HADES.

El plan se había ido todo al carajo. Con los últimos acontecimientos, mi idea de mantener a mis hermanos al margen de todo lo que rodeaba a Aurora, se había convertido en imposible, cuando ella decidió meterlos en el asunto.

Escucharla hablar sobre a donde se había ido, cuando la encontré desmayada, era su real, salvo por el hecho de que teniendo al edad que yo tenia, había visto cosas todavía mas increíbles, de las que si les contara me tratarían de loco para ir derechito al psiquiátrico.

La hermana de Agnes, Marie, había sido clara en esta cuestión, necesitaríamos a todos para sobrevivir al apocalipsis que Agnes planeaba con su regreso. Si tan solo supiera en donde estaba, podría ir allí y matarla, evitándonos todo el sufrimiento que esto traería a nuestras vidas.

No soy altruista, la única vida humana que me importaba era la de Aurora, pero sabia que ella no pensaba como yo, porque ella era de las personas que se sacrificaban buscando un bien mayor, la que pensaba que haciéndolo salvaría millones de vidas y que por eso era lo correcto.

Por que seamos claro, lo que Agnes quería era venganza. Venganza de aquellos que la desterraron asesinándola y mandándola a lo mas profundo de las tinieblas, venganza de aquellos que no la ayudaron a llevar a cabo su plan maestro y sobre todo venganza de su sangre, que la había traicionado para salvar a millones que peligraban por su terrible ambición.

Y todos sabíamos quien seria el mayor daño colateral en esto, Aurora, Agnes la usaría, no sabíamos todavía como, pero lo haría para poder llevar a cabo su plan macabro contra esta ciudad. Y no quiero ser el malo de la película, pero sabía que Aurora, tenia esa cualidad bondadosa, que la llevaría a ser la heroína del cuento de Hadas, sacrificándose por nosotros.

Aunque si algo he aprendido es que los cuentos de Hadas no existen mas allá de nuestra imaginación, ya que esa linda idea de los "finales felices", jamás podría ser aplicada en el mundo real, aun cuando nos dejáramos llevar por la esperanza, pensando que todo podría suceder.

Y la esperanza era algo peligroso, por que llevaba a las personas a cometer locuras, pensando que no importaba ya que todo estaría bien.

Debía evitar que ella se sacrificara a toda costa, todo este asunto me tenia nervioso y yo nunca estaba nervioso. Es como si nada fuese coincidencia, el hecho de que ella volviera después de tantos años a Nueva Orleans, su origen, de cual su familia nos debía una buena charla explicándonos como carajo las Bennett eran familiares de los Fray, ella cruzándose en mi camino la noche que la salve y esto, Marie invocándola a otra dimensión, tratando de evitar lo que hasta parecía inevitable y advirtiéndonos de su hermana malvada.

-¿Hades?

-Si ¿Qué pasa?

Aurora me miro preocupada, llevaba unas oscuras ojeras debajo de sus ojos y estaba un poco pálida. Debería comer algo, los viajes inter dimensionales gastaban mucha energía y mas si estaba demasiado tiempo.

-¿Cuándo fue la ultima vez que comiste algo?

-Esta mañana ¿eso que tiene que ver con lo que esta pasando?

-Tiene que ver, créeme. Has viajado a otra dimensión y tu cuerpo necesita recargar las baterías o vas a desmayarte.

-Estoy bien.

-No lo estas. No me obligues a tomarte en mis brazos, atarte a una silla y darte de comer como a los niños.

Ella me miro con furia y dijo entre dientes-no te atreverías.

-Oh esto se pondrá bueno, traeré palomitas.

Los dos, fulminamos a Morfeo con la mirada y el hizo con la mano como si cerrara su boca y tirara la llave. Apolo toco el hombro de Aurora para llamar su atención y dijo con voz mas conciliadora- Hades tiene razón, debes comer. Te necesitamos lucida, para lo que vendrá. No te dejaremos afuera de nada, lo prometo si tú prometes cuidarte.

Ella asintió y Morfeo se ofreció a acompañarla a la cocina por algo para comer, dejándonos a mi hermano y a mi, solos.

-¿Desde cuando lo sabes?

-Desde el mismo momento que tu.

-No me mientas Hades, que te conozco mejor que a mi mismo. Sabia que me ocultabas algo, pensé que era solo calentura, pero me equivoque, esto es grande, no deberías haberlo ocultado de nosotros, sabes lo que paso la ultima vez.

-¡Claro! ¡La última vez! ¡Como olvidarlo!

-Hades-me advirtió pero no le hice caso. Las palabras salieron de mi boca a borbotones.

-Cuando tu, a pesar de la negatoria de tus hermanos, le diste la receta de la inmortalidad a Agnes, la cual no solo casi nos destruye a nosotros dejándonos varados en este plano, sino a toda la ciudad. Entonces, dime hermanito ¿Quién la cago al principio? ¿A caso me tengo que excusar por proteger a Aurora de un monstruo que tú convertiste? ¿Cómo funcionan las reglas? ¿Solo tú puedes romperlas, deshacerlas y volverlas hacer? Creo que s hipócrita que me acuses de ocultar cosas, cuando tu fuiste el que dio el ejemplo en primer lugar.

-Tienes razón, pero por eso acordamos las reglas, para aprender de los errores y no volver a cometerlos.

-Pues no veo que este funcionando muy bien, ya que la loca quiere escapar del psiquiátrico al cual nosotros la mandamos, que tú juraste que seria impenetrable, tanto para entrar como para salir y ahora resulta que ella ha encontrado la forma de hacerlo. Dime Apolo ¿Cómo puedo creer en ti cuando una vez más me demuestras que nos has fallado?

-Tienes razón, no soy el hombre indicado para decirte esto y se que me he equivocado, pero quiero hacer las cosas bien Hades. Nueva Orleans no era nada, hasta que nosotros llegamos, ahora es nuestro hogar y ni Agnes ni nadie me detendrá al querer protegerla.

-Eso si la perra maquiavélica no te clava las garras antes.

-Ella ya no tiene ese poder en mí.

-Ya lo veremos Apolo, mientras tanto no puedes culparme si la quiero a Aurora lejos de ti.

-Estas enamorado.

-El amor es para los débiles.

-Miéntele al que tú quieras, menos a mí. Ella te importa, lo veo, pero Hades debes tener cuidado, ya caí antes bajo el hechizo de una Fray, no cometas mi mismo error o será tu perdición.