Perdon hermano mayor.
Y de repente senti un crack y el cuerpo de Apolo se derrumbó en el suelo inerte-debemos apurarnos, se despertará en unos minutos.
Mi boca llegaba hasta el suelo, asenti sorprendido. Mi pequeño hermano habia desnucado a mi hermano gruñon mayor. Cuando Apolo despertara arderia troya, Morfeo debia pensar un nuevo destino para mudarse antes de que el volviera a la vida.
-¿Que hago?
-Necesito silencio para poder concentrarme y que me des una de tus manos, tu seras mi ancla. Esto no es como entrar a un simple sueño, necesito que si algo malo sucede tu nos saques de allí jalandome.
-¿Como sabré si algo malo sucede?
-Lo sabrás, creeme. Hades, no se con que me voy a encontrar alli dentro, asique hagas lo que hagas no sueltes mi mano por nada en el mundo y ambos nos quedaremos atascados en ese plano.
-No te soltare. Debemos apurarnos antes que el carcelero despierte y nos asesine.
El asintió, frotó sus manos y me dio la derecha. Luego puso la izquierda a unos centimentros arriba de la frente de Aurora y cerró los ojos, recitando palabras antiguas.
Los minutos pasaron y ellos seguían inertes.
-¡Juro que voy a matarlos! Ni un gramo de respeto les queda en el cuerpo.
Mierda.
-Buenos dias sol radiante. Luego tendras tiempo para despotricar, ahora necesito que vengas y mires si ves algo extraño, que yo no puedo moverme.
-Algún día, ustedes van a matarme enserio ¿hace cuanto está en trance?
-Como cinco minutos.
-Si no sale en diez, lo jalas a este plano. Es peligroso que pase más tiempo alli.
-No la dejaré Apolo.
-¡Harás lo que te digo si no quieres que ambos mueran!
Maldije entre dientes y asenti.
Cuando de repente Morfeo giró su cabeza, con los ojos dorados brillantes y dijo con una voz grave- ¡Ahora!
Jale de su mano y una fuerza nos golpeó dejándonos desparramados por el suelo.
Mi cabeza dolió. Abrí los ojos y la vi, ella salto de la cama y se lanzó a mis brazos-¡Joder! Que por poco no lo cuento.
-Ya está dulce, estás a salvo.
-¿Y Morfeo?
Ella lo buscó con la mirada y cuando lo encontró en una esquina tocandose la cabeza corrió y lo abrazó. No iba admitir que algo picó dentro de mío, porque no era celoso y no iba a empezar ahorq. El correspondió al abrazo con torpeza -me alegro que este bien Aurora.
-No se que hiciste, pero ¡gracias! Si no hubieses aparecido no se que hubiese sido de mí.
-Los dos la sacamos barata, aunque fue más fácil de lo que creí.
-¿De que hablas?- Apolo se acercó y le dio un vaso de agua, que Morfeo aceptó guatoso.
-Agnes es una bruja con poderes ancestrales, si ella hubiere querido que no las encontrara, me lo hubiese puesto dificil, pero las puertas estaban abiertas, como si desease que rescatara a Aurora.
Aurora se puso pálida- ella dijo que yo seria su puerta.
-¿Su puerta?
-¡Maldición!-gruño Apolo.
-¿Qué?
Morfeo lo miró sin entender, hasta que las piezas se acomodaron en su cabeza y abrió los ojos como platos - era una trampa. Ella necesitaba que Aurora saliese por otros medios que no fuese ella, para escapar. Nos uso para escapar...
-¿Eso quiere decir que ella está aquí?¿Aquí, aquí?
El cuerpo de Aurora tambaleo y amenazo con colapsarse. La tomé en brazos y la recoste en la cama-debes descansar dulce y tu también hermanito. Han pasado por mucho y deben recuperar energías. Luego nos ocuparemos de la bruja psicótica y sus malévolos planes.
Apolo y Morfeo se fueron de la habitación, dejándonos solos.
-¿Hades?
-Si dulce.
-¿Puedes quedarte conmigo? Tengo miedo, ella era nose como explicarlo, un demonio vestido de angel. Yo pensé que jamás saldria de alli viva, le dije que no dejaría que se saliera con la suya, no se de donde saqué tanto coraje, de lo aterrada que estaba.
-Fuiste muy valiente dulce. Puedes descansar tranquila, no me iré de tu lado y cumpliré mi promesa Aurora, mientras yo viva nada, ni nadie te lastimara.
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