CAPITULO 26
AURORA
Todo se había vuelto una locura desde que Marie me había hablado y advertido sobre su hermana malvada. No sabíamos cuando atacaría o como lo haría, pero lo que si sabíamos con certeza era que me usaría a mi como su peón, de alguna forma yo era su entrada a este mundo y eso solo me daba escalofríos.
Toda mi vida pensé que era una persona común y corriente, alguien sin nada es especial. Ahora me daba cuenta lo equivocada que estaba, yo era mucho mas y no lo digo de forma especial, lo digo de forma peligrosa, le tenia miedo a mis poderes a lo que podía hacer y mas lo que haría Agnes a través de mi.
Si, eso era lo que mas te aterraba.
Los hermanos Black prometieron ayudarme y aunque confiara en su palabra, había algo que todavía me tenia inquieta ¿mis padres sabrían algo de esto? ¿Mi abuela? ¿Sophie? ¿O eran ajenas a todo este submundo? Quería hablarlo con ella, preguntarles, pero me daba miedo arriesgarme y que ellas al no saber nada, se metan de lleno para ayudarme y así lograr que las maten en el camino.
-Puedo escuchar tus pensamientos desde aquí dulce ¿quieres compartirlos?
Hace una semana que estoy viviendo en la casa de los Black y evito a mi familia. Sophie y mi abuela me han estado llamando y les he dicho que he salido de retiro espiritual, para aclarar mis ideas y ayudarme en mi nuevo trabajo sobre el psicoanálisis.
-Solo pienso en mi familia, en que dirían si supieran lo que puedo hacer y en como cambio mi vida desde que volví a Nueva Orleans.
Hades levanta la vista de su libro y me mira con la misma intensidad que siempre pone mi piel de gallina – tu vida cambio desde el momento en que naciste Aurora, desde ese mismo momento el destino te marco con un don y Agnes con su plan, solo que tu no lo sabias. Puedes tomar dos caminos, huir de aquí irte lejos, mantener un perfil bajo y rogar que Agnes no te encuentre o enfrentarla y vencerla con nuestra ayuda de una vez por todas, salvando muchas vidas en el camino, algo que jamás pensé que diría.
Con respecto a tu familia, es verdad que hablando con ellas las pondrás en peligro, pero créeme si las mantienes en la ignorancia indirectamente también lo estarán como todos los habitantes de Nueva Orleans. Aparte de que estoy seguro que ellas también deben confesarte alguno de sus pecados.
-¿Qué quieres decir?
-Eso no me concierne decírtelo, ellas te lo contaran a su tiempo.
-Odio cuando las personas me ocultan cosas que debería saber, es frustrante.
Hades se puso de pie, dejando el libro en la mesa y camino hasta mí, poniendo sus manos sobre mis brazos.
-Todo estará bien dulce, te hice una promesa que pretendo cumplir. Nadie te hará daño, mientras yo viva.
Me perdí en su mirada, esa que estaba llena de promesas oscuras y leales. Hades me asustaba tanto como me atraía y la mayoría de las veces no sabia como comportarme con el, era como si todo lo que hubiese aprendido a lo largo de los años con otros hombres no se aplicara a el. Por que era distinto a todo lo que conocía y me hacia poner a prueba mi capacidad para comprenderlo y conocerlo como nadie mas lo hubiera hecho.
Sin darle muchas vueltas lo abrace y pase mi nariz por su cuello. El acaricio mi cabello con ternura y beso mi cabeza- nunca les di mucha importancia a las demostraciones de afecto, es mas era reacio tanto para darlas como para recibirlas, hasta que tu entraste a mi vida. A pesar de saber que estoy por ponerme en modo cursi-hace una mueca graciosa- creo que tu lo vales dulce, tu eres esa clase de persona, por la que vale arriesgarlo todo y si estamos por ir a una guerra en donde no sabremos si saldremos vivos, siento que es momento de enfrentar los miedos y los sarcasmos que conlleva vivir solo, por tanto tiempo y decirte que me importas mucho, mas de lo que quisiera admitir y que haré todo lo que esté en mi alcance por ayudarte a ganar esta guerra contra esa arpía lunática.
Si mi boca podría caerse al suelo, lo estaría en este momento. Pestañe unas cuantas veces, para asegurarme de no estar soñando este momento-pellízcame.
-¿Qué?
-Nada, solo quería asegurarme que no fueras un holograma o algo por estilo. Jamas imaginé que alguien como tu, me diria algo así, más considerando que has vivido más vidas de las que podria contar.
Hades largo una carcajada-¿esa es tu respuesta a todo lo cursi que me he puesto recién contigo? Si, es verdad he vivido mucho, pero nunca habia conocido a alguien como tú, que valiera mis palabras.
Mi mano acaricio su mejilla, con rastros de barba y mirándolo a los ojos como el lo hacia conmigo confesé- tu también te importas más de lo que quiero admitir Hades y me preocupa la seguridad que siento cuando estoy contigo, por que siento que sin ti, no podría estar afrontando todo esto. Y me siento egoísta al respecto, llevando a ti a tus hermanos a una guerra que es solo mía.
-Somos inmortales, nada nos pasara-le quito importancia, aunque pude botar cierto nerviosismo en su voz-a parte tenemos ciertos "dones"-hizo comillas con las manos- que nos servirán para ayudarte.
-¿Y recién me lo cuentas?
-Todo a su ritmo, dulce. Te vi tan abrumada por toda la información que necesitabas procesar que pensé que lo ultimo que necesitaras es que yo te llenara de mas.
-Creo que me has subestimado Hades, que me digas que ustedes tienen poderes me tranquiliza, eso quiere decir que la inmortalidad no es su única arma y que tenemos más posibilidades de vencerla a esa bruja, que se hace llamar mi pariente.
-Eso es verdad dulce, aunque hay algo que deberías saber. Nuestros poderes son oscuros, normalmente usados para lastimar, salvo Apolo el tiene una base mas noble que Morfeo y yo, pero igual puede corromperlos a su gusto.
-Eso...esta, bien, supongo ¿combatir mal contra mal? ¿O no?
-Si, pero hay algo que debes aprender dulce, toda magia exige un precio y la magia oscura es la peor de todas, la que exige el mayor sacrificio. Si usamos nuestros poderes, puede que nos perdamos en la oscuridad y nos volvamos... como decirlo... ¿malvados?
-No dejare que eso pase Hades, yo te traeré de vuelta, iré al mismo inframundo a buscarte, si es necesario.
Hades me miro con ternura y acaricio mi mejilla antes de besarme lentamente. Su beso me envolvió en una nebulosa, donde nada importaba, solo nosotros dos. Cuando se alejó, yo seguía con los ojos cerrados y al abrirlos me dijo con voz ronca-no tienes idea de lo que estas diciendo y lo tan acertada que éstas a la vez. Pero prometo que haré lo necesario para volver siempre a ti y no perder la poca humanidad que me queda en el cuerpo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top