Hades

Lunes. El sol entra por el ventanal de mi habitación, iluminandolo todo, incluso la hermosa mujer que yace a medio tapar en mi cama.

Los recuerdos de la noche me invaden y sonrió ¡Qué pedazo de mujer!

Pero reglas son reglas y yo tengo las mías. Cuando sale el sol, ellas deben irse.

-Preciosa ya amaneció y debes irte.

La pelirroja se despereza y me mira con sensualidad. Gatea hasta donde estoy y comienza a besarme el cuello, mientras sus manos juegan traviesas con mi cuerpo.

Por muy tentado que este, tengo una reunión con una hermosa señorita y sospecho que a ella no le gusta la impuntualidad.

Así que hago acopio de mi voluntad y tomo sus manos frenandola. Ella hace un mohín.

-¿Seguro que no tienes unos minutos? Puedo hacer que empieces el día con otro humor.

Ruedo los ojos. Si ella supiera que mi humor ya estaba condicionado y no tenía nada que ver con ella, no haría esa estúpida pregunta.

-Lo siento preciosa, pero debes irte.

Refunfuñando se baja de la cama, agarra su ropa y entra al baño, dando un portazo.

¡Qué mala leche que tiene esta mujer!

Termino de vestirme y salgo de mi habitación. Apolo es el único despierto y desayunando, no me sorprende que Morfeo siga en el quinto sueño, después de la juerga de anoche.

-¿A dónde vas tan sonriente?

- Tengo una reunión con un proveedor.

Sus ojos me analizan con extrañeza. Pero veo como desiste cuando ve salir a la sexy pelirroja de mi habitación.

Y como ella lo mira a él.

No la culpo, somos perfectos, aunque eso haya sido más una maldición que una bendición.

-Debo irme, si podrías enseñarle la salida- salgo antes de escuchar su respuesta.

Me despido y salgo silbando una canción que escuche en el bar la otra noche.

Subo a mi auto y en diez minutos llego a "inframundo". El guardia de seguridad me deja pasar con un asentimiento.

Es temprano, pero ya hay personas ocupando mesas y pidiendo tragos.

Una cabellera rubia llama mi atención. Ella  está aquí, sentada en unas de las mesas con una coca cola.

Me acerco despacio y cuando estoy lo suficientemente cerca le digo en el oido-¡Bueno pero si mi rubia favorita!

Ella se asusta y sus ojos se abren como platos, antes de reconocerme y rodar los ojos.

-Hasta que llegas, pensé que me iba a a ser vieja esperándote.

Me siento al frente y le digo clavando mis ojos en ella- debo decir que si fuera el caso, seguirías siendo la mujer más hermosa que haya visto.

Puedo ver cómo mis palabras hacen eco en su cabeza y tienen un efecto inmediato en su cuerpo.

Sus mejillas se colorean y baja la mirada avergonzada. No entiendo esa última reacción, ya que me intención había sido halagarla.

Aurora definitivamente era una mujer extraña y distinta a todas las demás.

-¿Has averiguado algo?

Rasco mi barbilla- hola Hades , qué guapo estás, también me alegro de verte.

Ella vuelve a rodar los ojos y sonríe antes de burlarse- no vengo aquí a intercambiar halagos, vengo a ver si hay algún avance en nuestra investigación.

-Siempre tan aguafiestas. Claro que la hay, soy un hombre de palabra y como dije, aunque fue realmente difícil, algo pude encontrar para usarlo como punto de partida.

-¿Y eso sería?

-No sabía que ahora mandaban hermosas mujeres de proveedores hermano.

¡Mierda!

Apolo nos miraba con curiosidad. Pude ver cómo los ojos de Aurora se abrían al ver al magnífico de mi hermano y no me gustó.

Fue como si me tiraron ácido en el pecho.

-Permiteme presentarme, ya que los ratones le han comido la lengua a mi hermano menor. Mi nombre es Apolo Black.

-Aurora Miller.

-Un hermoso nombre, para una hermosa mujer.

-Uhm gracias.

Lo fulmine con la mirada. Solo yo podía hablarle así a Aurora y decirle lo hermosa que estaba.

Apolo no era así. No halagaba por halagar.

O le había gustado o algo tramaba y algo me decía que era un poco de ambas.

-Si nos disculpas estábamos al borde de una importante reunión con la señorita Miller.

-Yo puedo volver en otro momento Hades.

-Claro que no. La reunión sigue en pie. Apolo ya se va ¿Verdad?

-Oh ya veo. La verdad que es tengo la mañana desocupada ¿No les molestará si me uno? Me interesa escuchar que puede usted proveernos a nosotros.