CAPITULO 2

HADES

Ni el más cruel de los destinos logrará alejarme de ti.

Es un día nublado en la ciudad de nueva Orleans, las calles ya se encuentran alborotadas de turistas emocionados por descubrir que secretos y aventuras les esperan en mi ciudad.

Bebo un trago de mi bacallan dieciocho, mientras veo llegar a docenas de nuevas personas o como diría yo, nuevas delicias en el menú. Mis hermanos y yo gobernamos la ciudad desde que no era más que unos cimientos.

Fuimos sus fundadores y la hicimos lo que es hoy. Majestuosa, colorida, llamativa y misteriosa. Muchos de los turistas que llegan para conocer la ciudad, lo hacen por sentirse atraídos por sus leyendas sobrenaturales.

Leyendas que cuentan sobre la existencia de seres y criaturas que no son de este mundo, sobre brujas que realizan hechizos y brujería negra.

La mayoría viene en busca de hechizos de amor o para un corazón roto. A mi modo de ver es una tontería ¿para que quisieran enamorarse, si ya saben que van a terminar con un corazón roto?

Cuando uno es inmortal, valora más los pequeños placeres que te regala la vida, aprendes a vivir sin miedo a morir, a no volver tu vida monótona y a buscar pasatiempos que mantengan tu cabeza alejada de los problemas.

-¿Señor Black?

Me giro lentamente para ver Josh, mi asistente con un cuaderno en sus manos.

-¿Qué quieres?

Puedo ver el terror en sus ojos pasar como una estrella fugaz, traga lento antes de encontrar nuevamente su voz- su hermano Apolo lo esta buscando, el señor Morfeo se ha metido en nuevamente en problemas.

Ruedo los ojos antes de estrellar el vaso en su pecho e ir en busca de mis hermanos.

Apolo es el hermano más grande, el más serio y el honorable. Siempre esta buscando la redención del alma de Morfeo y de la mía, pero el no entiende que nuestras almas perdieron su oportunidad de ser redimidas hace tiempo.

Morfeo es otra historia. Por ser el menor, es el mas malcriado y por lo tanto el mas caprichoso. Siempre anda metiéndose en problemas y rompiendo las reglas que debería seguir al pie de la letra.

No me malentiendan me encanta romper reglas, pero las que pusimos nosotros en el estatuto deben ser cumplidas, es la única forma de llevar una vida tranquila sin molestar a las otras facciones y imagínese si  estando conformes son peor que un grano en el culo, lo que serían molestas.

Ahí tendría que deshacerme de sus almas y Apolo me daría un largo sermón de valorar la vida humana y cuidar nuestro secreto y bla bla bla.

Entro al despacho y veo a Apolo con el ceño fruncido dándole un sermón a Morfeo del por que debe seguir las reglas. Decido apoyarme contra la puerta y escuchar lo que tiene que decir, cuanto antes termine esto, antes podre irme a "inframundo", mi club nocturno.

-Debes aprender a seguir las reglas Morfeo. Lo que has hecho hoy fue totalmente imprudente, debemos preservar el secreto o las consecuencias serán nefastas.

Morfeo se pasa la mano por su cabello exasperado- ¿Por qué debemos seguir unas malditas reglas cuando somos los reyes de Nueva Orleans? ¡No escape de una tiranía para meterme en otra hermano!

El rostro de Apolo se pone rojo de ira y comienza a acercarse peligrosamente a nuestro hermano menor. Ahí es cuando es mi entrada, camino hasta que termino entre medio de los dos- ya es suficiente- miro a Morfeo y le digo seriamente-no se que has estado haciendo, pero si eso conlleva romper algunas de las reglas del estatuto dejaras de hacerlo-el trata de replicar pero le dirijo una mirada asesina y calla.

Luego se levanta y nos mira ceñudo- si los jueces han terminado de dar su sentencia, me voy a mi habitación, tengo visitas- hace una reverencia y desaparece de la habitación.

Apolo se afloja la corbata de su traje y se sienta en el sillón de cuero marrón con cara de fastidio.

Sirvo dos vasos de whisky y le entrego uno, sentándome en el sillón de enfrente-¿sabes? Si no aprendes a relajarte hermanito te saldrán arrugas.

El me fulmina con la mirada antes de decir- no es gracioso Hades. El comportamiento de Morfeo tiene que cambiar, estuvo a punto de ser descubierto hoy ¿sabes lo que eso atraería? Seria nuestra perdición.

-Siempre dije que deberías dedicarte a escribir tragedias hermano. Nadie va a descubrirnos, déjame a Morfeo a mí, lo llevare conmigo al club a ver si aprende el sentido de la responsabilidad.

-Esta bien, hazlo y ¿Hades?

-Si

-Traten de ni meterse en problemas.

-No puedo prometer algo que no se si podre cumplir Apolo.

Le guiño el ojo antes de salir por la puerta en busca de mi hermanito menor.

Cuando llego a su habitación, abro las puertas de par en par encontrándome con Morfeo atacando los labios de una hermosa mujer.

La mujer me mira de arriba abajo con lujuria en sus ojos, lame sus labios en una clara invitación.

-¿No sabes tocar?-dice divertido.

-No hay tiempo para formalidades Morfeo, vístete iras conmigo a Inframundo.

Mi hermano suelta a la mujer, que tenía entre los brazos para comenzar a cambiarse, le doy un último vistazo a ella antes de salir y digo-te espero en el coche, no tardes.

Logro escuchar que la mujer le dice-¿tienes que irte?

-Los negocios van antes que el placer lindura.

Sigo caminando para así evitar escuchar el resto de la conversación y me subo a mi Ford Mustang fastback del año sesenta y seis, cuando algo llama mi atención. Es una mujer menuda para mi gusto, no puedo verle el rostro por que esta de espaldas, pero si su cabello y es rubio ceniza. Ella se abraza con otra rubia, la cual puedo ubicar como Shopie Bennet, antes de desaparecer en la casa.

Morfeo sube de un salto al coche y con voz emocionada dice-¿Qué esperas? No deje un buen polvo, para quedarnos en el auto mirando la fachada de la casa de las Bennet.

Arranco el coche y conduzco hasta mi club. Había algo en esa mujer, no se que era, pero iba a descubrirlo.

Hades en carne y hueso 😍😍

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